Square-Enix trae en exclusiva para Wii un Final Fantasy protagonizado por Chocobo, un juego de sencillo desarrollo pero con combates por turnos dinámicos y multitud de mazmorras listas para ser descubiertas.
Hace año y medio apareció para Nintendo DS Final Fantasy Fables: Chocobo Tales, juego que se basaba en combates por turnos mediante cartas. Cierto es que ahora en Wii los combates por cartas cobran un protagonismo secundario, pero otros elementos de aquel título vuelven a estar presentes en esta nueva versión. A pesar de la exclusividad de este juego para la consola de Nintendo cierto es que los spin-off de los Final Fantasy no tienen una repercusión tan grande como los numerados, pero a su favor aportan un amplio abanico de nuevas posibilidades que si salen bien pueden dar como resultado una serie paralela de grandes éxitos.
Mientras esperamos para recibir en Wii el próximo Final Fantasy: Crystal Chronicles conviene empezar a abrir boca con este Final Fantasy Fables: Chocobo´s Dungeon, que ha sido realizado con mucho mimo pensando en los aficionados a Final Fantasy pero también en su adaptación a un público más joven y con poca experiencia en la saga. El juego no cuenta con un protagonista brillante que despierte gran empatía en los jugadores, pero sí con mucho carisma, como es Chocobo. Nosotros encarnaremos a esta simpática ave en una aventura donde acompañaremos a un cazatesoros llamado Cid, un descubridor risueño y como siempre un manitas en toda clase de inventos.
Bienvenidos a la ciudad del olvido
En una de nuestras salidas caeremos literalmente en un mundo paralelo, exáctamente en la ciudad Lostime donde todos los aldeanos han perdido sus recuerdos considerándolos además innecesarios por privarles de la felicidad. El problema viene de la torre del reloj, que al dar las campanadas hace olvidar los más profundos recuerdos a los presentes. Pero no todo el pueblo acepta dicho destino y una niña llamada Shirma nos llevará a su aldea, a las afueras de la ciudad, para intentar salvarnos de la pérdida de nuestra memoria. Prácticamente todo el plantel protagonista ya ha sido expuesto, añadiendo la participación de Raffaello, un niño también caído del cielo que parece guardar los secretos para resolver los enigmas que envuelven a Lostime.
Nuestra misión será la de reconstruir los recuerdos de las personas introduciéndonos en sus memorias para resolver el rompecabezas que figura en su mente. Esto se hará gracias a un sistema aleatorio de mazmorras que al finalizar con éxito nos hará devolver los recuerdos a la persona afectada. El desarrollo de las mazmorras no tiene mucho misterio, simplemente el de avanzar e ir pasando a distintos niveles hasta llegar a un enfrentamiento con el enemigo final que custodia los recuerdos de la persona en cuya mente nos hayamos introducido. Para este fin usaremos el remolino de los recuerdos, cortesía de Raffaello.
El juego ha sido enfocado por Square-Enix hacía un público amplio, recién llegado a los RPG, y por eso ha decidido ofrecer una experiencia de juego sencilla y con una dificultad progresiva y bastante lineal. Es también cierto que su aspecto infantil le hace derivar hacía un enfoque distinto, pero lo que realmente esconde es un Final Fantasy espontáneo que guarda toda la particularidad de la serie, y que a su vez es accesible a todo tipo de jugador, no haciendo necesario el haber jugado a los capítulos de la saga.
En esencia, Final Fantasy
También recibiremos decenas de guiños de la serie en este juego, no sólo la banda sonora, llena de temas remasterizados ya característicos de la saga, sino también nombres propios, topónimos, personajes secundarios, los propios objetos, e incluso invocaciones como Shiva o Ramuh que aparecen con todo su esplendor. Como comentamos la linealidad del título lo hace muy accesible, y es que siempre sabremos a dónde ir y qué hacer, aunque el formato de mazmorras aleatorias pueda dar una experiencia mas complicada. En sí estas mazmorras apuestan por lo clásico, con una estructura en forma de rejilla y un escenario dividido en cuadrículas (invisibles a primera vista) por el que movernos.
