Más de 25 años después de su lanzamiento original, Revolution Software trae de vuelta el clásico de culto Beneath a Steel Sky con una secuela que busca ser fiel a las aventuras gráficas de antaño sin perder la oportunidad de modernizarse. En este análisis de Beyond a Steel Sky veremos qué tal le ha salido la apuesta al autor de Broken Sword y uno de los padres del mítico Watchmen.
Como muchos de los que leéis este análisis me crié como jugador entre aventuras gráficas. Aquellos maravillosos noventa fueron un reguero de experiencias inolvidables de manos de estudios como LucasArts, Sierra o la compañía que hoy nos atañe, Revolution Software. La evolución en lo técnico y la aparición de las tres dimensiones acabaron por enterrar aquellas historias que me tenían enganchado durante horas delante de la pantalla del ordenador, escudriñando cada pixel de sus preciosos escenarios, en favor de aventuras narrativas basadas en decisiones. El poco interés del público mayoritario por el género y la tendencia a rebajar por sistema la dificultad en el videojuego, salvo contadas excepciones, han convertido a la aventura gráfica tradicional en un género de nicho.
Por este motivo quiero romper una lanza a favor de Revolution Software y su Beyond a Steel Sky, basado en un videojuego con más de 25 años de historia a sus espaldas. No es fácil retomar un juego que parecía olvidado para el gran público como es Beneath a Steel Sky con la intención de darle una secuela respetuosa con su legado, que sepa contentar a los jugadores clásicos, y a la vez adaptarla a los tiempos que corren sin recurrir a un juego de corte "point and click". Beyond a Steel Sky no es perfecto, comete errores y tiene algunos puntos oscuros que detallaré en este texto, pero creo que es necesario y justo expresar mi reconocimiento a Revolution Software por la valentía que ha mostrado al tratar de adaptar el género sin desvirtuar su esencia.
De vuelta a Union City
Beneath a Steel of Sky fue un título que consiguió hacerse un hueco entre los jugadores no sólo por tratarse de una aventura gráfica difícil y con un trabajado sentido del humor. Aquel título indagaba en un universo cyberpunk que planteaba cuestiones éticas en el jugador. La tiranía de las máquinas y la supeditación del ser humano a los procesos productivos dentro un sistema de clases fueron los temas que lo convirtieron en una obra tan preciada para muchos. Lo cierto es que su temática ahondaba en conceptos innovadores hace 26 años que se han visto reflejados en nuestra sociedad actual en mayor o menor medida.
En esta segunda entrega Revolution Software vuelve a poner temas interesantes sobre la mesa. La dictadura paternalista, la opresión de las redes sociales y el arribismo son sus motivos principales. Beyond a Steel Sky es una crítica ácida a muchos de los problemas que nos atañen hoy en día, el estado de bienestar y la explotación de terceros por la satisfacción de una sociedad deshumanizada o, el rechazo a lo desconocido son conceptos en los que el título ha sabido sumergirse con elegancia dejando al jugador crearse durante toda la experiencia una idea propia a la que sabe responder de manera concreta en sus últimos compases. No es imprescindible haber jugado a Beneath a Steel Sky, pero este Beyond a Steel Sky es un claro homenaje a su predecesor. En muchas secciones vamos a encontrar múltiples referencias a los acontecimientos de su precuela y resulta especialmente satisfactorio ver que Revolution Software ha sabido respetar su propio legado en términos argumentales. Sin duda, se disfruta mucho más de la experiencia teniendo frescos algunos de los momentos y personajes que conocimos en 1994.
El programa cuenta con una narrativa cerrada, no hay elecciones que cambien el curso de los acontecimientos. Charles Cecil y Dave Gibbons han sabido construir una historia que enlaza de manera coherente con lo que se nos contó en el primer juego. No obstante, Beyond of a Steel Sky no se libra de tener algunos vacíos en su narrativa a los que no sabe contestar de la manera apropiada. No termina de quedar claro cómo la IA que gobierna este mundo ha llegado al punto en el que está y desdobla a un personaje clave sin argumentar de manera sólida este hecho. Puedo que esto sea buscarle el "pelo al huevo", pero es algo que chirría dentro del conjunto de una historia bien escrita que recuerda por momentos al capítulo de Black Mirror "Caída en picado".
