En todas las casas ocurre, siempre se favorece a un hermano más que a otro. En la casa Nintendo ha ocurrido con Super Mario Maker, y esto no quiere decir que en 3DS sea un mal juego, pero sí uno bastante diferente. Así es la experiencia de imitar a Miyamoto en una consola portátil.
Super Mario Maker supuso más que un videojuego. Era como hacer público el ADN de Nintendo, su filosofía a la hora de crear videojuegos. Al fin y al cabo, Super Mario Bros es el génesis de la compañía japonesa en esta forma de entretenimiento, la semilla que se hizo raíz hasta dar un árbol próspero de frutos sin presentar síntomas de agotamiento en la friolera de 30 años. Y sí, este editor era una forma de celebrarlo, de volver a esa raíz, y entender cómo creció ese árbol.
Una vez alguien me dijo que Nintendo tenía cheques en blanco que podría usar cuando quisiera. Lo vimos con los amiibos, con las aplicaciones para móviles y con la nostalgia de NES Mini recientemente. Para mí, Super Mario Maker es uno más de esos cheques, aunque en otro sentido, el de propiciar una lluvia de creatividad. Ahora llega a Nintendo 3DS, y lo interesante, más que contaros otra vez lo que sabéis, es incidir en sus diferencias. En si la experiencia cambia, en si tiene más o menos posibilidades.
A modo de resumen, esta versión presenta novedades interesantes, como un conjunto de niveles más amplio, diseñados por la propia Nintendo. También carencias importantes, como la imposibilidad de subir nuestras creaciones a la nube. Se incide más en las nociones para diseñar niveles, con tutoriales y muchos ejemplos (18 mundos) diseñados por la propia Nintendo. Sin embargo, las creaciones que parten de dicha inspiración no se pueden compartir. Y eso, un rasgo concreto pero importantísimo, es algo que nos impide hablar de un videojuego tan redondo.
Reimaginación al poder
Si hay con lo que quedarse de esta versión, es sin duda el Desafío Super Mario. Cerca de un centenar de niveles creados para servir de inspiración a creadores, pero también para trolear al personal. He visto reimaginaciones de niveles clásicos, otros que eran pequeños puzles y hasta un fantástico homenaje a Flappy Bird. Fases que nos sirven para tomar ideas, pero que a su vez han sido creados basándose en lo que ha hecho la comunidad. Está clarísimo cuando los juegas.
Me parece sensacional, y me da una lectura muy positiva sobre Super Mario Maker: el maravilloso "feedback" que se ha establecido entre creadores y usuarios. Esto es algo que vemos reflejado en la versión para Nintendo 3DS, con estos increíbles niveles. Superarlos supone una experiencia, ir a por cada una de las medallas que contienen (dos por recorrido) otra completamente diferente.
Cambian mucho cuando se te pide recoger cientos de monedas, jugándote la vida para que el scroll lateral no se te venga encima. Cuando se te pide que llegues a la meta en estado Mario Delgado, pero por el camino unos malditos Lakitus no hacen más que lanzarte champiñones de crecimiento para impedirlo. Cuando se te pide alcanzar el nivel sin pulsar la dirección izquierda, algo que pone a prueba tus nervios para no tirar la consola al suelo. Pero es genial, me ha gustado mucho este atrevimiento, diría que hasta poco común en Nintendo. Es un juego para todos, pero con guiños para los experimentados.
Se agradece la portabilidad, es una gozada crear niveles en cualquier parte
Un importantísimo detalle es que, a diferencia de Wii U, aquí el desbloqueo de elementos de creación es a través de estos niveles. Cuando completas un mundo, recibes nuevas herramientas. Parece un método más justo, o al menos, más acertado. Sin embargo, aunque estos ejemplos jugables sean divertidos, y encima te den inspiración, me ha faltado un poco más de profundidad en algo que parecía que iba a trabajar más este juego: la explicación de las bases de Super Mario Bros.
