Los dioses del Olimpo te necesitan, y ayudarles va a ser una de las mejores aventuras que vas a vivir en 2020. En el análisis de Immortals Fenyx Rising descubrirás un fantástico juego de acción en mundo abierto con puzles, emocionantes combates y un sentido de la exploración sobresaliente. Déjate maravillar con la mitología griega y forja tu leyenda en esta gran aventura.
Entiendo las comparaciones. Soy el primero que ha hablado de Zelda: Breath of the Wild para referirme a Immortals Fenyx Rising; para explicar en pocas palabras qué puedes esperar del nuevo trabajo de los autores de Assassin's Creed Odyssey. Ellos mismos han hablado de sus influencias y se han mostrado halagados con las comparaciones con el juego de Nintendo; pero lo cierto es que se le ha criticado mucho por ello tachándolo, incluso, de ser una mala copia. Qué queréis que os diga. Sí, tiene mucho de Breath of the Wild, pero lo importante, lo que realmente marca la diferencia, es que también tiene el corazón de todo gran juego de la saga Zelda. Mires donde mires hay puzles, mazmorras, tesoros y grandes enemigos contra los que batirse en duelo; y nunca, nunca, desaparece esa ansia e ilusión por seguir explorando un escenario que es una auténtica maravilla.
Cada paso que das por la Isla Aurea es un regalo para la vista y para tu propio espíritu aventurero, porque nada hay más apasionante que explorar un gigantesco mundo abierto en el que siempre, siempre hay algo divertido que hacer. He pasado horas sobrevolando este colorido mundo inspirado en la mitología griega, resolviendo puzles, luchando sin cesar, y aún después de haber completado la aventura, tras 33 horas de juego, sigo con ganas de más. Quiero descubrir todo aquello que me dejé por el camino; seguir deleitándome con los rompecabezas, con las mazmorras y los propios escenarios que con tan buen gusto ha recreado el equipo de Ubisoft Quebec. Su trabajo en este sentido es formidable. Hay detalles increíbles ocultos en cada templo, en cada ruina, en cada centímetro de una isla que me ha atrapado como hacía tiempo ningún juego conseguía. Y sí, aquí está muy presente ese espíritu Breath of the Wild que te anima a salir en busca de aventuras, a investigar todo cuanto te rodea por el simple placer de hacerlo.
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La excusa no es otra más que derrotar al malvado titán Tifón que ha escapado del Tártaro despojando de su poder a los grandes dioses del Olimpo; pero bendita excusa. Con mucho humor y 1001 detalles relacionados con la mitología griega, la historia de Immortals Fenyx Rising no es para nada original, pero sí muy disfrutable por el encanto que desprenden sus personajes, por sus bromas e inocencia, siendo Zeus y Prometeo los grandes protagonistas de la función. Son ellos los encargados de narrar nuestra gran aventura, pero lo hacen entre insultos, con ironía, peleándose una y otra vez mientras Fenyx, adalid de la humanidad, lucha por salvar el mundo. A veces se pasa de absurdo, pero el juego también muestra el lado más humano y oscuro de los dioses del Olimpo con algunos diálogos y momentos que son para enmarcar. Más si eres un apasionado de la mitología griega, porque Ubisoft Quebec le ha rendido el mejor tributo posible.
La odisea de Fenyx
Con tantos sitios que visitar y tantas cosas que hacer en el mundo de Immortals Fenyx Rising lo primero que llama la atención es la libertad de acción. Puedes ir donde quieras cuando quieras porque vayas donde vayas siempre habrá algo interesante que hacer. Sube a lo alto de una montaña y otea el horizonte en busca de puzles, cofres del tesoro, materias primas u otros desafíos. Y a partir de ahí… libertad. Tanta que siempre que iba camino de una misión principal terminaba desviándome del camino. Cómo resistirse, si el propio acto de explorar el escenario en busca de pistas ya es de por sí suficiente recompensa. Pero también ayuda el formidable diseño de Isla Aura, que destaca por la densidad de cosas que hacer por metro cuadrado. Además, con variedad.
Los desafíos que propone Immortals Fenyx Rising no son especialmente complejos, pero no lo necesita para hacerte disfrutar a lo grande. Hay desafíos de habilidad basados en el vuelo o el tiro con arco, cofres solo accesibles tras derrotar a un buen puñado de enemigos, puzles que te obligan a sortear trampas mortales mientras mueves cajas de aquí para allí, pruebas musicales o las fantásticas Bóvedas del Tártaro, que son en esencia las mazmorras propias de toda gran aventura que se precie. Hay decenas de ellas repartidas por el mapa, y lo genial es que se sienten únicas y distintas entre sí. Comparten desafíos, claro, hay unas cuantas que son simples arenas de combate, pero siempre encuentran el modo de sorprender con una vuelta de tuerca a retos ya conocidos.
