Los elefantes puede que parezcan los animales más encantadores del mundo… pero llamadlos para la guerra. Game Freak nos explica lo que ocurre cuando pones una cinta roja en la cabeza a alguien como Tembo. Aventura y acción en un título con diversión en trompa. El animal del verano está con nosotros.
Siempre se habla de lo mal que lo hace SEGA, pero luego llega un juego como Tembo: The Badass Elephant y todos los argumentos se van al traste. Los japoneses se unen a la mismísima Game Freak (ya sabéis, los creadores de Pokémon) para dar lugar a una aventura de acción 2.5D que nos ha sorprendido realmente. No sólo por lo extraño de la alianza, sino por el planteamiento tan humorístico que presenta, la jugabilidad tan directa que defiende y el acabado tan sensacional con el que ha sido lanzado al mercado.
Es de lo mejorcito que vamos a recibir este verano, de eso no nos cabe la menor duda, y eso que partía desde una posición más bien humilde, sin un seguimiento masivo por parte de la comunidad de jugadores. Un juego que además ha recibido poca promoción, pero que demuestra el extraordinario talento de este equipo nipón, con gran variedad en el planteamiento y una poderosa rejugabilidad. Además, demuestra de la forma que más nos gusta -con el propio juego en sí- lo mucho que merecen la pena los cerca de 13 euros con los que se pone a la venta en PlayStation 4, Xbox One y PC.
Es el momento en que un elefante aprendió a hacer el Rambo en un videojuego, aparte del importante instante en que una compañía de la trayectoria de Game Freak decidió que podía hacer algo más... escapar de su propia estela para sorprendernos a todos.
Mitad soldado, todo elefante
Tembo es acción de principio a fin, un juego de jugabilidad directa que no se para en enseñarnos complicados tutoriales. Un botón para saltar, otro para embestir y uno más para echar agua por la trompa. No hay mucho más, y ese es uno de los grandes atributos del título. Su gran diseño de niveles hace el resto, gracias a un ritmo que va de partes que requieren más plataformeo a otras -su mayoría- que nos proponen llevarnos por delante a todos los enemigos que nos encontremos.
El avance entre niveles es tradicional, con un mapa de avance lineal en el que deberemos reunir los suficientes puntos antes de desbloquear la siguiente fase. Tarea que no es para nada sencilla y que nos obligará a volver sobre nuestros pasos. El juego no es corto, cuesta un par de tardes llegar hasta el final, pero la rejugabilidad es en este sentido poderosa, muy poderosa. Además, es un juego complicado por esta razón, porque desbloquear nuevas zonas requiere cierta habilidad. Nos ha gustado el equilibrio establecido Game Freak, todo un acierto.
Puede que no tengamos modos adicionales ni nada que nos invite a hablar de un juego más redondo. La campaña nos ha sabido a poco, pero al menos dentro de los niveles hay ciertos desafíos, como rescatar a todas y cada una de las personas capturadas. Luego hay una tabla de clasificaciones online, pero insistimos en que este tal vez sea el aspecto menos llamativo de la obra, ya que es lo que le ha impedido llegar más lejos.
A lo que no se le puede hacer ningún reproche es al humor. El mero planteamiento del juego ya es delirante, un elefante con una cinta en la cabeza a lo Rambo que se lía a aplastar a diestro y siniestro en un periplo por salvar al mundo. La historia es básica, pero más que la trama lo que nos importa es lo que hace nuestro personaje, como flotar en el aire moviendo las piernas al estilo Yoshi o lanzarse en bola como si fuese Sonic en sus mejores tiempos. Estos son los guiños que conquistan a cualquiera...
Tembo es acción de principio a fin, un juego de jugabilidad directa que no se para en enseñarnos complicados tutoriales
Pero por encima de todo tenemos que hablar de dedicación y ganas de hacer un buen videojuego. Se nota mucho cuando un estudio no sólo se esfuerza, sino que también se divierte creando algo. Game Freak lo ha hecho, y esto se transmite de forma formidable en los mandos del jugador. Esos jefes que ocupan toda la pantalla es un ejemplo de ello, así como la variedad de situaciones que se nos plantean. De este ritmo jugable nace el éxito de un lanzamiento que cuenta con otro gran e importante aliado: el apartado audiovisual.
Lo curioso de Tembo: The Badass Elephant es que no sabes muy bien si todo está diseñado en 3D o si hay partes que son exclusivamente 2D. Por ello, creemos que otro de esos muchos híbridos interdimensionales (2.5D) pero que en este caso merece una mención especial por lo bien terminado que está. La alta resolución y una fluidez envidiable ayudan a un aspecto gráfico sensacional que se impregna de un brillante aspecto "cartoon". La simpatía de los modelados, la gracia de las animaciones, la profundidad de los escenarios… Ver el videojuego en movimiento forma parte importante de la diversión.
La música cabalga a la par, con melodías de tono bélico pero sin olvidarse nunca de la comicidad del asunto. Especial mención debemos hacer sobre los efectos sonoros, que nos hacen recordar a esos grandes éxitos plataformeros de los 90, principalmente cuando recogemos cacahuetes, esos ítems que nos ayudan a fabricar mantequilla de cacahuete (que funcionan como vidas). Es un juego simpático por todos estos motivos y muchos más que descubriréis cuando os pongáis a jugar: una absoluta gozada para los sentidos.
No hace falta pues decir que estamos ante un videojuego necesario, un canto de humor aderezado con una jugabilidad potente y, principalmente, las ganas de crear un producto de la máxima calidad. No se nos ocurre ningún motivo para no jugarlo, más bien muchos para no dejarlo escapar. A los más curtidos les seducirá su aire noventero con toques de recreativa. A los más novatos les encantará su incondicional humor. Hay muchas razones para disfrutar del que desde hoy es el animal del verano en 3DJuegos: un elefante con diversión en trompa.
Los creadores de Pokémon cambian de registro con éxito gracias a un elefante con ganas de guerra y que nos trae diversión en trompa. Una aventura de acción con un acabado sensacional, jugabilidad variada y una dificultad muy bien ajustada. Un título muy original, hecho con mimo, gran sentido del humor y que de momento se plantea como una de las mejores noticias del verano.
- Acción directa y sin complicaciones: diversión y variedad
- Simpatía y sentido del humor, tanto en lo jugable como visual
- Audiovisualmente es una delicia, especialmente en su aspecto "cartoon"
- Dificultad ajustada y con retos interesantes en cada nivel
- A pesar de ser rejugable, la duración no es su fortaleza
- Alguna modalidad adicional hubiese hecho más completa la propuesta
