Con la cercanía de PS5 y Xbox Scarlett, podríamos pensar que eFootball Pro Evolution Soccer 2020 sería una entrega de transición. ¿Lo es? En modos esperábamos novedades, pero sobre el campo los cambios son sutiles pero de enjundia. La respuesta a la pregunta la tienes en el análisis de PES 2020.
De Konami podemos decir muchas cosas. Una auténtica potencia en los años 80, con un catálogo espectacular para plataformas como MSX, una compañía de referencia en los 90 y, con el cambio de siglo, un desinfle gradual que le ha llevado a abandonar algunas de sus grandes franquicias y a confiar todo al talento de personalidades como Hideo Kojima, Seabass o Koji Igarashi. Ahora, que incluso ellos han salido del antaño gigante nipón de los videojuegos, en cuestión de software alejado de sus millonarios pachinkos y pachinslots, en años como este se lo juegan todo a una carta: PES 2020. Y se nota que van con todo, su fútbol lo agradece.
El simulador deportivo cambia este año su nomenclatura, apostando por un eFootball que sirve para dejar claras las intenciones de la marca en cuestión competitiva. A falta de otras franquicias y, con fracasos recientes como Metal Gear Survive, buscan ahora garantizar la longevidad de un título que no solo se alargará con este factor eSport más que en años precedentes, sino que también cuenta con la gran baza de la Euro 2020 para mantener el interés de los aficionados a partir de primavera. Ya lo sabes: ahora no solo importa vender juegos, sino también no alimentar la segunda mano y mantener la fidelidad de los aficionados durante un año entero.
Quitándonos de encima toda la parte aburrida que necesitaba contaros para poner en contexto este eFootball Pro Evolution Soccer 2020 (lo he hecho en dos párrafos, no os podréis quejar), toca hablar de lo realmente divertido. El fútbol. Y, os lo advierto, hay mucho y bueno que contar.
Vídeo Análisis de PES 2020
Afianzando lo Positivo
En los últimos tiempos, hemos visto cómo la saga PES ha venido "encontrando su sitio", por así decirlo. Hace ya bastantes años, una década, la serie daba literalmente tumbos, sin acabar de encontrarse cómoda ni con un estilo más arcade, ni con uno más cercano a la simulación. Cuando la lotería hacía que coincidiera esta manifiesta falta de dirección con una pésima implementación de un motor gráfico nos encontrábamos con picos tan bajos como PES 2014 y el FOX Engine. ¿Por qué es importante destacar todo esto? Porque ya hace tres o cuatro años que se ha decidido un rumbo, uno que considero muy acertado por cierto, y, además, porque se cuenta con un estupendo dominio de una tecnología que antes se resistía. Todos los engranajes están girando correctamente y, así, encontramos entregas tan potentes como este Pro Evolution Soccer 2020.
El esférico sigue teniendo un comportamiento inmaculado
Sin embargo, cuando uno arranca el juego por primera vez y empieza a disputar los primeros partidos puede sentir que el juego es tremendamente continuista. Esta sensación es cierta, no hay duda de eso, pero los cambios que se han introducido este año son sutiles pero importantes, y conviene prestarles atención puesto que ayudan a redondear una experiencia que sobre el campo es fantástica. Para ello se apoyan en cosas que llevan siendo tradición de la saga y, también, en otras que debutan.
Entre las primeras, las más veteranas, encontramos al balón como principal protagonista. El esférico sigue teniendo un comportamiento inmaculado. Pases, disparos o pelotas divididas continúan teniendo ese sello de realismo y, al mismo tiempo, imprevisibilidad del que hacen gala los juegos de Konami siempre. La sensación de peso, los efectos o su reacción ante determinados condicionantes como el cuerpo del jugador son de sobresaliente. Este año con algunos aderezos como, por ejemplo, el divertidísimo resultado que depara cuando corre por superficies especiales como un suelo mojado en un partido lluvioso.
Y mencionamos a los jugadores porque, poco a poco, continúan su camino de mejora. Todo lo relacionado con forcejeos por balones aéreos, pugnas por pelotas sueltas o los clásicos encontronazos en el área (o fuera de ella), PES 2020 los resuelve con naturalidad y eficacia. Esto, que podría parecer de perogrullo, hasta hace un tiempo no era así ni mucho menos, y nos habla de un perfeccionamiento progresivo que desemboca en esta entrega, donde las cosas se han hecho verdaderamente bien en este sentido.
Los regates, en cambio, no nos cuentan una misma historia de evolución, sino más bien de cambio. Aquí encontramos un nuevo sistema para este año. Uno que, como algunos otros aspectos del título, ha contado con el asesoramiento de Andrés Iniesta y que permite hacer los movimientos con el stick derecho del pad de una forma más sencilla pero igual de efectiva que antaño. Se trata más de acertar con el tipo de maniobra que queremos hacer y con el momento exacto de ejecutarla, que de memorizar complejísimas combinaciones de sticks y botones. Konami camina en la misma dirección que el resto de la industria a la hora de lograr cierta accesibilidad, pero no sacrifica nada de posibilidades. En este sentido, y para tener un control total, siempre recomiendo pasarse por los útiles entrenamientos; sin embargo la cosa es tan intuitiva ahora que también se le puede ir “cogiendo el truco” sencillamente a base de practicar.
