Análisis de Valkyria Revolution. Nuevo mundo. Nuevo rumbo

Análisis de Valkyria Revolution. Nuevo mundo. Nuevo rumbo
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Un pequeño país en eterna lucha contra un imperio que se expande cada año más es el planteamiento que nos propone Valkyria Revolution. A modo de spin-off, el nuevo juego se orienta más a la acción que en sus anteriores entregas. En este análisis, profundizamos en esta nueva filosofía así como su historia y la forma de contarla: ¿le sientan bien los cambios con respecto a Valkyria Chronicles?

En general, los JRPG tienen una estructura a la hora de contar su historia muy clásica. Hace tiempo que el subgénero abandonó la gran producción triple A, con la honrosa excepción de Final Fantasy y quizá Dragon Quest, y por ello, la narración siempre ha tenido que hacer malabares a la hora de resultar atractiva para la ingente cantidad de diálogos que requiere la fórmula. Lo más sencillo, al final, era apostar por cuadros de texto, voces si era posible, y un retrato del héroe en 2D o 3D que pudiera expresar algo más sus emociones.

Si remarco todo esto, es porque Valkyria Revolution tiene muchas, pero muchas, escenas argumentales, con gran cantidad de diálogos, y sin embargo, con todas las horas que he pasado jugando al género y leyendo ingente cantidad de textos sin problema, las del último juego de Sega se me han hecho largas, carentes de ritmo y frescura. Y eso puede suponer un problema teniendo en cuenta que suponen más del 50% de la experiencia. La razón de ello es algo que he visto en muchos de los aspectos de la obra de Media.Vision: quedarse siempre a medio camino. Entre dos tierras, restando identidad. En el caso de las cinemáticas, con unos personajes brillantemente modelados y con personalidad, pero ahorrando excesivamente en animaciones, expresividad y planos de cámara. En el caso de las batallas, siendo incapaz de decantarse entre el terreno de la acción y el del combate táctico.


Nuevo mundo. Nuevo rumbo

El desarrollo de Valkyria Revolution no ha ido todo lo bien que se podía esperar. Para este spin-off de una saga de culto como fue y es Valkyria Chronicles, Revolution estaba destinado a complacer a aquellos jugadores que buscan una experiencia similar pero con más toques de acción. El resultado es que hace unos meses, cuando la demo que acompañó a la versión remasterizada de Chronicles vio la luz, el feedback que tanto buscaba el equipo de Takeshi Ozawa les explotó en la cara. Habían introducido demasiados elementos de acción y la táctica y el rol se resentían. Con tan poco tiempo de desarrollo, se decidió hacer cambios de última hora para volver a encontrar ese ansiado equilibrio. Y si bien a base de horas y profundizar en su sistema puedes llegar a encontrarte cómodo al final, cualquier jugador notará cómo no se termina nunca de exprimirse al máximo las posibilidades del nuestro escuadrón Anti-Valkyria.

El diseño se ve enriquecido gracias a los filtros clásicos de la serie que, si bien aquí son más sutiles, siguen destacando lo que vemos en pantalla.
El diseño se ve enriquecido gracias a los filtros clásicos de la serie que, si bien aquí son más sutiles, siguen destacando lo que vemos en pantalla.


En la dificultad Normal (la máxima por defecto) los combates resultan sorprendentemente sencillos y faltos de estrategia. Mecánicas como la de cubrirse tras esquinas o parapetos son completamente innecesarias, a diferencia de Chronicles, y muchas batallas de los primeros capítulos pueden solucionarse fácilmente con el ataque estándar, mientras que, de vez en cuando, he encontrado algún pico de dificultad en forma de jefe final que te hacen ponerte las pilas con el sistema de habilidades, de forma apresurada. No ayuda tampoco una inteligencia artificial deficiente, tanto de compañeros como enemigos, que a veces parecen estar en el campo de batalla para lucir más que para presentar desafío. Y todo esto, a la larga, puede restar mucho atractivo para algunos jugadores y aficionados.

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Su historia esconde una interesante trama política, de manipulación de los poderes fácticos y vías legales

Avanzando más en el juego, la experiencia mejora. El sistema de habilidades y progresión de los héroes puede resultar algo lioso en un principio, y el tutorial tampoco ayuda en demasía: un sistema de esferas elementales nos sirve tanto para mejorar nuestras habilidades mágicas como para invertir las que no necesitemos en incrementar la experiencia de cada personaje. A ello se le suma el desarrollo de nuevas armas secundarias y trajes para Amleth, el protagonista principal. Pero no será el único. En Valkyria Revolution controlamos a todo el escuadrón Anti-Valkyria, formado por once componentes, cada uno con sus fortalezas y armas únicas, que podemos controlar y mejorar. Se ha insistido mucho en el sistema de muerte permanente, donde podemos perder dichos aliados en batalla, al estilo Fire Emblem, pero lo cierto es que el juego no te castiga en ningún momento, permitiéndote reintentar de nuevo la batalla para no perder a ninguno de ellos. El diseño de nuestros compañeros de armas está quizá por encima de sus personalidades y el tiempo que se les da para desarrollarlas, pero sirven bien a la trama y en algunos momentos cobran protagonismo.

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Cuestión de perspectiva

Me ha costado aproximadamente tres de sus diez capítulos (más el prólogo) entrar en Valkyria Revolution. El primer contacto con el combate, como he mencionado, no es el mejor, ni ayuda el estilo tan remarcadamente estático de contar su historia. Y sin embargo, hay algo en la obra de Ozawa que te retiene para no soltar el mando y seguir dándole oportunidades. No le ocurrirá a todo el mundo, pero si eres de los que tiene paciencia (y si estás aquí probablemente has cultivado mucha con este tipo de juegos) puede que superado este primer tercio Valkyria Revolution logre atrapar e incluso cautivar.

