El terror interactivo en Halloween a los mandos de tu consola favorita me parece un plan tan ideal como comer unas chuches o ver una película clásica de miedo. Puede que sea hasta mejor plan si lo haces acompañado de amigos pasando el mando y viendo cuál es vuestro destino en el nuevo proyecto de Supermassive dentro de la antología de terror The Dark Pictures, House of Ashes.
Parece un trabalenguas pero me vais a disculpar: a Supermassive no puedes pedirle que deje de ser Supermassive, y si quieres que Supermassive deje de ser Supermassive tendrás que comprar otro juego que no sea de Supermassive. Es la mejor recomendación que os puedo hacer antes de adentraros en el mundo de The Dark Pictures, la llamada antología de terror que ha puesto a colaborar a los siempre queridos creadores de Until Dawn con la editora japonesa Bandai Namco. Por resumir y no ahondar en algo que cada año explicamos por estas fechas, la intención del equipo de desarrollo pasa por traer a los videojuegos diversas formas de terror no habituales en software, desmarcándose de propuestas ya vistas por otras firmas para llevar al campo de las aventuras cinematográficas de miedo a nuevos fueros.
¿Qué hemos visto hasta la fecha? Dos videojuegos: Man of Medan y Little Hope. El primero puso a los protagonistas en una curiosa historia en un navío perdido en alta mar durante años en el que unos misteriosos fantasmas hacían la vida imposible a un inesperado grupo de turistas que acaban subidos al barco; en el segundo, lanzado hace justo un año, vivíamos una historia en el que pretérito y presente se entrelazaban tras vivir la desventura de un pueblo maldito por brujas. ¿Lo más inquietante? Los cada vez más recurrentes lazos y pistas que parecen dar a entender que todo podría estar conectado de alguna manera sutil más allá de la presentación de la presentación de cada relato por parte de un no menos misterioso personaje llamado El Conservador.
¿Qué tenemos hoy? Pues una peculiar ración de miedo bélico. Bienvenido a House of Ashes, una historia centrada en dioses y vampiros del inframundo en plena guerra de Irak en el que unos soldados americanos buscan armas de destrucción masiva y, sin querer, acaban encontrando su propia destrucción en el mismísimo infierno iraquí.
La casa de las cenizas
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Soldados del ejército estadounidense creen haber dado, por fin, con las armas de destrucción masiva que, presuntamente, ocultaba Sadam Huseín en Irak. Cuál es su sorpresa cuando en la búsqueda de nuevas pruebas acaban dando con un templo sumerio enterrado que oculta un mismísimo infierno en el subsuelo iraquí. Allí cuatro miembros del ejército norteamericano y un teniente iraquí deberán sobrevivir a sus diferencias, sus miedos y una amenaza ancestral que ha aguantado miles de años para alimentarse de los incautos que caen en sus fauces. La suerte está echada, y en tu mano y decisiones queda la supervivencia del equipo… o la tuya y otros cuatro amigos, claro.
Os puedo decir tras acabarlo en dos ocasiones que no me ha gustado más que Little Hope o Man of Medan
Es difícil valorar videojuegos como el presente, máxime cuando entran en valor cosas tan poco objetivas como lo que me ha parecido una historia con tantos cruces que, prácticamente, es exclusiva para mí, pero lo que sí os puedo decir tras acabarlo en dos ocasiones con decisiones, actitudes, conversaciones y muertes completamente diferentes que House of Ashes no me ha gustado más que Little Hope o Man of Medan. Por eso os pido que seáis cautos con mis palabras: mi experiencia no tiene que ser como la tuya, y en lo que tiene que funcionar el nuevo episodio de la antología, sin duda, funciona. Docenas de intersecciones, cambios y elementos que garantizan que mi historia y mis personajes no tienen nada que ver con lo que puedas jugar tú en unos días.
¿Qué es exactamente lo que no me ha gustado? Quizás sea el episodio menos atrevido en su puesta en escena de lo que llevamos hasta la fecha, al menos en su inicio y nudo. Ya os adelanté en la preview que me parecía muy interesante la presunta barrera idiomática entre los protagonistas en la nueva aventura; nada me ha decepcionado más que ver al teniente de las fuerzas terrestres iraquíes hablar en inglés con el resto de involucrados en la aventura. Sin embargo, tampoco hay que perder los papeles por algo que imaginé yo a los a mandos del software en la preview: tiene otras virtudes que no hemos visto en la historia del barco o el pueblo de las brujas, y ahí es donde House of Ashes toma un rol capital en la antología de Supermassive, y es que llevar el terror a un conflicto bélico contemporáneo y salpicarlo de una historia tan poco conocida por aquí como la sumeria es, sin duda, algo valioso.
