Marvel VS. Capcom Infinite es un atrevido juego de lucha que se ha visto expuesto a la feroz crítica del usuario desde su mera presentación. Es una pena que muchos jugadores hayan obviado sus buenas intenciones en pos de la simple burla: esconde unas mecánicas interesantes que reinventan la ya legendaria franquicia crossover entre héroes de Marvel y Capcom. ¿Resultado? Si todos los apartados hubiesen estado a la altura del jugable, estaríamos ante uno de los grandes del género en la presente generación. Análisis.
Presentado en la PlayStation Experience del pasado año, Marvel VS. Capcom Infinite fue recibido con optimismo por parte de la comunidad, pero no tuvo una buena primera impresión cuando se mostró ante el gran público. Capcom, además, no lo ha hecho del todo bien en la comunicación, no sabiendo apagar los incendios que se generaban a su alrededor con la certeza que se espera de una empresa con tantos éxitos y marcas legendarias en su poder. ¿Qué queda tras el atrevido apartado técnico y las polémicas decisiones empresariales? Un título que ha sabido explorar en las virtudes de una extensísima franquicia para reinventarse y aportar interesantes nuevas mecánicas a una marca que parecía que lo había hecho todo ya.
La editora nipona, con mayor y menor acierto, también ha aprendido de algunos de los errores señalados por los jugadores en el estreno del controversial Street Fighter V: Marvel vs. Capcom Infinite llega a las tiendas con contenido suficiente para contentar a todos los amantes del juego en solitario. Tiene un modo arcade tradicional, una serie de (útiles) desafíos y una campaña en la que se nos explica y justifica la historia que ha llevado a colisionar, por enésima vez, a los universos de Capcom y Marvel. Que la compañía tras Street Fighter imita los modos historia de Mortal Kombat e Injustice es un hecho, prueba de ello el constante reconocimiento de Ono a Ed Boon y su equipo, pero la realidad es que la calidad exhibida por la firma japonesa dista aún de la americana.
Nunca se requirieron grandes explicaciones para ver a los dos universos pegándose en un ring, pero eso no justifica la simpleza exhibida en la campaña de Infinite. Una oportunidad desperdiciada para los amantes de uno y otro bando, que tendrán que conformarse en ver una descafeinada búsqueda de gemas del infinito para frenar a un nuevo enemigo: Ultron Sigma, la unión de la creación de Iron Man y el villano principal de la franquicia Mega Man X. No, puede que no sea Galactus u Onslaught, pero al menos está más inspirado que Abyss, de Marvel VS. Capcom 2. Algo es algo. No es una campaña muy larga, vemos a algunos personajes que saldrán posteriormente mediante DLC y podemos jugar con todos los protagonistas disponibles en la cuarta entrega de la serie.
Clash of Heroes, pero...
Tras dos entregas compitiendo por equipos de tres, Marvel vs. Capcom: Infinite ha regresado a las parejas. El cambio le ha sentado bien por tres motivos: cambia por completo la fórmula de los últimos 17 años, revoluciona las mecánicas de la serie y se convierte en un título mucho más fácil de comprender de cara al espectador. Encarado como un videojuego competitivo desde su mera concepción, Infinite será parte de la Capcom Cup, de ahí que los japoneses hayan querido que los usuarios sean capaces de comprender todo lo que pasa en pantalla sin tener un librillo al lado para saber qué hacía cada asistencia y cómo eran sus sinergias con los personajes. Por ello han jubilado el sistema de Assist.
Los Assist de Marvel VS. Capcom 2 y Marvel VS. Capcom 3 son una evolución del sistema striker de Marvel VS. Capcom; cada personaje de tu equipo podía intervenir para ayudar a tu luchador en cualquier momento del combate. El usuario decidía entre tres opciones por protagonista una acción para cada Assist, que intervendría de forma constante en las peleas entre jugadores que dominaban la segunda o la tercera entrega de la franquicia de lucha. ¿Qué han hecho aquí? Han optado por crear un nuevo sistema, el Active Switch, similar a los cambios de Street Fighter X Tekken. Mientras uno ejecuta un ataque puedes invocar al compañero para seguir combinando las habilidades a costa de la vida del rival. Puede que te guste más la segunda o la tercera parte más que la cuarta, pero eso no quita que el nuevo sistema esté a la altura de las expectativas de la marca.
El cambio gráfico ha sido un movimiento arriesgado
Encontrar una combinación idónea entre héroes será vital para el éxito en el on-line. La sinergia entre los propios luchadores es capital, pero deberás tener en cuenta un nuevo factor para el combate: las gemas del infinito. Las piedras, como ya hemos ido explicando en las pasadas previews, aportan un nuevo poder a cada personaje, pero también una nueva habilidad potenciada llamada Infinity Storm que es capaz de dar la vuelta al combate. Cada una de ellas ha sido diseñada para otorgar nuevas ventajas a cada luchador, otorgándoles posibilidades inéditas hasta la fecha. Si los jugadores no acaban encontrando un desnivel entre las piedras, la propuesta de Capcom es arriesgada, valiente e interesante, aportando una nueva dimensión a las batallas entre los superhéroes japoneses y americanos.
