El ambicioso proyecto de Capcom por llevar el universo de Street Fighter II a la nueva generación tiene por fin un final, y éste es inmejorable. Bajo el kilométrico título de Super Street Fighter II Turbo HD Remix se esconde toda la jugabilidad del clásico, pasada por el favorecedor tamiz de la alta definición.
Tras un proceso de producción interminable por fin podemos disfrutar de Super Street Fighter II Turbo HD Remix, la revisión de la joya de los 90 que se convirtió en el título de lucha más importante de la historia y en una cita ineludible para cualquier salón de recreativas de la época.
Street Fighter II siempre fue capaz de albergar bajo su seno tanto a los hardcores de la lucha como a los usuarios menos experimentados. Todo ello se lograba gracias a una jugabilidad que si bien premiaba el conocer los combos a la perfección, también daba pie a comenzar con buen pie gracias a una curva de aprendizaje algo áspera pero siempre tolerante.
La nostalgia se dispara de nuevo, y la saga de Capcom demuestra capear el paso del tiempo con inusitada habilidad. El cambio es especialmente notorio en lo visual, donde el lavado de cara es soberbio, pero también se introducen algunas novedades jugables de interés como nuevos movimientos y un pulido balance para igualar a los diferentes luchadores.
Street Fighter: Un Mito, una Leyenda
¿Qué es Super Street Fighter II Turbo HD Remix? Pues en breves palabras una versión pulida en lo jugable del Super Street Fighter II de 1994. Así pues sigue al dedillo todos los patrones jugables introducidos por esta entrega, y que venían siendo santo y seña de las series desde su nacimiento a finales de los años 80.
Así nos enfrentamos en combates de uno contra uno ante varios rivales en diferentes modalidades de juego y en un entorno únicamente bidimensional. Podremos escoger a 17 personajes y embarcarnos en diferentes modalidades de juego individual y a través de Internet.
Concretamente en la vertiente off-line podemos afrontar el clásico modo Arcade donde escogeremos a un personaje e iremos superando los enfrentamientos con el resto de oponentes –con rótulos de Continue incluidos cuando nos derroten-. Al acabar con Mr. Bison, último peldaño, podremos ver el final de nuestro héroe elegido, que ha sido convenientemente remasterizado y que homenajeará al clásico de los 90.
También contamos con un modo práctica que servirá para que pongamos en práctica todos los movimientos que llevaremos a cabo en los torneos. Aquí se nos permite pormenorizar abundantes opciones como la oposición del enemigo que hará de sparring, su tipo de bloqueo, etcétera…
En cuanto al modo on-line nos alegra anunciar que éste se desarrolla sin ningún tipo de problema de lag, como ya parecía apuntar la beta multijugador que tuvimos oportunidad de probar hace unos meses. El más mínimo rastro de latencia podría haber sido desastroso para la experiencia de un juego de combate tan preciso como este, de modo que en este campo Capcom ha hecho los deberes adecuadamente.
Tratando de mirar más lejos de los clásicos enfrentamientos directos a modo de escaramuzas, SF2 THD Remix aporta también el denominado Campeonato, que cubre desde 4 a 8 jugadores. Aquí podemos crear nuestro propio torneo o acceder a uno ya planteado por otro usuario empleando un rápido y sencillo Matchmaking que nos permite consultar el número de jugadores o el ping, entre otros matices.
Esculpidos en Piedra
En los aspectos más puramente jugables cabe destacar que, como es lógico, quien haya disfrutado de un Street Fighter en su momento se encontrará excepcionalmente cómodo con este nuevo remake. Resultaba razonable pensar que si la gente continúa usando Street Fighter durante todos estos años no será por su desfasado apartado gráfico, con lo cual se ha decidido acertadamente mantener intacta su propuesta jugable. Es esto precisamente por lo que ha optado Capcom, así que en esencia los combates vienen a ser muy similares.