Muchas de estas mazmorras se pueden completar en muy pocos minutos, pero hay otras tantas que son gigantescas, que están repletas de peligros, con cofres secretos que no siempre es fácil alcanzar. Las sensaciones aquí son fantásticas. Hay mucho plataformeo de por medio, pero sobre todo muchos puzles que recuerdan a la saga Zelda. No tenemos la variedad de armas y objetos de esta, es verdad, pero Ubisoft Quebec se las ingenia para aprovechar al máximo las habilidades únicas de Fenyx, que son en esencia las que van a determinar qué puedes y qué no puedes hacer. Con esto quiero decir que sí, eres libre de ir a cualquier lugar desde el principio, pero es posible que entres en una mazmorra que exija levantar a distancia bloques pesados y, por tanto, si no has desbloqueado esa mejora, el juego te avisará para que no pierdas el tiempo. Sales, sigues a lo tuyo, y ya volverás a la acción más adelante.
Puedes ir donde quieras cuando quieras porque siempre habrá algo interesante
Otra excusa más para viajar de un lado para otro siempre en busca de nuevas aventuras, creciendo como héroe, porque al final, paso a paso, irás descubriendo nuevas armas, creando más y mejores pociones, aprendiendo nuevos movimientos de combate o potenciando tu salud y resistencia para que nada ni nadie pueda contigo. Y es una experiencia divertida y gratificante que no pierde fuerza pasen las horas que pasen, pues siempre hay nuevos retos y desafíos con los que sorprenderse; nuevos escenarios con historias interesantes impresas en sus ruinas y templos. Acabé la partida, volví a la Isla Aurea, y tras más de 30 horas aún seguía disfrutando de sus puzles, de sus desafíos y escenarios como el primer momento, lo que dice mucho en favor de Immortals. Y eso que todavía no os he hablado de las grandes mazmorras de los dioses, que son algo así como los templos en The Legend of Zelda. Tienen desafíos únicos y jefes finales, con un diseño más enrevesado que hará disfrutar a cualquier gran aficionado a las aventuras de acción.
La furia del héroe incansable
Hasta ahora me he centrado en la exploración y los puzles, pero esto no significa que el combate no esté a la altura de las circunstancias. Con la esencia de la saga Assassin's Creed, pero con poderes divinos de por medio, la lucha en Immortals Fenyx Rising es tan frenética como divertida. Aquí los enemigos no esperan su turno, ¡van a por todas!, lo que te obliga a esquivar y bloquear constantemente mientras recuperas energía, imprescindible para usar los ataques especiales de Fenyx. Y si bien la acción puede ser algo caótica, tus movimientos deben ser precisos para escapar de la muerte. Más si apuestas por el modo difícil, que sobre todo al principio de la aventura es un buen reto.
Si esquivas en el momento preciso, el tiempo se ralentiza; si bloqueas cuando toca, lograrás aturdir al rival; y si tienes energía suficiente, podrás machacarlo a golpe de martillo, con las lanzas de Ares o el escudo de Atenea. Incluso puedes usar el sigilo para asestar un golpe furtivo que causará mayor daño, o sacar partido del arco para machacar a algunos rivales desde la distancia antes de sumergirte en la lucha de lleno. Me lo he pasado en grande luchando contra el variado repertorio de monstruos mitológicos que acechan en Isla Aurea, aunque lo cierto es que se echan en falta algunas opciones más para que las batallas fueran si cabe más emocionantes. Por ejemplo, solo hay dos tipos de armas, las espadas y las hachas; mientras que los combos se limitan a machacar el botón de ataque ligero o fuerte. Con matices, sí, porque hay combos aéreos y golpes especiales tras ejecutar una esquiva, además de ventajas pasivas derivadas del uso de ciertas armas y equipo defensivo. Pero son eso, pequeños detalles que solo sirven para darle una pizca más de gracia a una lucha que daba para algo más.
Tal vez suena peor de lo que es porque no ha sido hasta el final de la aventura que he sentido que el combate se volvía algo rutinario, como que actuaba con el piloto automático puesto en la cabeza, pero viendo su potencial, es inevitable no sentirse algo decepcionado. Especialmente porque hay enemigos finales que se sienten totalmente desaprovechados, cuando hay otros que te harán vivir batallas épicas propias de las grandes gestas griegas. Además, hay detalles que me encantan como el fuego amigo, lo que significa que jugando con maestría podéis provocar que los enemigos se maten entre sí. Rivales que, por cierto, ganan poder al ritmo del jugador, lo que significa -una vez más- que vayas donde vayas, encontrarás un reto a la altura de tu experiencia de combate. Pero tranquilos, que esto no significa que simplemente golpeen más fuerte o resistan mejor el daño. Lo hacen, sí, pero por el camino aprenden también nuevas habilidades de combate para ponernos las cosas más difíciles, así que luchar contra un cíclope al principio de la aventura será muy distinto a hacerlo en los compases finales de la misma. Y es un detalle que me encanta.