El excelente trabajo hecho en lo puramente jugable choca con lo realizado a la hora de seleccionar los protagonistas. 30 luchadores de Marvel y Capcom, algunos tomados con gran acierto, otros con menos gusto y ciertas ausencias que han hecho daño a los amantes de la saga. Es innegable que la ausencia de mutantes como Wolverine, presente en todos los juegos de lucha de Capcom protagonizados por Marvel desde X-Men: Children of the Atom, es una falta importante, pero el hecho es que la carencia de novedades también es visible. Captain Marvel, Gamora y Ultron en el bando de Marvel y Jedah (uno de los principales villanos del universo Darkstalkers) junto a Mega Man X en el bando de Capcom. Black Panther o Sigma, también debutantes, se han quedado en el DLC.
Dibujado por… ¿Rob Liefeld?
La decisión de Capcom en lo visual también ha sido polémica: se ha prescindido del cell-shading de Marvel 3 para optar por un estilo más duro, optando por héroes convertidos en montañas de músculos y algunas referencias que recuerdan al infame Capitán América de Liefeld. Sí, las caras de Chun-Li o Dante han sido jubiladas por rostros dignos para los personajes, pero los desangelados escenarios o el trabajo realizado en el territorio de los modelados choca con lo que se ha innovado en lo jugable. El cambio gráfico era un movimiento arriesgado que, a mi parecer, no ha salido tan bien como muchos esperábamos.
Tampoco se ha construido un HUD a la altura de las exigencias competitivas de Capcom. No hay grandes alardes en la pantalla, lo que es una pena si consideramos el trabajo por parte de la competencia en este campo. Las animaciones en la campaña también son algo rudas: apenas vemos acción más allá de los protagonistas en los escenarios ya construidos del juego, algo similar a lo que ocurrió con la campaña de Street Fighter 5, pero mejorando el resultado general de la primera aventura cinemática de Capcom en el género. En lo sonoro no se ha construido una banda sonora a la altura de la de la anterior entrega, un viaje nostálgico por temas antiguos y nuevos que se acomodaban a la perfección a la marca.
Llega con contenido suficiente para contentar a todos los amantes del juego en solitario
No hay opción para disfrutar del doblaje japonés de los personajes y es una pena, ya que teniendo en cuenta el trabajo realizado con el doblaje americano, habría sido positivo escuchar a Ryu o Strider Hiryu hablando en su idioma original. La menor atención al detalle que he ido nombrando desde el inicio del análisis se nota en cierto modo en el modo arcade, que si bien presenta un buen desafío para los jugadores interesados en disfrutar de partidas contra la máquina, no ofrece una gratificación real más allá del mero trofeo o logro por acabarlo. Con el online, sin embargo, han cumplido.
Parece que Capcom también ha aprendido la lección tras el controvertido inicio en la red de Street Fighter V. Cuesta subir de nivel en el nuevo sistema de Marvel VS. Capcom Infinite, pero todo apunta a que es una decisión tomada para garantizar un matchmaking más certero. Prueba de ello, la decisión de la editora de crear una liga de novatos para los jugadores que se mueven entre el rango 15, garantizando emparejamientos con rivales de similar nivel. Resta esperar para saber qué pasa cuando se unan a los servidores más compradores del juego, pero parece que no se repetirán los acontecimientos vividos por algunos jugadores con SFV. En todo caso, no pierdas detalle de lo que te contemos aquí en 3DJuegos en los próximos días.
Marvel VS. Capcom Infinite es un choque de sensaciones: si solo pudiésemos valorar las mecánicas a la hora de tener en cuenta su calidad estaríamos hablando de un videojuego excelente, pero es imposible obviar los desajustes en otros apartados o las decisiones tomadas en el campo del DLC: ¿cómo justificar la presencia de seis nuevos personajes, inéditos en Marvel VS. Capcom 3, mediante pago extra? La sensación es similar a la que tuve al jugar a Tatsunoko VS. Capcom en su día: estamos ante un muy buen juego, pero resulta inevitable pensar que podría haber aspirado a mucho más si Capcom hubiese querido.
En lo capital, Marvel VS. Capcom Infinite supone una revolución jugable dentro de la fórmula crossover entre héroes americanos y japoneses, con un Active Switch y unas gemas del infinito que aportan una nueva dimensión a la batalla. En los detalles, el juego no luce tanto: la campaña no es tan brillante, el apartado técnico ha obviado el cell-shading para quedar en tierra de nadie y se han tomado decisiones polémicas en cuanto a la plantilla de luchadores escogida y los DLC. La cuarta entrega de la franquicia podría brillar más, pero también es cierto que cuenta con virtudes suficientes para cautivar a los fanáticos del género de lucha.
Comprar Marvel vs. Capcom: Infinite- Magníficas e interesantes novedades en lo jugable
- Las gemas del infinito revolucionan las batallas
- Capcom ha escuchado las críticas sobre el contenido off-line
- Un nuevo matchmaking para garantizar mejores enfrentamientos
- Algo parco en detalles que hubieran mejorado su acabado
- Dirección artística arriesgada que no ha calado entre los aficionados
- Pocas novedades en el plantel de luchadores: muchas se han quedado en el DLC
