Análisis de Paradise Lost. Un walking simulator sobre experimentos nazis y un búnker que querrás explorar

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Paradise Lost transporta al jugador a un pasado distópico en el que la Segunda Guerra Mundial sólo tuvo perdedores. Atando los cabos de su pasado encarnamos a Szymon, un niño de 12 años que se adentrará en las profundidades de un búnker nazi abandonado para descubrir algunas verdades incómodas. ¿Consigue este walking simulator estar al nivel de otros exponentes de su género? Te lo contamos en nuestro análisis de Paradise Lost.

El género del walking simulator vivió una auténtica explosión durante la segunda mitad de la pasada generación. Exponentes como What Remains of Edith Finch o Gone Home entre muchos otros demostraron, con su suma de talento e innovación, que se podían contar grandes historias a través del videojuego usando el relato y la narración como motores principales de la acción. No habíamos recibido demasiados títulos de este corte en los últimos tiempos, al menos no tan puristas en su fórmula, pues Paradise Lost no hace ningún tipo de concesión en lo jugable: sin puzles que puedan despistar al jugador de su mecánica principal, el primer título del estudio polaco PolyAmorous se centra plenamente en la exploración de sus escenarios.

Lo cierto es que Paradise Lost es tremendamente conservador en las formas que tiene de narrar su historia; notas de texto repartidas por los escenarios, algunas grabaciones con registros de voz y el mismo entorno que nos rodea son las herramientas principales a través de las que vamos encajando las piezas de su narración desestructurada, siendo este rico en detalles en los que fijarse y repleto de elementos de los que extraer una idea más o menos aproximada de lo que ha acontecido en el búnker nazi que nos acoge durante todo el juego. Paradise Lost nos plantea una distopía, una interpretación alternativa de los hechos que acontecieron durante de la Segunda Guerra Mundial. Una idea ya explorada dentro del mundo del videojuego por la saga Wolfenstein. Sin embargo, y a diferencia de los juegos de id Software y MachineGames, en Paradise Lost no tenemos a los nazis como bando ganador, en realidad el recrudecimiento de la guerra ha llevado al mundo a un holocausto nuclear del que apenas quedan supervivientes.

En ese marco es donde se desarrolla el juego, bajo la premisa de que asistimos a una de las últimas historias que ha vivido la humanidad. Su narración se compone de varias capas, sabiendo ir desde lo más general hacía lo personal con la historia de Szymon y su relación con este fascinante búnker nazi como último objetivo. En el camino nos acompaña Ewa, una voz que nos llega a través de los intercomunicadores del búnker, ella es la otra gran protagonista del título. De hecho, Paradise Lost se esfuerza por construir una relación entre ambos personajes de una manera similar a lo que hiciera Firewatch con Henry y Delilah. Sin embargo, los vínculos entre ellos son mucho más explícitos, no consiguiendo arraigar tanto en el jugador como lo consiguiera la obra de Camposanto en su momento, siendo su historia cautivadora, pero incapaz de despertar la necesaria empatía para conectar con ella, acelerándose demasiado en algunos momentos.

Los misterios del búnker nazi de Paradise Lost

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En algunos puntos Paradise Lost puede ser algo previsible y lo cierto es que a poco que prestemos atención a las lecturas repartidas por los escenarios no va a ser difícil averiguar cuáles van a ser los derroteros del argumento del juego, pero precisamente esa es su magia y el motivo por el que me ha seducido. Su historia está cargada de tintes de ciencia ficción pura. Por momentos realmente fascinante, el búnker consigue crear un entorno similar al de la ciudad submarina de Rapture de Bioshock, salvando las distancias claro está, dejando además algunas lecturas muy interesantes sobre la condición humana. Me gusta que los videojuegos me hagan reflexionar y plantearme cuestiones morales, y Paradise Lost lo consigue, utilizando una situación muy similar a la que conociéramos en juegos como el mencionado Bioshock, mostrando facciones enfrentadas en la desesperación y el eterno conflicto entre Dios y el hombre.

Me gusta que los videojuegos me hagan reflexionar y plantearme cuestiones morales, y Paradise Lost lo consigue


Un walking simulator sobre experimentos nazis y un búnker que querrás explorar


Los textos en castellano han sido integrados en el juego, algo que es de agradecer.
Los textos en castellano han sido integrados en el juego, algo que es de agradecer.

Para adentrarse en los pantanosos terrenos de la religión, el título se decanta por los mitos eslavos, las religiones ancestrales del pueblo polaco. Una buena decisión en términos de corrección política, que no por menos evita la cuestión de si es la religión quién sirve al hombre o viceversa. Para enfrentarnos a estas cuestiones habrá algunos momentos en los que tocará tomar decisiones. El problema aquí radica en que la mayor parte de las veces serán sobre hechos pasados, por lo que su impacto sobre el devenir del juego es nulo, ya que nada de lo que vemos en nuestros entornos cambia en función de hacer una u otra cosa, simplemente escucharemos una versión algo distinta del relato pero con exactamente el mismo final. Algo parecido ocurre durante las conversaciones que mantenemos con la omnipresente Ewa, pudiendo elegir frecuentemente entre un par de líneas de diálogo distintas que poco varían el devenir de los acontecimientos sirviendo únicamente para aportar algo más de información si se sabe elegir la mejor opción. Esa es toda la participación que podemos tener como jugadores dentro de Paradise Lost, obviando el poder activar palancas o abrir cajones y puertas.

