Uno de los juegos más carismáticos de Dreamcast renace de nuevo, ésta vez en una consola de Nintendo para traernos alegría, diversión y mucha marcha en disparatados bailes al son de las maracas.
La Dreamcast fue una consola incomprendida por la historia y maltratada por la crudeza de la industria del videojuego. Nos trajo multitud de títulos que hoy día son clásicos y que han permanecido en nuestras retinas como inolvidables. Poco a poco Sega va trasladando algunos de esos títulos a las nuevas generaciones, y a pesar del tiempo, ya casi una década, siguen funcionando excelentemente bien en nuestros días.
Samba de Amigo fue uno de los juegos más originales que en aquel año 2000 inundaron un mercado convulso. De la mano del Sonic Team se creó un juego musical que se servía de unas maracas para marcar los distintos ritmos. Esta exposición, original y hasta surrealista, fue todo un éxito, de hecho la experiencia se puso primero en 1999 en las recreativas japonesas y un año después se trasladó a Dreamcast. Poca gente sabe que Sega relanzó el primer juego de nuevo en navidades del 2000, de forma exclusiva en Japón, con “Samba de Amigo versión 2000” que era una actualización del primero con una docena de nuevos temas y varios modos de juego más.
Ocho años después, ésta vez de la mano de GearBox Software, pero supervisado por el propio Sonic Team, renace en Wii un juego ideal para esta consola y que gracias al Wiimote y nunchuk nos hará trasladarnos al pasado a ritmo del presente. Lo que caracteriza a esta versión de Wii es la fidelidad, y es que guarda toda la esencia de ese juego de Dreamcast y lo reubica en esta nueva filosofía de juegos sociales para todos.
Mucho sabor, poco control
Para jugar tendremos varias combinaciones a gusto del consumidor: o bien usamos el combo Wiimote y nunchuk, o dos Wiimote (opción más fiel) o incluso podremos adquirir próximamente unas maracas que se comercializarán. Debemos reseñar que el reconocimiento del juego variará dependiendo de si utilizamos uno u otro control, y lo más fiel como dijimos son los dos Wiimote, ya que el nunchuk no se antoja del todo competitivo ya que al estar conectado al Wiimote por cable no nos dejará excesiva libertad de movimiento a la hora de realizar las distintas poses y bailes.
La mecánica del juego será la clásica pero aderezada con nuevos elementos. Se posicionarán en pantalla seis círculos que representan un hexágono, y cada par de círculos representarán una altura (hasta tres) de nuestras dos maracas. A su vez al ritmo de la música irán apareciendo esferas de colores en el centro de dicho hexágono y que se dirigirán hacía las distintas esferas. Una vez que dichos círculos lleguen a una esfera determinada deberemos hacer un ligero movimiento de muñeca con el control correspondiente para concluir con éxito.
Como este desarrollo puede parecer algo monótono se ha complementado con varias funciones más. La más divertida sin duda son las poses, que iremos realizando según los dibujos nos salgan en pantalla. También haremos una serie de bailes muy variados que nos obligarán a levantarnos en más de una ocasión para hacer auténticas virguerías como si estuviéramos bailando realmente. Igualmente se han incluido redobles para hacer la experiencia más variada y difícil a su vez.
Pero todo este planteamiento conlleva una serie de problemas, y el más preocupante es el reconocimiento. Es común, y eso es lo malo, que a veces el juego o no reconozca bien nuestros movimientos de muñeca o incluso reconozca algo que nosotros no hemos hecho. No es preocupante en los niveles fácil e intermedio, pero en el difícil donde la exigencia es mayor nos obligará a repetir canciones sin que hayamos entendido el por qué.
Samba, merengue, bachata y mucha fiesta
Los modos de juego son bastante numerosos y aportarán algunas novedades. El modo principal será “el Carrera”, donde a través de varios niveles de dificultad deberemos superar desafíos planteados por varios personajes del universo de Sega. Al ir superando canciones se nos irán desbloqueando otros desafíos y extras como sonidos nuevos para nuestras maracas y evidentemente nuevas canciones. También tendremos “la partida rápida”, “el modo clásico”, la excentricidad “amor amor” (un baile por parejas), un “modo batalla” y “supervivencia”. Además también se incluirán minijuegos como el voleibol, frenesí de poder o piñata, junto a otros más.
Una gran novedad será la descarga de nuevas canciones, previo pago, a través de la conexión Wifi de Nintendo. También podremos usar dicha conexión para enfrentarnos con otro amigo en enfrentamientos donde las risas harán acto de presencia en cada uno de los momentos.
Técnicamente sigue una línea similar a su antecesor pero mejorado ostensiblemente. Sus gráficos llenos de color y vida inundan la pantalla, a veces de forma exagerada que nos hará confundirnos a la hora de hacer los movimientos. El conjunto de las más de 40 canciones es enorme, interpretadas por los profesionales WaveGroup, con lo que no son temas originales pero sí muy fieles. Como punto positivo destacar que el juego además de traducido también está doblado al castellano. Los modos de juego son muy numerosos pero quizás la experiencia se haga algo repetitiva y el hecho de descargarse canciones mediante pago quizás no ayude demasiado a ampliar la variedad.
Samba de Amigo vuelve a renacer gracias a Wii en un juego que hereda todo lo bueno del original añadiendo nuevas opciones para adaptarlo a las necesidades actuales. El control con los mandos funciona bien pero no son del todo precisos. Encima el desarrollo es algo repetitivo con lo que no queda al mismo nivel de otros juegos musicales de nueva generación. Aún así gracias al gran número de modos de juego y de canciones disponibles le convertirá en toda una referencia para los nostálgicos de la primera versión y también para los amantes del ritmo latino.
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