Las motos siguen siendo una de las debilidades de muchos usuarios en nuestro territorio, grupo que va a ser el que más disfrute de este nuevo videojuego arcade realizado por Microids. Analizamos todo lo que da de sí Moto Racer 4.
Paul Cuisset siempre tendrá un recuerdo especial en mi memoria. Y es que no puedo expresar con palabras lo mucho que disfruté con, claramente, su Opera Magna, Flashback, uno de los mejores juegos de aventuras de todos los tiempos en mi opinión. ¿Y a qué viene sacar a relucir tanto a Paul Cuisset como a Flashback, os preguntaréis algunos de vosotros? Pues porque, al menos a mi juicio, duele mucho verle alejado de la elite creativa.
Moto Racer 4 es la nueva entrega de la saga ideada por este talentoso creador francés, si bien en este caso sólo ha actuado como supervisor de esta cuarta edición de la franquicia de motos. Y lo cierto es que al menos yo esperaba más de este juego, y no porque sea malo del todo (es capaz de ofrecer cierto grado de diversión), sino porque queda lejísimos de lo que en la actualidad nos ofrecen los mejores representantes del género de la velocidad arcade.
Resulta increíblemente sencillo explicar la dinámica de juego de este título. Todo se centra en correr lo más deprisa posible ya sea subido a motos deportivas o de motocross y, por ende, de pistas de asfalto o trazados más campestres respectivamente. Y para ayudarnos a conseguirlo siempre podemos echar mano del turbo, el cual va rellenándose a medida que competimos.
Esta misma definición podría ser aplicada a otros juegos similares, pensaréis muchos de vosotros, pero es que en este caso lo único que tenemos que hacer es mantener el dedo en el acelerador, pulsar de vez en cuando el turbo… y poco más. Sí, es cierto que podemos efectuar algunas acrobacias durante las carreras, pero sinceramente no hay por qué hacerlo ni resulta gratificante hacerlo.
¡Acelera a fondo!
La falta de chispa e inspiración que presenta Moto Racer 4 resulta demasiado llamativa, y más si comparamos a este título con los mejores representantes del género de la velocidad arcade como Trackmania Turbo por citar un ejemplo reciente. Y esto provoca que, al cabo de las pocas horas de juego, todo se vuelva monótono, predecible y algo desidioso.
Eso sí, por lo menos los desarrolladores se han preocupado de integrar una buena gama de modalidades de juego. Varias opciones online para ocho jugadores simultáneos, modo a dobles mediante split screen, Hot Lap, Contrarreloj… Sin embargo el modo más interesante a priori es el ya clásico Carrera… aunque en este caso es bastante descorazonador. Olvidaos de otros modos similares encontrados en otros juegos de velocidad como F1 2016 o Valentino Rossi The Game porque, en este caso, todo resulta increíblemente más esquematizado y simple. Y es que en esta ocasión lo único que podemos hacer es pasar rondas de competiciones diversas (carreras normales, campeonatos, supervivencia…) y poco más, así que olvidaos de encontraros con una historia, personajes secundarios como agentes o rivales ni demás elementos similares.
A pesar de todo esto, ¿el juego divierte o no? Pues hombre, en mi caso sí que me lo he pasado bien echando unas carreras, claro que sí, pero también es cierto que como ya os he comentado antes a medio plazo todo se hace más "pesado". Y es que la falta de alicientes y sorpresas acaban lastrando al título, así como su falta de brillo técnico.
Efectivamente, y a pesar de que esta obra usa el motor gráfico Unreal Engine 4, los resultados han sido de todo menos espectaculares. Lo mejor que podemos comentar en el plano técnico es que la tasa de cuadros por segundo se muestra bastante estable a 60 frames y que la sensación de velocidad está muy conseguida. Pero claro, si tenemos en cuenta que las reproducciones tanto de los escenarios como de las propias motos y pilotos son de lo más normalito del mundo y que, también, el título utiliza un recurso gráfico similar a la perspectiva "fish eye" para desenfocar más de lo debido la línea del horizonte, ni una ni otra cualidad poseen demasiado mérito. Y en un juego como este, esta ausencia de espectacularidad visual pasa factura.
Para finalizar y como detalle final, la versión para PS4 es compatible con PlayStation VR… pero sólo en dos modos de juego para un solo jugador (Time Attack y Hot Lap) y sin rivales de por medio. Pero bueno, es cierto que los desarrolladores han confirmado que en unas semanas irán habilitando varias más, así que estaremos al tanto.
Un arcade de velocidad simple y directo pero carente de chispa. Así es la nueva entrega de la famosa saga de motos creada en su momento por el gran Paul Cuisset, serie que sin duda ha vivido tiempos mejores. Divierte al principio y posee una amplia cantidad de opciones de juego, pero posee carencias jugables y técnicas demasiado importantes como para maravillar a los fans de la velocidad.
Comprar Moto Racer 4- Gran cantidad de modos de juego diferentes
- Un par de modos de juego son compatibles con PlayStation VR en la edición para PS4
- Se agradece la opción de poder jugar a dobles a pantalla dividida
- Le falta mucho para siquiera acercarse a los actuales dominadores del género
- El modo Carrera es muy flojo
- Técnicamente deja mucho que desear