Lo cierto es que he echado de menos algo más de interactividad por parte del usuario. No estoy hablando de convertir Paradise Lost en algo que no es, pero creo que en determinados momentos en los que usamos el ordenador central del búnker, o que nos adentramos en escenarios menos comunes, se podría haber dado al usuario algo más de peso específico más allá de ser un mero observador.

Paradise Lost es un mirada al interior del ser humano

Conforme descendemos en el búnker vamos viendo cosas cada vez más increíbles.
Conforme descendemos en el búnker vamos viendo cosas cada vez más increíbles.

Con todo, la obra ha sabido crearme dudas y dilemas morales, y eso deriva en la posibilidad de elegir entre distintos finales en la conclusión que veremos tras 3 o 4 horas de aventura. Nada de lo que hagamos o digamos en el transcurso del juego tendrá un impacto en estos finales y su disponibilidad. Se trata más de un ejercicio de examen de conciencia del programa hacia el usuario; decantarse por uno u otro desenlace va a depender de cómo hayamos interiorizado las distintas cuestiones filosóficas que el título va deslizando y, ante todo, sirve para responderse a uno mismo sobre si las aprueba o rechaza. Paradise Lost no es perfecto, ni siquiera entra dentro de los mejores juegos que he podido probar de este género, sin embargo, logra con suficiencia que deba ser considerado como, al menos, un juego interesante.

Un walking simulator sobre experimentos nazis y un búnker que querrás explorar

Paradise Lost rinde bien en PC, dónde he conseguido moverlo sin problemas a resoluciones de 4K y 60 imágenes por segundo con apenas caídas reseñables con un equipo de gama media-alta. Sin embargo, su jugabilidad puede hacerse un poco tediosa para aquellos que vengan con prisa, pues no es posible acelerar el paso, y a pesar de que no es realmente necesario, ya que sus escenarios no son excesivamente grandes y constantemente se nos está nutriendo de nueva información, se echa de menos en algunas secciones. Aunque la presencia de PNJ es prácticamente inexistente en el juego, las veces que hacen aparición en él dejan a las claras que este nuevo estudio polaco no está preparado aún para llevarlos adelante de forma convincente, quedando muy atrás en términos de modelado y animaciones tanto corporales como faciales.

Ewa estará siempre al otro lado gracias a los numerosos intercomunicadores presentes en el búnker.
Ewa estará siempre al otro lado gracias a los numerosos intercomunicadores presentes en el búnker.

Despunta su apartado artístico con unos escenarios que hablan al jugador desde cada uno de sus rincones a través de su personal estilo retrofuturista. Dentro del búnker, vemos gran variedad de estancias, incluso de culturas, reflejándose estupendamente en el diseño de cada una de las cámaras. Paradise Lost llega traducido al castellano, donde destaca el hecho de que los textos de cartas y documentos se hayan integrado directamente en el juego, no teniendo que tirar de la superposición de subtítulos, algo que suma a la hora de generar una experiencia más inmersiva. Las voces en inglés de Szymon e Ewa que nos acompañan durante la aventura no pasan de ser correctas. El apartado musical es algo dispar, decantándose por una banda sonora bastante discreta durante los primeros dos tercios de la aventura, siendo algo más emotiva hacia el final, apoyando mejor la narración de lo que lo hace hasta ese momento. Existen algunos instantes durante la aventura en los que se utiliza el sonido como herramienta para llevarnos atrás en el tiempo, pero su ejecución es tan discreta que pronto acaban siendo olvidados.

Una historia curiosa

Sin sello
Un walking simulator sobre experimentos nazis y un búnker que querrás explorar

Paradise Lost

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Paradise Lost es una interesante aventura narrativa que consigue captar la atención del jugador a través de elementos conocidos en el medio como notas de texto y audio. Sin embargo, su relato recuerda demasiado a otros ya vistos si se tiene algo de bagaje en el género. Destaca el diseño de sus escenarios y su apartado artístico, siendo su punto más débil el modelado y animaciones de seres humanos, aunque pocas veces los vemos durante el juego. Hubiera agradecido alguna mecánica jugable más allá de la exploración, pero no le puedo echar esto en cara a Paradise Lost, ya que, si bien no es un juego sobresaliente, sí que resulta lo suficientemente atractivo como para mantenerte pegado a la pantalla durante las 3 o 4 horas que dura.

5 cosas que debes saber:
  • Paradise Lost es un walking simulator. Todo el peso del juego está sostenido por su historia.
  • A pesar de no ser especialmente innovador en ninguno de sus recursos, consigue cautivar.
  • Sus escenarios están muy bien trabajados, logrando una ambientación envolvente de principio a final.
  • No se libra de algunos problemas técnicos, especialmente en los modelados y animaciones de sus escasos NPC.
  • Puede resultar algo previsible. Se echan en falta puzles o alguna otra mecánica de juego.
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español y voces en inglés
Duración: 3-4 horas
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