Análisis de Huntdown. Un precioso juego de acción retro y desafiantes jefes finales

Análisis de Huntdown. Un precioso juego de acción retro y desafiantes jefes finales
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Siempre que haya una presa habrá un cazador. En nuestro análisis de Huntdown, os contamos cómo se recupera el estilo arcade de los 80 en un sencillo pero efectivo juego de acción puro que nos pone en la piel de un cazarrecompensas en un futuro cyberpunk.

Hay algo en Huntdown que te hace seguir hacia adelante. Incluso para su estilo sencillo de juego de acción de los 80, que no busca tan siquiera las complejidades de sus predecesores, he llegado al final de la aventura satisfecho. Creo que su magia está en los jefes. Ante un esquema de control clásico, los niveles no buscan poner al jugador tan a prueba, a no ser que opten por modos muy altos de dificultad, pero la cantidad de jefes finales que encierra y sus cuidados patrones me recuerdan a esa estructura vista recientemente en Cuphead de Boss Rush camuflado. Entre ese genuino enganche y un cuidadísimo pixel art futurista, creo que Huntdown cumple perfectamente el contrato que firma con el jugador.

Tres cazarrecompensas a elegir: Anna Conda, John Sawyer y Maw Men. Humano, cyborg y androide. Elijamos a quien elijamos, nuestro papel de cazarrecompensas no varía, aceptando el contrato de enfrentarnos a cuatro bandas rivales y sus correspondientes cabecillas para limpiar la ciudad de la escoria más recalcitrante. Poco más hay que decir de la historia y poco más necesitas saber. El verdadero juego empieza cuando acaban las pequeñas secuencias introductorias y llegamos al nivel en cuestión a bordo de nuestro retrofuturista deportivo.

Así, empieza una estructura en cuatro actos, dividido en cinco fases cada una y en la que nos espera un jefe al final de cada nivel. Huntdown no busca aquí reinventar la rueda, sino traer la experiencia de un tipo de juego de acción que quedó arraigado a las generaciones de 8 y 16 bits, con una fórmula sencilla, pero efectiva. Un shooter que ni siquiera se puede considerar propio del run and gun, pues no permite florituras como disparar en diferentes direcciones o añadir elementos plataformeros, sino que busca el estilo más directo de juegos como Green Beret o Turrican.

Cazador cazado


Aun así, Huntdown guarda algunos trucos bajo la manga. Hace uso de las coberturas para darle un poco de estrategia a las partidas, que pueden jugarse calmadas, eliminando toda amenaza del escenario o rápidas, buscando el siguiente punto de control en la ruta. Pero su esencia reside en las armas. Cada uno de los protagonistas tiene un estilo de arma básica de munición infinita. Anna Conda usa una pistola semiautomática que dispara pequeñas ráfagas. Sawyer lanza un potente disparo que tarda en recargarse y Maw Man dispara al ritmo que seas capaz de pulsar el botón —lo cual lo convirtió en mi favorito—.

Un precioso juego de acción retro y desafiantes jefes finales


Los jefes son la salsa de Huntdown. Importan más incluso que los niveles.
Los jefes son la salsa de Huntdown. Importan más incluso que los niveles.


Lamentablemente, esta diferencia de arma y el aspecto de nuestro personajes es lo único que cambia en la aventura. No esperéis diferentes campañas o jefes —más allá de algunos diálogos extra— ni nada por el estilo. No tendría realmente problema en ello, si la forma de controlarse cambiase la experiencia de juego, pero lo cierto es que manejar a cualquiera de los cazarrecompensas es demasiado parecido, ya que nuestra arma básica se ver a menudo sustituida por otras que recogemos en el escenario y que son las que más usaremos durante el juego. Un arsenal lleno de escopetas, ametralladoras, gatlings, armas láser, explosivas y también de corto alcance cuyo correcto uso y gestión marcará nuestra supervivencia.

Esta variedad de armas lo es todo y es aquí donde reside la gracia de afrontar cada uno de los veinte niveles. Lo importante es saber amoldarse a cada situación, ya que la escopeta, por ejemplo, requiere que nos acerquemos mucho a nuestros enemigos, mientras que las ametralladoras consumen muchas balas si no tenemos cuidado. ¿El principal problema? Que algunos niveles se hacen cortos y un tanto descafeinados. Huntdown carece de esa intensidad de un shooter frenético y es parco en opciones y variedad durante las fases. La única novedad reside en las distintas clases de enemigos que intentarán ponernos las cosas un poco más difíciles, pero los abundantes puntos de control hacen que recorrerlos se antoje en ocasiones un simple trámite hasta llegar a la verdadera identidad de este juego: la batalla contra los veinte jefes de final de fase. Por tanto, hay dos formas de darle algo de vida a estos niveles. Una: compartiendo la experiencia con un amigo gracias al modo multijugador local. Dos: elevando la dificultad y castigando cada fallo, pero ello también conlleva un ritmo menos conseguido y mucho ensayo-error ante esos enemigos que aparecen de improvisto o que incluso disparan desde fuera de la pantalla.

