Miles de soldados. Un campo de batalla. Y tú, comandante, guiando las huestes hacia la victoria en un clásico de la estrategia que vuelve a la vida. Su regreso, sin embargo, no es tan espléndido como esperábamos. Con pocas novedades y algún que otro error de calado, Cossacks 3 es un videojuego con mucho potencial desaprovechado que te hará pasar buenos momentos, pero como veremos en este análisis, también llegará a frustrarte en más ocasiones de las deseadas.
Cuando una saga clásica está de vuelta es difícil no ilusionarse. La nostalgia tira mucho, pero ni apoyándose en ella, Cossacks 3 consigue lo que se proponía. Las claves para alcanzar el éxito están ahí, pues básicamente se trata de un remake de aquel juego de estrategia que sorprendió 15 años atrás por la descomunal escala de sus batallas, pero sus autores no han sabido sacarles partido. Se han limitado a coger lo que ya conocíamos, errores incluido, darle un pequeño lavado de cara ¡y punto! Es como volver atrás en el tiempo, perdiendo por el camino los muchos y grandes avances que ha experimentado un género tan prolífico como el de la estrategia en tiempo real. Por un lado está bien, pues supone afrontar su acción con el estilo de los buenos viejos tiempos, pero lejos de avivar esa ilusión, lo nuevo de GSC Game World simplemente decepciona.
A pesar del atractivo que supone guiar hacia la guerra a miles de soldados en la Europa de los siglos XVII y XVIII, es tal el caos de la lucha y tantos los fallos que presenta la inteligencia artificial de aliados y enemigos, que lo que bien podría haberse convertido en un apasionante juego de estrategia y táctica se queda lejos, muy lejos, de ese objetivo. Aún sigue siendo divertido, claro, porque ¿quién no se lo pasa en grande aplastando a los ejércitos rivales con la fuerza de la caballería y los cañones? Pero es precisamente por eso que tanto decepciona este remake. El potencial de esta obra es enorme; hay amplias opciones tácticas, decenas de tropas a las que comandar, armas de asedio con las que causar estragos… y un caos absoluto que lo echa todo por tierra.
¡Mantened la formación!
Puedes pasar un buen rato organizando a la hueste; colocando a los lanceros aquí, la caballería por allá, los mosqueteros con sus armas de fuego bien custodiados por una férrea línea de soldados con espada… y de repente ¡el caos! Las tropas se lanzan en tropel para luchar contra todo lo que se mueva, echando por tierra cualquier estrategia que pudierais haber diseñado. Tan frenética es la lucha, tan rápido suceden las cosas, que en segundos veréis una masa informe de soldados y caballos gritando y pegándose con desmesurada saña. Es algo cómico, pero también triste. Tanto poder bajo nuestro mando y que con tan poca cosa todo se vaya al traste.
No siempre ocurre así. Cuando consigues gestionar bien a las tropas o, más bien, cuando se dejan controlar, el espectáculo y la épica cobran todo el protagonismo. Es entonces cuando ves el enorme potencial de Cossacks 3. Si es que el juego tiene en cuenta hasta la moral de los soldados, que llevados por el miedo, sentirán el impulso de abandonar el campo de batalla. Detalle que nos gusta por realista, pero también por las implicaciones tácticas que conlleva: golpea duro, machaca una línea de defensa enemiga, y verás cómo se resquebraja permitiendo a tu caballería masacrar a los enemigos con una facilidad pasmosa. A veces, también, lo haréis a consecuencia de una discreta inteligencia artificial que estropea la experiencia.
A los enemigos les cuesta sorprender con tácticas de combate elaboradas; más bien se lanzan al mogollón obligándote a ti mismo casi a responder con la misma moneda. También los hay que sufren de estupidez supina, que en mitad de la refriega se ponen a dar vueltas sobre su mismo eje, o los que pierden el rumbo y no consiguen llegar a su destino. Hay fallos que obviamente se pueden corregir con actualizaciones, en este sentido, ya se trabaja en solventar algunos de ellos; pero hay otros que son errores de base, y cuesta imaginar que vaya a haber cambios de tal magnitud. Cossacks 3, para lo bueno y lo malo, se siente viejo; demasiado anticuado.
Incluso el diseño de las misiones transmite la misma sensación. Son divertidas por lo intenso de su acción y lo variado de los objetivos, pero hay en ellas resquicios de otra época que resultan un tanto frustrantes. Un ejemplo. Hay una misión en la que se nos propone exterminar a todos los enemigos. ¡No puede quedar ni uno!… y siempre hay uno que lo hace. El típico soldado, experto en sigilo, que se esconde en el lugar más recóndito de los gigantescos mapeados por los que nos movemos, eternizando el desenlace de una misión que termina por resultar odiosa. En su afán por conservar la esencia del clásico Cossacks, el equipo de desarrollo se ha olvidado de los muchos avances que ha experimentado el género en la última década, y es una lástima.
Construir casas, herrerías, barracones… recolectar alimentos, oro, piedra, madera; también investigar nuevas tecnologías, equipar a las tropas con mejores armas; todos estos elementos te llevan a ilusionarte con este juego de estrategia, pero es un mero espejismo; el excesivo caos de la batalla o la simpleza de la inteligencia artificial son dos lastres difíciles de llevar. Cossacks 3 entretiene y divierte, más si os adentráis en su multijugador para ocho personas, pero está muy lejos del nivel esperado. Se siente viejo, ya lo decíamos antes, y no porque sus gráficos, a pesar del lavado de cara, estén algo anticuados.
Incluso la gestión de las tropas se siente engorrosa. La serie Total War, que se mueve a una escala similar, nos da el control sobre escuadras de soldados; en el juego de GSC Game Worlds controlamos a las tropas de forma individualizada. Podemos y debemos agruparlas, incluso añadiendo al equipo unidades especiales como altos cargos del ejército y tamborileros para aumentar la moral, pero es tedioso y, en estos tiempos, difícil de asimilar.
Siempre es una alegría reencontrarse con una saga clásica con la que tanto has disfrutado en el pasado, pero la ilusión con la que recibes las multitudinarias batallas de Cossacks 3 da paso rápidamente a la decepción. Demasiado caótico en su acción y con una pobre inteligencia artificial, por mucho encanto que suponga volver al estilo de la vieja escuela, lo nuevo de GSC Game Worlds se siente anticuado. En su afán por respetar el espíritu jugable del original, se ha olvidado de los muchos avances que ha experimentado el género en la última década. Divierte, más en su multijugador, pero no lo suficiente.
Comprar Cossacks 3- El contexto histórico. Hay doce naciones europeas con más de 70 tropas
- La escala de las batallas. Pocos juegos ponen ante ti a diez mil soldados
- Pocas novedades con respecto al original. Es un remake demasiado conservador
- La inteligencia artificial es deficiente
- El caos de las batallas, lejos de emocionar, le resta interés estratégico al juego
