Análisis de El Increíble Hulk

Análisis de El Increíble Hulk
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Las adaptaciones del cine a los videojuegos generalmente son tan infames que cualquier fan de la película a la que se homenajea no puede sino echarse a temblar. No es el caso de El Increíble Hulk que no es un mal juego, sino uno que queda peligrosamente enmarañado en las redes de la mediocridad.

La primera película sobre Hulk, rodada por Ang Lee en 2003, fue un fracaso tan severo en términos de crítica y de taquilla que sus productores decidieron pasar página lo más rápidamente posible y olvidar a su predecesora, volviendo a rodarla con un nuevo reparto, otro director y un guión convenientemente remozado.

Protagonizada por Edward Norton, Liv Tyler, Tim Roth y William Hurt la nueva cinta se estrena en España el día de 20 de junio bajo la dirección de Louis –Transporter- Leterrier; y llega acompañada del videojuego que SEGA ha encargado a Edge of Reality. Un título que es muy fiel al notable juego de acción de Hulk de 2003 creado por Radical Entertainment.

Nueva película de Hulk y nuevo videojuego. En esta ocasión Edge of Reality se aventura con el desarrollo, y crea un producto muy inferior a su predecesor de PS2 y Xbox.
Nueva película de Hulk y nuevo videojuego. En esta ocasión Edge of Reality se aventura con el desarrollo, y crea un producto muy inferior a su predecesor de PS2 y Xbox.

El resultado es un lanzamiento que no pasa de la mediocridad y que tiene muy pocos aspectos que le rediman del aburrimiento en el que acaba cayendo a corto plazo. Su argumento no tiene nada que ver con la película, los enemigos tienen por norma general muy poco carisma, y se ha fulminado de un plumazo cualquier atisbo del sentido del humor del que si hacía gala su predecesor.

Hulk Sigue Siendo Verde[/b]
A pesar de que El Increíble Hulk se basa en la nueva película de la que hemos hablado antes, el videojuego no tiene prácticamente nada que ver con ésta, divagando su argumento en un indigesto batiburrillo que mezcla algunos momentos concretos del filme con otros de invención propia.

El juego comienza con Banner perseguido por las fuerzas armadas en una suerte de almacén en Río de Janeiro sin que, de momento, sepamos la relación de este preludio con el resto del juego. A los cinco minutos de este inconexo tutorial se nos planta en mitad de Nueva York con la forma de Hulk sin saber por qué estamos ahí, que ha pasado hasta entonces o cual es nuestra verdadera meta final.

Hay cerca de 200 items que recoger para potenciar las características de Hulk, y además hay algunos minijuegos. Sin embargo el interés de estas actividades secundarias es escaso, y acaban resultando derivativas a corto plazo.
Hay cerca de 200 items que recoger para potenciar las características de Hulk, y además hay algunos minijuegos. Sin embargo el interés de estas actividades secundarias es escaso, y acaban resultando derivativas a corto plazo.

Con unos pocos minutos de juego el aficionado ya sabe que a los chicos de Edge of Reality, estudio de exiguo currículum, contar historias no es lo que mejor se les da. La campaña de El Increíble Hulk es corta y se puede superar en apenas ocho horas –por desgracia para unos y por suerte para otros-; estando compuesta fundamentalmente por un puñado de misiones de dudoso interés en las que se nos emplaza a ir del punto A al punto B sucesivamente, para acabar con los enemigos que encontremos por el camino. Un fantástico remedio contra el insomnio.

Cuando la capacidad de contar historias y el pulso narrativo rozan lo infame, cuando no se cuenta con un apartado multijugador y cuando no se dispone de variedad en las misiones de campaña, ¿qué nos queda? Pues nada más y nada menos que lo único divertido de El Increíble Hulk, usar los poderes de la criatura para hacer el mal en la ciudad.

Hulk cuenta con la habilidad de agarrarse a las paredes de los edificios para escalarlos. Deambular por la ciudad es de lo más atractivo que se ofrece en este título.
Hulk cuenta con la habilidad de agarrarse a las paredes de los edificios para escalarlos. Deambular por la ciudad es de lo más atractivo que se ofrece en este título.

[t]Do´s and Dont´s
Con un control muy corriente se desarrolla la jugabilidad de Hulk. Haciendo uso del gatillo nos cubriremos, quedando los botones del pad repartidos en el clásico salto, el golpeo suave, el fuerte y la posibilidad de agarrar y lanzar a enemigos y a otros personajes… no tan enemigos. Y es que unas veces involuntariamente, y otras a propósito será habitual que nuestra feroz fuerza bruta en la verde piel de Hulk se desencadene sobre los ciudadanos o sobre los edificios de Nueva York.

