Uno de los títulos que mejores críticas ha cosechado en el mercado de plataformas móviles, Badland, no ha querido perder la oportunidad de debutar también en las consolas y PC actuales con una edición GOTY bastante completa y atractiva.
Frogmind no es precisamente el equipo más conocido dentro del panorama de títulos independientes. Sin embargo su producción Badland sí que ha conseguido calar entre los usuarios de sistemas móviles, siendo uno de esos títulos que sin llegar a cotas de popularidad tan elevadas como las alcanzadas por juegos como Candy Crush, Angry Birds y demás, posee un gran apoyo por parte de la comunidad. Bien, pues tiempo después de su puesta de largo en dichos dispositivos y de la aparición de multitud de packs de expansión, los desarrolladores han decidido llevar su obra a un amplio abanico de sistemas domésticos (e incluso portátil en el caso de PS Vita) con una versión muy completa.
Así pues, Badland: Game of the Year Edition se presenta conservando las cualidades que le han hecho triunfar en el mercado móvil… pero añadiendo una mayor cantidad de contenido adicional para ofrecer una experiencia de juego más compacta e, igualmente más longeva, algo necesario en este tipo de conversiones.
¿El resultado? Un título bastante atractivo y fácil de jugar como vamos a explicaros a continuación, que a nuestro entender puede ser disfrutado por un núcleo de jugadores más amplio y diverso del que podrían pensar ciertos usuarios.
Simple y adictivo
Badland es una de esas producciones casi mudas, es decir, una aventura que apenas ofrece detalles acerca de su trama ni de lo que está sucediendo en pantalla. Pero no hace falta, ya que a medida que jugamos vamos conociendo los pormenores de su desarrollo y ciertas pinceladas de su mínima narrativa.
La propuesta es tan simple como sigue. Nuestro objetivo en los 100 niveles (divididos en varios días) que alberga el juego es guiar a una criatura que recuerda un tanto a un Critter (aunque bastante menos feo) de un punto A hasta otro B del escenario. Así de simple. Y la forma de hacerlo es algo atípica, dado que dicho ser es incapaz de caminar puesto que no posee patas, por lo que debemos hacer uso de sus pequeñas alas para tratar de que alcance volando el final del decorado. La jugabilidad básica es muy sencilla, con una mecánica tradicional en 2D en la que debemos impedir que el scroll (de izquierda a derecha) que nos acompaña en todas las fases nos dé caza, fórmula que ya ha sido utilizada con anterioridad cientos de veces (especialmente por títulos con tintes plataformeros) pero que sigue resultando muy atractiva.
El control del personaje no puede ser más sencillo. Se nota a la legua el hecho de que, en origen, este título apareció en sistemas móviles, dado que para guiar al personaje únicamente debemos emplear un solo botón: cuanto más tiempo lo mantenemos pulsado, más altura alcanza el protagonista, el cual se desplaza de manera automática hacia delante… siempre que no se empotre contra alguno de los obstáculos que se encuentran en cada nivel.
La gracia del juego se halla precisamente en el hecho de tener que ir esquivando y reaccionando ante la avalancha de diferentes trampas y trabas que nos propone cada fase, la cuales por cierto muestran una duración fugaz, ya que en muchos casos pueden ser superadas si se nos dan bien en poco más de un par de minutos. Así, en cada fase debemos sortear todo tipo de flora autóctona, rocas, molinillos, explosivos, cadenas, cuchillas, lianas y cualquier impedimento natural que os podáis imaginar. Pero hay más. El diseño de los niveles nos obliga muchas veces a jugar con la física de los objetos, pulsar ciertos interruptores o, con mucha frecuencia, recoger diferentes potenciadores y otros ítems, los cuales son necesarios para atravesar ciertas zonas.
A destacar la belleza y colorido de sus fondos dibujados a mano
De esta forma podemos alterar el tamaño y la forma de nuestro protagonista, el cual puede agrandar o menguar su tamaño para poder aguantar el choque contra grandes rocas o colarse por pequeños huecos de los fondos, respectivamente. Y también es capaz de multiplicar su número para evitar que las muertes masivas provocadas por trampas de gran escala acaben con nuestra partida, así como cubrir su piel con pinchos para adherirse a las superficies, incrementar o reducir la velocidad del desplazamiento del scroll o su giro sobre su propio eje… Gracias a estos objetos el desarrollo de cada nivel es muy variado y, además, pone en juego ciertos elementos estratégicos que mejoran favorablemente la jugabilidad, hecho que tiene mucho mérito teniendo en cuenta la simplicidad general de esta producción.
Tampoco queremos dejarnos en el tintero la introducción de otros 100 niveles más que pueden ser recorridos en compañía de nuestros amigos en modo multijugador cooperativo local apta para hasta cuatro participantes, vertiente que se muestra como uno de los grandes reclamos del juego y que aumenta considerablemente su valor jugable así como su duración. Y para rematar esta oferta también es posible disputar piques competitivos en más de 25 arenas de juego, los cuales nuevamente pueden ser degustados únicamente offline y pueden dar cabida a cuatro jugadores a la vez.
Sin duda se trata de una oferta de juego muy completa y tremendamente adictiva si se la coge el gusto, si bien algunos usuarios podrán echarla en cara su falta de profundidad y, especialmente, la ausencia de modo online.
Lo que nadie podrá criticar a esta producción es su talante gráfico. Y no porque éste explote las diferentes consolas y PC en las que se deja ver y jugar, sino por su destacada línea artística, con fondos dibujados a mano de gran belleza y un colorido ejemplar.
Puede que no sea el juego indie más sorprendente ni excepcional de la temporada, pero Badland GOTY es uno de esos títulos capaces de enganchar a cualquier usuario que quiera darle una oportunidad.
Esta obra de Frogmind nos ofrece recorrer un bosque repleto de trampas y obstáculos que ponen a prueba nuestra habilidad. Se trata de un título muy atractivo y que puede llegar a enganchar gracias a su simplicidad, atrayente concepto de juego y gran diseño de niveles. Además los modos de juego multijugador animan más las cosas y favorecen su duración.
- Gran cantidad de niveles, casi todos ellos bien diseñados y llenos de obstáculos
- Los modos multijugador son realmente apetecibles
- Gran ambientación, con gráficos dibujados a mano
- Guiar a este Critter resulta muy enganchante si se le coge el aire al título
- No presenta modo online, sólo local
- Aunque no lo es, puede hacerse corto debido a la corta duración de las fases