El sistema de combate es por turnos dinámicos, y es que aunque el juego aparenta ser en tiempo real, en realidad funciona por turnos, ya que cada movimiento que realicemos provocará una respuesta en los enemigos. Esto hace que las estrategias de combate sean frenéticas, debiendo estudiar el terreno en cada uno de nuestros pasos y observar la distancia respecto al enemigo.
A su vez nuestro Chocobo necesita alimentarse ya que cada vez que avanza tendrá más y más hambre, y si su estómago está vacío perderá vida poco a poco. Por suerte en el escenario podemos encontrar comida para Chocobo, pero también trampas que podrán afectar a nuestro avance, o bien nos harán jugar con los estados alterados. Gracias al cambio de clases podemos adquirir habilidades propias de un mago blanco, negro o incluso de un fuerte caballero, cada uno de ellos con sus habilidades características, nivel de magia y de vida. Si al comenzar cada mazmorra encontramos un cristal de cambio de clase podremos elegir qué clase tener para la misma.
¡Juguemos a las cartas!
Pero además de seguir el hilo conductor de la historia y pelear en las distintas mazmorras, también podemos entretenernos con varias misiones secundarias –más enfocadas a los minijuegos- que nos harán pasar también momentos muy entretenidos.
En distintos puntos de Lostime y de la aldea de Stella podemos aventurarnos en el arte de la pesca consiguiendo buenos peces que cambiar por dinero; plantar flores en un bello huerto en la granja, o incluso escribir notas románticas, la mayoría “prestadas” del correo de la aldea, para así desbloquear pistas. Si tenemos bastante dinero acumulado (los clásicos gils) podemos ingresarlos en el banco, ya que las mazmorras a veces son muy traicioneras y pueden hacernos perder el dinero y los objetos. Algo más común será ir a las tiendas a comprar o vender objetos, o a fortalecer nuestro equipo en la forja. Y sí, también tenemos una majestuosa iglesia esperándonos, no para rezar, si no para quitarnos los sellos malditos, que tienen un buen uso en algunas mazmorras pero una vez fuera sólo nos perjudican.
En casa de MOG también disfrutaremos de una serie de minijuegos tan dispares como una partida de dardos o bien un machaca-murciélagos de lo mas entretenida; pero sin duda el mayor acierto es el adictivo duelo de cartas. Este minijuego que prácticamente es un modo más para pasar el tiempo, nos hace tener partidas de cartas (que hayamos conseguido a lo largo de la aventura) con nuestros amigos, potenciando la exploración para conseguir cada vez mejores cartas. La gracia del asunto es que podemos jugar online -gracias a la conexión de Nintendo- con jugadores de todo el mundo, o si lo deseamos con los amigos que hayamos agregado a nuestra lista. Sin duda un buen broche para un juego que lejos de exponer un nombre también apuesta por una profundidad jugable independiente.
Quizás la factura gráfica sea muy sencilla, sobre todo en las mazmorras, pero el escenario exterior, aunque se hace escaso, sí que otorga una experiencia Final Fantasy pura, con unos personajes bonitos y risueños que poseen una atmósfera única, a veces melancólica. Una pena que el juego esté en inglés, un hecho que seguramente pueda echar atrás al público menos experimentado y al que Square-Enix desea acercarse con esta propuesta. A pesar de su sencillez el desarrollo de las mazmorras se va haciendo más complejo conforme avanzamos, obligándonos a estudiar bien nuestros movimientos, jugando con las posibilidades que nos da el escenario, los objetos que poseamos y las habilidades especiales que tengamos.
Final Fantasy Fables: Chocobo´s Dungeon es un acertado spin-off de la serie principal que se adapta a un público más joven y menos exigente, sin olvidar a los jugadores de toda la vida. Su sistema de mazmorras, a pesar de hacerse algo repetitivo, es todo un acierto en los niveles superiores, que junto al buen sistema de trabajos y a los distintos minijuegos dispersos por la aventura, nos da un juego independiente y muy divertido dentro de una propuesta clásica.
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