Una historia de guerra que emociona. Análisis de 11-11: Memories Retold

Una historia de guerra que emociona. Análisis de 11-11: Memories Retold
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Caen las bombas y los muertos se agolpan en las trincheras, pero este no es el típico videojuego sobre la Primera Guerra Mundial. Es la historia de dos personas, con uniforme de soldados, enfrentadas al horror de la guerra. En el análisis de 11-11: Memories Retold te hablamos de esta aventura narrativa y su bella puesta en escena.

Guerra. Su sola mención nos hace pensar en grandes batallas; en metralla, sangre y fuego por doquier. ¿Los soldados? Simples números; piezas de un tablero por las que no sentimos especial simpatía. ¿Mueren? ¿Viven? Es lo de menos cuando a su alrededor lo que prima es el espectáculo. Es a lo que nos han acostumbrado la mayoría de juegos de acción bélica, pero no la única forma de aproximarse a conflictos tan importantes como el de la Primera Guerra Mundial. Años atrás fue Ubisoft la que nos enamoró con su bello Valiant Hearts, y ahora que se cumplen cien años del armisticio, regresamos a las trincheras para disfrutar de otra historia de soldados que va directa al corazón. Es la gran fortaleza de 11-11: Memories Retold, una aventura narrativa que si bien incluye puzles y exploración, centra todo el peso de la acción en la historia; en las vivencias de dos personas que de la noche a la mañana acaban presas del horror de la guerra. La experiencia es digna de ser vivida por el carácter didáctico del juego, que para algo incluye abundante información sobre el conflicto, pero sobre todo por su capacidad para emocionar con un relato muy humano.

Olvídate de la épica y la explosiva acción tantas veces vista en cine y videojuegos. Aquí los protagonistas son personas como tú y como yo; pobres desgraciados que por unas u otras razones se vieron abocados a participar en una cruenta guerra que costó la vida a millones de personas. Y me gusta. Es la historia que va más allá de los uniformes; un relato dramático que ahonda en las emociones humanas dejando a un lado banderas y frentes, buenos y malos. No es lo importante; lo son las personas que durante años vivieron y murieron en las trincheras. ¿Los protagonistas principales? Un joven fotógrafo canadiense, interpretado por Elijah Wood (Frodo en El Señor de los Anillos), que guiado por la ilusa fantasía de ser un héroe acude a la guerra intoxicado por la propaganda de su país; mientras en el polo opuesto encontramos a Kurt (encarnado por el actor Sebastian Koch al que vimos en La Chica Danesa), un ingeniero alemán que tras enterarse de la desaparición de su hijo decide alistarse al ejército para dar con él. El contrapunto de ambas historias es genial y más todavía cuando, paso a paso, los dos relatos se entrelazan con un gusto exquisito.


La vida en las trincheras

A bordo de un tren camino al frente de batalla Kurt se topa con un vagón cargado de minas explosivas. "¡Cuidado con eso!", le grita un soldado, "podríamos saltar por los aires". Segundos después, en alta mar, la historia centra su atención en el joven Harry, enfrentado a un océano repleto de esos mismos explosivos. Una transición sencilla, pero elegante, que muestra pronto el gran talento creativo que atesoran los autores de 11-11: Memories Retold.

Hay momentos de la partida en los que se puede alternar el control entre uno y otro protagonista para resolver sencillos puzles. Son los menos y no muy complejos.
Hay momentos de la partida en los que se puede alternar el control entre uno y otro protagonista para resolver sencillos puzles. Son los menos y no muy complejos.


Durante las cerca de seis horas que puede llevarnos completar el videojuego he disfrutado de momentos verdaderamente sorprendentes que destacan por la elegancia y finura con la que la acción pasa de un protagonista a otro. O los contrastes. Adoro cómo el juego pasa como si nada de una escena agradable, casi bucólica, a otra triste y gris; cómo el idílico viaje del fotógrafo canadiense contrasta con la tormentosa odisea del padre alemán… y de repente cambian las tornas, y mientras uno vive momentos de paz, el otro se ve sumido en una auténtica pesadilla.

Una historia de guerra que emociona. Análisis de 11-11: Memories Retold


Es una historia humana, cercana, en la que nunca pierde de vista a las personas como punto de referencia

La historia nunca se detiene para ninguno de los protagonistas. Aunque hay momentos en los que podemos escoger qué relato queremos presenciar primero, esta es una elección sin demasiada importancia pues poco tarda el juego en cambiar el foco de atención, enlazando las escenas de ambos soldados con una maestría digna de elogio. Tan bien lo hace que llegaréis incluso a contener la respiración ante ciertos eventos, ya sea por su elevada carga dramática, la tensión del combate… o más bien la ausencia de él, pues esa incertidumbre ante lo que está ocurriendo más allá de las trincheras, o bajo tierra, acabó con la cordura de muchos tal y como refleja el propio 11-11. Es lo que más me gusta del videojuego; el modo que retrata la guerra desde el prisma de los soldados sometidos a una presión brutal. Es una historia humana, cercana, en la que no faltan los disparos y explosiones, sí, pero que nunca pierde de vista ese punto de referencia: las personas.

