Resulta complicado estar a la altura de una de las franquicias más vendidas y queridas del catálogo de Nintendo. Por ello, y como veremos a lo largo del análisis de Brawlout , sus desarrolladores firman un sentido homenaje a una franquicia que se ve, de lejos, que admiran y disfrutan. Toman las bondades competitivas del juego de Sakurai y la reescriben con nuevos personajes y mecánicas propias. ¿Resultado? Un divertido y meritorio (aunque lejos del carisma del original) doppelgänger.
Durante las primeras horas de juego a los mandos de Brawlout para Nintendo Switch tuve un deja vu: en mi mapa mental de lo que iba a decir sobre el videojuego de Angry Mob Games en el análisis que estáis leyendo me planteaba las mismas preguntas y cuestiones que en su día me hacía mientras reseñaba Skullgirls, de los geniales Lab Zero Games. Sí: Brawlout es a Smash Bros. lo que Skullgirls fue en su día a la lucha 2D, pero creo que el segundo, a pesar de sus innumerables homenajes y sus muchas referencias al género, tenía una identidad propia con la que el primero ni puede (ni parece que quiera) competir.
Y no me malinterpretéis: no es que no me haya gustado Brawlout, pero creo que, con todas sus buenas mecánicas e ideas, ha terminado siendo demasiado conformista. ¿Puede que llevado por las prisas por el lanzamiento en Switch antes de Navidad? ¿Quizás por el constatado y obvio respeto que profesan sus desarrolladores ante la legendaria franquicia de lucha de Nintendo? Un poco de las dos cosas, seguramente. Lo que está claro es que cuando intentas competir con un genio como Masahiro Sakurai y unos personajes como Mario, Link, Samus Aran o Pikachu, te van a sacar los colores. ¿La mayor virtud de Brawlout? Ser capaz de aguantar la comparación con talento y buenas ideas es meritorio, ya que copiar el presente subgénero nunca ha sido tarea fácil o grata.
¿Recordáis ejercicios como DreamMix TV World Fighters o PlayStation All-Stars Battle Royale en el pasado? A pesar de las buenas críticas, fueron masacrados por el público, que nunca se mostró dispuesto a atender clones de Smash Bros., sin importar las buenas ideas y las inmejorables intenciones que hubiese tras ellas. Estoy convencido que a Brawlout no le va a pasar lo que a Hudson o Sony: el uso de personajes propios (y un par de invitados independientes) parece no producir en los usuarios el rechazo que vivieron con las obras anteriormente citadas.
Smash sin complejos
Es fácil explicar Brawlout: toma todo lo que ya conoces de Smash Bros. y lo adapta con personajes creados por la propia Angry Mob. Por supuesto, es inevitable ver guiños a la franquicia de Nintendo y otros referentes populares como Mortal Kombat, Guilty Gear o Street Fighter en algunos de los movimientos de los luchadores y sus mecánicas, pero no pasa del mero homenaje. Como imaginarás, según reciben daño, tus luchadores suman porcentaje a un contador que, según lo alto que esté, más fácil será tirarlo de la plataforma, restando vidas a tus rivales. El que aguanta vivo la contienda acaba ganando la partida. Dispone de ocho luchadores de serie y otros ocho desbloqueables.
Se accede al contenido mediante monedas de oro y diamantes, que abren cajas de botín. Las monedas se obtienen realizando los diferentes retos propuestos por el software y acabando sus modos de juego individual y on-line. Los amantes del modo arcade están de enhorabuena: podrán batallar contra sus rivales en tres desafíos distintos en los que lucharemos contra uno, dos o tres luchadores de forma simultánea. Aunque el enemigo final resulte decepcionante, podrás disfrutar de una conclusión clásica con artes que ilustran el desenlace de tu luchador favorito.
