“Si puedes soñarlo, puedes crearlo”. Con esta frase célebre, procedente del fundador de la escudería de Manarello - Enzo Ferrari - comienza el espectáculo automovilístico de los caballos rojos más poderosos del mundo del motor. Descubrir los míticos y más novedosos bólidos del Cavallino Rampante puede ser toda una experiencia, aunque a altos niveles los resultados de carrera no siempre acaban siendo los esperados.
El mundo de la competición siempre ha sido algo que ha rodeado a la escudería del Cavallino Rampante, más conocida como Ferrari. La empresa que hoy en día se conoce por sus inalcanzables coches deportivos y por las “flechas rojas” de la Fórmula 1 cede su licencia a System 3 para que, a cambio de unos cuantos euros, vivamos una experiencia realista de conducción delante de nuestro televisor.
La idea, por supuesto, no es nada nueva, contando con brillantes precedentes por parte de SEGA, su potente placa AM2 y una recreativa que pasó a la historia por su gran éxito. Los más entendidos sabrán que estamos hablando de F355 Challenge, videojuego que recibió incluso un “port” para la vanagloriada Dreamcast.
No obstante, ya han pasado algunos años desde que el modelo F355 estuviera de radiante actualidad. En la industria automovilística los tiempos cambian, y esa es una de las razones por las que en Ferrari Challenge Trofeo Pirelli tenemos que hablar ya del modelo F430, claro protagonista de una competición que nos hará recorrer todo el globo para competir en localizaciones de Europa, EEUU y, cómo no, la casa de los ferraristas: Italia.
Los Ferrari pierden caballos en Wii y PS2
El estilo arcade, como en el caso de SEGA, va a ser el denominador común en todos los modelos que descubramos y en cada uno de los quince circuitos disponibles. Sin embargo, la desarrolladora británica Eutechnyx no ha hecho lo suficiente como para crear una experiencia de juego convincente, mucho menos si tenemos en cuenta que las versiones de PS2 y Wii han resultado tremendamente perjudicadas con respecto a lo visto en PlayStation 3.
Parece que se les ha dedicado menos tiempo, dejando sin aprovechar el modesto pero interesante potencial de unas máquinas que, especialmente en Wii, muestran un apartado gráfico desfasado y sin detalle, echando por la borda cualquier intento por conseguir algo de definición en los elementos del escenario o del propio coche, el cual luce incluso con más reflejos en PS2.
Al menos, los circuitos son fieles a los de la realidad, encontrando en este sentido recreaciones de escenarios automovilísticos tan representativos como Monza, Silverstone, Spa, Hockenheim, Paul Ricard o Redwood Park. Los bordillos, el césped, las puzolanas y las gradas gozan de una aceptable calidad, pero poco más se puede decir de un título donde la lluvia no parece tal si no miramos al suelo y vemos el, eso sí, bien conseguido reflejo de los coches sobre él.
Brake, Brake, Brake!!
Ferrari Challenge Trofeo Pirelli goza de unos modos de juego similares a los que podemos encontrar en PlayStation 3. Esto incluye un Tutorial (en el que dar dos vueltas a una pista con los comentarios de nuestro profesor), la Carrera Rápida, la modalidad Arcade, el modo Trofeo, un Time Trial y la opción Challenge, dividida en varios fines de semana donde disputar clasificaciones y las posteriores carreras.
En resumen, un conjunto bastante completo pero que, vista la calidad general del título, hace que al jugador le resulte poco atractivo el progresar en un videojuego que acaba por hacerse lento, debido sobre todo a que los trazados nos parecerán cada vez más largos.
A esto puede influir la escasa calidad en la Inteligencia Artificial de los pilotos rivales, además de un sistema de daños bastante superficial. Sin embargo, esto último puede tener una explicación en el hecho de que la compañía de Enzo Ferrari no vio con buenos ojos que sus extraordinarios bólidos acabaran convertidos en chatarra al final de la carrera. Por esta razón, los impactos acaban pareciendo poco realistas y, si acaso, sólo va a ser posible ver volar algún parachoques, capó o retrovisor cuando nos estrellemos contra las protecciones de la pista a una muy alta velocidad.
Ferrari Challenge acaba la carrera en los puntos
Ferrari Challenge: Trofeo Pirelli no es, después de todo, un videojuego a olvidar, pero le queda mucho como para poder competir con otros títulos del género. Una de las razones está en que no se han aprovechado las posibilidades online de la blanca de Nintendo, aunque resulta más perjudicial aún para el producto que no haya sido capaz de ir más allá en términos multijugador, puesto que la obra de Eutechnyx está destinada al jugador solitario.
Existen algunas opciones adicionales que pueden hacer atractivo al título, como es el caso del Showroom (para adquirir nuevos modelos de coches) o el Reto de Cartas (para competir con la CPU mediante cartas de coches en virtud a una serie de parámetros como potencia del motor o velocidad punta), pero el conjunto jugable la verdad es que deja bastante que desear, incluido el apartado sonoro.
La música “techno” no le viene bien al título, al igual que unos efectos de sonido poco elaborados y que, por desgracia, están al nivel del resto de apartados del videojuego. Tal vez su jugabilidad sea su mayor virtud después de todo, pero sus múltiples carencias deben hacer pensar al jugador si quiere un título así para su consola Wii o PS2.
Si bien Ferrari Challenge Trofeo Pirelli era un más que correcto videojuego en PlayStation 3, lo que hemos recibido en Wii y PS2 no es más que un mal reflejo de los potentes bólidos rojos que salen todos los años de la fábrica de Manarello. En ambos casos, y sin tener mucho en cuenta el deficiente apartado visual, faltan opciones de juego, una buena experiencia de conducción y opciones multijugador que convirtieran a este título en un rival a tener en cuenta dentro del competitivo y exigente género de la conducción.
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