Atormentado por los recuerdos del pasado, el inmortal John Yesterday vuelve a las andadas con otra gran aventura gráfica obra de Pendulo Studios, los artífices de Runaway y Hollywood Monsters. Cargado de suspense, puzles y buenos diálogos, Yesterday Origins es un juego que merece la pena probar. Análisis.
Una precuela que es a su vez secuela. No creo que hubiera mejor forma de plantear la continuación del notable New York Crimes. Quedaban grandes intrigas por resolver ligadas al pasado del protagonista de esta aventura gráfica, el inmortal John Yesterday, y a su vez, completado el viaje, te dejaba con ganas de más; de vivir nuevos desafíos, resolver misterios y hacer frente a las vicisitudes propias de alguien que no puede morir. Yesterday Origins responde con gran eficacia a estas ansias de conocimiento; nos da la oportunidad de participar en la fundación de la Orden de la Carne, en pleno siglo XV, y de forma paralela, nos enfrenta a nuevos retos en el tiempo presente.
La idea me parece fabulosa y su ejecución igualmente buena, pues ambas líneas temporales se entrecruzan de forma constante ofreciendo una visión más amplia del profundo conflicto interno que atormenta al protagonista del videojuego. Sabe que en el pasado cometió mil y una atrocidades, ¡pero no lo recuerda!, y ese es un gran aliciente que nos hará devorar con ávida pasión la historia que se nos cuenta. Un relato de calidad, bien escrito y con algún que otro buen giro argumental que sin embargo me deja con sensaciones enfrentadas. He disfrutado mucho del viaje que propone; cada paso que daba me recordaba por qué soy un enamorado del trabajo de Pendulo Studios, los autores de grandes clásicos como Hollywood Monsters o Runaway, pero también he sentido que la historia no termina de despegar. Que aunque es interesante y tiene gancho, le falta esa chispa que te haga caer rendido a sus pies.
Torturado por sus recuerdos
Me falta un villano al nivel del que conocimos en el videojuego original o, dicho de otra forma, aunque el enemigo al que hacemos frente en esta nueva aventura no podía estar mejor escogido, ¡su trasfondo argumental es brutal!, el papel que desempeña en la obra resulta algo pobre. Lo tiene todo para ser un rival memorable, de los que dejan huella, pero ni él ni sus secuaces terminan de convencer. Tiene sus momentos de gloria, claro que sí, pues hasta consigue partirte el alma cuando relata por qué está donde está; pero todo ese potencial queda algo desaprovechado dentro de una historia que, eso sí, sabe cómo mantener siempre alto el interés del jugador. Es una de sus grandes virtudes.
Arranca en la España del Siglo XV con un jovencísimo John Yesterday haciendo frente a la Santa Inquisición y a partir de ahí… ¡un no parar! El ritmo de la acción no decae en ningún momento. Hay misterio, suspense, grandes enigmas por resolver y montones de personajes interesantes con los que relacionarse. Casi pareciera que nos encontramos ante una nueva historia de Dan Brown y su conocidísimo El Código Da Vinci por el modo en el que se entrelaza la realidad con la ficción, usando como telón de fondo el origen de la satánica Orden de la Carne y su temible legado.
El guión tiene esos pequeños detalles que denotan la veteranía de Pendulo Studios
El resultado es más que bueno aunque también en este punto, siento que la historia no termina de explotar todo su potencial. Me explico. Todo lo relacionado con el pasado del protagonista es genial; me encanta la ambientación, el tono oscuro del relato y ese gran dilema moral que se dibuja en la cabeza de John Yesterday, que no lo olvidemos, es miembro fundador de una secta que adora al demonio. Sin embargo, se añade poca información nueva a lo que ya conocíamos. Nos muestran cómo y por qué cruza su camino con el del malvado Ginés de Orduña, pero al final de ese viaje a los infiernos, te sigues quedando con ganas de más; necesitas saber más acerca del Tratado de la Carne, de los misterios que oculta y de cómo la secta pudo evadir durante tantos años a la Inquisición. No es algo malo por sí mismo pues esta ansia de conocimiento deviene del enorme interés que genera el universo creado por Pendulo Studios, pero sí lo veo como una oportunidad perdida de crear un relato más profundo y cautivador.