Hay juegos que encajan a la perfección en Switch, y Brawlout es uno de ellos
Más allá de sus personajes y mecánicas, ¿qué diferencias hay entre Brawlout y un Smash Bros. al uso? Me quedo con la barra de Rage y con la ausencia de una mecánica defensiva como la barrera a la que nos han acostumbrado desde la primera entrega en Nintendo 64. La barra de Rage se construye debajo del porcentaje de nuestro personaje, y si alcanzamos la mitad del medidor podremos gastarla para cortar un combo del rival; si llegamos a completar el 100% de la barra conseguiremos una bonificación temporal de daño y resistencia capaz de dar la vuelta al combate con gran facilidad. En cuanto a defensa, se ha apostado por una esquiva que te permitirá eludir ataques rivales si eres lo suficientemente hábil y conoces los ataques de tu rival.
Es mucho más arriesgado que plantar una barrera impenetrable que aguanta varios golpes, pero bien usada resulta gratificante. Las mecánicas de ataque y defensa ayudan a estar ante un videojuego muy agresivo, en el que se premia la osadía y valentía del jugador. Sin embargo, el problema de la esquiva está en que no es la solución más óptima para jugar en línea: como ya se sabe, la lucha es uno de los géneros que más exigen en los modos online, y el caso de Brawlout, al menos en su estreno en Switch, no es la experiencia en red más pulida que se ha visto en la corta vida de la consola, lo que convierte en una temeridad usar la presente mecánica cuando compites contra otros en la red.
Sin identidad, pero con talento
Ciertamente, no destaca en lo sonoro, con unas melodías poco inspiradas y de nula identidad. En lo visual, alcanza los 1080p con la base conectada y es bastante estable en los 60fps, aunque en alguno de los nueve escenarios que dispone pongan en entredicho dicha estabilidad. Imaginativos diseños y movimientos son lo más destacable de sus protagonistas, a los que puedes aplicar nuevas skins y colores. Como imaginarás, va sobrado de contenido para desbloquear, y el mero ejercicio de acabar todos los modos de dificultad en el arcade para sumar oro ya nos dará para un buen puñado de horas.
En lo que a priori pueden parecer pantallas simples y ausencia de objetos se ve, a la legua, que en Angry Mob adoran el competitivo de Smash Bros., y han querido homenajearlo con su propia producción. Es difícil aportar algo a un subgénero que parece cerrado herméticamente por sus desarrolladores y fanáticos, por lo que puede que Brawlout, a pesar de sus virtudes indiscutibles, pueda quedarse como un ejercicio que peca de poca ambición e imaginación. Sin embargo, no es menos cierto que el software acaba siendo un notable y divertido juego de lucha party que da respuesta a un estilo jugable ausente en la consola.
Por su condición jugable, hay títulos que encajan a la perfección en Nintendo Switch, y Brawlout es uno de ellos: la posibilidad de disfrutarlo con otros tres amigos en local es una virtud para el juego, que aspira a convertirse en un sucedáneo de Smash hasta que la firma de Kioto decida romper Internet con el anuncio de una nueva entrega de la franquicia en el futuro. Hasta entonces, restará ser pacientes. Brawlout llegará a Xbox One y PlayStation 4 en una fecha por determinar el próximo año 2018: si no tienes Nintendo Switch, no dudes en darle un tiento en el Early Access de Steam, disponible desde el pasado mes de abril.
Brawlout, en su afán por fijarse en otras propuestas del género, puede quedarse en tierra de nadie, pero no significa que sea un videojuego capaz de otorgar horas y horas de buen entretenimiento en tu Nintendo Switch. Amplio en cuanto luchadores y modos de juego, se convierte en la única y viable alternativa a la lucha por plataformas en la nueva consola de Nintendo. Deberá mejorar su estabilidad en línea para ser competitivo.
Comprar Brawlout- Una alternativa indie a Smash Bros. en Switch
- Saca partido de las bondades multijugador de la consola de Nintendo
- Agresivo y frenético, premia el riesgo y la valentía del jugador
- Nutrido de contenido para el juego en solitario
- La estabilidad del modo online debe mejorar
- Algunos escenarios provocan bajadas en los FPS
- Aunque resultón, le falta identidad
