Análisis de Riders Republic. Locura y diversión en un mundo abierto multijugador con mucho potencial

Análisis de Riders Republic. Locura y diversión en un mundo abierto multijugador con mucho potencial
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La evolución de los videojuegos de deportes extremos llega de golpe gracias a Ubisoft Annecy. Un mundo abierto repleto de eventos de competición online para disfrutar en una variedad de disciplinas y que aún cuenta con potencial para crecer. Apetecible, ¿verdad? Pues sigue leyendo nuestro análisis de Riders Republic.

Después de haber estado probando Riders Republic durante horas y horas, creo que la mejor definición que puedo hacer es que es una experiencia competitiva multijugador de nueva generación. Un título así no habría sido posible hace unos cuantos años, o al menos no con los mismos estándares de calidad. Ni la infraestructura online lo permitía, ni tampoco las características de hardware. Es un mundo abierto plagado de eventos sin prácticamente fin, con un potencial de expansión postlanzamiento enorme, y que en máquinas next-gen no presenta prácticamente tiempos de carga entre viajes y eventos.

Lo he estado jugando en Xbox Series, y sin duda uno de los aspectos que más valoro del juego es la inmediatez que favorecen las nuevas máquinas. Estás pasando de una competición a otra en cuestión de segundos. Por eso, da igual que tengas unos minutos disponibles a varias horas, porque el título de Ubisoft Annecy está diseñado tanto si quieres pegarte un palizón a eventos, como si solamente te apetece echar una carrera en tus tiempos muertos.

¿Y qué es lo que ofrece exactamente el juego de Ubisoft? Ya os lo comenté y ahora lo reitero: es la evolución de Steep en modo locura, aunque es preciso mencionar que aquella idea nacida hace cinco años está irreconocible. Esto es más grande, desenfadado y también divertido. Es un juego de competición masiva con bicis, esquís, tablas de snow y trajes de alas. Como defienden los propios desarrolladores, es más que llevar los deportes extremos a un videojuego, porque aquí lo que importa no es tanto transmitir una sensación de realismo, sino de locura. Es la fantasía de competir con amigos y jugadores de todo el mundo en eventos que son tan emocionantes como locos y divertidos. Eso lo hace grande, más de lo que pudiera parecer...

Locura y diversión para todos

Una de las claves de Riders Republic es que no tiene predilección por un determinado tipo de jugador. Su espíritu es el de un arcade de velocidad en que la simulación pasa a un segundo plano prácticamente anecdótico. Por eso creo que es un juego abierto a tantos jugadores, porque su control es muy sencillo y es fácil hacerse con él tras un par de partidas. Manejar el giro de una bicicleta es satisfactorio: solo has de saber cuándo acelerar y frenar. Incluso cuando estás haciendo trucos sobre una tabla de snow todo se limita a hacer unas sencillas combinaciones de botones.

Su espíritu es el de un arcade de velocidad en que la simulación pasa a un segundo plano prácticamente anecdótico

La accesibilidad ha sido prioridad indiscutible en Ubisoft Annecy. Se puede intuir en la presencia de varios niveles de dificultad, que te pondrán a competir con usuarios más o menos afines a tu destreza. Pero lo notas sobre todo en las ayudas. Puedes hacer los aterrizajes de forma automática o manual (esto último da más puntos), así como escoger entre dos estilos a la hora de realizar tus tricks: uno más asequible, el otro más "pro". Todo esto sin contar con que muchas veces se te premia únicamente por participar en los eventos.

Locura y diversión en un mundo abierto multijugador con mucho potencial

Considero que es esto último es muy importante, porque realmente percibes que hay una grata sensación de progresión. Cada disciplina dispone de su propia barra de experiencia, y cuando subes de nivel desbloqueas nuevos eventos y además obtienes mejor equipamiento con el que competir. Esto propicia un avance prácticamente ilimitado, y que tendrá fin solamente hasta que Ubisoft quiera. Aparte, con cada competición superada se te premia con una o varias estrellas, dependiendo siempre de si has acabado en el podio o has cumplido algún objetivo secundario. La forma tan rápida en que ves subir tu contador de estrellas es uno de los aspectos que más me han mantenido enganchado al planteamiento de Riders Republic. A medida que las obtienes, mayores son los patrocinadores que se suman a tu carrera, entre un sinfín de propuestas. Eso sí, esta dinámica no presenta pocos problemas. El principal es que ahora mismo no hay suficientes recompensas como para sustentar plenamente este planteamiento. Una vez obtienes un centenar de estrellas, la sensación de progresión disminuye y los hitos se encuentran mucho más espaciados. Por ello, a medida que pasan las horas, los incentivos pierden peso y se produce cierto agotamiento en los jugadores.

Locura y diversión en un mundo abierto multijugador con mucho potencial

Ubisoft deberá medir muy bien este aspecto si quiere mantener su producto a medio plazo, aunque lo cierto es que hay ciertas pistas que indican que se puede seguir un buen camino. La principal es que existe un montón de equipamiento y elementos de personalización. A medida que juegas, obtienes dinero que invertir en la tienda para diferenciarte del resto de jugadores. Muchas de estas prendas y disfraces son, además, de carácter limitado (van rotando), incluyendo cosas como cascos, gafas, mochilas, cazadoras, pantalones… pero también conjuntos de lo más extravagantes, incluyendo todo tipo de disfraces. Si a este respecto os preocupan las microtransacciones, hay bastantes, pero solo para elementos estéticos (algunos de ellos exclusivos).

