Nada que salvar. Análisis de The Quiet Man

Nada que salvar. Análisis de The Quiet Man
Facebook Twitter Flipboard E-mail

Los autores del Prey original apuestan por la acción beat 'em up en el que es uno de los peores videojuegos que recordamos. Simple, aburrido y torpe, como te contamos en el análisis de The Quiet Man hay poco que salvar en esta obra de Human Head.

Vale que la premisa es buena. ¿Un protagonista sordo? ¿En un videojuego que combina acción con escenas interpretadas por actores? ¡Prometedor! Pero más allá de eso… un absoluto desastre. Uno difícil de entender pues cuesta imaginar peor juego que la inane aventura en la que nos embarcan los autores del Prey original. Es terrible. Sin más. Por mucho que te esfuerces en darle una oportunidad; por mucho que trates de entender qué busca transmitir el veterano equipo de Human Head Studios, The Quiet Man es un videojuego lamentable capaz de desquiciar a cualquiera con su torpe, simple y fallido sistema de combate… y su historia, actores, errores de programación, puesta en escena y todo en realidad.

Nada se salva de la quema. Tal es el grado de frustración que genera este beat 'em up; tan insultante resulta a veces su acción, que por momentos desearás ser tu mismo el que coja una antorcha y prenda fuego al dantesco espectáculo que se dibuja ante tus ojos. Todo vale con tal de poner fin al monótono y agónico viaje en el que nos embarca esta producción de Square Enix. Es breve, unas tres horas o así, pero se os harán eternas. Y eso que empieza bien. Un mero espejismo en el peor desierto imaginable.

The Quiet Man es un videojuego que se caracteriza por la total ausencia de sonido. Salvo los primeros instantes de la aventura, al igual que el protagonista de la acción seremos incapaces de escuchar conversaciones o ni tan siquiera el ruido ambiental. Silencio. Una idea interesante en la línea de obras como Perception, que en su caso apostaba por una protagonista ciega, pero terriblemente mal ejecutada. Da igual que Dane, el protagonista, sea sordo. A la hora de la verdad, en el momento de luchar, afrontaremos la acción como en cualquier otro videojuego de peleas. Sin sonido, sí, pero viendo venir a los rivales; sabiendo en todo momento cómo y de qué manera golpear. Al final, la ausencia de sonido no aporta nada más que frustración y desesperación. Verás a la gente hablar, ¡y al protagonista responder!, pero no tendrás idea de qué dicen ni qué pasa a su alrededor. Y no; no es divertido, ni interesante, ni agradable. Con un deficiente sistema de combate era lo único que podía despertar el interés, y lo único que consigue es que desees abandonar la partida.


¿La ausencia de sonido? El menor de sus problemas

Siempre trato de buscar algo positivo a lo que aferrarme cuando hablo de videojuegos. No me gusta criticar por criticar, cebarme en los defectos, pero de verdad me cuesta horrores decir algo bueno de The Quiet Man. Puedo entender que dejándote sin sonido buscan hacerte sentir fuera de lugar, excluido del mundo, como deben sentirse las personas con problemas auditivos. El problema es que la ejecución es nefasta; un completo sinsentido que no ayuda a disfrutar de un videojuego que como tal, hace aguas de forma trágica. ¿Tu apuesta son las peleas callejeras? ¿Es lo único que vas a ofrecer? Pues esfuérzate por presentar combates de calidad, que emocionen, que sorprendan, y no la tragicómica sucesión de mamporros que muestra el juego de Human Head Studios.

Hay poca variedad de escenarios, ¡y de enemigos!, quedando fuera de la ecuación la exploración. Pelea y nada más.
Hay poca variedad de escenarios, ¡y de enemigos!, quedando fuera de la ecuación la exploración. Pelea y nada más.


Es insultantemente simple. No hay interacción con los escenarios, ni combos, ni estrategia, ni una fluidez digna que te permita encadenar golpes de forma rítmica, espectacular, como pretende el juego en primera instancia. ¿Una botella? ¿Sillas? Puro atrezo; partes de un decorado muerto, sin vida, que no sufre las consecuencias de la pelea y salvo unas pocas excepciones, ni tan siquiera te brinda la oportunidad de usarlo como arma; de estampar la cara de los enemigos contra una mesa o usar mobiliario para machacarlos a golpes. Podríamos pasar este detalle por alto, pero ya cuesta más aceptar con buena cara que la lucha sea siempre igual; que de principio a fin el juego no realice el mínimo esfuerzo de sorprender con nuevos desafíos.

