Análisis de Perdidos El Videojuego

Análisis de Perdidos El Videojuego
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Lost, probablemente una de las mejores series de aventuras de los últimos años, ya tiene videojuego para PlayStation 3. Encarnaremos a un personaje inédito que busca su identidad entre los restos del, ahora famoso, avión siniestrado, mezclándose con los otros caracteres célebres del programa televisivo. ¿Suena interesante, no? Pues lo es… más o menos.

Hay en la industria del entretenimiento interactivo una corriente muy habitual que convierte en casi obligado el paso de cualquier película o serie de éxito al mundo del videojuego. De entre este ciclo habitual hay adaptaciones que resultan ser un éxito mientras que otras, las más, fracasan estrepitosamente.

Este es, más o menos, el caso del videojuego Perdidos. Un título que esperábamos con mucha curiosidad en 3DJuegos por el excepcional material de base con el que contaba, y por estar tras de su desarrollo Ubisoft, una de las compañías más brillantes de la actualidad; y resulta ser finalmente un juego que cumple en algunos aspectos pero defrauda en otros.

El resultado lamentablemente es el de un juego lento, corto y con una dificultad demasiado baja. Con unos valores de producción excepcionales y muy bien terminado en términos artísticos, pero con un muy serio problema, su más que discutible propuesta jugable.

“Tíos…¿Dónde Estamos?”
Resulta complicado pensar como una serie como Lost, dotada de una riqueza de tramas y subtramas verdaderamente apasionante, puede quedar convertida en un juego tan convencional y tosco en su argumento como es Perdidos, el videojuego.

En el juego encarnaremos a un personaje anónimo y amnésico, al que debemos acompañar en su periplo para salir con vida de la isla y, de paso, aclarar los aspectos del turbio pasado que le persigue en forma de demonios personales, y que le mezcla con una oscura trama de periodismo de investigación y armas biológicas.

Resulta meritoria la intención de Ubisoft de introducir un nuevo carácter en el formidable abanico de protagonistas de la serie. Tristemente su historia es, con mucho, la menos apasionante de cuantas, por ejemplo, se nos narraron en la versión televisiva.

El héroe, un fotógrafo, es algo más atípico de lo que cabía esperar y cuenta en su pasado con algunas decisiones éticamente muy cuestionables que le dotan de algo de interés. Sin embargo apenas se explota esta vertiente, y el confuso argumento deambula sin dirección por un árido arco argumental que mezcla el rigor periodístico y las malas artes del oficio con una conspiración terrorista de la que no se llega a conocer ningún detalle.

Por fin llega a PlayStation 3 Perdidos, la esperada traslación al videojuego de la conocida y exitosa serie televisiva. Seremos un fotógrafo con problemas de amnesia y tendremos que ir recuperando la memoria conforme avance la aventura.
Por fin llega a PlayStation 3 Perdidos, la esperada traslación al videojuego de la conocida y exitosa serie televisiva. Seremos un fotógrafo con problemas de amnesia y tendremos que ir recuperando la memoria conforme avance la aventura.

El videojuego cuenta entre sus aciertos con el de proponer un desarrollo en capítulos que entronca directamente con el carácter episódico de la serie. Por desgracia la buena idea queda precisamente en eso, en una idea, pues las elipsis argumentales entre cada uno de estos bloques son tan brutales que resulta complicado no sentirse totalmente desorientado al acabar uno y comenzar el siguiente.

Por último el final del juego, y sin ánimo de desvelar nada importante, está disfrazado de debate ético entre salvar a nuestros compañeros o salvarnos a nosotros mismos escapando de la isla. Lamentablemente esto es tan sólo un camuflaje, pues a pesar de que es así como se nos pinta la situación, no tenemos otra opción que la de obrar bien, dando por terminada la partida con cualquiera de las demás alternativas.

Este final dota al héroe de un componente de redención que le resta algo de interés al conjunto, y el epílogo con el que se cierra el juego es realmente confuso y sin sentido.

