Una aventura centrada en la exploración, con un carácter lineal y centrado en un único jugador. The Gunk me ha llevado a otro planeta, pero me ha traído de vuelta a un tipo de juego que ya no se ve tanto hoy en día. Una aventura 3D corta y poco desafiante, pero con un encanto innegable. Os lo cuento en nuestro análisis.
Lo cierto es que The Gunk me ha recordado a otra época. Una en que abundaban los juegos de acción y aventura. Más en concreto, me ha llevado a esa etapa en que la industria coqueteaba con las tres dimensiones. No es malo. Más bien, todo lo contrario. Con un planteamiento sencillo, aunque efectivo, enormemente centrado en la exploración, el juego de la desarrolladora sueca Image & Form (creadores de Steamworld) me ha mantenido atrapado a su propuesta durante las 4-5 horas que dura. Es poco, pero por su planteamiento no necesitaba más.
Básicamente, es el típico juego en que puedes estar dando vueltas y no encontrar ese interruptor, camino oculto o secreto que te permite avanzar. Es mucho de pararse, mirar el entorno y resolver algún que otro puzle. Ese énfasis en explorar y resolver pequeños problemas me ha recordado bastante a los Zelda en 3D, y es tal vez una de las claves que más me han empujado a completar el título. Entre medias hay algún enfrentamiento, unas cuantas mejoras de equipamiento, aunque no es realmente el núcleo de esta aventura.
Aquí lo que importa es sentir que estás en un planeta lejano, tratando de descubrir qué es lo que ocurre con unas misteriosas ruinas. Recuerda a Metroid, a Samus Aran en sus expediciones, y de hecho hay un escáner con el que ir conociendo un poco más sobre el lugar en que te encuentras. Todo ello con una ambientación única, bastante inmersiva. Tiene sus problemas, como un desafío prácticamente inexistente y la sensación de que podría haber dado más de sí. Sin embargo, si tienes Game Pass es una cita muy recomendable, especialmente si te gustan este tipo de acercamientos.
Una aventura en un planeta desconocido
Su diseño está muy encorsetado, pero también es inteligente
The Gunk nos coloca en la piel de Rani, una transportista espacial que acaba en un planeta plagado de vida. Allí busca recursos valiosos para su trabajo, pero encuentra algo más… En concreto, los secretos de una civilización venida a menos (por desconocidas razones). Pronto descubrirá que un parásito tóxico, el Gunk, está detrás del misterio, y deberemos acompañarla para tratar de dar con el motivo de su existencia y quién se encuentra detrás de todo esto. La trama es simple, casi invisible mientras juegas. No hay largas cinemáticas ni conversaciones, sino que todo es un fluir de nuevas localizaciones, en un mundo de avance lineal, por zonas, en que, sin embargo, gozas de bastante libertad de movimiento. Por eso decía que me había recordado a otra época. No sigue la tendencia actual de mundos grandes hasta donde alcanza la vista, sino que su diseño es mucho más encorsetado, pero también inteligente.
Su sistema de juego se basa en varios pilares. Uno de los fundamentales consiste en acabar con el gunk, mediante la utilización de un guante de poder que absorbe este misterioso parásito, limpiando zonas enteras. Antes de avanzar hacia otra zona, es necesario limpiar el área anterior, así como enfrentarnos (a veces) a los aliens que interrumpen nuestro paso. Esto abre nuevos caminos, desde una planta que florece para permitirnos llegar a lo alto de una plataforma, hasta un acceso que había quedado oculto por la corrupción.
Entre medias, tenemos un buen puñado de situaciones que añaden variedad a la propuesta. Hay zonas en la superficie que nos proponen lanzar semillas en determinados lugares para levantar plantas que nos llevan a zonas antes inaccesibles. Hay frutos explosivos que podemos coger y lanzar con el fin de destrozar obstáculos. Hay plataformas móviles y caídas al vacío que ponen a prueba nuestra habilidad a los mandos. No está nada mal la propuesta. Es muy clásica, pero suficiente como para sustentar el par de tardes que puede darte el título.
Para poner en marcha todo esto, solo hace falta dominar nuestro peculiar guante, que tiene la capacidad de absorber el gunk que inunda el planeta, pero también de succionar y lanzar semillas que se convierten en proyectiles o bombas arrojadizas. Existe la opción de mejorar este artilugio, haciendo que succione más gunk en menos tiempo, o que se nos permita correr a mayor velocidad. A medida que te pones a escanear más elementos del entorno (al estilo Metroid Prime), mayor número de mejoras consigues, algo que te proporciona un importante aliciente para pararte a usar el escáner prácticamente con cualquier cosa que ves.
Así que el enfoque jugable está bien resuelto. Es compacto pero eficiente. Podría haber gozado de más ambición, y probablemente en cuestión de desafío se queda bastante corto. No obstante, no parece que la intención de la compañía sueca fuera darnos una gran aventura. De hecho, se plantea como un viaje bastante fugaz. Eso sí… se disfruta. En primer lugar, por su genial ambientación. Sus gráficos no son un portento, aunque se defiende con entornos selváticos que transmiten viveza tanto a través de los colores como de la iluminación. Técnicamente, además, el juego se mueve bastante bien, con bastante fluidez y pocos errores de programación (aunque alguno hay). En lo sonoro, el juego nos acompaña con ritmos que tienden a ser pausados más que cargados de acción.
Si me pedís una definición corta, esta es una aventura relajada y relajante
Así que si me pedís una definición corta, os diré que más bien una aventura relajada y relajante. Eres tú perdido en un planeta en busca de respuestas, con un fortísimo énfasis en la exploración y algún que otro combate y puzle por el camino. ¿Hacía falta más? Probablemente no, si atendemos a la finalidad del título. Sin embargo, no podemos dejar de pensar en lo que podría haber sido si se hubiese añadido más situaciones, profundidad y un poco más de desafío.
The Gunk nos proporciona una aventura bastante interesante que funciona durante el corto espacio de tiempo que puede durarte. El misterio que rodea a su planteamiento de investigar un planeta lejano, se complementa con una buena ambientación y unas dinámicas jugables simples pero acertadas. No llega más allá por su falta de ambición, pero como aventura 3D en tercera persona de avance lineal y para un único jugador, puede darte una buena experiencia si conectas con su interesante propuesta.
- Exploración 3D que se disfruta, con una consistente variedad de situaciones.
- La dinámica de aspirar gunk es adictiva, así como otras acciones vinculadas al guante.
- Buena ambientación que logra llevarte a otro planeta tanto en lo visual como sonoro.
- La base jugable es buena, pero está poco explotada y deja con ganas de más.
- Su duración es corta, pero adecuada a la propuesta que ofrece.
