Las carreras más frenéticas y trepidantes en plan futurista vuelven a la actualidad después de bastante tiempo de sequía. Analizamos todo lo que nos ofrece el nuevo arcade de velocidad del equipo de 3DClouds que lleva por nombre Xenon Racer.
Adoro los arcades de velocidad, un subgénero que normalmente me proporciona ratos más gratificantes que los que son capaces de ofrecerme los simuladores más realistas. Y dentro de este tipo de videojuegos de conducción, confieso que siento una verdadera pasión por los arcades de velocidad de orientación futurista: supongo que el F-Zero original de SNES me marcó para toda la vida.
Para desgracia de todos aquellos que, como yo, disfrutamos mucho con este tipo de propuestas, dicho estilo de títulos ha sido ninguneado por las compañías desde hace ya muchos años. Lejos quedan los tiempos en los que Xtreme G, Wipeout, la propia saga F-Zero y demás producciones similares acaparaban elogios y la atención por parte de los medios y de los jugadores. Ahora tenemos que conformarnos con, muy de vez en cuando, echar el guante a obras de carácter más "modesto" (por expresarlo de alguna forma) que algún estudio osa acometer. Ese es justamente el caso del videojuego que pasa por nuestro análisis, Xenon Racer, el cual está disponible para todos los formatos de juego actuales.
La premisa que nos ofrece este título es disfrutar del deporte de moda del año 2030: la World Federation Racing. Un deporte de motor más o menos “vintage” para la época dado que los vehículos híbridos (funcionan gracias a la electricidad y al gas xenón) que participan en él poseen ruedas. Un deporte al que hemos sido invitados por cortesía del estudio 3DClouds, quienes han sido capaces de firmar un trabajo notable… pero que podría haber sido todavía mejor a poco que se hubieran cuidado un par de aspectos importantes relacionados con su vertiente jugable. Pero de eso hablaré algo más tarde.
Xenon Racer y su potencia híbrida
Aquellos usuarios que estén familiarizados con la saga mítica de Namco Ridge Racer van a sentirse como en casa con este juego porque, como seguro que muchos intuís con este inciso, gran parte de la gracia que nos proporciona la jugabilidad guarda un estrecho vínculo con el arte del derrape.
La premisa básica que nos presenta Xenon Racer es tan sencilla como participar en carreras en las que ocho pilotos deben demostrar su pericia tratando de alcanzar la línea de meta en primera posición. Y para ello es necesario dominar el derrape mejor que el resto, dado que gracias a dicha técnica es posible ir rellenando una barra de turbo (llamada ERS) que resulta fundamental para conseguir victorias, os lo aseguro.
El control es por tanto totalmente arcade y resulta bastante sencillo hacerse con él. ¿Quiere esto decir que es un título fácil en el que es posible registrar un elevado número de victorias? Para nada, pero no por que el manejo sea malo ni, tampoco, muy exigente… qué va. El gran problema que presenta Xenon Racer tiene que ver con la extrañísima inteligencia artificial que poseen los pilotos controlados por la CPU. En bastantes ocasiones me ha pasado ir ganando una carrera cómodamente durante las dos primeras vueltas… y acabar casi en última posición al final de la tercera y definitiva. Y no por haberme relajado o cometer errores en la conducción, para nada, sino por el absurdo “hándicap activo” realmente mal ajustado que ostenta el juego. O sea, que de repente la CPU decide “chetar” a los rivales y se acabó lo que se daba, es imposible pillarles por muy bien que pilotes.
Manda el espíritu arcade, y como tal la base consiste en dominar el derrape
¿Es suficiente este defecto para arruinar la experiencia de juego que nos ofrece Xenon Racer? Afortunadamente no del todo porque tampoco es algo que se dé continuamente en todas las pruebas. Es más, a veces incluso sucede lo opuesto, es decir, que si vamos mal casi parece que nos esperan, hecho que tampoco ayuda en nada a la jugabilidad. Pero sí que resta interés a las competiciones offline en las que podemos participar, eso es incuestionable. Y es una pena, porque por lo demás se trata de un juego realmente estimable en global.
Para empezar, el número de modos de juego que alberga es más que estimable. Xenon Racing Championship, multijugador a dobles a pantalla partida, Partida Rápida o Ventaja son algunas de las opciones que presenta Xenon Racer. Y a todas ellas se añade el modo online, que permite la participación de hasta ocho jugadores, si bien durante mis sesiones de juego y por razones evidentes no gozaba todavía de demasiada actividad.
También es destacable la suculenta oferta de circuitos en los que es posible pisar a fondo, todos ellos localizados en lugares tan diversos como Miami, Tokio, Canadá, la costa azul francesa y demás exóticas localizaciones. Sumad a esto un número de vehículos disponibles más que decente (vehículos que además son personalizables) y obtendremos un arcade bastante completo… que encima posee un acabado estético convincente.
El Unreal Engine ha sido utilizado con bastante solvencia y ha permitido a los desarrolladores recrear escenarios bastante detallados y coches modelados con mucho gusto. Pero lo más impactante es la sensación de velocidad que nos depara cada carrera, sobre todo si jugamos mediante las vistas interiores (hay tres de ellas disponibles y dos exteriores)
Un aspecto técnico bastante trabajado que ha sido secundado por un apartado sonoro solvente pero que tampoco destaca por nada en particular, sobre todo su desazonada banda sonora (esperaba algo más de ella).
Los amantes de los juegos de velocidad futurista pueden degustar un nuevo título perteneciente a dicho (y algo maltratado últimamente) subgénero. Xenon Racer es un juego que no es el mejor representante de su categoría debido principalmente a su desajustada y descompensada IA, que reduce bastante la diversión que arrojan sus diversos modos de juego offline. Sin embargo aspectos importantes como el control, la variedad de circuitos disponibles y la disposición gráfica sí que alcanzan unos niveles notables, compensando en parte dicho menoscabo.
Comprar Xenon Racer- Es un título muy vistoso en líneas generales
- El manejo responde bien, incluyendo todo lo relacionado con los derrapes
- Buena gama de modos de juego, recorridos y demás opciones.
- La inteligencia artificial de los rivales está mal ajustada.
- No plantea nada nuevo dentro de su género… ni lo intenta siquiera.
- Ciertos aspectos jugables no han envejecido bien del todo.
- La banda sonora no despunta como debería.