De Playas y Supervivientes
Perdidos, el videojuego, padece el mismo problema que suele plagar a las adaptaciones de películas o series a los videojuegos, y es el de querer tocar demasiados géneros al mismo tiempo. Via Domus ofrece hasta cinco vertientes jugables totalmente distintas, y tristemente no funcionan demasiado bien, ni por separado ni como un conjunto que se consolide en una experiencia de juego memorable.

Cada uno de los siete capítulos que componen el juego de Lost tiene prácticamente idénticos patrones. En primer lugar se suele hablar con los supervivientes para averiguar la misión sobre la que versará el “episodio”, luego se viaja hasta el lugar en cuestión haciendo frente a algún peligro, se llega a una localización más tranquila donde resolver algún rompecabezas, se vive algún recuerdo en primera persona y, en dos de los capítulos, hay escenas de acción.

A la hora de diseccionar cada uno de estos estilos de juego debemos comenzar por el que abre cada episodio, las conversaciones. El campamento de la playa es el lugar donde se comienza habitualmente, y es donde podemos entrar en contacto con algunos de los personajes de la serie en versión virtual.

En Perdidos viviremos desde los ojos de un desconocido algunos momentos emblemáticos de la serie como el traumático accidente, o la descorazonadora escena del auxilio a los heridos tras la colisión. Lamentablemente la mayoría de las partes de “cosecha propia”, no tienen ni de lejos tanto interés como las vistas en el programa televisivo.
En Perdidos viviremos desde los ojos de un desconocido algunos momentos emblemáticos de la serie como el traumático accidente, o la descorazonadora escena del auxilio a los heridos tras la colisión. Lamentablemente la mayoría de las partes de “cosecha propia”, no tienen ni de lejos tanto interés como las vistas en el programa televisivo.

La floja ejecución de estos diálogos y lo insustancial de las conversaciones hace de hablar con los personajes un pequeño suplicio a evitar pero, al fin y al cabo, un suplicio necesario. Los diálogos se escogen de entre diferentes preguntas que se nos ofertan para consultar a los otros NPC, pero las respuestas son en la mayoría de los casos vagas e inútiles con lo cual no tiene ningún sentido charlar una vez hayamos dado con la meta de cada misión. La ejecución a nivel visual emplea el método plano-contraplano, pero no está bien implementado y produce habituales retardos de unos segundos en las transiciones, retardos muy molestos por entorpecer el ya de por si lento ritmo del título y que nos obligarán a abusar del botón destinado a “saltarse” la conversación.

Aparte de las conversaciones también contamos con la posibilidad de interactuar con el resto de personajes conversando. Según deambulemos por la isla será corriente encontrar fruta, conservas y diferentes objetos valiosos que podremos canjear por otros elementos. Tampoco ha sido esta faceta muy cuidada pues, al fin y al cabo, lo único realmente necesario son las antorchas y lámparas para los viajes a través de las oscuras grutas. El resto de elementos que ofertan son totalmente prescindibles.

Viajando por la Isla
Una vez conocido nuestros objetivos de cada misión y debidamente aprovisionados de antorchas podremos salir de la playa y lanzarnos a la aventura. A la hora de mapear sus niveles Via Domus emplea el sistema conocido vulgarmente como “selva pasillo”, de este modo caminaremos por una aparentemente poblada y grandiosa jungla que, en esencia, reduce sus posibilidades a angostos y confusos pasillos compuestos por paredes invisibles.

Para orientarnos por este caos de matojos y árboles contaremos con desconcertantes ayudas como banderitas, marcas o carteles colgados de las plantas. De este modo al mirar una de estas referencias el juego automáticamente nos indicará que dirección debemos tomar hasta la siguiente orientación y así sucesivamente hasta llegar al final del mapa. Los mapas son pequeños y generalmente sólo tienen un punto de entrada y otro de salida, así que a menudo ni tan siquiera serán necesarias estas señales.