Lo mismo pasa con pases y disparos que, aunque no muestran cambios tan drásticos, también reflejan mucho mejor cosas como la posición del cuerpo del jugador. Aquí, por ejemplo, sí recomiendo en mayor medida pasar unas horas completando todas las prácticas hasta lograr, al menos, una medalla de plata en ellas. La conclusión, sin embargo, es la misma: ajustes aquí y allá para conseguir una experiencia tan potente como no habíamos experimentado todavía en esta generación en la serie.
Los porteros, en última instancia, son uno de los puntos más delicados de los Pro Evolution Soccer y, además, uno de los que más controversia generan entre los aficionados. Yo, personalmente, lo tengo muy claro. Su nivel es altísimo desde hace ya varias entregas, y aquí vuelven a exhibir unos reflejos felinos y unas estiradas formidables. Siendo un poco crítico, la mayoría todavía titubean en exceso en los balones centrados desde los laterales, aunque no puedo acusarles de falta de realismo por ello ya que algunos porteros de primerísimo nivel tienen serios problemas a la hora de ser valientes y tratar de atajarlos. Por otra parte, también me gustaría que la agresividad con la que los arqueros salen a pugnar por balones divididos a la frontal del área cuando la defensa de su equipo está adelantada se tradujera en una actitud idéntica en los mano a mano. Sí, salen más que en el pasado a achicar al delantero, pero todavía hay algunas situaciones incomprensibles en las que se quedan clavados sobre la línea de meta hasta que el delantero está demasiado cerca, concediéndole una ventaja excesiva a innecesaria. Como digo, parece que la cosa se va corrigiendo poco a poco y, desde luego, son problemas menores cuando la mayoría de los aficionados invierten casi todo el tiempo en partidas multijugador donde su rival puede resolver esa deficiencia apretando el botón Y/triángulo para reducir espacio al ariete rival.
Como puedes ver, no hay grandes cambios drásticos para una Konami que ha apoyado muy adecuadamente en la siempre útil política del “si no está roto, no lo toques”. Así, nos encontramos un juego que se limita a apuntalar todo lo que hemos venido viendo en los últimos cuatro años. ¿Qué tal todo lo demás?
Modalidades de Juego
Si prácticamente solo se pueden decir cosas buenas de PES 2020 en lo tocante al terreno de juego, las conclusiones no son iguales en cuanto a su oferta de modos. Aquí hay novedades interesantes, pero se nos antojan algo cortas para estar a la altura de lo que se ofrece sobre el verde.
La gran promesa era contar en PES 2020 con una Liga Master con muchos cambios y lo cierto es que la sensación es algo agridulce. Ahora la experiencia es mucho más cinemática, y es un detalle que se agradece. Los momentos clave de la temporada se representan con cuidados vídeos en los que nosotros, el manager, aparecemos llevando a cabo determinadas acciones. Ruedas de prensa, dirección de entrenamientos, charla con jugadores… Es cierto que cuando llevas muchas temporadas la fórmula se agota rápidamente por repetitiva, pero el detalle es curioso. Me gusta.
El entrenador podemos definirlo en cuanto a nombre, nacionalidad y aspecto, aunque no con el detalle con el que lo hacíamos en juegos como el anterior. Si había un potente editor por aquel entonces, uno que nos permitía hacer cuidados alter egos o auténticas locuras con su look, en esta ocasión sencillamente hay un listado de managers entre los que elegir. Algunos con aspectos predeterminados, y otros con el modelado de antiguos futbolistas (también entrenadores) del calibre de Ruud Gullit, Diego Armando Maradona o Lothar Matthäus. Todos ellos, eso sí, con un aspecto impecable.
Nos encontramos un juego que se limita a apuntalar todo lo que hemos venido viendo en los últimos cuatro años
A parte de esto sigue el mismo énfasis por los entrenamientos a la hora de potenciar a nuestros futbolistas y, así mismo, idéntico empeño por hacer de las negociaciones un trámite ligero y ágil con el que poder llevar a cabo transacciones para mejorar nuestra plantilla. Siempre ha habido algunas opciones, por ejemplo, la frecuencia de los períodos de traspasos. Pero esta vez hay alguna alternativa más dentro de la dificultad o de la holgura del presupuesto para ejecutar nuestros fichajes y renovaciones. Eso sí, siguen sucediéndose de vez en cuando algunas situaciones un tanto ilógicas en cuanto a las ofertas se refiere. Nada grave, desde luego, pero que en ocasiones rompen un poco la magia que tanto cuida el título en otros aspectos.
myClub, ya dentro de las opciones online, es la gran estrella. Sin embargo, la sensación es de que no se le ha tratado como tal. Es, sin duda, la parte más continuista del título en cuanto a modalidades. Observa algunos pequeños cambios estéticos y determinados ajustes aquí y allá en lugares puntuales (algunas de las novedades se explican en el tutorial de arranque), pero por lo demás es tan continuista respecto a PES 2019 que muchos no notarán la novedad más allá de algunos aspectos relacionados con los interfaces. Había una buena oportunidad ahí para seguir progresando con esta alternativa jugable, pero quizá sea uno de esos ases en la manga que se guardan en la compañía nipona para futuras entregas en PS5 y Xbox Scarlett.
