El baloncesto más veterano de EA Sports, NBA Live, regresa a las pistas. Y lo hace con una edición que trata de mejorar lo mostrado en las pasadas ediciones, evolucionando ciertos aspectos e introduciendo diversas novedades jugables. ¿Suficiente?
Después de su dominio durante la era de los 16 bits, el simulador de basket más veterano de EA Sports, NBA Live, se sumió en una profunda depresión que coincidió con el auge del extraordinario NBA 2K, saga que ha ido evolucionando a pasos agigantados desde principios de siglo. NBA Live 16 regresa a las pistas con ganas de demostrar que quiere seguir mejorando y ofreciendo visos de lo que quiere llegar a ser en un futuro. Y aunque esa visión de gran simulador queda todavía lejana, por lo menos se deja notar cierta evolución en varios elementos del juego.
NBA Live 16 aterriza en PS4 y Xbox One con interesantes novedades, algunas ligadas a la jugabilidad y otras, las más importantes bajo nuestro criterio, vinculadas a la integración de modalidades inéditas. Sí, porque el nuevo modo ProAm ofrece un abanico muy sugerente de opciones online y diversión multijugador.
Si en el reciente NBA 2K16 proclamamos a la modalidad 2K ProAm como la mayor innovación de todo el juego, en este caso podemos opinar lo mismo de la opción ProAm de NBA Live 16.
En esta modalidad podemos disfrutar de un entorno online realmente atractivo en el que es posible participar en dos opciones diferentes. Por una parte está el modo Live Run, opción que regresa después de mucho tiempo y que nos permite disfrutar de encuentros online 5 contra 5. En este caso os recomendamos jugar en partidas cerradas porque hay mucho "chupón" por ahí y es difícil rascar bola, pero por otra parte es una función muy divertida y que funciona correctamente con alguna salvedad (los lags esporádicos son inevitables).
Igual o más entretenido si cabe es la opción Circuito de Verano. Como si de un campus de pretemporada se tratase, esta modalidad nos invita a crear a un equipo con nuestros amigos (de cinco jugadores) y recorrer los USA de cancha en cancha. Brooklyn Park, Terminal 23, Seattle Pacific University y demás recintos exteriores e interiores nos aguardan, cada uno con su propio equipo controlado por la CPU. El objetivo es demostrar nuestro potencial y ganar todos los encuentros que nos sea posible, desafío que sin duda se convierte en uno de los reclamos inéditos más destacados de esta entrega del simulador de baloncesto más veterano del mercado.
Junto a este modo ProAm, más que interesante, se encuentran otros ya tradicionales y que conforman un juego trabajado y variado en este sentido. Tip Off (Exhibición), Big Moments, Online uno contra uno, Dynasty (General Manager) y demás modalidades están presentes, lo que sitúan a esta producción a la altura de los mejores simuladores deportivos en este terreno. Y como opción curiosa, con la Companion App del título es posible sacarnos una foto de nuestra cara para plantarla en el jugador que queramos crear con el editor.
Evolución necesaria
Una vez comentadas las modalidades más destacadas que nos ofrece este título, también se dejan notar ciertas mejoras relacionadas con su faceta jugable que consiguen transmitir mejores sensaciones en pleno partido… aunque estas mejoras quedan algo oscurecidas por la presencia de diversos fallos serios. Por eso mismo la jugabilidad que nos ofrece NBA Live 16 es una especie de mezcla entre aspectos muy logrados y otros mejorables, lo que demuestra que aún le falta bastante trabajo a sus desarrolladores para dar con la fórmula adecuada.
Entre las buenas intenciones que propone NBA Live 16, una de las que más nos gustan es su bien perfilado sistema de tiro. Y más concretamente, nos referimos especialmente a la información que el título nos aporta justo cuando realizamos dicha acción, ya que nos ofrece el porcentaje de acierto del jugador en esa misma posición y si dicho tiro ha sido defendido o liberado. Es un detalle y puede que para algunos no sea un factor demasiado trascendente, pero a nosotros nos ha parecido que la información que nos aporta es muy útil y los grafismos no molestan en absoluto.
También, entre los aspectos que han sido reajustados, el ritmo al que transcurren los encuentros es quizá el más importante. De esta forma en esta ocasión las jugadas transcurren de manera fluida y apropiada, sin sobresaltos de velocidad (a no ser que queramos provocarlos, al estilo de lo que suele proponer Phoenix Suns en sus partidos) ni demasiada parsimonia. El abanico de jugadas al que podemos acceder resulta lo suficientemente variado, pudiendo jugar en el poste, abusar de los bloqueos y continuaciones si lo creemos necesario o buscar las penetraciones si disponemos de buenos bases y aleros para ejecutar dicha especialidad.