Semper fi
No solo eso: no es que Supermassive invente la rueda con las relaciones que hay entre los personajes, pero el incluir a un soldado del bando enemigo y un triángulo amoroso provoca un total desinterés por el quinto protagonista del software, Jason Kolchek. No obstante, sirve de balanza a la hora de relacionar los ingredientes que hacen de los "héroes" del juego un total cóctel explosivo según las decisiones que tomes y toma mayor relevancia en el desenlace. A destacar también su lento desarrollo en los primeros compases de la aventura tras su sorprendente inicio, pero también el hecho de encontrarnos con la que es, seguramente, la historia con más acción que hemos disfrutado hasta la fecha en la antología.
La decisión correcta no siempre es la evidente
La duda habitual cuando se encara un videojuego como el presente: ¿Qué pasa cuando acabo la partida? Sencillo: Supermassive siempre se las ha ingeniado para construir un apartado rejugable en el que los jugadores pueden acceder fácilmente a los distintos capítulos para variar las decisiones o conversaciones para comprobar los distintos efectos en la trama. De hecho, algo que me ha gustado de House of Ashes es que todo es menos evidente que en el resto de títulos lanzados por la desarrolladora: la decisión correcta no siempre es la evidente, y la inacción o la decisión que a priori parece negativa puede acabar siendo la correcta o la más adecuada para la supervivencia del grupo, una aleatoriedad deliciosa que engrandece la experiencia.
Sin grandes alardes en el apartado visual con respecto a Man of Medan y Little Hope, sí llama la atención que en consolas de nueva generación los 60 fps producen un efecto no deseado en los personajes: sus movimientos son algo más robóticos, activando en algunos momentos el siempre indeseable valle inquietante. Una vez acostumbrados a la nueva tasa de imágenes por segundo te acabarás haciendo a ello y obviándolo, pero puede que sea momento para dar un lavado de cara a los modelos y animaciones de la obra de Supermassive.
Bandai Namco, como es habitual en España, ha vuelto a tirar de una adaptación completa del software al castellano. El doblaje está a un gran nivel durante gran parte de la producción, aunque sí es cierto que, como ya pasaba en los anteriores relatos, unas pocas líneas de diálogo se han mantenido en inglés por error y otras grabaciones no parecen ser acordes a algunos momentos de drama del título. No obstante, los errores no pasan de la mera anécdota cuando todo el producto tiene tanto mimo en su celebrada adaptación a nuestro idioma. Otro acierto más de la editora.
Una de terror para Halloween
The Dark Pictures es un proyecto que, según va sumando nuevos episodios, va mostrando las claves tras su desarrollo y la apuesta de Bandai Namco por un proyecto de terror a todos luces único en la industria del videojuego. Puede que House of Ashes no haya sido mi capítulo favorito hasta la fecha, pero eso no impide que se convierta en tu predilecto a poco que puedas conectar con su historia y personajes. Más allá de lo que me parezca o deje de parecer, la realidad es que valoro más que Supermassive apueste por formas de terror tan desconocidas a que tengamos la enésima aventura de zombis que por donde pasa no mancha y por donde pasa no limpia.
Después de dar una vuelta por el terror árabe, ¿qué tal una vuelta por el terror asiático?
Ahora resta esperar qué vendrá el año próximo. Ni dudéis que saldremos de dudas más pronto que tarde, pero después de dar una vuelta por el terror árabe, ¿qué tal una vuelta por el terror asiático? Sí, es verdad que vivimos un auténtico boom con el terror japonés a principios del presente siglo y muchos son los referentes que se han colado, incluso, dentro de la industria del videojuego, pero no me importaría ver la visión de los desarrolladores de Until Dawn con los espíritus y los cuentos que tanto nos pusieron los pelos de punta. Si fuese el caso, firmaría con sangre que el año que viene tiren por ahí.
Hasta entonces, no se me ocurre mejor plan a los mandos de un videojuego para este Halloween. Unos mandos, unos amigos y una estupenda cena y jugar algunos capítulos de lo nuevo de Supermassive a la luz de las velas. Las aventuras cinematográficas son lo que son, y en dicho género el equipo británico es uno de los principales líderes y lo han vuelto a demostrar con solvencia.
Una producción que se mantiene fiel al concepto original planteado por Supermassive con su antología de terror The Dark Pictures. Un videojuego que lleva el miedo a un terreno tan poco habitual como un conflicto bélico en el que se mezclan mitos poco explorados por los referentes del género. No inventa la rueda en lo jugable y puede parecer algo precavido en algunas decisiones que toma, pero es justo lo que imaginas: una inquietante historia interactiva en consolas y PC. Ahí Supermassive no tiene rival. ¿Qué vendrá ahora?
Comprar The Dark Pictures Anthology: House Of Ashes- Original puesta en escena: una historia de terror ambientada en la Guerra de Irak.
- La aleatoriedad de las acciones y algunas decisiones hace más interesante a House of Ashes.
- Jugarlo con otros amigos es una experiencia divertidísima. Vale la pena hacer una maratón de juego.
- Resulta cada vez más evidente la conexión entre los distintos episodios de The Dark Pictures. ¿Dónde nos llevará Supermassive?
- La mejor tasa de FPS en consolas de nueva generación activa el valle inquietante en algunas situaciones.
