Queríamos visitar la luna ¡y allí nos lleva la primera expansión de contenidos de Prey! Lo que no esperábamos era encontrar un infierno como el que recrea el videojuego de Arkane y Bethesda. Sobrevive, ¡escapa de los Tifón!, en esta nueva aventura de acción y sigilo que, como te contamos en el análisis de Prey - Mooncrash, se plantea como un juego de estilo roguelike.
Escapar. No hay más objetivo que ese. Sobrevivir a la amenaza de los Tifón mientras descubres qué ha ocurrido en la base lunar secreta de TranStar a la que tantas ganas teníamos de ir… y de la que ahora parece imposible alejarse con vida. No exagero. La primera gran expansión de contenidos de Prey es un videojuego difícil, por momentos cruel, en el que los fallos se castigan con la muerte ¡y el fin de la partida! Habéis leído bien. Planteado como una aventura de estilo roguelike, en Mooncrash el fracaso os llevará a empezar el juego desde el principio aunque, afortunadamente, conservando los neuromods que hayáis instalado en el cuerpo de los cinco protagonistas de esta nueva aventura de acción, exploración y sigilo desarrollada por los autores de la serie Dishonored. La experiencia es emocionante, divertida y, sobre todo, muy adictiva.
Puede que no sea lo que la mayoría esperase de esta expansión, sin duda; puede que en general todos ansiáramos una aventura más tradicional, en la línea del videojuego original, con una nueva historia protagonizada por Morgan Yu, pero es precisamente este cambio de rumbo, esta sorprendente vuelta de tuerca a la acción de Prey, el que hace de este un videojuego tan especial. Aquí vais a encontrar todo lo que hizo grande al título de Arkane Studios, esto es, libertad de acción; la posibilidad de resolver sus desafíos como queráis gracias a su amplio arsenal de armas de fuego, las habilidades especiales del protagonista de turno y, claro, unos escenarios que son una vez más protagonistas de la obra gracias a su inteligente diseño con múltiples caminos a seguir. Y ahora sumad a la fórmula nuevos enemigos, más herramientas de combate, así como nuevas y terribles formas de morir a manos de la amenaza alienígena de los Tifón.
En busca de una salida
Describía Prey Mooncrash como una aventura roguelike y no sin razón. El objetivo principal es escapar de la base lunar Pytheas con sus cinco protagonistas, pero la tarea es más ardua de lo que pudiera parecer a simple vista, pues con el paso de las horas, la simulación en la que nos hemos adentrado se volverá más y más peligrosa. Habrá más enemigos, que serán más poderosos; el sistema fallará, nos asediará con toda clase de peligros, y puede que incluso andemos escasos de recursos. Una mala combinación que, en muchos casos, desembocará en la muerte de nuestro protagonista. ¿Qué ocurre entonces? Vuelta a empezar, con otro personaje, que podrá saltar a la acción con las armas y equipo especial que compremos usando el dinero obtenido con anterioridad. De esta forma, con cada nuevo intento, será más fácil encarar los compases iniciales de una aventura que a pesar de este peculiar bucle sin fin en el que te adentra, de llevarte a recorrer los mismos escenarios una y otra vez, rara vez se siente repetitiva.
Ayuda mucho que con cada nueva simulación cambie el tipo de enemigos a los que te enfrentas, su posición, y la de los preciados objetos que necesitas para seguir adelante. La estructura de los niveles es la misma, es verdad, pero como vimos en el directo de Prey - Mooncrash, el videojuego de Arkane Studios todavía tiene capacidad de sorprender, de asustarte con nuevos y temibles peligros. Con el tiempo en nuestra contra, pues podemos morir a manos de monstruos más peligrosos o, directamente, ser expulsados de la simulación cuando se alcance el límite de corrupción, los autores de Dishonored plantean aquí un desafío de lo más interesante que además se ve potenciado por novedades tan llamativas como los estados alterados. Puedes sufrir quemaduras, rotura de huesos, una conmoción o incluso que una herida no deje de sangrar hasta que, en cualquiera de estos casos, des con la medicina concreta. No siempre es fácil, y luchar con estas condiciones adversas es un auténtico desafío.
La vuelta de tuerca que da este DLC a la acción de Prey es sorprendente
Cada uno de los cinco protagonistas presenta además su propio árbol de habilidades con parámetros muy concretos de salud y poder especial, lo que ayuda a afrontar la partida de forma distinta dependiendo a quién controlas. Todos ellos cuentan además con su propia historia personal, con una misión única que ayudará a desbloquear nuevos contenidos mientras tratamos de escapar de la luna usando una de las cinco vías de escape. Lo interesante aquí es que no podemos repetir fuga en una misma partida, ni tampoco recurrir a los recursos obtenidos por nuestros antecesores. Si uno de los supervivientes huye en la lanzadera, sus compañeros tendrán que ingeniárselas para escapar de otro modo, y es algo que me encanta. En general, Prey - Mooncrash plantea una experiencia de juego apasionante que viene a demostrar las grandes virtudes que ya atesoraba el videojuego original, aunque en este punto, he echado en falta mayor peso para la historia.
La expansión de Prey se desarrolla de forma independiente al videojuego original narrando su propia historia, con sus propios protagonistas, con el fin último de enriquecer el fantástico trasfondo argumental de la franquicia, pero realmente profundiza poco en ello. Hay detalles que ayudan a resolver algunas de las incógnitas del original, sí, pero el peso de la acción recae en la propia acción y no tanto en la historia. No es algo negativo per se, aunque sí deja cierto regusto amargo. En cuanto al apartado artístico Mooncrash mantiene intacta la esencia de Prey, con un genial estilo art decó que le sienta fenomenal. Caminar por la superficie lunar, o más bien ¡saltar y casi volar!, es una experiencia increíble que se ve acompañada de una interesante variedad de localizaciones aún cuando el espacio de juego puede sentirse a medio plazo algo pequeño. Lo mejor, claro, es el propio diseño de estos niveles, pues siempre encuentras nuevas formas de afrontar sus desafíos valiéndote de los recursos a tu alcance. Con un buen acompañamiento musical y un notable trabajo de doblaje al español, pocas pegas se le pueden poner a esta expansión en este sentido.
¿Te gusta Prey? Aunque no es lo que esperábamos, Mooncrash se presenta como una gran expansión de contenidos que sorprende, que divierte, y que atrapa gracias a su emocionante acción y su apuesta por un estilo de juego más propio de las aventuras roguelike. Sobrevivir a la base lunar Pytheas es un desafío que merece la pena afrontar, porque aún siendo distinto al videojuego original, es a su vez un fiel reflejo de las grandes virtudes que atesora este título de Arkane Studios. Libertad de acción y creatividad en el combate. ¡Qué más se puede pedir!
- Sorprende con su estilo roguelike y novedades como los estados alterados
- Es aventura desafiante que conserva intactas las virtudes de Prey
- Cinco protagonistas con sus propias habilidades especiales
- El diseño de la base lunar y los nuevos desafíos que en ella encontramos
- Repetir la partida puede tornarse algo repetitivo para algunos usuarios
- Se echa en falta algo más de historia en el desarrollo de la partida