¿Y qué pasa cuándo nos toca defender? Pues que es cuando comienza a aflorar el gran inconveniente jugable que lastra a este simulador: la irregular IA de los jugadores controlados por la consola. Da igual que queramos zonear, realizar traps o buscar la defensa uno contra uno. Lo más probable es que con más frecuencia de la deseable alguno de nuestros jugadores nos la “haga". Y con eso queremos decir que pierda la marca sin motivo aparente, cometa alguna falta sin necesidad, se quede atascado más tiempo del natural en un bloqueo o, simplemente, se posicione mal en la cancha. Evidentemente estos errores no se cometen continuamente, pero sí que suceden con frecuencia y en todos los partidos.
El gran punto flojo de NBA Live 16 es su irregular IA
El juego físico también brilla por su ausencia. Y es que a diferencia de lo que sucede con NBA 2K16 donde este aspecto se ha integrado con maestría, en este título apenas tiene relevancia. Así, y más allá de los bloqueos, tapones y demás acciones básicas, el resto apenas tiene trascendencia. Hemos sido testigos de jugadas un tanto extrañas como que jugadores como Goran Dragic ganen un rebote abierto a tipos como Blake Griffin, o situaciones cómicas como bases rivales "sujetando" a bestias como LeBron James cuando se va al poste. El resultado es el que os imagináis, realismo bajo mínimos, pero también es verdad que dichas situaciones no se dan siempre.
Con todo esto que os acabamos de comentar, ¿es NBA Live 16 un desastre? Para nada. Se trata de un título que ofrece una amplia gama de ofertas lúdicas diferentes y, cuando no suceden los problemas de IA de los que os hemos hablado, los partidos resultan entretenidos sin alcanzar grandes cotas de realismo. Lo que pasa es que su competencia (el gran NBA 2K16) es muy férrea, y cuando inevitablemente comparas las sensaciones que te proporciona uno y otro juego… la diferencia es demasiado evidente, casi abismal.
Ambientación a lo grande
Entrando ya en materia gráfica, NBA Live 16 es un juego que cumple con creces en la mayoría de los apartados, destacando la lograda ambientación que rodea a los partidos que disputamos y el modelado de los rostros de los jugadores más populares. Russel Westbrook, Kevin Durant, LeBron James, Kyrie Irving o James Harden son algunos de los jugadores mejor recreados de todos los que pisan el parqué. Es cierto que otros también ilustres como el propio Marc Gasol, Dirk Nowitzki o Deron Williams no son los más conseguidos, pero a pesar de esto en este aspecto es un juego muy destacado.
Por su parte la recreación de los pabellones también ha sido tratada con esmero, y si bien echamos de menos algún elemento más y una iluminación más espectacular durante la ceremonia previa a los partidos, en general cumple.
Sin embargo donde más falla es en las animaciones de los jugadores. Y no en global, porque no es un mal juego en ese sentido, pero durante las mismas se dejan notar ciertos empalmes algo bruscos y la precisión con la que realizan algunas acciones no es la más adecuada, ya que no son para nada realistas. Ejemplos de esto los contemplamos cuando ejecutamos ciertas maniobras al intentar penetrar, cuando cambiamos de mano al botar, tras realizar algunos pases o cuando efectuamos sprints cortos, lo que resta algo de realismo al conjunto. Y a esto se añade la mejorable física del balón, que a veces se comporta de manera muy poco natural y nunca nos transmite la sensación de estar suelta.
En cuanto al sonido, lo mejor es la banda sonora licenciada, rebosante hasta los topes de temas conocidos que amenizan las pantallas de menú y el resto de opciones. Los comentarios en inglés de Mike Breen y Jeff Van Gunde (ESPN) no están mal aunque les falta algo de mordiente, mientras que los efectos sonoros alcanzan un nivel que roza el sobresaliente.
Esta nueva entrega de NBA Live es una firme declaración de intenciones por parte de sus creadores. Nuevos modos de juego repletos de posibilidades online, una buena fluidez en lo que respecta al desarrollo de los partidos, muchas opciones en ataque y gráficos solventes son sus mejores credenciales. El problema que sigue arrastrando tiene que ver con la profundidad que ofrece su jugabilidad, que debido a la mejorable IA de los jugadores, aún tiene mucho margen de mejora. Y a esto se suman pequeños defectos jugables y técnicos que le alejan de alcanzar cotas más notables de calidad. Pero por lo menos se deja entrever el esfuerzo de EA Sports por devolver a su saga al lugar que se merece.
Comprar NBA Live 16- El nuevo modo ProAm
- La fluidez a la que se desarrollan los encuentros por fin es convincente
- Buena recreación de los mejores jugadores de cada franquicia
- La IA falla más de la cuenta y nos deja vendidos en defensa más veces de las deseadas
- Ciertas irregularidades en las animaciones de los jugadores
- La física del balón no es muy realista