Si bien los novatos probablemente echarán en falta un tutorial algo más completo que el que se ofrece, que hubiera facilitado, por ejemplo, guías más concretas para reproducir los golpes; lo cierto es que el videojuego en general parece algo más accesible, puesto que los movimientos son ahora más fáciles de reproducir. Existe la posibilidad de echar un vistazo a un manual virtual de diez páginas donde se nos explican unas nociones rápidas, pero sólo el pasar varias horas luchando contra la IA nos permitirá un dominio que nos facilite la posibilidad de enfrentarnos a rivales humanos sin hacer el ridículo.
Sin embargo también cabe destacar que se ha tratado de hacer al videojuego algo más accesible, tratando de superar las barreras del árido original. Esto, sin embargo, no quiere decir que los usuarios más duchos no tengan una ventaja que resultará definitiva, pero si que la curva de aprendizaje resulta menos exagerada.
El videojuego permite escoger la configuración de botones tal y como deseemos, permitiéndonos distribuir las acciones en el pad a nuestro gusto. Recordemos que la primera recreativa contaba ya con hasta seis botones –tres para puñetazos de diferentes grados y otros tres para idénticos tipos de patada-, de modo que aquí de forma predefinida ya están ocupados todos los botones del controlador menos los gatillos.
El pad, sin embargo, es algo impreciso para un título de estas características comparado con los mandos de las viejas consolas con las que pudimos disfrutar de las anteriores entregas. El mando de PlayStation 3 permite una mayor definición en los movimientos que el de Xbox 360, aunque ambos presentan algunas deficiencias en este campo.
Hay, como hemos señalado algunos movimientos nuevos para cada personaje, pero estos son matices y pequeñas ampliaciones de los que ya se podían ver en los anteriores. En esta línea de nostalgia se puede contar también la opción Classic que se puede elegir antes de cada partida y que devolverá los sprites y movimientos a los del original afectando únicamente al apartado jugable, de modo que podemos escoger entre los nuevos procedimientos de la versión HD Remix o los antiguos del Super Street Fighter II Turbo.
Salto a la HD
Super Street Fighter II: Turbo HD Remix permite, como la gran cantidad de homenajes que se incluyen en estos viejos arcades, la posibilidad de optar no sólo por los movimientos clásicos o nuevos, sino también por los gráficos remozados o por otros más cercanos a las versiones clásicas.
En esta ocasión la referencia al original está algo desencajada, puesto que se nos obliga a jugar siempre con los nuevos fondos, de modo que tenemos unos personajes más detallados que los del original -aunque en definición estándar-, sobre escenarios con el fantástico acabado y resolución de los nuevos. El equilibrio se pierde al optar por esta solución, y es una lástima puesto que la posibilidad de disfrutar del nuevo juego con el aspecto del original hubiera sido sensacional.
Por lo demás cabe destacar que HD Remix cuenta con una resolución de 1080p y el ya anunciado rediseño en el dibujado de cada uno de los personajes. El aspecto de cada luchador en esencia es muy parecido, pero tienen un plus en su look que les lleva a presentar una imagen más desenfadada y cercana al anime.
El movimiento de los personajes también ha sido trabajado de nuevo, aunque no ha perdido el estilo de sprites encadenados tan tradicional de las series. Esto plantea el dilema de si las animaciones también debieron ser pulidas con el mismo mimo con el que se han trabajado el resto de aspectos visuales, aunque sería un debate estéril e imposible de resolver.
En lo tecnológico nada más que destacar. La física sigue igual de ausente que en el original, mientras que la tasa de imágenes por segundo es robusta aunque hemos notado también algunas leves caídas en momentos aislados de frenesí.
En el sonido toda la magia de los temas originales reinterpretada en un estilo más moderno y actual. Al igual que en el apartado gráfico también podemos optar por elegir la música nueva o la antigua, con todo el sabor añejo que ello conlleva.
Super Street Fighter II Turbo HD Remix supone una oportunidad inmejorable para acercarse de nuevo a uno de los mejores juegos de lucha de la historia. El aroma del clásico no ha desaparecido, y se trata de una de las compras obligadas de esta recta final de año.