La colección de partidos de exhibición, el de Ser una Leyenda o el clásico modo a temporadas con ascensos y descensos se complementan con un debut el del Match Day. Como es lógico, y a pesar de que he esperado para publicar la review a que se superara el mantenimiento de hoy y las actualizaciones de plantillas y demás, he podido probar solo uno de los eventos puesto que son por tiempo limitado. Habrá que ver en el futuro cómo va progresando esta parte del título, y si convence a los aficionados. De momento, es un añadido estimulante y prometedor, pero no me atrevo hacer juicios de valor más profundos.
Fútbol Espectáculo
El momento en el que se lanza este PES 2020 es delicado por muchos motivos. Encaramos la recta final de una generación y en el último trimestre del año próximo tendremos nuevas videoconsolas; así que en Konami tendrán internamente la clásica división entre la parte del equipo que estará preparando los Pro Evolution Soccer Next-Gen y los que se ocupan de seguir mejorando las entregas anteriores. Pues bien, los primeros todavía no sabemos lo que estarán tramando, pero los segundos han hecho un trabajo formidable.
Un videojuego de fútbol como el que nos ocupa tiene varios focos de atención, y en los principales la compañía nipona ha obtenido un resultado sobresaliente. Los estadios de PES 2020 son la friolera de 52, y están francamente bien recreados. Perteneciendo la mayoría a clubes reales. Las animaciones y los movimientos de los futbolistas, por otro lado, también van en aumento en cuanto a número y calidad. Y los rostros, por último, llevan ya cierto tiempo siendo uno de los baluartes de su saga deportiva, y en esta ocasión lucen mejor que nunca. Hay cada vez menos deportistas con caras genéricas.
Como es lógico, y aunque el nivel general es excelente, los deportistas que mejor aspecto tienen son los que forman parte de los clubes con los que se ha llegado a acuerdos. F.C. Barcelona con Leo Messi en portada, Manchester United o Juventus con el fino Miralem Pjanic en cabeza demuestran que las licencias que hay para todos ellos han dado sus frutos en forma de unas plantillas hechas con un mimo pasmoso. Como ya sabemos, el lanzamiento ha apostado muy fuerte este año por la Serie A italiana, con todos los equipos licenciados para un campeonato que empieza a ganar fuerza tras unos años de muy bajo nivel competitivo hace un lustro. Por si fuera poco, hay equipos de cincuenta selecciones nacionales incluidos en PES 2020, mientras que para disfrutar del modo dedicado de la Euro 2020 que mencionábamos al inicio del análisis habrá que esperar hasta la primavera del año 2020.
Hay mucho por mejorar todavía en los comentarios
Por lo que respecta al audio, es otro de esos apartados donde cada vez se crece más y más, aunque todavía falta un empujón para estar a la altura del resto de facetas del lanzamiento. Por ejemplo, el sonido de los estadios en cuanto a efectos y ambiente está realmente bien, muy logrado. Por su parte, la música ha mejorado mucho su enfoque respecto a hace unos años, cuando había unos temas de score francamente lamentables. Ahora se emplean temas licenciados, de interés desigual, pero con estilos pop o electrónico que encajan bien con la propuesta. El de los comentarios es el asunto que más cojea de todo el conjunto: Carlos Martínez y Julio Maldonado repiten ante los micros un año más, algo que no debería ser ningún problema puesto que son extraordinarios profesionales en sus ámbitos. No obstante, los comentarios parecen algo deslavazados, a menudo inconexos y que acostumbran a entrar algo tarde. Hay mucho por mejorar aquí todavía.
PES 2020 es un videojuego de fútbol fantástico en lo que de verdad importa, todo lo relacionado con el terreno de juego. Eso sí, esperábamos muchas más novedades tanto sobre el césped como en cuestión de modalidades, y si bien las primeras son sutiles pero importantes, las relacionadas con los modos de juego rozan lo inexistente. eFootball Pro Evolution Soccer 2020 parece un videojuego de transición a la espera de la próxima generación de consolas pero, señores... ¡Vaya transición!
- Sobre el campo su visión del fútbol es formidable.
- Los pequeños y sutiles cambios en ritmo o movimientos, que dejan un resultado muy bueno.
- Sigue siendo una opción muy potente para estar entretenidos mucho tiempo.
- La inteligencia artificial es cada vez más robusta y más dura de batir.
- Gráficamente va a mejor. Algunos de los estadios y rostros son sobrecogedoramente reales.
- Esperábamos más novedades para la entrega de este año, en cuanto a modos son casi inexistentes.
- Los comentaristas siguen siendo una de las partes que cojean en el audio.
- La sensación de que, aunque sobre el césped sea brillante, es un juego de transición.
