Michonne debería figurar al lado de la imagen de mujer fuerte en el diccionario. Era desde su gestación una candidata ideal para formar parte del extraordinario abanico de personajes de TellTale Games y, por fin, nos honra con su propio episodio dentro de la marca The Walking Dead. Toca disfrutar con ella, toca sobrevivir.
En los últimos tiempos hay algo que no falla en cuanto a las citas periódicas de la industria de los videojuegos con las grandes marcas. Hablamos, claro, de los juegos de TellTale Games sobre la saga The Walking Dead. Éstos empezaron su andadura en 2012 y, desde entonces, han lanzado dos temporadas completas de videojuegos y, con éste, dos juegos nexo entre unas y otras. Para hacer la labor que en su momento hizo 400 Days en 2013 llega en esta ocasión una trilogía protagonizada por Michonne, uno de los personajes más recordados tanto del cómic como de la serie de televisión, y que ahora lleva toda la fortaleza de su carácter a la pantalla de nuestros PCs y videoconsolas.
¿Qué tal el resultado? ¿Está a la altura? En algunos sentidos sí, y en otros no tanto. Desde luego dista mucho de la calidad de las mejores obras que el estudio ha cuajado recientemente, como el extraordinario The Wolf Among Us o Tales from the Borderlands por poner sólo un par de ejemplos, pero también es verdad que sigue puliendo elementos ya tradicionales de la IP como los QuickTime Events y que mantiene la presión que pone sobre nosotros en los momentos de tensión más alta. Ya sólo por su brutal arranque merece la pena darle una oportunidad, historias de supervivientes en estado puro.
Entre Caminantes
Michonne empieza exactamente como esperábamos, con una fuerza inusitada. En primera instancia ya tenemos que tomar una decisión realmente demoledora y, a continuación, comenzamos a ver los motivos de esa situación límite y a empezar a conocer a fondo al personaje. Es en ese tipo de mecánicas narrativas donde el estudio se mueve con una mayor comodidad, y sólo hay que recordar que ya en el pasado nos han regalado un abanico de personajes extraordinarios: Fuertes, débiles, confiados, paranoicos, colaborativos, anárquicos… Todos ellos muy diferentes pero con algo siempre en común, su capacidad de tirar del carro argumental.
Precisamente, y contra todo pronóstico por lo que se podía intuir tanto del arranque como del currículum del estudio, la parte puramente relacionada del guion es quizá la que más flaquea en comparación con el resto de la marca. Así tenemos un personaje mucho más robusto que el hilo narrativo sobre el que cabalga, lo que supone que nuestro interés en la campaña se va a mantener en tanto en cuanto sea capaz de conservarlo la propia heroína. Los traumas del pasado de la joven, su frialdad al enfrentarse con las criaturas y todos los demás elementos que la han convertido en todo un carácter siguen presentes, aunque no conviene ahondar en ellos para evitar spoilers. Lo que sí podemos contar es que los momentos en los que vive atenazada por los fantasmas de su pasado son los mejores, y que las peores partes son en las que se apoya todo el desarrollo del episodio en estándares sorprendentemente acomodaticios y previsibles.
La apertura del arco narrativo de Michonne es, probablemente, el más lineal que hemos visto dentro de la marca The Walking Dead
No en vano esta apertura del arco de Michonne es, probablemente, el más lineal que hemos visto dentro de la marca The Walking Dead. Nuestras decisiones importan menos que en otras ocasiones y las hay en menos número, pero eso no quiere decir que no haya algunos momentos en los que nuestro papel es fundamental para algunos personajes; aunque el impacto general sobre el desarrollo de la aventura sea minúsculo. El problema en cuanto a quienes dependen de nosotros es que hay mucho tópico en los secundarios que rodean a la protagonista, es lógico en algunos sentidos que los "actores de reparto" estén menos desarrollados puesto que en hora y media apenas hay tiempo para hacerlo, así que confiamos en que su camino se trufe de detalles y personalidad en los próximos dos, ya que por ahora apenas ofrecen tridimensionalidad ni momentos de interés.
El argumento general de In Too Deep se resiente de todo ello, y tiene mucho en lo que mejorar de cara a los dos capítulos que le quedan a la heroína para demostrar su valía… Especialmente si la comparamos con los protagonistas del pasado que nos han dejado momentos tan memorables como los que vivimos con Everett o Clementine. Para luchar contra ello la joven tiene, además de su ya resaltado carisma, sus capacidades de combate, en este sentido sí hay un progreso. Desde los toscos comienzos de QuickTime Events de la primera temporada a lo que disfrutamos en esta ocasión hay un avance que agradecemos y, especialmente, una fortaleza en coreografías y puesta en escena de las secuencias de acción que nos mantiene en vilo a pesar de que sepamos sobradamente cómo van a acabar la mayoría de ellas.
En el primer episodio de Michonne tenemos un personaje capital y de muchas posibilidades rodeado de un argumento que no le hace demasiada justicia. Eso, en un juego de TellTale donde lo único que importa es lo narrativo, es difícil de entender; y al final nuestra capacidad para disfrutar de este In to Deep depende directa y exclusivamente de nuestro interés en la dura y áspera heroína.
- El comienzo del episodio es extraordinario
- La violencia encaja con la fórmula y con la marca
- Michonne, en sí misma, es un personaje muy poderoso
- El desarrollo argumental tiene algunas partes que pierden interés
- Los secundarios son más planos de lo que esperábamos
