Análisis de Viva Piñata

Análisis de Viva Piñata
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Las coloridas piñatas de papel “made in Rare” se mudan de jardín. Cambian los escenarios en 3D por otros más humildes en 2D, pero eso no quiere decir que vayan a tener menos posibilidades, sino todo lo contrario. El paraíso de Viva Piñata se hace de bolsillo y se adapta a la doble pantalla para crear un oasis interactivo único, personalizado y tan lleno de vida como en el videojuego original. It's party time!!

Las piñatas más coloridas, vivas y simpáticas del mundo del ocio electrónico regresan para invitarnos a adueñarnos de una pequeña finca abandonada y reconvertirla a fin de obtener un precioso jardín. Después del primer Viva Piñata, lanzado hace dos años en Xbox 360, la ya famosa serie de Rare no quiso quedarse en agua de borrajas – debido a su moderado éxito en ventas – y prefirió lanzarse a exprimir la idea.

Así fue como la compañía con sede en Twycross hizo que nos pusiéramos de nuevo el mono de jardinero con un no muy brillante “spin off” (Party Animals) y un reciente Trouble in Paradise que volvía a los orígenes, exactamente lo mismo que el que supone el primer videojuego portátil sobre la franquicia: Viva Piñata: Pocket Paradise.

El que es el segundo videojuego de Rare para Nintendo DS constituye un elaborado y, según sus creadores, aclamado intento por conseguir llevar a los alocados animalitos de papel a un entorno que reduce su campo de acción a una doble pantalla que, no obstante, sabe resolver bastante bien sus limitaciones.

Al final, tenemos un videojuego que calca la jugabilidad del original, dando al usuario la oportunidad de crear un jardín de piñatas personalizado en base a la simple interacción con el lápiz táctil. Muchas dinámicas presentes en el primer Viva Piñata, como limpiar la tierra con una pala, sembrar césped o colocar plantas se han mantenido, haciendo que el stylus sustituya a un control con stick que ahora sólo va a ser necesario para desplazar una cámara a través del escenario.

Paraíso de bolsillo y a doble pantalla
La esencia es bastante fiel a los orígenes de la serie de Rare, poniéndonos en el lugar de un jardinero que tiene el objetivo de poblar su particular oasis vegetal con todas las piñatas que se nos vayan presentando. Piñatas con forma de gusanos, de pájaros, de serpientes, de conejos... El único problema es que nosotros deberemos de saber cómo confeccionar el jardín para que atraiga a cada vez más animales, algo que en esta ocasión nos ha parecido más complicado que en el caso de Xbox 360.

Las piñatas de Viva Piñata: Pocket Paradise son en tres dimensiones y, aunque en principio no tengan color, cuando pasen a formar parte de nuestro jardín empezarán a destilar tonalidades, a relacionarse y a procrear siempre que se sientan a gusto con nosotros.
Las piñatas de Viva Piñata: Pocket Paradise son en tres dimensiones y, aunque en principio no tengan color, cuando pasen a formar parte de nuestro jardín empezarán a destilar tonalidades, a relacionarse y a procrear siempre que se sientan a gusto con nosotros.

Hacer llegar a las piñatas hasta nuestro jardín se convierte ahora en una tarea no tan intuitiva y rápida como antes (las piñatas vienen de una manera más espaciada en el tiempo), convirtiendo tal vez en más lento a esta especie de simulador de jardinería que contiene leves cucharadas de la fórmula social de Los Sims y Animal Crossing.

Unas cucharadas que, al igual que en el título original, nos van a forzar en Viva Piñata: Pocket Paradise a atender todas las necesidades de los inquilinos de nuestro jardín, algo que incluye tanto a las plantas como a las propias piñatas. Por poner un ejemplo, será necesario cultivar algunas semillas para cumplir los requisitos de enamoramiento o acceso al jardín de una determinada especie. En particular, las piñatas con forma de pájaro no entrarán hasta que los gusanos tengan crías, de la misma manera que los conejos no procrearán hasta que no coman las margaritas que plantemos.

Averiguar lo que atrae a cada especie es una tarea crucial para el buen desarrollo de una partida que podrá empezarse y terminarse cuando queramos, puesto que aparte de tres ranuras para diferentes usuarios, existe la opción de guardar el progreso en cualquier momento.

Una conversión fiel al original
Guardar partida es algo tan útil como necesario, y es que descubrir las 60 especies de piñatas presentes en el título es algo realmente laborioso. No obstante, si el usuario ya ha jugado al Viva Piñata original, pronto se dará cuenta de que los protagonistas son prácticamente los mismos (sólo se añaden siete especies nuevas), incluyendo a Willy (el constructor de casas para piñatas), a Lottie (la dueña de la tienda) o al intrépido Storkos, que será el encargado de traer las crías a nuestros visitantes.

Sí, la procreación también es en esta ocasión algo muy importante para los habitantes de nuestro jardín, y hay que tenerlo todo a punto para que su acto de cópula (con una secuencia bastante “inocente”, como nos señala el propio juego) resulte un éxito. Para ello será necesario, por ejemplo, la construcción de una casa con capacidad para varias piñatas de la misma familia.