A las misiones se accede llegando a puntos concretos del mapa marcados en el interfaz, dejándonos libertad para movernos hasta entrar en ellas; pero las alternativas a completar la campaña no son mucho mayores, y es que aparte de buscar algunos bonus que hay escondidos por la ciudad no hay muchos más alicientes que destruirla de arriba a abajo.

De este modo se puede afirmar rotundamente que reducir a cenizas el escenario es el único elemento realmente atractivo de Hulk, y eso como carta de presentación es francamente pobre, sobre todo cuando esta clase de diversión, obviamente, se agota a los escasos minutos de destruir y arrasar.

Podremos coger una gran cantidad de objetos para lanzarlos o armarnos con ellos. Impagable enzarzarse en una pelea contra otra criatura gigante a golpes de camión.
Podremos coger una gran cantidad de objetos para lanzarlos o armarnos con ellos. Impagable enzarzarse en una pelea contra otra criatura gigante a golpes de camión.

Hay que decir a favor del juego que prácticamente la totalidad del escenario ofrece alternativas de interactividad. De este modo podemos coger cualquier objeto, armarnos con él como escudo, utilizarlo como arma contundente o incluso lanzarlo por los aires. Los escenarios, además, presentan multitud de alternativas, ya que gracias a la capacidad de salto de Hulk podremos subir a los edificios y agarrarnos de sus paredes.

La interactividad, no obstante, también se ramifica en otras direcciones y es que con unos cuantos puñetazos seremos capaces de echar abajo cualquier edificio de la ciudad, dejándolo literalmente reducido a un puñado de escombros. Lógicamente esto levantará una gran atención entre el ejército, y cuanto más caos sembremos más amenazas se cernirán sobre nosotros.

¡Juguemos a los parecidos razonables! En pantalla Liv Tyler… ¿Que no te lo crees? Nosotros tampoco.
¡Juguemos a los parecidos razonables! En pantalla Liv Tyler… ¿Que no te lo crees? Nosotros tampoco.

Sin embargo debemos insistir en que si lo más divertido de un videojuego es saltarse a la torera la campaña principal y cualquier propuesta de sus desarrolladores, y dedicarse a crear el caos en los mapeados es que definitivamente no se han hecho las cosas correctamente. Y es el triste caso de Hulk.

Poco Impresionante en lo Visual
Las adaptaciones de películas al videojuego suelen ser por lo habitual lamentables en lo jugable y realmente modestas en lo visual. El Increíble Hulk a pesar de superar la media siendo discreto en sus aspectos más puramente relacionados con la jugabilidad, cumple con su condición de modestia gráfica.

Con ánimo de destacar lo positivo sobre lo negativo comenzaremos por lo más vistoso, recalcando que el modelado de Hulk es bastante bueno, y sus animaciones a la hora de saltar, golpear o agarrar están bien conseguidas. Hasta ahí lo bueno.

Tristemente el resto de aspectos no están a la altura de lo que podemos esperar de un videojuego Next-Gen, y probablemente el juego acuse de sobremanera el desarrollo simultáneo para otras plataformas como PlayStation 2, a años luz en términos de hardware.

El modelado del protagonista está razonablemente bien conseguido, y sus animaciones son muy competentes. No podemos decir lo mismo del resto de escenarios y personajes, muy pobres en términos de diseño y acabado.
El modelado del protagonista está razonablemente bien conseguido, y sus animaciones son muy competentes. No podemos decir lo mismo del resto de escenarios y personajes, muy pobres en términos de diseño y acabado.

Las texturas son irrisorias, los efectos visuales toscos y la distancia de dibujado resulta poco menos que insultante. El nivel de detalle de los ciudadanos que pasean tranquilamente por las calles es muy bajo, los vehículos tienen un número de polígonos reducido, y los enemigos parten de la dura premisa de contar con unas decisiones de diseño difíciles de comprender, como las de los robots u otros rivales de proporciones gigantescas.

En lo sonoro la música no resulta molesta aunque desde luego no es muy inspirada, y el doblaje no es el de la película en nuestro país, aunque el nivel de las voces de los actores –interpretes habituales de localización de videojuegos al español- es adecuado.

Mediocre

Sin sello

El Increíble Hulk

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Lo peor que se puede decir de un videojuego es que sea aburrido, y eso es precisamente lo que ejemplifica a corto-medio plazo El Increíble Hulk. Discreto apartado gráfico, notable vertiente destructiva y escasa diversión son sus principales puntales. Con un puñado de buenas ideas, convenientemente saqueadas de su predecesor desarrollado por Free Radical, el juego tropieza en el resto de aspectos, quedando muy lejos de sus expectativas.

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