El paseo no siempre será tranquilo y pausado ya que a veces estaremos amenazados por los pobladores de la isla, hombres armados, o por el temible humo negro que ya aparecía en la serie y que aquí será sin lugar a dudas el más peligroso de los enemigos. Los rivales humanos apenas presentan dificultad pues su puntería es nefasta y no se mueven de sus posiciones, pero el contrincante sobrenatural es harina de otro costal pues será mucho más duro y sólo se podrá evitar escondiéndose tras unos refugios compuestos por Ficus que hay en lugares concretos del escenario.

Perdidos, el videojuego se basa en la repetición de cinco vertientes jugables irregularmente implementadas. No funcionan los diálogos, ni la acción, ni el componente aventura… La investigación del pasado y los rompecabezas salvan la papeleta.
Perdidos, el videojuego se basa en la repetición de cinco vertientes jugables irregularmente implementadas. No funcionan los diálogos, ni la acción, ni el componente aventura… La investigación del pasado y los rompecabezas salvan la papeleta.

La dificultad de estos lapsos es, como el resto del juego, bajísima pues con correr basta para evitarlos. El único momento realmente complicado viene dado por una mala progresión de la curva de dificultad cerca del final del juego, ya que en uno de los últimos niveles se nos obliga a escapar de ambas amenazas sin la posibilidad de esprintar por ir cargados de explosivos altamente volátiles, en una secuencia que roza lo imposible.

La otra vertiente del recorrido de niveles viene por los tránsitos por cuevas. El único reto de éstas es el no perderse por los laberínticos mapeados, y el ir bien aprovisionados de antorchas para no quedar a oscuras, pues significa la muerte.

Perdidos: El –Breve- Camino a Casa
Una vez alcanzado el final del viaje de cada nivel se alcanza una zona tranquila donde se procede a la resolución de algún puzzle. La norma general, como en los anteriores casos, es la extrema facilidad con la que se solventan. Hay algunos rompecabezas muy ligeros al estilo Pipe Manía en los que deberemos hacer llegar la corriente de un punto a otro con un determinado voltaje empleando diferentes tipos de fusibles, y otros similares a los de los test psicotécnicos en los que deberemos resolver sucesiones de letras y números. Los primeros son razonablemente divertidos y algunos de la recta final del juego son retos interesantes, los que tienen que ver con sucesiones son extremadamente sencillos y repetitivos.

También hay ocasionales escenas de acción. Concretamente cuatro a lo largo de la campaña completa, dos de huidas a través de la jungla y dos de empleo de armas. Las persecuciones a las que nos veremos sometidos se realizan con una vista desde atrás manejando el personaje sin tener control alguno sobre la cámara. De este modo sólo tenemos que empujar el stick hacia delante para correr y apretar los botones de salto y deslizamiento a tiempo para evitar los diferentes obstáculos. Las dos escenas son realmente breves y están situadas hacia el final de la aventura.

Lo mismo se puede decir de los tiroteos, por llamarlos de alguna manera. Concretamente hay dos escenas donde debemos usar el arma, pero no de una forma frenética o que entronque con títulos de acción, sino en la misma línea pausada del resto del juego, donde apuntaremos y dispararemos sin ninguna oposición.

Por último hemos dejado para el final las “memorias” del personaje. Según avancemos en Perdidos, iremos recuperando la memoria de forma progresiva, y por cada aspecto que recordemos tendremos que participar en el propio recuerdo sacando una foto del mismo. A menudo no sabremos que aspecto debemos retratar por lo confuso de los objetivos, y será habitual que el proceso se convierta en un “trial-error”, en el que obtengamos la fotografía solicitada más por casualidad que por méritos propios.

En pantalla Jack y Sayid junto al nuevo protagonista. El esfuerzo por captar el aspecto de los personajes de la serie da un resultado bastante correcto en lo visual, sin embargo no se ahonda nada en absoluto en sus historias, pese a que incluso seremos partícipes directos de algunas de ellas.
En pantalla Jack y Sayid junto al nuevo protagonista. El esfuerzo por captar el aspecto de los personajes de la serie da un resultado bastante correcto en lo visual, sin embargo no se ahonda nada en absoluto en sus historias, pese a que incluso seremos partícipes directos de algunas de ellas.

