Los juegos de plataformas tradicionales van ganando terreno poco a poco después de una época de sequía bastante intensa. Aquí nos llega una de las últimas propuestas que lleva por nombre Juju, la cual recuerda enormemente a las aventuras de cierto gorila de Nintendo.
A poco que echéis un vistazo a cualquier vídeo que se ha distribuido de esta nueva producción de Flying Wild Hog (Hard Reset y Shadow Warrior), Juju, rápidamente os daréis cuenta de un paralelismo importante existente entre esta obra y una franquicia consagrada de Nintendo: Donkey Kong Country. Y, más concretamente, con las últimas ediciones aparecidas tanto en Wii como en 3DS y, más recientemente, también en Wii U. Resulta casi inevitable comparar este trabajo indie con las recientes producciones firmadas por el equipo americano Retro Studios, si bien en este caso y a pesar de que se trata de una aventura plataformera apreciable y hasta recomendable (con ciertos matices), ya os avisamos que no le llega ni a la suela de los zapatos de lo experimentado en la serie de la Gran N.
Como suele ser habitual en este tipo de títulos (y además es algo que aún no terminamos de ver claro, por cierto), el argumento que ostenta Juju es una "chorradita" como otra cualquiera. Un oso chamán es raptado por un murciélago gigante y, para rescatarle, debemos emprender un camino muy plataformero con su hija y un amigo de ésta. Juju es el nombre de esta osa rosa, mientras que Peyo es como se conoce a su amigo el lagarto. Pero ni uno ni otro gozan de la suficiente entidad ni empatía como para resultar adorables o interesantes, así que es lo de menos.
Por fortuna el desarrollo de la aventura tiene más gracia, o al menos así nos ha parecido a partir de la primera hora de juego y una vez superado el primero de los cuatro mundos que componen dicha odisea, ya que éste resulta demasiado soso y sin ningún tipo de interés.
Saltos en 2D
Estamos ante un juego claramente plataformero que se desarrolla bajo un scroll horizontal, por lo que se trata de un título que presenta una jugabilidad clásica en 2D. Nuestra meta consiste en llegar de un punto a otro de cada escenario sin prisa ninguna, dado que tenemos todo el tiempo del mundo para hacerlo y, además, los protagonistas no pueden correr. O al menos no muy deprisa, ya que su capacidad de desplazamiento es de todo menos rauda a pesar de contar con una habilidad de "dash" o desplazamiento lateral rápido.
Al más puro estilo Donkey Kong Country, es necesario ir eliminando o simplemente esquivando a cuantos animalejos (cangrejos, erizos, abejas, etc.) van saliendo a nuestro paso, contando con un par de corazones de vida para superar cada fase y una buena cantidad de puntos de control dispersos por los fondos, bastante extensos por otra parte. Pero además de esto el título también nos anima a superar todo tipo de retos y trampas, recopilar una especie de piedras que realizan las funciones de monedas o plátanos (en juegos como Super Mario o Donkey Kong respectivamente) y acabar con varios jefes finales.
Para añadir más interés, a medida que avanzamos vamos ganando ciertas habilidades especiales como planear por el aire, lanzar explosivos, etc. Y para los más expertos, el título también presenta una buena suma de secretos ocultos, los cuales nos trasladan a una zona azulada paralela en la que es necesario recoger unos objetos dentro de un límite de tiempo bastante ajustado para ganar medallas. Estos son los mimbres básicos que forman parte de la mecánica de juego de este título, los cuales no están mal llevados y terminan funcionando, al menos mientras dura la aventura, que no debería extenderse más allá de unas cuatro horas para aquellos usuarios acostumbrados a disfrutar de este tipo de producciones.
A todo esto y ya para terminar de explicar sus cualidades, el juego ostenta un control bastante bueno y preciso así como la posibilidad de jugar a dobles en modo cooperativo, función que se comporta de manera muy fiable y sin problemas técnicos.
Hasta aquí todo bien más allá de la poca originalidad que muestra la propuesta en su conjunto y su ya apuntada limitada duración, pero por desgracia el juego arrastra otros defectos destacables. Para empezar, echamos en falta una mayor cantidad y variedad de enemigos, que se repiten más de la cuenta y además no ofrecen demasiada resistencia salvo cuando nos toca enfrentarnos a jefes finales puntuales, los cuales en algunos casos son realmente duros de roer y descompensan un tanto la curva de dificultad del título.
Pero lo peor de todo es que a medio plazo la aventura se torna demasiado predecible, ya que apenas hay hueco para otra cosa que no sea saltar: guiños a arcades de velocidad, shooters, puzles o demás elementos han sido descartados y, por consiguiente, la aventura no es tan atractiva como nos hubiera gustado. O, al menos, para los que estamos acostumbrados a jugar a los títulos en los que se inspira esta obra, con el mencionado Donkey Kong Country en primer lugar. Y es una pena, porque de haberse pulido algo más estaríamos hablando de un gran juego de plataformas.
Además técnicamente es realmente llamativo y a pesar de que la dirección artística no es su vertiente más lograda, el motor gráfico (Unreal Engine) es bastante solvente y permite mostrar unos escenarios ricos en detalles, los cuales por cierto han sido recreados en 3D. Por otra parte, los protagonistas gozan de buenas animaciones y el colorido que presenta el juego es cautivador. A nivel sonoro se encuentra un peldaño por debajo... o dos, ya que las melodías son más bien simplonas (aquí se echa en falta la presencia de David Wise de manera abrumadora) y los efectos de sonido cumplen sin alardes.
Por todo esto Juju es un juego divertido y hasta recomendable, siempre y cuando no esperéis encontraros con un gran títulos de plataformas como el que sirve de inspiración para el mismo: la saga Donkey Kong Country.
Los amantes de los juegos tradicionales en 2D que deseen adentrarse en una aventura plataformera sospechosamente similar a la saga Donkey Kong Country ya pueden hacerlo... salvando las distancias, claro. Juju sigue los pasos de la franquicia clásica de Nintendo y presenta un buen cúmulo de virtudes, si bien quedan algo limitadas por la presencia de otros defectos de entidad.
- El control es bastante preciso y asequible
- Buena cantidad de escenarios recreados con detalle
- Algunos enfrentamientos contra jefes finales os harán sudar... un poco
- Los dos protagonistas distan mucho de resultar empáticos
- El primer mundo es soporífero, un paseo
- Echamos en falta más variedad de situaciones, enemigos, sorpresas...