Todo sería perfecto si no fuera porque Rare se ha olvidado no tanto de los vídeos renderizados que ilustran algunas partes de la sesión de juego (mediante vídeos reescalados procedentes de la versión original de Xbox 360), sino de unos minijuegos de enamoramiento que simplemente han desaparecido. Haciéndonos a la idea, no es una gran pérdida, aunque este añadido bien podría haberle dado un poco de vida a un título que, para ser de Nintendo DS, estaba lógicamente predestinado a un uso más elaborado de sus posibilidades táctiles.

He aquí un ejemplo de los iconos que nos ayudarán a llevar a cabo tareas tan simples como excavar, regar, sembrar... Todo, al final, depende de una mera pulsación con el stylus, que no es más que un mero vehículo de nuestra creatividad.
He aquí un ejemplo de los iconos que nos ayudarán a llevar a cabo tareas tan simples como excavar, regar, sembrar... Todo, al final, depende de una mera pulsación con el stylus, que no es más que un mero vehículo de nuestra creatividad.

No queremos decir de ninguna manera que la tecnología esté desaprovechada, pero sí demasiado encaminada a adaptar todas las características de su hermano mayor. Como consecuencia de ello, es posible hacer todo de principio a fin con el lápiz táctil. A través de una serie de iconos (dispuestos en la esquina superior derecha de la pantalla), vamos a ser capaces de seleccionar la pala, la regadera o una caja de semillas. Igualmente, el stylus nos da acceso con un solo toque a un mapa del jardín, a una tienda o incluso a la interesante opción de intercambiar las pantallas superior e inferior (haciéndose así posible el consultar una completa enciclopedia con datos pormenorizados sobre las piñatas, las plantas o las propias herramientas que manejemos.

A la altura de sus mayores
El control, de esta manera, resulta bastante intuitivo, siendo perfecto para acelerar la capacidad creativa que tengamos. La razón está en que Viva Piñata: Pocket Paradise nos otorga una precisión milimétrica a la hora de colocar lo que deseemos en el lugar indicado. Ya hablemos de un poco de césped, de un camino empedrado, de un hogar para las piñatas, de una planta o de un mero ornamento, todo quedará fijo donde digamos.

Probablemente, esto ha sido posible gracias a un apartado gráfico que, aunque no tiene comparación con el potencial 3D de una máquina como Xbox 360, sí que ha sabido retransmitir el sentido artístico y multicolor de las piñatas. La perspectiva es aérea, fija y con un campo de acción bastante limitado (aunque con capacidad de zoom), pero tal vez era lo más idóneo para representar el complejo y a la vez sencillo mundo de los jardines de Viva Piñata.

Las propias piñatas lucen unos funcionales modelos en 3D y los escenarios unos bien pero algo estáticos renderizados “bitmaps” en 2D. No hacía falta nada más. Bueno, más bien sí, ya que al conjunto también acuden efectos de lluvia, de niebla y de transición entre día y noche (la vida en el jardín no tendrá nunca descanso). Es verdad que también son muy austeros, pero cumplen sobradamente su función.

Un práctico mapa nos ayudará a localizar más rápidamente todo aquello que se encuentre en nuestro pequeño jardín. La verdad es que no es un sitio para perderse pero, si queremos, podemos convertirlo en un lugar tan relajante como la música que nos acompañe.
Un práctico mapa nos ayudará a localizar más rápidamente todo aquello que se encuentre en nuestro pequeño jardín. La verdad es que no es un sitio para perderse pero, si queremos, podemos convertirlo en un lugar tan relajante como la música que nos acompañe.

Viva Piñata: Pocket Paradise no es un título que parezca querer destacar con respecto a sus hermanos mayores, aunque tampoco tiene la intención de quedarse atrás. Sin embargo, sus modalidades de juego no ayudan mucho a que consiga un mejor resultado. Hay un tutorial de unos cuantos episodios, hay un Modo Playground donde jugar libremente en un jardín (sin presiones), pero no hay mucho más. La ausencia de opciones multijugador se nota. No obstante, se lo perdonaremos, puesto que, en su conjunto, el videojuego es una magnífica adaptación del Viva Piñata original.

Bueno

Sin sello

Viva Piñata: Pocket Paradise

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Las piñatas de Rare saltan a la doble pantalla para meterse en un paraíso de bolsillo con muchos puntos en común con respecto al Viva Piñata original. Se calcan las mecánicas de juego, muchos de los personajes, las claves gráficas... poniendo todo al final dentro de un cartucho al que sólo le habría faltado un mejor ritmo de juego y algunas variantes en la jugabilidad (tal vez en forma de minijuegos). En cualquier caso, y teniendo en cuenta el excelente trabajo realizado al lograr una conversión portátil del original, hemos de reconocer que estamos ante un videojuego verdaderamente fiel a aquel simpático y cautivador Viva Piñata que apareció hace cerca de dos años en una Xbox 360.

Comprar Viva Piñata: Pocket Paradise
Jugadores: 1
Idioma: Textos en castellano
Duración:
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