Nunca es fácil llevar juegos de rol tradicionales a los sistemas móviles, y menos uno tan popular como Final Fantasy. Pero Square Enix ha tratado de crear un nuevo videojuego adaptado a estos dispositivos sacrificando ciertos aspectos… y no ha salido mal con Final Fantasy Brave Exvius.
A nadie se le escapa que Final Fantasy XV va a ser uno de los grandes juegos de cara a la campaña de Navidad. Pero para hacernos la espera un poco más llevadera, la compañía nipona ha decidido editar unos meses antes Final Fantasy Brave Exvius, un título que lleva ya bastante tiempo triunfando en Japón y que, suponemos que debido a su éxito, ha decidido probar fortuna también en nuestro territorio. Y nos alegra que haya ocurrido, porque sin ser un videojuego excelente, posee la suficiente entereza como para entretener a los seguidores de este tipo de aventuras.
En este spin-off de la franquicia recreado por Alim, unos desarrolladores relativamente nuevos que nos han dejado obras como Brave Frontier, la trama gira una vez más alrededor de los cristales mágicos de poder. El malo de turno destroza uno de ellos y, debido a eso, comienza a estremecerse el mundo donde viven Rain y su amigo Lasswell, los protagonistas principales del juego. A partir de ahí comenzará su extenso viaje, el cual les llevará a recorrer una gran isla repleta de mazmorras, bosques y demás localizaciones que tendremos que ir descubriendo.
Lejos de tratar de usar el nombre de Final Fantasy en esta producción para móviles de la manera más peregrina posible, se nota que los desarrolladores han querido ofrecernos un juego entretenido. Y para ello han tenido que tomar ciertas decisiones de diseño que puede que no contenten a todos los usuarios pero, no obstante, han tratado de mantenerse fieles a la idiosincrasia de esta gran serie de rol, sobre todo a sus primeros episodios.
Batallas y exploración… ¿o no es así?
Una prueba de ello tiene que ver con su sistema de combates, los cuales casi siempre tienen lugar de manera automática, es decir, que no vemos llegar a los rivales. Las batallas tienen lugar por turnos y en ellas debemos ir escogiendo aquellas acciones que más nos interesen de cada uno de nuestros personajes controlables ya sean Rain, Laswell… o cualquier otro que podemos emplear gracias a las Visiones.
¿Visiones? Efectivamente, una de las características más llamativas de esta edición de Final Fantasy es la posibilidad de poder invocar a personajes clásicos de la misma gracias a un poder que se nos concede al principio de la aventura, aptitud que lleva el nombre de Visiones. Cecil, Vaan y otros héroes legendarios de la franquicia pueden pelear a nuestro lado, algo que al menos a nosotros nos ha emocionado bastante. Y además muchos de ellos son realmente poderosos, pudiendo encima ir estableciendo aquellas combinaciones de grupo que más nos interesen para encarar con garantías cada una de las situaciones que nos plantea el título.
Esta cualidad, más allá de gozar de un efecto nostálgico muy cautivador y poderoso, afecta positivamente al desarrollo del juego dado que insufla una carga táctica considerable a cada enfrentamiento. Y en un título como este, se deja notar.
Otro claro ejemplo de que Square Enix ha querido cuidar lo máximo posible esta producción tiene que ver con un hecho muy concreto: la traducción de los textos a nuestro idioma, pantallas de menú y todo lo demás incluido. Y como muchos de vosotros que soléis jugar a este tipo de juegos para móviles sabéis perfectamente, por desgracia esta labor de localización de textos todavía no es una práctica muy habitual por parte de las compañías desarrolladoras.
Dichos diálogos son bastante frecuentes, puede que demasiado, siendo el segundo pilar más importante (después de los combates) en los que se apoya este juego. ¿Y qué pasa con otros elementos tradicionales de la saga como la exploración, por ejemplo? Pues que éstos han sido eliminados por completo para adaptarse a los sistemas móviles. Esto se traduce en que en cada misión que tenemos que superar casi siempre se repite la misma fórmula, que consiste en enterarnos del objetivo que debemos desempeñar, seguidamente peleamos en varias ocasiones contra los enemigos que corresponda y, finalmente, obtener el botín dejado por los monstruos para volver a presenciar otra secuencia o conversación. Y esto, al cabo de las horas, pasa factura… así como el hecho de tener que esperar a que se rellene la barra de estamina de los protagonistas. Al tratarse de un free to play, o pasas por caja o pagas por poder continuar y jugar sin descanso. Y si optas por ser ahorrador, las dilatadas esperas pueden romper por completo el ya de por sí pausado ritmo al que transcurre la aventura. Una circunstancia que se convierte en el problema más evidente que posee este juego.
Donde no se le puede poner ningún pero al título es en lo relacionado con su apartado sonoro. Y es que, simplemente, la banda sonora es maravillosa, de las mejores que hemos escuchado en juegos para móviles durante los últimos meses. Es un deleite absoluto escuchar los temas clásicos de la serie, melodías que se perciben con una calidad sonora majestuosa. Gráficamente no alcanza el mismo nivel, pero su apariencia similar a lo plasmado hace décadas en los formatos de 16 bits pero con una resolución propia de los tiempos actuales consigue recrear una atmósfera muy llamativa.
Alim y Square Enix han creído oportuno dar forma a una aventura basada en la saga Final Fantasy para móviles que aunque sacrifica diversos aspectos fundamentales de la franquicia desde sus inicios, por lo menos sabe mantener el tipo y convertirse en un título sugerente.
- Las Visiones nos han parecido extraordinarias
- La banda sonora es memorable, sobre todo los temas clásicos
- Las batallas son muy amenas y ágiles
- La jugabilidad se torna algo anodina al cabo de las horas
- No poder explorar a nuestras anchas los decorados no nos convence
- Tener que esperar para poder jugar es… insoportable