En cuanto a las habilidades de Fenyx, hay más opciones de las que pensaba, con algunas destinadas a mejorar la exploración, otras pensadas para resolver puzles, y las propias acciones de combate que a veces también son útiles para sobrevivir a trampas o el propio plataformeo. Adicionalmente, Ares, Atenea, Hefesto y Afrodita nos recompensarán con bendiciones para mejorar el disparo con arco, darnos una segunda oportunidad en caso de morir, la habilidad de provocar una explosión al bloquear correctamente, etc. Opciones, opciones y más opciones para que también aquí sientas que la diversión nunca acaba. Y por detalles como estos he disfrutado tantísimo de Immortals Fenyx Rising, aunque ha sido la exploración y los puzles lo que me ha hecho caer rendido a sus pies.
Cada una de las grandes zonas de juego que podemos explorar está repleta de detalles y referencias a los dioses que gobiernan en ellas, pero es que Ubisoft Quebec no ha perdido la oportunidad de introducir otras tantas historias de la mitología griega. Y ahí estaba yo, jugando y a la vez pensando "esto tengo que enseñarlo; y esto otro, también"; y pasaban las horas y seguía diciendo lo mismo, disfrutando como un niño de una historia que ha terminado cautivándome por mi propia afición a la mitología. No me resisto. Hay una zona que representa la guarida de Medusa, y explorar ese lugar sombrío, escuchando las historias de Perseo, ha sido genial. Uno de tantos momentos para el recuerdo que me deja Immortals Fenyx Rising. Y sé que a muchos de vosotros no os gusta su apartado artístico, pero basta pasearse por Isla Aurea para darse cuenta del mimo y cariño con el que se ha recreado cada palmo de escenario.
Todas las regiones, a su modo, tienen un encanto especial con abundantes símbolos que recuerdan no solo al pasado de sus deidades principales, sino también a sus enemigos y adalíes, a los monstruos y héroes que antaño forjaron su leyenda. Pasear por las tierras de Ares y ver gigantescos titanes de piedra en posición de ataque o ensartados por lanzas y flechas gigantes es todo un espectáculo. En este sentido el diseño de personajes también resulta llamativo, con un estilo alegre y colorido que recuerda al de una película de animación. Sé que a todos no os ha gustado por igual, pero no condenéis al juego solo por ello porque estaréis dejando escapar una joya. Lo he jugado en Xbox Series X y se ve francamente bien, con una distancia de dibujado enorme que te permite ver en la distancia todas las ruinas y templos que minutos antes habías explorado. Como tantos otros juegos actuales, Ubisoft ofrece dos opciones: el modo rendimiento, que apuesta por 4K y 60fps primando la fluidez, y un modo calidad, que ofrece 4K y 30fps con especial atención por la fidelidad gráfica. Este último modo apenas lo he probado ya que se está trabajando en un parche para mejorar su rendimiento.
Se echan en falta algunas opciones más para que las batallas fueran más emocionantes
Entre medias ha habido un parche de cerca de 20 GB que ha solucionado algunos problemas de cuelgues, aunque tras él, he sufrido alguno que otro más. Nada grave, porque los tiempos de carga en la nueva generación son mínimos, pero es algo que debería corregirse de cara a su estreno. Aquí no os he hablado de la versión de Nintendo Switch porque aún no he tenido la oportunidad de probarla, así que más adelante tendrá su propio análisis. Dicho lo cual, no puedo despedir este análisis sin mencionar por un lado el gran trabajo de localización al español, con un fantástico repertorio de voces en castellano, y por otro la música. Es muy ambiental, se mantiene casi siempre en un segundo plano, pero lo hace con acierto, con melodías que acompañan a la perfección las andanzas de nuestro adalid sin hacerse notar mucho… hasta que lo hacen, porque la acción se vuelve épica, y con ella también sus acordes. Y ahora ando esperando el estreno de un pase de temporada con más aventuras que me muero de ganas de vivir. Lo que, en mi caso, que siempre ando pensando en el siguiente juego que debo pasarme, es todo un logro.
Su acción es divertida y sus puzles, ingeniosos, pero la mayor virtud de Immortals Fenyx Rising es haber construido un fantástico mundo abierto que desearás explorar hasta el último rincón. Ubisoft Quebec demuestra un gran conocimiento y amor por la mitología griega, haciéndonos disfrutar de un fantástico juego de acción y aventuras que se ha convertido en uno de los mejores lanzamientos de 2020.
Comprar Immortals Fenyx Rising- Isla Aurea es un fantástico escenario que disfrutarás explorando hasta el último rincón
- Puzles, desafíos, combates, mazmorras… mires donde mires hay algo que hacer
- Una historia divertida, con mucho humor, y un sinfín de referencias a la mitología griega
- El combate es frenético y divertido, con esquivas, bloqueos y habilidades especiales…
- … aunque es una pena que no ofrezca más opciones para darle mayor variedad
- Habría estado genial tener más armas entre las que elegir, además de espadas y hachas
