Análisis de Crash ¡Guerra al Coco-Maniaco!

Análisis de Crash ¡Guerra al Coco-Maniaco!
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Crash, el divertido Bandicoot está de vuelta, y lo hace con su nueva aventura, ¡Guerra al Coco-Maniaco! Un videojuego muy similar al más que notable Lucha de Titanes del pasado año, pero al que ha pasado factura precisamente el único cambio serio que ha afrontado, el de convertirlo en un mundo abierto.

Cuando hace justo un año del lanzamiento de Crash: Lucha de Titanes en nuestro país, ya tenemos a la venta Crash: ¡Guerra al Coco-Maniaco!, la nueva entrega del carismático Bandicoot.

Hay que reconocer a los chicos de Radical Entertainment el mérito de no dejarse llevar por la fórmula habitual de las series y aventurarse con un mundo abierto. No obstante también hay que exigir a sus creadores un pulido para la cámara acorde con el año en el que estamos, y que su universo no se base en repetir constantemente los mismos tramos de terreno, como es el caso.

Juego de Ida y Vuelta
En primer lugar hay que destacar que ¡Guerra al Coco-Maniaco! sólo cuenta con el modo campaña, que requerirá de entre 6 y 8 horas de nuestro tiempo para superarlo según nuestra destreza. La historia no tiene demasiada importancia, y pone a Crash en su habitual posición de héroe para salvar la isla de Wumpa del clásico y sobradamente conocido villano. Sin embargo, y a pesar de su escasa relevancia, el argumento está sorprendentemente bien narrado para un videojuego de estas características, y entre misión y misión se introducen divertidos videos creados con un estilo muy variado y divertido, alternando entre marionetas, estilo animación, etcétera.

Sin embargo las 23 misiones principales y 50 secundarias tratan básicamente las mismas premisas, y el videojuego se acaba tornando repetitivo a corto plazo. Especialmente molestos son todos los encargos en los que tenemos que recoger algún objeto de una punta del mapa, y llevarlo de vuelta al lugar de origen.

Esta incomodidad se deriva de que a veces es algo complicado deducir hacia donde debemos dirigirnos –aunque una vez puestos en ruta los escenarios de este Crash Bandicoot son muy lineales-, y también de lo repetitivo que acaba siendo cruzar los mismos parajes una vez detrás de otra en viajes de ida y vuelta.

La jugabilidad de este ¡Guerra al Coco-Maniaco! es muy similar a la de Lucha de Titanes. Alternaremos las plataformas controlando al propio Crash, con las secciones a lomos de monstruos mutantes.
La jugabilidad de este ¡Guerra al Coco-Maniaco! es muy similar a la de Lucha de Titanes. Alternaremos las plataformas controlando al propio Crash, con las secciones a lomos de monstruos mutantes.

La idea de las misiones y del relativo grado de libertad era fantástica sobre el papel, y el componente de plataformas sigue funcionando con la simpatía y adicción habituales; pero un título de estas características exigía retos diferentes en los viajes de ida, y luego de vuelta, y no sólo enfrentarnos a los mismos enemigos y trampas dos (o más) veces en cada misión.

Por si fuera poco la cámara tradicionalmente ha sido un hándicap para los videojuegos de la saga Crash Bandicoot, pero la de esta ocasión posiblemente se lleva la palma. Como bien sabrán todos los aficionados a las series, la cámara permanece fija, quedando el stick derecho desvinculado de su movimiento. La perspectiva no siempre escoge el ángulo más adecuado, y será habitual que no podamos calcular bien una distancia de salto por culpa de la cámara. Sin embargo el mayor problema de ésta se deriva de un fallo conceptual que se nos antoja increíble.

A lo largo del juego iremos obteniendo hasta 32 mejoras para Crash según vamos progresando de nivel. Los monstruos también podrán recibir hasta 60 mejoras.
A lo largo del juego iremos obteniendo hasta 32 mejoras para Crash según vamos progresando de nivel. Los monstruos también podrán recibir hasta 60 mejoras.

Si, por ejemplo, recorremos una selva desde nuestra aldea hasta un claro donde encontrar algún objeto, la cámara la mayor parte del tiempo se colocará a nuestra espalda mostrándonos lo que vemos de frente, es decir el camino hacia el claro. ¿Problema? Cuando tenemos que hacer el camino de vuelta, el ángulo de la vista no gira 180º, sino que se mantiene inalterable, lo que repercute en que estos trayectos casi los hacemos a ciegas, pues tendremos la cámara en la cara apuntando hacia nuestra espalda. Muy molesto y francamente torpe.

El videojuego, no obstante, si que tiene algunos pequeños matices en los que es superior a su predecesor, especialmente los que versan sobre su control. La posibilidad de progresar en la experiencia de nuestro personaje recogiendo las bolitas de Mojo por los escenarios es una adición muy interesante, y el combate está mucho más pulido presentando un mayor número de posibilidades. Las vertiente de las plataformas también ha ganado en intensidad y variedad, contando con nuevas acciones como la de colgarnos de riscos y la de cavar túneles para superar zonas impracticables.

Lucha de Coco-Maniacos, Guerra al Titán
Crash ¡Guerra al Coco-Maniaco! recicla todos sus elementos gráficos y de audio de Lucha de Titanes, el anterior título de la saga, lo que hace que encontremos muy poco que añadir a este respecto.

El título cuenta con un cooperativo local que es, sin duda, su mayor virtud. Sin embargo se comparte pantalla, y la cámara también es problemática en este sentido. Además los otros personajes, a parte de Crash, que dirigirá el jugador 2 no son tan interesantes ni fáciles de controlar.
El título cuenta con un cooperativo local que es, sin duda, su mayor virtud. Sin embargo se comparte pantalla, y la cámara también es problemática en este sentido. Además los otros personajes, a parte de Crash, que dirigirá el jugador 2 no son tan interesantes ni fáciles de controlar.

Si bien, en lo visual, se trata de un videojuego muy simpático y colorista, también es cierto que hay que exigir mucho más a un proyecto de esta generación en ese campo. Con inminentes plataformas tan espectaculares como Banjo Kazooie, el apartado gráfico de ¡Guerra al Coco-Maniaco! se nos antoja algo pobre y continuista. Sin embargo hay que decir también que esto muy posiblemente se deba a los rigores de arrastrar un desarrollo simultáneo para máquinas de mucho menor potencial en hardware como PlayStation 2 o Wii.

El sonoro es un apartado de claroscuros, si bien el doblaje es razonablemente bueno, y las voces se adaptan con acierto a sus personajes, el score musical es repetitivo e irritante, amén de muy poco carismático. Los efectos de sonido no pasan de lo genérico.

Regular

Sin sello

Crash: ¡Guerra al Coco-Maniaco!

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Consideramos que estamos ante un claro remix del notable éxito de Lucha de Titanes, aunque el videojuego ha empeorado debido a incomprensibles decisiones de diseño y conceptuales. Sin embargo Crash ¡Guerra al Coco-Maniaco! gana algunos puntos al ser una de las escasas propuestas de plataformas ligeras para las consolas de la actualidad.

Comprar Crash: ¡Guerra al Coco-Maniaco!
Jugadores: 1
Idioma: Textos en castellano y manual en castellano
Duración:
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