Análisis de Trauma Center New Blood

Análisis de Trauma Center New Blood
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Un nuevo cargamento de sangre llega al hospital de Trauma Center para darnos la oportunidad de experimentar más operaciones con dos nuevos cirujanos. La serie de Atlus sigue creciendo y, con ella, toda una nueva generación de doctores que mantendrán el pulso de su wiimote con tal de no perder a su paciente. ¿Preparado para volver a usar el toque curativo?

Un hospital no es el mejor lugar para visitar, aunque en los últimos tiempos se haya convertido en el escenario preferido por películas y, sobre todo, series de televisión para mostrar grandes historias y carismáticos personajes.

House, Anatomía de Grey o Scrubs se han convertido a estos efectos en grandes referentes del panorama televisivo, creando una situación idónea para que compañías de videojuegos como Atlus conviertan en interactiva la experiencia de emular a un doctor cirujano. Así es como nació Trauma Center: Under the Knife (DS) hace tres años, dando comienzo a unas operaciones que, con el paso del tiempo, cambiarían la precisión del stylus por la del wiimote.

Dos wiimotes son mejor que uno, sobre todo en un quirófano donde el reloj no cuenta a nuestro favor. Así que coordínate bien con tu compañero, dialoga y comparte momentos de tensión con el bisturí virtual en la mano.
Dos wiimotes son mejor que uno, sobre todo en un quirófano donde el reloj no cuenta a nuestro favor. Así que coordínate bien con tu compañero, dialoga y comparte momentos de tensión con el bisturí virtual en la mano.

El resultado del trasplante fue muy satisfactorio. Trauma Center: Second Opinion (Wii) presentó una hemorragia de diversión muy acusada, aunque manifestara a la vez síntomas de una escasez de innovación que ahora pretende ser curada por la nueva sangre de este Trauma Center: New Blood; un título que, al contrario que su inmediato predecesor, suma operaciones inéditas, una mayor duración, un nuevo modo cooperativo y numerosas mejoras sobre una manera de operar que no ha cambiado con el tiempo.

El toque curativo regresa a Wii
La simulación quirúrgica de Atlus cambia su historia, sus protagonistas e incluso su famoso GUILT (organismo patógeno), pero el instrumental operatorio, la propia jugabilidad y las señas de identidad de los japoneses a la hora de construir tramas –con giros inesperados y sorprendentes– permanecen inalterables.

El cirujano Derek Stiles nos deja por fin, aunque no su toque curativo, que vuelve esta vez de la mano de dos doctores: Markus Vaughn y Valerie Blaylock, que empezarán trabajando en un humilde hospital perdido de Alaska para ser llamados muy pronto a afrontar una gran amenaza para la humanidad.

En total, siete episodios y unas 40 operaciones para demostrar no sólo que tenemos el mejor pulso con el wiimote en la mano, sino que también somos los que más duramos en el quirófano, y es que Trauma Center: New Blood asegura unas quince horas de juego en su campaña para un jugador. Se trata de una longevidad que supera ligeramente a la de su anterior entrega, aunque el verdadero catalizador provenga de la importante posibilidad de meternos en la sala de operaciones con un amigo que tenga ya su wiimote esterilizado.

Dos bisturís son mejor que uno
El modo cooperativo de Trauma Center: New Blood es uno de los mayores aciertos del programa, y eso a pesar de que no exista una modificación automática de la dificultad según juguemos solos o acompañados. A este respecto, Atlus se ha limitado a proponernos tres niveles (fácil, medio y difícil) para que sea el jugador el que determine si quiere que las constantes vitales de su paciente comiencen a correr peligro antes o después.

Dibujar una estrella. Esa será nuestro único requisito para poner en práctica el toque curativo, una habilidad especial que varía dependiendo del protagonista que manejemos. Markus ralentiza el tiempo durante una porción de tiempo, mientras que Valerie mantiene estables las constantes vitales del paciente.
Dibujar una estrella. Esa será nuestro único requisito para poner en práctica el toque curativo, una habilidad especial que varía dependiendo del protagonista que manejemos. Markus ralentiza el tiempo durante una porción de tiempo, mientras que Valerie mantiene estables las constantes vitales del paciente.

Así, el desafío de salvar vidas depende directamente de un usuario que, si ha sido transferido desde el anterior Trauma Center para Wii, comprobará que tanto el material quirúrgico como las propias operaciones no han cambiado demasiado. Sobre la mesa seguimos teniendo los mismos utensilios de siempre: un láser, un gel antibiótico, un drenaje, unas pinzas, un escáner, un bisturí, una jeringuilla… pero podemos encontrar en las intervenciones alguna que otra variante que se aleje un poco de la extirpación de tumores, de la curación de heridas o de la lucha contra entes patógenos extraordinarios.

Nos referimos al uso del masaje cardiaco y a algunas situaciones especiales que nos harán desmontar/montar un marcapasos o reconstruir el tejido cutáneo de un paciente con quemaduras graves. Es cierto que las sorpresas no son demasiado frecuentes, pero para los que esperaban más y para los que se estrenan en la saga, Trauma Center: New Blood supone un buen punto de encuentro.

Una transfusión de nueva sangre
El tiempo que tenemos en el quirófano es limitado, las situaciones se complican sin avisar y la trama es capaz –casi por sí misma– de empujarnos a jugar siempre una operación más. La continuación de la serie de Atlus en Wii conserva toda su magia, más aún cuando sigue incorporando las conocidas como “misiones X” y, por primera vez, una opción online que nos permite subir nuestras puntuaciones para compararlas con el resto de colegas cirujanos a nivel internacional.

No se queda en la mera anécdota, aunque todo lo contrario le ocurra a la importante presencia del formato 16:9, ideal para contemplar en todo su esplendor un apartado gráfico limpio y muy característico que se ha ganado casi una denominación de origen. Como en otras ocasiones, esta vez tampoco interesaba realizar una representación realista de la anatomía humana, sino que se vuelve a hacer un tratamiento colorido, amable y nada visceral para que ningún hemofóbico se desmaye delante de la pantalla.

La historia de Trauma Center: New Blood se nos desvela a través de imágenes estáticas con un toque manga que sienta muy bien a un conjunto argumental que, por primera vez, incorpora un completo doblaje (en inglés).
La historia de Trauma Center: New Blood se nos desvela a través de imágenes estáticas con un toque manga que sienta muy bien a un conjunto argumental que, por primera vez, incorpora un completo doblaje (en inglés).

En el mismo sentido de pulcritud se mueve el apartado sonoro, que aparte de añadir composiciones y variedad (obra de Atsushi Kitajoh) nos obsequia con unos completos y correctamente interpretados diálogos hablados. Es una lástima que cada vez sea más improbable ver una buena localización al español, pero tendremos que conformarnos con los subtítulos y, en esencia, con la sensación de tener ante nosotros nueva sangre para una saga que, como las series de TV en las que se inspira, va camino de batir records de audiencia en las consolas Nintendo.

Excelente

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Trauma Center: New Blood

Por: El equipo de 3DJuegos
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Una transfusión de nueva sangre transforma al Trauma Center original para Wii en un renovado producto con otra historia, un modo cooperativo y algunas novedades dentro de un conjunto jugable que sigue manteniendo las bases quirúrgicas del manifiesto médico creado por Atlus en Nintendo DS. Supone una buena manera de alargar la vida del wiimote como bisturí, pero también una interesante opción para aquellos que nunca hayan jugado a los médicos en Wii.

Comprar Trauma Center: New Blood
Jugadores: 1-2
Idioma: Textos en inglés, alemán, francés e italiano
Duración:
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