Aparte de esto, la cantidad de eventos en el mapa del juego es simplemente enorme (parece no tener fin). Pero es que adicionalmente tenemos la posibilidad de explorar para encontrar lugares destacados, reliquias y unas pruebas de acrobacia que pueden llegar a resultar tan desafiantes como adictivos. En particular, estos últimos desafíos consisten en maniobrar con gran destreza, hasta el punto de tener que llevar tu bici a través de un circuito hecho con tablones de madera. Así que no hay poco ingenio puesto en el juego.

El núcleo de Riders Republic son las competiciones, y ahí no falla en absoluto

Por supuesto, el núcleo de Riders Republic son las competiciones, y ahí no falla en absoluto. A destacar las Mass Race, en las cuales pueden participar hasta 64 jugadores simultáneos en consolas next-gen. Constan de varios tramos, como si fueran una especie de triatlón en que se van alternando las distintas disciplinas: bicis, snow y carrera aérea. A pesar de que el sistema de colisiones no sea el más sobresaliente, y que a veces todo sea un poco caótico, lo cierto es que me parece una de las experiencias más únicas que he podido vivir en un videojuego. Pero es solo la punta del iceberg…

Locura y diversión en un mundo abierto multijugador con mucho potencial

El juego contiene muchas más apuestas, como el interesante Tricks Battle, una lucha a puntos entre dos equipos que tratan de hacer el mayor número de trucos en el menor tiempo posible. Todo en una arena que da lugar a un esquema de lucha por territorios, en el sentido de que si un equipo domina una zona, cambiará de color y sumará más puntos. Un planteamiento 6vs6 tremendamente ingenioso y divertido, que se convierte en una de las citas recurrentes del videojuego.

Por supuesto, todo esto mientras recorres libremente un mundo abierto en que ves moverse al resto de jugadores. La recreación de distintos parques naturales de EEUU es realmente preciosa y uno de los elementos que hacen todavía más agradable moverse de un lado para otro, ya sea a pie, en bici, en motonieve o (lo más rápido) en tu traje aéreo a reacción. El conjunto es muy sólido y se completa con una oferta de eventos que parece realmente ilimitada, más cuando siempre puedes volver a competir para mejorar tu marca o completar los diversos objetivos secundarios que incluyen. La pregunta es: ¿hace falta algo más ahora mismo? Mi sensación es que de lanzamiento Riders Republic es un multijugador bastante completo y que te mantendrá horas y horas atrapado a sus contenidos. Sin embargo, el juego necesita sí o sí actualizaciones en caso de que quiera tener una vida de meses (ya no digo años). A este respecto, lo más urgente consistirá en mejorar la progresión, así como integrar por supuesto más eventos, pero sobre todo apostar por nuevas modalidades al estilo de las carreras masivas o la batalla de trucos. Ahí creo que radicará la diferencia.

Locura y diversión en un mundo abierto multijugador con mucho potencial

Pero lo dicho, por el momento el juego se nota que está muy trabajado. Apenas he detectado problemas de rendimiento, con una destacada fluidez en el caso de la plataforma analizada, Xbox Series S. No he sufrido cuelgues ni caídas abruptas de frames. Eso sí, puedes esperar algún que otro bug y un sistema de colisiones que no funciona todo lo bien que se hubiese deseado. En mi caso fueron imperfecciones que, no obstante, no impidieron que disfrutase del título, el cual se encuentra a un alto nivel si lo evaluamos globalmente.

Locura y diversión en un mundo abierto multijugador con mucho potencial

Gráficamente no es el no va más y su mundo está lejos de ser el más detallado que hayamos recibido. Eso sí, hay partes que son preciosas por su colorido y paisajes, aparte de que es la primera vez que vemos algo así dedicado a un juego basado en competiciones deportivas. Como tal, lo que más destacaría es la banda sonora, en especial por los temas licenciados. Me han metido muchísimo en la acción de las carreras, siendo un particular éxtasis cuando suenan cosas tan buenas como el "All I Want" de Offspring. Eso entre otros muchos temas.

De lanzamiento Riders Republic es un multijugador bastante completo

Así que creo que la conclusión es bastante clara: Riders Republic merece la pena si conectas con su aura de competición multijugador en línea. La idea de competir con otros jugadores, superarte y progresar en eventos deportivos tan locos como divertidos se ha acabado convirtiendo en algo completamente genuino de Ubisoft. Ahora solo queda ver si este buen comienzo se materializa en lo que debería ser: un producto cuidado mediante actualizaciones que den más valor al producto. Si así sucede, no me queda duda de que tendremos ante nosotros un videojuego todavía más recomendable.

Loquísimo y divertido

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Riders Republic

Por: El equipo de 3DJuegos
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Riders Republic ha conseguido justo lo que se planteaba: locura y diversión en competiciones online dentro de un mundo abierto repleto de eventos. Como tal, es un concepto jugable inédito y bastante bien ejecutado, en especial por el aprovechamiento que se hace del potencial del hardware de nueva generación, algo muy visible en las carreras masivas de hasta 64 participantes. ¿Podría dar más de sí? Por supuesto, pero como punto de entrada sigue siendo un videojuego recomendable, especialmente si te gusta este tipo de planteamientos multijugador.

Comprar Riders Republic
5 cosas que debes saber:
  • Divertido y muy adictivo: te será difícil dejar de competir y repetir para mejorarte.
  • Accesible pero retante a la vez, con ayudas para principiantes y desafíos para veteranos.
  • Potente sensación de progresión, con cuantiosas recompensas a cada paso que das.
  • Las carreras masivas y las trick battles, dos de los más elaborados eventos del juego.
  • Con margen de mejora: necesita más variedad de eventos y más equilibro en progresión.
Jugadores: 1-50
Idioma: Textos en español
Duración: Incalculable
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