Una historia de guerra que emociona. Análisis de 11-11: Memories Retold


La belleza pictórica de 11-11 es una de las grandes fortalezas del videojuego, pero no la única. Su historia, y cómo se desarrolla, posee una gran calidad y es capaz de emocionar.
La belleza pictórica de 11-11 es una de las grandes fortalezas del videojuego, pero no la única. Su historia, y cómo se desarrolla, posee una gran calidad y es capaz de emocionar.


El relato lo es todo, queda claro, pero ¿qué ofrece como videojuego? Poco, la verdad, y es una pena viendo ejemplos recientes de otras aventuras narrativas. 11-11: Memories Retold es ante todo una aventura de exploración bastante lineal que cede todo el protagonismo a la historia. Hay puzles, sí, algo de sigilo e incluso alguna que otra decisión por el camino, pero son desafíos livianos que no cambian nada la esencia del juego. Camina, interactúa y disfruta del relato. Básicamente eso. ¿Qué hace tan especial a esta obra? La calidad de su historia; el modo en el que se cruzan las vidas de Kurt y Harry, y cómo retrata un conflicto bélico tan cruento como el de la Primera Guerra Mundial. Hay drama, escenas que sobrecogen el alma, pero también humor, momentos más distendidos que ayudan a empatizar con los protagonistas. Por eso su último capítulo resulta tan emocionante. Es en ese punto cuando tus decisiones marcan de forma brutal el curso de los acontecimientos, entrelazando escenas de uno y otro soldado con un gusto exquisito. Lástima que el ritmo de la acción no sea siempre tan intenso.

Parte de culpa la tienen los coleccionables. Hay montones de ellos repartidos por el escenario, dando acceso a abundante información sobre la Gran Guerra y los modos de vida de la época, pero dar con ellos implica explorar cada rincón del escenario de forma casi obsesiva, lo que a corto plazo termina convirtiéndose en una tarea algo tediosa. Algunos de estos objetos ocultos se ofrecen como recompensas por cumplir ciertas tareas, como fotografiar a un soldado en concreto o reparar una máquina en las trincheras, pero son los menos. Es una pena. Lo que cuentan es sumamente interesante y ayuda a contextualizar mejor el drama que viven los dos protagonistas de la acción, pero al final no te motiva lo suficiente como para afrontar el trabajo. Sorprende cuando hablas de uno de los juegos más bonitos de 2018 porque no se puede negar que en lo artístico, 11-11 es un videojuego de una belleza extrema.

Es importante explorar cada escenario para dar con los objetos coleccionables, pues estos desbloquean información histórica sobre el conflicto bélico.
Es importante explorar cada escenario para dar con los objetos coleccionables, pues estos desbloquean información histórica sobre el conflicto bélico.


Con el apoyo del estudio de animación responsable de series como Wallace & Gromit o Chicken Run, esta aventura apuesta por un estilo impresionista propio de aquel entonces, mostrando su acción sobre un lienzo vivo en el que aún trabaja el artista dando pinceladas aquí y allá. El efecto es increíble y, claro, ayuda a que el viaje de Kurt y Harry sea si cabe más emocionante. No menos impresionante resulta el apartado sonoro, con un gran trabajo por parte de los actores, que están bien acompañados por las melodías del compositor Olivier Derivière, artífice de la música de Remember Me o el más reciente Vampyr. Que los personajes hablen en su idioma natal también contribuye a dar veracidad al relato, además de crear situaciones narrativas francamente interesantes cuando dos personajes que no hablan el mismo idioma se plantan cara a cara con un rifle en la mano. Por todo ello 11-11 atrapa de principio a fin, implicándote de forma notable en la historia que narra.

Una historia de guerra que emociona. Análisis de 11-11: Memories Retold


Artísticamente 11-11 es un videojuego de gran belleza

Emociona, sorprende e ilustra acerca de un conflicto armado tan temible como lo fue la Primera Guerra Mundial, lo que es un gran punto a su favor, pero falla a la hora de ofrecer una experiencia de juego que enganche del mismo modo. Se disfruta y mucho de la tragedia que retrata con tan buen gusto este 11-11: Memories Retold, pero su ritmo de la acción no siempre está a la altura, y al final del relato, quedan pocas excusas para revivir el viaje aun cuando tienes oportunidad de decidir un destino final para sus dos protagonistas.

Bueno

Sin sello
Una historia de guerra que emociona. Análisis de 11-11: Memories Retold

11-11: Memories Retold

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Capaz de emocionar con su relato, 11-11: Memories Retold es una muy buena aventura narrativa que consigue implicarte en la historia de sus dos protagonistas. El modo en el que entrelaza sus vidas, sumado a una genial puesta en escena, hacen de este un título recomendable para cualquiera que disfrute de esta clase de experiencias, más todavía si eres apasionado de la historia y la Primera Guerra Mundial. Con un mejor ritmo de la acción y más desafíos jugables podría haber llegado más lejos.

Comprar 11-11: Memories Retold
  • Increíble puesta en escena con un estilo impresionista. ¡Es arte en movimiento!
  • Una historia que emociona y atrapa. Los personajes se sienten muy humanos
  • Huye del maniqueismo. Las cosas no son tan fáciles como "buenos o malos"
  • Pocos desafíos y un ritmo de la acción algo irregular
  • Solo al final sientes que tus acciones tienen verdaderas consecuencias
  • Dar con los coleccionables es más tedioso de lo que debiera
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español y voces en inglés / alemán
Duración: 5-6 horas (+ extras)
Ver requisitos del sistema
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