Reconocemos estar enamorados de su estilo pixel-art y de esos magníficos fondos. Muy cuidado y bien animado.
Reconocemos estar enamorados de su estilo pixel-art y de esos magníficos fondos. Muy cuidado y bien animado.

Pero es al terminar esa fase donde Huntdown brilla con indiscutible intensidad. Cada uno de los jefes tiene un patrón completamente distinto y nos hará entrar en un estado de concentración mayor. Es muy divertido identificar los puntos débiles de cada uno de ellos mientras no dejamos de movernos por el escenario para conseguir las armas más poderosas y también los escasos botiquines que se nos ofrecen. Todos muy originales y perfectamente animados, Huntdown logra dejarte con una grata sensación de satisfacción al terminar la caza de cada uno de estos sujetos. Es aquí donde todas esas ideas que parece que el juego no logra llevar al máximo durante los niveles tienen su máxima expresión. Pondrán a prueba la coordinación en los saltos, el pequeño movimiento de esquive que podemos hacer para mantener las distancias con el enemigo y, sobre todo, nuestra habilidad al disparar mientras esquivamos los feroces ataques del jefe de turno.

Recorrer Huntdown de principio a fin es, sin duda, un disfrute para aquellos que gocen del estilo gráfico pixel-art


Un precioso juego de acción retro y desafiantes jefes finales


A partir de la segunda mitad, y como solía ser habitual en los clásicos, el juego se torna más difícil y caótico. Cada fase empieza a requerir de algo más de concentración y gestión de tu arsenal, e incluso algunas armas de corto alcance —que no le veíamos mucha utilidad— son realmente efectivas, como es el caso de la katana. Pero los niveles de Huntdown, mejores o peores, siguen siendo un fabuloso preludio por la gran recreación gráfica. Porque Huntdown entra directo en ese Olimpo del pixel art; en esa categoría de juegos que alcanzan un dominio excelso de la iluminación pixel a pixel, con una recreación magnífica de sus fondos que dejan parajes de ensueño y animaciones muy cuidadas que favorecen siempre la acción. Recorrer Huntdown de principio a fin es, sin duda, un disfrute para aquellos que gocen de este estilo gráfico, aunque la música queda relegada a un plano menor, ya que sus melodías no logran atraparnos de igual manera.

Y claro, pareciera que Huntdown deja frío, porque aunque sus niveles son disfrutables, pero no están a la altura de sus jefes finales. Pero es que estos bosses son la verdadera esencia de la obra de Easy Trigger Games. Por eso ponía el ejemplo de Cuphead, porque al final lo que recuerdas son estos enfrentamientos y el aprendizaje mediante ensayo y error de sus patrones hasta vencerlos. Aun así, Huntdown dispone de muchos modos de dificultad que convierten cada fase en un infierno en el que tener cuidado a cada paso que des y a cada bala que dispares, mientras que transforma estos enfrentamientos finales en un ejercicio de perfeccionismo, con el que dar más de una vuelta a los distritos de esta ciudad en decadencia. Se agradece el esfuerzo de seguir buscando en el videojuego clásico la belleza latente que siempre ha escondido su sencillez.

Muy Bueno

Sin sello
Un precioso juego de acción retro y desafiantes jefes finales

Huntdown

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Huntdown es, en primer lugar, uno de esos juegos que entra de lleno en el Olimpo del pixel art, entrando por los ojos a aquellos enamorados de este estilo visual ambientado en la clásica distopía retrofuturista. Se trata de una propuesta sencilla, que emula a esos juegos de acción clásicos de scroll horizontal y que todavía no habían experimentado con el disparo multidireccional ni las plataformas exigentes. Y pese a que esto, a la larga, hace resentir el desarrollo de sus niveles, lo arreglan los modos altos de dificultad donde clavar todos los movimientos; pero, sobre todo, sus veinte jefes finales que son la verdadera esencia del juego y que están ahí para que los amantes de esquivar balas y aprender «los patrones del jefe» se regodeen en su gran diseño.

  • Estilo pixel art precioso y muy cuidado en todos sus fondos, sprites y animaciones.
  • Los 20 jefes finales son una verdadera gozada. El alma del juego, sin duda.
  • Gran variedad de armas que recoger en el escenario.
  • Muy pocas diferencias entre los tres cazarrecompensas a elegir.
  • Algunos niveles no están tan conseguidos y se hacen algo repetitivos. Un trámite hacia el jefe.
Jugadores: 1-2
Idioma: Textos en español y voces en inglés
Duración: 10 horas
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