Pese a ello, en lo argumental, este es un videojuego sobresaliente por los temas que plantea y, especialmente, ¡cómo los trata! Ya en su día, cuando analizaba New York Crimes, destaqué la madurez narrativa que había alcanzado el estudio español, y esta secuela no hace sino ahondar en esa idea. La relación entre John y Pauline Petit, a la que controlamos en momentos puntuales de la aventura, se siente humana, creíble; y cuando se trata de la inmortalidad y sus consecuencias, Yesterday Origins lo borda. Cada vez que pienso en uno de los dilemas que plantea aún siento escalofríos.
Esto dice mucho en favor de un juego que también da la talla en el diseño de sus rompecabezas. Son ingeniosos, también bastante tradicionales, y todos ellos están perfectamente integrados en la acción. No sientes que te fuercen a hacer locuras porque sí, porque es lo que toca en una aventura gráfica, sino más bien, los resuelves de forma natural, intuitiva. Puede que en momentos puntuales de la partida os veáis como locos combinando entre sí los objetos del inventario, pero más que por una cuestión de lógica, esto se debe a que no siempre es fácil detectar las pistas. Tiene que ver con una de las novedades del juego, que ahora permite observar al detalle, como objetos 3D, algunos elementos del escenario e incluso a los propios personajes. Esto confiere una nueva capa de profundidad a la exploración de los escenarios, y es algo que agradezco, pues como ocurría con el original, las localizaciones no suelen ser muy grandes.
Tampoco hay muchas opciones de perderse. Salvo en contadas ocasión, nos moveremos por pocos escenarios de forma simultánea, lo que resta algo de complejidad a la aventura. Pese a ello, hay unos cuantos puzles que son una maravilla; cuando los resuelves te quedas con una increíble sensación de satisfacción, y es algo que merece la pena destacar. También la necesidad de recabar información para dar respuesta a algunos desafíos, pues ahora no basta solo con combinar objetos, también debemos buscar una justificación para ello. Algo que está íntimamente ligado a las conversaciones. Eché en falta que el original les concediera más importancia, y aplaudo que aquí tengan tanto protagonismo; especialmente por lo bien escritas que están.
Sorprende la variedad de localizaciones y el alto nivel de detalle con el que han sido diseñada
No paro de repetirlo pero el guión, aun con sus peros, está a un nivel muy alto. Tiene esos pequeños detalles, sobre todo en la descripción de los objetos, que denotan la veteranía de Pendulo Studios; que te dicen a las claras por qué es un referente en el mundo de las aventuras gráficas. También lo son en lo artístico, aunque tal vez el resultado aquí es algo más irregular. El diseño de los escenarios está muy bien. Sorprende la variedad de localizaciones y el alto nivel de detalle con el que han sido diseñadas, aunque algunas de estas se sienten algo genéricas, como poco inspiradas. Lo mismo podría decirse del diseño de personajes: los hay muy buenos, con ese contraste entre un estilo realista, serio, y el habitual sello caricaturesco del estudio, y otros que en cambio no lucen tan bien.
A nivel sonoro Yesterday Origins también da la talla, aunque se echa en falta el doblaje al español. Los textos sí se han traducido a nuestro idioma, pero después de más de dos décadas escuchando a sus personajes hablar en la lengua de Cervantes, resulta chocante que se haya perdido algo así. La banda sonora, por su parte, está muy bien: tanto los temas en el pasado como las melodías que nos acompañan en el futuro casan perfectamente con la acción, y consiguen que en los momentos de exploración, cuando estás un buen rato pensando una solución, no te aburras por un segundo. En este sentido, el videojuego es algo más extenso que su antecesor: me ha llevado algo más de ocho horas completar la nueva aventura del inmortal John Yesterday.
Puede que Yesterday Origins te deje con ganas de más; que no termine de saciar las altas expectativas de los fans de New York Crimes, pero esta es una muy buena aventura gráfica que pocos aficionados deberían perderse. El doble viaje que propone, al pasado de su protagonista y a su vez también al tiempo presente, es una experiencia emocionante que solo se ve enturbiada por el poco margen a la exploración que ofrece el videojuego, y a que este no termina de sacar partido al gran potencial de su argumento.
Comprar Yesterday Origins- Un argumento interesante y bien desarrollado
- Buen diseño de puzles. Son ingeniosos y desafiantes
- Variedad de localizaciones y un buen sistema de control en PC y consolas
- El villano, y ciertas situaciones, no sacan partido a todo su potencial
- Algunos escenarios son algo genéricos y dan poco pie a la exploración
- Se echa de menos el doblaje al español