En suma este puñado de géneros son los que se encuentran en Perdidos, el videojuego, y todos se repiten en cada uno de los niveles de una forma casi obsesiva. Lo pequeño de los escenarios y los constantes y largos tiempos de carga que los separan reducen muchísimo el “tempo” del programa, y la bajísima dificultad de los retos nos permitirá solventar todas las misiones sin apenas esfuerzo. Estos factores se unen a la brevísima duración del título –en torno a las 5 horas-, y ésta sufre todavía más por la escasa rejugabilidad del título que no ofrece ningún incentivo a la hora revisarlo, tanto por la ausencia de desbloqueables que requieran de volver a terminarlo como por la inexistencia de más niveles de dificultad que el que se incluye por defecto. No obstante el juego, debido a su variedad, se sigue con cierto interés y magnetismo hasta su final, y resulta ser una experiencia razonablemente satisfactoria pese a su brevedad.

“En Capítulos Anteriores…”
El solamente correcto apartado jugable del título no se puede ver redimido por completo por los valores de producción pero, como ya hemos descrito con anterioridad, éstos están realmente cuidados, y Perdidos, el videojuego, es un título muy competente tanto en lo visual como en lo sonoro.

No es que estemos precisamente ante un juego con unos gráficos que quiten el hipo, pero lo cierto es que en lo tecnológico el lanzamiento cumple de forma notable. Los personajes, tanto principales como secundarios, están la mayoría bien tratados en sus modelados, aunque no tanto en sus animaciones que resultan algo robóticas -salvo las del protagonista que se mueve con naturalidad-.

La isla, verdadera protagonista del juego, también está notablemente retratada. Los entornos naturales son muy coloridos y resultones; y los interiores, pese a que acusan de forma más notoria la pobreza de las texturas, también resultan convincentes.

Resulta curioso que a pesar de que el título en su versión para PlayStation 3 realice una instalación en disco duro de casi siete minutos, esto no repercuta directamente en la duración de los tiempos de carga, que son igual de largos que los de su hermana de Xbox 360.

Siguiendo con las diferencias entre versiones hay que destacar también que en la máquina de Sony el antialiasing está sensiblemente peor tratado que en la de Microsoft, y que el aspecto de las sombras también está menos definido.

El juego, por otra parte, no tiene demasiados problemas para mantenerse estable en su tasa de imágenes por segundo, pese a registrarse algunas importantes caídas en momentos concretos. Por otro lado abundan los problemas de clipping, y al mover la cámara con violencia se registran desagradables defectos de sincronía vertical.

En lo gráfico y en lo visual Lost Via Domus cumple con corrección. Los entornos son bonitos y atractivos a la vista, no obstante el conjunto de los escenarios se resiente de la nula interactividad que ofrecen.
En lo gráfico y en lo visual Lost Via Domus cumple con corrección. Los entornos son bonitos y atractivos a la vista, no obstante el conjunto de los escenarios se resiente de la nula interactividad que ofrecen.

En el audio la banda sonora acompaña a la perfección, tanto en los momentos de tensión como en los más calmados; y la localización al español es buena, incluyendo a la mayoría de las voces de doblaje de la serie en nuestro país.

Discreto

Sin sello

Perdidos: El Videojuego

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Perdidos es un nuevo ejemplo en la lista de intentos de trasladar películas y series a los videojuegos, en esta ocasión con un éxito razonable. El juego resulta ser un poco satisfactorio refrito de géneros, y toca demasiados estilos al mismo tiempo sin llegar a convencer en ninguno de ellos; sin embargo el conjunto es algo más consistente de lo que aparenta, y tiene una razonable capacidad para mantenernos pegados a la pantalla. No obstante su dificultad es muy baja, los rompecabezas son repetitivos y el juego tiene la breve duración de poco más de 5 horas sin ningún aliciente que empuje a volverlo a jugar una vez terminado. Un juego correcto que está destinado a los fans de la serie.

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