Parece una tontería, pero el vestuario de cada personaje está cuidado al detalle. Los trajes militares, de nuestro escuadrón y demás personajes destila buen gusto.
Parece una tontería, pero el vestuario de cada personaje está cuidado al detalle. Los trajes militares, de nuestro escuadrón y demás personajes destila buen gusto.


Porque también hace cosas sorprendentemente bien. Tras su marco bélico y su historia clásica de venganza se esconden personajes más adultos que la media del género, que tienen sus propios intereses y se mueven por ellos, actuando siempre en consecuencia y concordancia. Su historia se cuenta desde la perspectiva de dos historiadores futuros que quieren esclarecer, aunque sea para ellos solos, la verdad en los acontecimientos que no cuentan los libros de Historia. Y la forma de hacerlo se hace con tino, haciendo partícipe al jugador de esta ucronía europea sin explicar nunca demasiado, como si fueras un novato en su mundo. Habrá términos y circunstancias de los que se hablan de forma corriente y que no conozcas, y eso es precisamente lo que te conduce a querer saber más de su mundo. Creedme cuando os digo que, pese a la simpleza aparente de su historia de venganza, se esconde una trama política, de manipulación de los poderes fácticos y vías legales, de lo justo y lo injusto, de lo que dejamos para la posteridad y lo que decidimos ocultar… Que merece la pena ser contada.

En la batalla podemos elegir a los aliados que queremos que luchen con nosotros hasta un máximo de cuatro, así como instruirles el estilo (ofensivo, defensivo o apoyo) que queremos que utilicen.
En la batalla podemos elegir a los aliados que queremos que luchen con nosotros hasta un máximo de cuatro, así como instruirles el estilo (ofensivo, defensivo o apoyo) que queremos que utilicen.


Su ambientación vuelve a coger el mapa europeo como inspiración y forma, cambiando la Historia tal y como la conocemos, como ya hacía Chronicles, pero inspirándose más en la revolución industrial que en la Segunda Guerra Mundial. Aquí, el descubrimiento del Ragnite, una piedra azur del que se extrae maná, cambia por completo el mapa político y las grandes potencias mundiales luchan por su posicionamiento. Las referencias a naciones como Francia, Inglaterra o Rusia son constantes, pero nosotros como Jutland (posicionados en el mapa donde la real Turquía) tendremos que lidiar una batalla contra el imperio Ruzhien (los rusos) al que apoya un misterioso ente sobrenatural llamado Valkyria.

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Hay algo en la obra de Ozawa que te retiene para no soltar el mando y seguir dándole oportunidades

La técnica visual de Revolution es más sencilla en apariencia que la de Chronicles. Se abusa menos de los marcos viñeteados y de las técnicas de grabado, y se añade un filtro de descomposición en puntos, similar al semitono, pero sutil y acompañado de sombras levemente garabateadas. Quizá para darle un tono más serio, se han prescindido también de las clásicas onomatopeyas que acompañaban a los sonidos de granadas y ametralladoras. La técnica cel-shading está muy lograda, y parece formar parte de esta nueva oleada de títulos que se apoyan por primera vez en la actual generación para lograr perfiles, brillos y sombras más conseguidos añadiendo gran detalle al dibujo. No podemos decir lo mismo de la versión para PS Vita. La portátil de Sony se comportaba valientemente cuando veníamos de un port de PS3, pero los desarrollos que comparte con PS4 resaltan su falta de potencia, con personajes menos detallados, aunque son los entornos los que se llevan la peor parte.

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Valyria Revolution podría haber logrado un mejor resultado final si hubiera tenido las cosas claras desde el principio. Posee una historia más que atractiva, a la que demasiadas secuencias cinemáticas (las hay incluso opcionales que profundizan más en los acontecimientos) le llegan a pasar factura, al no poder darles todo el mimo que necesitan. Su combate es irregular, demasiado neutral, sin querer decantarse por el terreno de la acción o la táctica, cuando se ve claramente que un sistema con más pausas y turnos (lo que se le da bien al estudio) hubiera funcionado mejor. Pero este spin-off fue creado precisamente para intentar hacer las cosas diferentes y atraer también a los aficionados que buscan más acción que pausas, recayendo en ellos ahora redefinir el futuro de Revolution y de esta incipiente saga de culto.

Bueno

Sin sello
Nuevo mundo. Nuevo rumbo

Valkyria Revolution

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Valkyria Revolution es un spin-off tanto en juego como en espíritu. Orienta los combates tácticos a la acción buscando una fórmula más directa y en ocasiones esto le hace perder algo de identidad. Su historia, aunque contada con escenas demasiado estáticas, se sigue con interés gracias a la forma en que se cuenta y, junto a la progresión de los personajes, es lo que nos hará querer seguir adelante.

Comprar Valkyria Revolution
  • Su historia, aun contada con cinemáticas demasiado estáticas, se sigue con gran interés
  • El estilo visual, muy llamativo y con gusto. Buen diseño de personajes y mejor vestuario
  • El combate. Desequilibrado en ocasiones y repetitivo en otras
  • Las secuencias cinemáticas, lentas, con falta de mimo, de animaciones y de carisma
Jugadores: 1
Idioma: Textos en inglés y voces en inglés
Duración: 20-30 horas
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