Hay lecciones que nos cuentan de forma amena algunos aspectos claves, desde la forma de colocar bloques con interrogación, hasta crear torres de enemigos. Es gracioso que hayan puesto a una paloma llamada Yamamura como profesora (una coña interna para hacer referencia a este diseñador). Aunque algunas explicaciones estén bien, a veces son redundantes, aburren con cosas demasiado básicas y no portan mucho, la verdad… Se agradece el intento, pero está lejos de lo que me esperaba.
Eso sí, el editor es irreprochable. Mismas posibilidades que en Wii U, y encima hay más elementos disponibles desde el principio. Es mucho más manejable si tenéis una consola XL, por el tamaño de la pantalla (detalle importante). Es también necesario comentar que no se haya incluido el efecto 3D. Que sí, hay mucha gente que pasa de él, pero los gráficos de Super Mario Bros brillarían más con ese ligero toque de profundidad. Debería ser opcional. Por lo demás, el juego rinde a nivel técnico. Sólo se me ha ralentizado en una 3DS normal cuando la pantalla se llenaba de una cantidad descerebrada de monedas (ya lo veréis).
No obstante, lo más negativo del conjunto es la integración de la comunidad. Desconozco si llegarán actualizaciones tan potentes como lo han hecho en Wii U (transformaron Super Mario Maker de forma poderosa). De momento, en 3DS la selección de niveles creados por usuarios es un poco caótica, no existen filtros y luego además no hay integración con el catálogo web que sacó Nintendo en su día. Es decir, el catálogo no es el mismo, sino más reducido.
La imposibilidad de subir nuestras creaciones a la nube es otra cosa que duele, difícil de explicar. La magia del juego consistía en crear cosas y compartirlas, esa sensación de que otros pudieran ver tus hazañas. Era algo reconfortante. Recibir estrellas por el trabajo bien hecho. Ahora sólo se pueden compartir por StreetPass, y se ha añadido la posibilidad de que varios jugadores puedan colaborar en el diseño de un mismo nivel. Es una opción muy circunstancial y que la práctica mayoría de los jugadores no aprovecharán. No quiere decir esto que Super Mario Maker para 3DS no sea recomendable, pero podría haber incidido más en estos puntos. Por ejemplo, hubiese aplaudido algún tipo de integración con Wii U, para al menos rescatar nuestra obra, o que se compartiese entre ambas versiones.
Se agradece la portabilidad, es una gozada crear niveles en cualquier parte. Se agradecen los niveles creados por Nintendo, cada uno es un derroche de originalidad. Se agradece que el editor tenga las mismas posibilidades, es muy potente. Sin embargo, uno se queda con la sensación de que está jugando a una versión con menos opciones, inferior, y por algún motivo menos cuidada. Es el hermano menor. Aún así, es la excusa perfecta para probarlo si no lo habías hecho, o para -como yo- retomar esto de imitar a Miyamoto, que lo había dejado últimamente un poco de lado.
Como en muchas casas, siempre existe un hermano mayor y otro menor. Para Nintendo, esta versión para Nintendo 3DS ha acabado siendo el hermano menor. Ha sido mimado con un centenar de niveles magníficos, y contiene toda la magia de Wii U. Sin embargo, pierde la opción de compartir niveles por Internet, la selección en la nube para jugar es más limitada y, a grandes rasgos, parece un juego recortado. Sin embargo, aunque sea mejor jugar con el otro hermano, que sepas que con este también vas a tener mucha diversión.
Comprar Super Mario Maker- Idéntico potencial de edición que en Wii U
- Los 100 niveles incluidos están a un gran nivel
- Se ahonda en la faceta de inspiración y explicación creativa
- La posibilidad de crear niveles en cualquier parte, un aliciente
- No permite compartir nuestras creaciones por Internet
- Es una versión recortada, no podemos jugar todos los niveles creados en Wii U
