La escena manganime sigue siendo un caldo de cultivo formidable para la aparición de videojuegos. Psycho Pass Mandatory Happiness es la obra en la que se basa esta producción de NIS, que adopta la forma de novela visual. Analizamos lo que nos ofrece.
Cada vez son más las producciones que, lejos de ofrecernos un festival de acción, transforman su jugabilidad en algo pausado. Bien, pues esta misma idea llevada a las últimas consecuencias es lo que plantea el nuevo producto de 5pb y NIS, Psycho Pass: Mandatory Happiness. Una novela visual que no concede ni un resquicio de otra cosa que no sea precisamente eso, imágenes y textos… muchos textos.
Con esto queremos decir que esta obra apenas puede ser considerada como "juego", al menos en el sentido estricto que muchos usuarios utilizan para definir a un videojuego. Se trata de una novela que, en lugar de leerla en un libro, eBook o en cualquier otro dispositivo, lo hacemos en la pantalla de la televisión (a no ser que optemos por la edición para PS Vita), con las ventajas e inconvenientes que esto supone.
Al tratarse de una novela visual, como es lógico el argumento adquiere una importancia trascendental. Se trata del gancho o el reclamo que va a determinar el interés por parte del jugador hacia la producción en sí, dado que más allá de la historia que da forma a Psycho Pass: Mandatory Happiness, no hay mucho más tras de sí.
Evidentemente y dado que se trata de una narrativa que se apoya en un manganime tan popular y atractivo (para muchos de nosotros) como Psycho Pass, en teoría esa parte queda bien cubierta. La trama tiene lugar en Japón en un futuro de ambientación cyberpunk en el que, al igual que sucede en otras obras como Minority Report, la humanidad ha perdido su libertad… o, al menos, parte de ella.
Un sistema denominado Sibyl es capaz de determinar la forma en la que cada individuo va a alcanzar el máximo grado de felicidad en sus vidas, sea el que sea. Y eso determina prácticamente el futuro de cada individuo, afectando tanto a su trabajo como a su lugar de residencia, que quedan prefijados. Y si te sales de la norma… lo más probable es que tengas problemas.
El Psycho Pass viene a ser la mente de cada persona, que puede ser leída por dicho sistema Sibyl. El denominado Hue tiene que ver con el estado emocional de una persona, que se altera por circunstancias típicas como el estrés o el nerviosismo. Y luego está el Coeficiente de Criminalidad, un número frío como el hielo que determina la propensión de una persona para cometer un crimen.
Bien, pues uno y otro elemento delimitan el grado de actuación de la unidad conocida como Safety Public Bureau (Oficina de Seguridad Pública). En el título nos adentramos en el trabajo que ejerce dicha unidad especial, concretamente la División 1 del Departamento de Investigación Criminal (Criminal Investigation Department), siendo necesario superar tres capítulos que engloban varios casos más pequeños que desembocan en uno más grande que tiene que ver con un ¿chaval? conocido como Alpha.
La finalidad de este tipo no es otra que la de proporcionar la felicidad a aquellas personas que tienen un nivel Hue “complicado”, es decir, a los ciudadanos que por alguna razón no son felices en un momento determinado. El problema de todo esto es que Alpha no tiene en cuenta al resto de la humanidad a la hora de acometer su objetivo por lo que, en muchos casos, traspasa la línea de la legalidad para tratar de ayudar a dichas personas. Esta conducta da pie a situaciones realmente complicadas y casos muy llamativos, los cuales tenemos que ir resolviendo tanto con la inspectora Nadeshiko Kugatachi como con el Enforcer (ejecutor) Takuma Tsurugi.
Estos dos personajes son nuevos y han sido recreados en exclusiva para formar parte de este título, lo cual supone un aliciente realmente grande para los seguidores de esta gran serie manganime. Al comienzo del juego debemos elegir a quién deseamos "controlar" (aunque ese término no es muy exacto en este caso), pudiendo contemplar secuencias y ciertos momentos exclusivos con cada uno de ellos. Una forma de alargar todavía más la vida útil de esta obra, la cual puede extenderse durante muchísimas horas por la sencilla razón de que existen decenas de finales distintos, casi todos ellos malos (los Bad Ends).
Como habéis podido apreciar nos hemos extendido mucho más de lo habitual en explicar el trasfondo y parte del argumento (aunque no hemos revelado nada relevante, os lo aseguramos) de esta producción por la sencilla razón de que es lo más importante… y casi lo único, nos atreveríamos a apostillar. Efectivamente, porque explicar el funcionamiento de esta novela visual es tan sencillo como lo es el hecho de tener que pulsar el botón X una y otra vez para leer todos los textos que van apareciendo en pantalla.
Lejos de poder ser comparado con otros títulos como las aventuras de TellTale, por ejemplo, en este caso no hay hueco para nada más que no sea leer… y tomar decisiones . De vez en cuando es necesario elegir qué lugar queremos investigar primero, qué camino seguir o qué pista analizar para, acto seguido, comprobar qué sucede con nuestra elección. En muchos casos contemplaremos una muerte abrupta de nuestro protagonista, si bien como ya os hemos adelantado antes el título esconde numerosos finales diferentes que, si os intriga la historia, estaréis deseando contemplar.
No hay nada más, ni tan siquiera tenemos control directo de un personaje para desplazarle dentro de un área cerrada. Es una novela, con todo lo que esto conlleva, y además presenta la "particularidad" de que los textos están en inglés. Y no vamos a mentiros: resulta fundamental gozar de un buen nivel de inglés para saber qué es lo que sucede exactamente en cada momento. Porque, de lo contrario, nos perderemos gran parte de los detalles relacionados con la historia y con el trasfondo y personalidad de los distintos protagonistas. Y en una producción de este estilo, el no comprender los diálogos supone un problema bastante grande.
Dichos textos nos permiten entender todas las conversaciones habladas entre los diferentes protagonistas, las cuales han sido recreadas en japonés, siendo precisamente éste uno de los aspectos más destacados de Psycho Pass: Mandatory Happiness. Todo lo demás, incluyendo su presentación visual, es correcta, siguiendo lo establecido en otros títulos similares.
Casi siempre resulta complicado evaluar y, más si cabe, puntuar un título de estas características. En nuestro caso lo que valoramos por encima de todo es la historia y, al menos en esta ocasión, nos ha parecido muy interesante, a pesar de que posee ciertas carencias y algunas irregularidades en su ritmo. El hecho de estar en inglés puede suponer un problema insalvable para los que no se manejen con soltura en dicho idioma, que en este tipo de producciones adquiere una importancia trascendental. Pero seguramente los que sí que comprendan el idioma anglosajón descubrirán una trama bastante llamativa que les mantendrá enganchados durante semanas. Y es que otra cosa no, pero este título es rejugable hasta la saciedad por razones lógicas.
Comprar Psycho-Pass: Mandatory Happiness- La historia resulta muy atractiva y se sigue con gran interés
- Notable colección de protagonistas, incluyendo los dos principales (e inéditos)
- Excelente doblaje original…
- … que lamentablemente sólo se ha traducido al inglés
- El ritmo de la narrativa a veces decae un tanto