Nada que salvar. Análisis de The Quiet Man


Su deficiente sistema de combate lo único que consigue es que desees abandonar la partida

Machacar botones sin ton ni son. Tan simple como eso. He llegado a derrotar a enemigos mientras miraba en otra dirección para hablar con alguien o me entretenía leyendo. A esto contribuye una paupérrima inteligencia artificial que provoca vergüenza ajena. Los rivales son peleles con patas que te miran y… poco más, la verdad. Les cuesta reaccionar; se amontonan y entorpecen ellos mismos, esperando el turno para recibir las tortas de un héroe que para Neo en los mejores momentos de Matrix. Nadie se molesta tampoco en explicar por qué, pero esto es algo de lo que hablaré a continuación. Ahora importan los rivales, y estos son, además de estúpidos, clónicos. La variedad es tan escasa que da hasta pena hablar de ello. ¿Jefes? Sí, los hay, como algunos enemigos especiales equipados con algún arma blanca, pero la esencia del combate es la misma. Te obligan a esquivar y contraatacar en el momento oportuno para romper su defensa y dañarles, pero poco más.

Nada que salvar. Análisis de The Quiet Man


Con una narrativa torpe y falta de originalidad, al juego solo le faltaba contar con un discreto reparto de actores protagonistas. Algunos son un auténtico horror interpretativo.
Con una narrativa torpe y falta de originalidad, al juego solo le faltaba contar con un discreto reparto de actores protagonistas. Algunos son un auténtico horror interpretativo.


Lo terrible es que o actúas así o no hay forma de dañarles. No porque se protejan, que a veces lo hacen, sino más bien porque los puños del protagonista atravesarán a su enemigo como si no existiera. Podrás pasarte un buen rato pegando puñetazos y patadas al aire mientras el contrario se queda ahí delante, pasmado, imagino que pensando por qué diablos ha decidido aparecer en este videojuego. No es su culpa. Lo programaron para estar ahí, pero lo hicieron mal, muy mal, y eso provoca que a veces también algunos errores te impidan proseguir la partida, llevándote a repetir un capítulo completo. En otra situación… bueno, vale, lo puedes tolearar; pero un título tan nefasto como The Quiet Man se convierte en la peor de las torturas. Y es algo que me ha pasado en dos ocasiones, incluido el combate final.

Terribles son también las transiciones entre escenarios. Peleas, le das la paliza de su vida a cuatro pandilleros… ¡y vuelta a empezar! Es una sucesión de niveles sin gracia, sin exploración, sin emoción en las cinemáticas que a veces encuentras por el camino. Antes hablaba de enemigos finales, de jefazos, pero el mayor rival a batir es el aburrimiento. Vencerle es ya de por sí un logro, pero ya os digo que no merece la pena. ¿La historia? Podría estar bien porque las partes con actores muestran una buena factura técnica y, ciertamente, hay transiciones que presentan un buen nivel, pero cuesta horrores sobrevivir al tedio de ver a los implicados hablar sin entender ni saber qué dicen. Lo que más me molesta es comprobar cómo el protagonista, a veces, sí les entiende y les responde, pero tu sigues sin tener subtítulos para, como poco, hacerte una idea de qué está pasando.

Nada que salvar. Análisis de The Quiet Man


Los rivales son peleles con patas que te miran y… poco más

Más allá de este detalle, que como experiencia puede resultar interesante, la historia es una bobada con elementos inspirados en la obra de David Lynch, pero obviamente sin el gusto y talento de este genio del cine y la televisión. Lo peor es que pronto estará disponible la experiencia de juego con sonido, al estilo tradicional, para que aquellos que han completado The Quiet Man puedan iniciar una nueva partida con voces. Y yo me pregunto, ¿hay alguien dispuesto a ello? Sería como escapar del infierno y lanzarse de nuevo a las profundidades del averno. Así que sintiéndolo mucho, que no cuenten conmigo. Y me apena de verdad. Human Head Studios es un equipo que me gusta. En su día me hicieron disfrutar de su aventura de acción Rune, y como tantos otros, gocé de Prey y lamenté muchísimo la cancelación de su secuela. Pero esto es otra cosa. Esto es un insulto que nadie merece.

Espantoso

No recomendado
Nada que salvar. Análisis de The Quiet Man

The Quiet Man

Por: El equipo de 3DJuegos
No recomendado

The Quiet Man es posiblemente uno de los peores videojuegos que hemos probado en mucho, mucho tiempo. Como beat 'em up es un auténtico despropósito; simple, falto de originalidad y de la emoción que esperas de un juego de peleas, pero tampoco en lo narrativo cumple lo más mínimo. ¿Sin sonido? La experiencia podría haber estado bien, pero tal y como se presenta, es un completo desastre.

  • La agonía acaba pronto, en poco más de 2 horas
  • Terrible sistema de combate: con fallos, sin gracia, simplón
  • Monótono y carente de emoción. La acción no varía ni un ápice
  • La historia es un chiste. La ausencia de sonido, una característica mal aprovechada
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español y voces en inglés
Duración: 3-4 horas
Ver requisitos del sistema
Comentarios cerrados
VÍDEO ESPECIAL

12.876 visualizaciones

100 DETALLES OCULTOS de RED DEAD REDEMPTION 2

¿Qué detalles ocultos guarda Red Dead Redemption 2? En el video de hoy os presentamos más de 100 curiosidades distintas acerca de la aventura de Arthur Morgan y de John Marston que nos presentó Rockstar Games en 2018.