Beyond a Steel Sky es un claro homenaje a su predecesor
Si bien el trasfondo del juego y los hechos básicos del mismo quedan razonablemente claros, Beyond a Steel Sky ve deslucido gran parte de su buen trabajo por culpa de un sistema conversacional poco intuitivo. Al igual que otros muchos juegos como Fallout 4 o Mass Effect las conversaciones se limitan a meros conceptos en una interfaz minimalista. Algo que se puede entender en títulos que basan su propuesta en un corte más enfocado a la acción, pero que supone un menoscabo en un juego que pide a gritos líneas de diálogo completas. En demasiadas ocasiones me he visto sumergido en conversaciones repetitivas e infructíferas por culpa de este sistema. Esto se agrava por el hecho de que esas pistas de diálogo muchas veces se alejan demasiado de lo que en principio se puede esperar y de que las nuevas opciones conversacionales se muestran a través de una flecha verde que desaparece al poco tiempo, algo que siembra el caos entre aquellos que gustan de descubrir todas las opciones de diálogo. Salvando este punto, Beyond a Steel Sky consigue transmitir un sentido del humor fino e irónico que seguro que gustará a los adeptos al género.
Los puzles, su mejor faceta
Llevar el género de la aventura gráfica a un sistema de control y cámaras actual es un proceso complejo. Beyond a Steel Sky consigue un buen resultado en este punto gracias a una perspectiva en tercera persona que se maneja bien con teclado y ratón sacándole, eso sí, todo el partido con mando. Los escenarios del juego son limitados, en total suman una decena, pero todos ellos saben transformase de manera satisfactoria a las exigencias del guión. Moviéndonos de forma libre por todos ellos encontramos objetos con los que interactuar, limitándose el programa a acciones contextuales como examinar, hablar, dar o usar. Al final estamos ante una evolución lógica de la moneda de acciones que ya se venía utilizando tiempo atrás. El sistema es similar al de títulos como Life is Strange, quedando resaltados mediante un punto los objetos con los que podemos interactuar. El resultado es limpio en la interfaz y está lo suficientemente equilibrado para mantener la sensación de búsqueda sin dar demasiadas pistas al jugador.
Los puzles son el mayor acierto de Beyond a Steel Sky, en conjunto saben ser lo suficientemente desafiantes para el jugador sin caer en excesos que superen los límites del pensamiento divergente. Muchos de ellos son divertidos e ingeniosos y, aunque no tenemos muerte permanente como en el primer juego, puedes acabar repitiendo una zona si te pasas de rosca con algún personaje no jugable o haces algo que no debes. A la combinación habitual de encontrar el objeto necesario para poder avanzar u obligar a algún personaje secundario a abandonar su posición, se le suma una interesante herramienta que posibilita la mecánica central en la resolución de estos puzles: la MINOS Hacker.
Este artilugio permite escanear el entorno en busca de elementos que podamos piratear, siendo especialmente reseñable la apuesta del juego por adentrarse en rompecabezas de sistemas lógicos, plasmando de manera gráfica y sencilla procesos habituales dentro de la programación de sistemas. A través de diagramas de flujo podemos conocer el sistema lógico que lleva a una máquina a hacer una u otra cosa, y gracias a la herramienta alteramos esos desarrollos en nuestro favor incluyendo, además, la posibilidad de que estos procesos afecten a otros mecanismos. Las posibilidades son amplias. Incluso es posible intercambiar partes completas del diagrama entre objetos para acabar ejecutando una acción asignada en principio a un mecanismo al que no tenemos acceso desde otro más cercano.
Los puzles son el mayor acierto de Beyond a Steel Sky
Este sistema resulta lo suficientemente intuitivo para todos los jugadores e invita a ir probando distintas combinaciones que tienen, en ocasiones, resultados tan inesperados como divertidos, consiguiendo no tornarse repetitivo en las 10-12 horas que dura el juego. En Revolution Software son muy conscientes que los tiempos han cambiado. YouTube y las guías de juego son accesibles a todos los jugadores desde cualquier lugar y momento. Quedarse atascado es algo que puede ocurrir en una propuesta como Beyond a Steel Sky, por ello el estudio ha implementado un sistema de sugerencias muy refinado que va a evitar que te frustres y tengas que recurrir a elementos externos.
