Una de las propuestas de naturaleza indie más curiosas de lo que va de año acaba de aterrizar en los principales formatos. En su análisis profundizamos en lo que nos ofrece esta nueva aventura llamada Degrees of Separation.
Los jugadores que siempre andan buscando disfrutar de experiencias diferentes seguramente van a dar a Degrees of Separation una oportunidad. Estoy convencido. Y la razón es que, sin ser la aventura más interesante que jamás he tenido la ocasión de probar, sin duda uno de sus elementos principales del que enseguida voy a hablaros sí que resulta bastante novedoso… al menos hasta cierto punto.
Lo que pasa es que el trabajo del estudio Moondrop flojea en determinados aspectos, sobre todo en uno: su poco pulido apartado técnico. Sí, es un juego que como podéis observar goza de una línea estética muy cuidada y luce bastante bien en imágenes, pero por desgracia también esconde varios defectos de carácter técnico que incluso afectan a la jugabilidad. Y debido a eso la aventura en conjunto pierde bastantes puntos como más tarde explicaré.
El argumento es de esos en plan minimalista y, de hecho, los dos protagonistas principales (Ember y Rime) no emiten una sola palabra durante su viaje. En su lugar, la voz cálida de una narradora nos va contando en inglés (con subtítulos en español) los pormenores de la historia que, básicamente, tiene que ver con dos mundos opuestos que se encuentran en problemas. Por un lado está el mundo helado de Rime y, por el otro, el de Ember, mucho más cálido. Y como seguro que ya estáis imaginando, Rime posee la capacidad de dominar el poder del hielo y Ember el del calor.
Metroidvania bipolar y cooperativo
Precisamente en dicha bipolaridad de los protagonistas se centra la gracia de este Degrees of Separation, dado que ambos afectan de manera decisiva en ciertos elementos que se encuentran en los fondos y gozan de ciertas aptitudes únicas. Rime, por ejemplo, es capaz de congelar el agua y caminar por encima de dicha superficie; mientras que Ember puede respirar debajo del agua. Frío y calor son las claves que nos permiten ir dilucidando los múltiples puzles que nos va deparando la aventura.
Unos rompecabezas tan numerosos como, en su mayoría, no demasiado desafiantes. De hecho es justo señalar que el nivel de dificultad que ostenta el juego es bastante bajo. Es más, ahora que lo pienso, los personajes no mueren en ningún momento, por lo que los únicos obstáculos que deben afrontar durante su periplo son justamente dichos puzles. ¿Y cómo han sido concebidos dichos rompecabezas, gozan de un buen diseño? Pues hay de todo, aunque lo cierto es que si bien algunos de ellos sí que muestran un diseño bastante interesante, muchos de ellos pueden ser resueltos de maneras bastante similares entre sí (algo habitual en estos juegos, por otra parte).
La mayor virtud que presenta Degrees of Separation tiene que ver con el modo cooperativo local
Más allá de los puzles, el título presenta una vertiente bastante destacada que tiene que ver con la exploración. Para tratar de insuflar algo más de complejidad al desarrollo, Moondrop ha otorgado a su obra cierto carácter Metroidvania. Es decir, que es posible explorar con libertad las diferentes zonas de los escenarios y volver atrás para acceder a nuevas áreas. El problema de esto es que precisamente el diseño de esta característica no es precisamente la mejor cualidad que ostenta el título y, en mi opinión, dicha implementación parece un tanto forzada. Pero bueno, en cualquier caso algo más de gracia sí que añade al desarrollo de la aventura, así que una cosa por otra.
Sin embargo, la mayor virtud que presenta Degrees of Separation tiene que ver con el modo cooperativo local (no online) que incluye esta producción y que, sin duda, se convierte en la mejor forma de disfrutar del viaje de Rime y Ember. En este sentido y más allá de tener que colaborar para solventar los rompecabezas, ambos jugadores gozan de total libertad de acción para viajar de un punto a otro de los escenarios, dado que cuando los dos protagonistas se alejan bastante uno de otro, el título “tira” de pantalla partida vertical para seguir las evoluciones de los dos.
Si jugamos en solitario, podemos alternar el control de ambos personajes con un botón y, de la misma manera, pedir al otro que nos siga o que se quede en un lugar determinado. Desafortunadamente, en ciertas ocasiones este sistema falla y se dan momentos en los que te gustaría asesinar al personaje que supuestamente debería seguir tus indicaciones. Pero bueno, también es cierto que estos problemas son menores y, además, la baja dificultad que presenta el título suaviza mucho este defecto… algo que no sucede con todo lo relacionado con su apartado técnico.
Problemas con la IA y demás errores terminan afectando negativamente a la experiencia
Estamos ante un videojuego que posee aciertos y errores, aunque pesan más los segundos en mi opinión porque terminan afectando a la jugabilidad. En su favor, lo más destacado de todo es la sugerente línea artística que presentan los decorados y que, en más de una ocasión, nos alegran la vista con paisajes de una belleza realmente desbordante. Por el contrario, la apariencia de los personajes no está tan conseguida y se limita a ser funcional, acentuándose en lo relacionado con sus animaciones, que me han parecido bastante mundanas en general.
A pesar de esto último, lo peor de todo es que es un título que posee numerosos bugs, al menos en la versión que he probado. Puntos de control mal situados y que en ocasiones no parecen funcionar bien, cuelgues, problemas con la detección de los objetos, problemas con la IA cuando jugamos en solitario y demás errores terminan afectando negativamente a la experiencia de juego. Espero que los desarrolladores puedan arreglar la mayor cantidad de estos problemas mediante un parche porque, de esta forma, la aventura ganaría enteros.
El sonido se muestra más sobrio, con melodías que se limitan a acompañar la acción sin demasiadas pretensiones (salvo algún que otro tema más inspirado puntual) y efectos acertados pero bastante escasos. Una faceta que se complementa por una narración en inglés con textos en español bastante lograda.
Esta nueva propuesta de estilo metroidvania tiene su puntito de originalidad y nos ofrece una mecánica de juego en la que la colaboración entre dos personajes que poseen habilidades únicas es la clave. Además posee una línea estética muy vistosa y algunos de los puzles que debemos superar gozan de un buen diseño, si bien su desarrollo también peca de resultar demasiado inconsistente en ocasiones y posee fallos y bugs importantes. Aun así, Degrees of Separation es un título meritorio dentro de su género, brillando de manera especial en su vertiente cooperativa local.
- La vertiente cooperativa local resulta bastante llamativa
- El diseño de algunos puzles es notable
- Artísticamente nos regala estampas de gran vistosidad
- La mecánica de juego metroidvanesca entretiene
- En solitario pierde gracia y resulta algo “incómodo” de manejar
- El ritmo del juego es algo irregular y flojea en ocasiones
- Las animaciones de los protagonistas son mejorables y posee varios bugs reseñables
