Análisis de Dynasty Warriors 6

Análisis de Dynasty Warriors 6
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Dynasty Warriors vuelve a la carga por enésima vez. Con cerca de 15 entregas virtualmente idénticas, el sexto episodio vuelve a ofrecer exactamente lo mismo que sus antecesores. Un machacabotones durísimo en el que revisitaremos la China feudal una vez más, sin mayores metas que las de destruir todo lo que se nos ponga por delante.

Es realmente difícil explicarse como una saga como Dynasty Warriors puede seguir vendiendo de forma tan excepcional en todo el mundo. Tras múltiples entregas en las que no ha habido apenas variaciones desde el segundo episodio, el juego sigue gozando de unas cifras de ventas pasmosas. Buena parte del éxito se cosecha en oriente, donde los títulos de las series son recibidos con los brazos abiertos por los fanáticos de los Hack and Slash. Pero desde aquí, en Europa, se nos antoja complicado justificar el salvaje reciclaje de contenidos al que Dynasty Warriors se ha visto sometido prácticamente desde sus inicios.

La sexta entrega no es, desde luego, una excepción, y es que los escasos añadidos no pueden justificar el hecho de que Koei lleve diez años exprimiendo la misma fórmula sin aportar apenas novedades.

El Romance de los Tres Reinos
En Dynasty Warriors 6 encarnaremos a un total de 41 personajes en la China del siglo III. El juego está inspirado en la novela El Romance de los Tres Reinos, aunque su argumento tiene el ridículo peso que es costumbre en la saga.

Los modos de juego que ofrece el título son los clásicos: Mosou, libre y desafío. El primero es, la campaña por así decirlo, que se puede jugar en solitario o acompañado en pantalla dividida –no hay cooperativo online en ninguna versión-, y sirve para desbloquear escenarios y personajes y avanzar en la historia. El modo libre ofrece la posibilidad de disputar mapas ya liberados con la intención de aumentar la experiencia de nuestro protagonista, y el de los desafíos propone una serie de pruebas más bien poco interesantes y bastante rutinarias, en las que se nos emplazará a matar a un número concreto de enemigos, a recoger objetos o a recorrer itinerarios con el único aliciente de publicar nuestros records en Internet.

Línea Continuista
Llamar continuista a Dynasty Warriors 6 puede ser un eufemismo algo difícil de digerir para muchos, y definir a la saga como abusivo reciclaje de conceptos puede que sea mucho más acertado.

Dynasty Warriors 6 se ambienta en el contexto de la China del siglo III, y nos presenta a más de cuarenta personajes jugables enfrentándose a gigantescos ejércitos por el control de los reinos feudales.
Dynasty Warriors 6 se ambienta en el contexto de la China del siglo III, y nos presenta a más de cuarenta personajes jugables enfrentándose a gigantescos ejércitos por el control de los reinos feudales.

Parafraseando a Winston Churchill podríamos decir que Dynasty Warriors 6 es el juego menos innovador de la saga exceptuando a todos los demás, lo que viene a querer decir que si bien la sexta entrega aporta algunos pequeños matices novedosos no son, ni mucho menos, suficientes como para justificar un nuevo episodio en las series.

Se observan algunas mejoras en los movimientos de los personajes que ahora ofrecen un mayor abanico de posibilidades. Entre ellas las más destacadas son las de nadar y subir escalas. Lo cierto es que resulta sonrojante que con la despiadada avalancha de títulos de la saga que se han desarrollado, citemos como principales novedades de ésta, su nueva entrega, la capacidad de nadar y escalar de su protagonista.

Y es que en esencia el juego se mantiene inalterable con respecto a los mismos estándares que han caracterizado a las series, esto es mapas muy grandes, tropas aliadas luchando a nuestro lado y uso y abuso de las poco prestigiosas técnicas del machacabotones más hardcore.

Dynasty Warriors 6, sin embargo, aporta como única, pero irregular, novedad jugable la presencia del denominado sistema Renbu. La nueva adición nos permite modificar los ataques de nuestros personajes aumentando su potencial, según la cantidad de golpes que logremos encadenar. La contraprestación que ofrece este nuevo estilo de lucha es que nos conmina a emplear un solo botón en el proceso, haciendo la tarea de combatir más tediosa.

Desde luego no se le puede acusar a Dynasty Warriors de traicionar sus orígenes, pues mantiene intactas las mismas propuestas jugables desde hace más de diez años.
Desde luego no se le puede acusar a Dynasty Warriors de traicionar sus orígenes, pues mantiene intactas las mismas propuestas jugables desde hace más de diez años.

Para cerrar el aspecto jugable entre los factores positivos hay que destacar las abundantes posibilidades a la hora de subir el nivel de nuestros héroes y monturas, y lo largo y numeroso de las campañas que acompañan al producto.

Next-Old Gen
Resulta curioso que aun a pesar de ser el primer Dynasty Warriors desarrollado únicamente con las consolas de nueva generación en mente, su aspecto sea tan pobre. Si bien es cierto que podríamos decir que en términos visuales es el episodio superior de toda la saga, la verdad es que no es un juego especialmente agradable de ver.

Las texturas son grotescas, el aspecto de los personajes de una pobreza abrumadora y la reiteración de los mismos modelados y elementos de repetición una constante.

En lo tecnológico más de lo mismo, escasa interacción con el entorno, mapeados algo más abiertos pero habitualmente angostos y estrechos, y desagradables y habituales defectos de popping. El juego se mantiene por lo demás razonablemente estable en unos poco meritorios 60 frames por segundo, y cuenta con una resolución excelente.

En lo sonoro se podrá estar más o menos de acuerdo con el score musical del título, por su corte netamente oriental, pero lo que es indiscutible es que el acabado general del audio es terriblemente irregular. Por su parte el doblaje en inglés es realmente flojo, y el título llega a nuestro país con la única traducción de sus textos.

Mediocre

Sin sello

Dynasty Warriors 6

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Dynasty Warriors 6 agradará una vez más a sus fans e irritará de nuevo a sus detractores, pues se trata de mismo juego de siempre. Con leves mejoras en lo visual y escasas modificaciones en lo jugable se trata de un título únicamente recomendable para los fans del Hack and Slash más crudo.

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