Este sistema de sugerencias no es invasivo, no vas a tener carteles o indicaciones emergentes que te indiquen qué hacer a continuación si el programa detecta que no avanzas. Desde el menú del juego, pausando la partida, se puede acceder a este sistema de pistas que nos va dando información de manera progresiva. La primera de las pistas es siempre vaga, para desbloquear la siguiente habrá que esperar 30 segundos, siendo una clara invitación del juego a que sigas indagando por tus propios medios. Si aún así no consigues progresar irás desbloqueando más pistas que se irán siendo cada vez más específicas a medida que las activas.
Beyond a Steel Sky se ha decantado por el motor Unreal Engine 4 y un estilo artístico dibujado que recuerda de otros juegos como Tales from the Borderlands, apostando por un estilo de cómic en sus diálogos y algunas de sus cinemáticas que hereda de su antecesor. Los escenarios y elementos en tres dimensiones del entorno se ven muy favorecidos por esta elección. Sin embargo, algunas animaciones de los personajes o expresiones faciales quedan por debajo de los esperable en un título de estas características. Se ha hecho un esfuerzo por dotar a las localizaciones de vida, con múltiples NPC que deambulan por los escenarios y dialogan entre ellos, algo que a priori sería un punto positivo pero que, debido a algunos problemas técnicos acaban por estorbar. En ocasiones se meten entre medias de una conversación o continúan con su rumbo chocándose con nosotros. Además, al entrar en el modo diálogo la cámara juega algunas malas pasadas asistiendo el jugador a una conversación con una pared o algún otro elemento del escenario de por medio.
A estos errores se les suma el hecho de que el juego llega con demasiados fallos técnicos que afectan a la faceta jugable. Algunos elementos con los que a priori deberíamos de poder interactuar no son seleccionables o vemos cómo Robert Foster se aleja hasta el punto contrario del escenario al examinar un objeto. Ninguno de estos bugs es fatal, y creo que se pueden solventar pronto con un parche día uno. El estudio se ha visto afectado por el COVID-19, como ellos mismo han comunicado desde su web, pero algunos de estos problemas pueden llevar a muchos jugadores a situaciones de gran confusión, especialmente teniendo en cuenta el género del que estamos hablando. La buena noticia es que estos fallos se solventan de manera rápida al cargar la partida, algo no te va a llevar a un punto demasiado lejano del progreso gracias al autoguardado del juego, pero que, no por ello deja de resultar molesto. En el apartado sonoro destacan especialmente las composiciones orquestadas del juego, resaltando el tema principal que no tiene nada que envidiar a otras producciones de presupuesto elevado. El casting de voces en inglés es algo corto, pudiéndose detectar con facilidad la repetición de actores para distintos personajes, algo que a pesar de ser evidente, no lastra el buen trabajo llevado a cabo con los personajes principales. El juego llega íntegramente traducido al castellano con la salvedad de un par de líneas de diálogo sueltas que han quedado en inglés.
Mentiría si dijera que no he disfrutado de Beyond a Steel Sky y su historia, con los temas sobre los que reflexiona, que me parecen interesantes y adultos. En muchos puntos es un homenaje digno de su predecesor, lográndolo especialmente bien en la faceta más puramente argumental y en sus mecánicas de aventura gráfica moderna gracias al sistema de hackeo. Pese a todo, los bugs afean el resultado final y algunas decisiones de diseño terminan por dejarnos con una aventura gráfica interesante, sí, pero lejos de las más grandes del género.
- Coherente y respetuosa de Beneath a Steel Sky. Su historia es interesante
- La herramienta de pirateo abre un buen abanico de posibilidades en los puzles
- Su sistema de sugerencias es muy respetuoso con el jugador y mantiene el desafío
- La implementación de diálogos es caótica y poco intuitiva
- El acabado en cuanto a animaciones y expresión facial está falto de pulido
- Algunos bugs pueden resultar muy molestos si bien no son fatales
