Skate va a por su segunda parte, y demuestra de nuevo el fenomenal estado de forma de la saga de Electronic Arts. Superior al original y muy por encima de las últimas entregas de Tony Hawk, la cultura del skateboarding tiene un nuevo rey.
Para nadie es ya un secreto que el mundo del skateboarding en los videojuegos ha sufrido un relevo realmente impactante. El reinado de Activision y su saga Tony Hawk había sido incontestable en los últimos años con entregas de un calibre extraordinario, convertidas en odas a este deporte callejero. Sin embargo la pereza de la distribuidora norteamericana ha hecho que en los últimos años la calidad de sus productos descendiera alarmantemente, y se ha producido tal desinterés en la compañía que incluso se han decidido a cambiar de responsables, abandonando Neversoft las producciones para centrarse en Guitar Hero, saga de probado rendimiento económico.
Este ineludible declive ha coincidido con la aparición de Skate, la respuesta de Electronic Arts, y uno de los mejores trabajos de EA Black Box, el estudio dependiente del gigante norteamericano que está ocupado de su desarrollo. Con esta nueva franquicia se abre un nuevo abanico en la representación virtual de este deporte y una apuesta clara por una simulación más realista que, sin embargo, no pierda en ningún momento el toque divertido tan necesario. El original de 2007 ya era un título imprescindible para casi cualquier aficionado a los deportes, y la segunda entrega repite virtudes y corrige algunos de los escasos defectos de su predecesor.
Downtown World
Skate 2 comienza de forma totalmente atípica presentándonos a sus personajes en un desenfadado video con actores reales en el que nuestro protagonista sale de la cárcel. Será este el comienzo del modo historia en el que, en un desarrollo libre, iremos acometiendo pruebas, desafíos y sesiones fotográficas y de video hasta recuperar la fama perdida.
La historia nos retrotrae, por lo tanto, hacia la primera entrega con un sorprendente sentido de la melancolía, pues los personajes que vamos conociendo, cinco años después del original, nos recuerdan continuamente cosas sobre nuestro pasado.
Sin embargo, y antes de saltar sobre el asfalto para dar nuestros primeros pasos, personalizaremos a nuestro personaje. Podremos escoger su sexo, el color de su piel, la forma del cuerpo en términos de grasa corporal, una serie de modelos previos para sus ajustes faciales –hasta cinco-, el color y tipo de pelo y la modificación de la cara. No obstante hay que destacar que por abrumadoras que parezcan todas estas opciones, a excepción de las decisiones en detalle sobre el rostro de nuestro skater tenemos muy pocas opciones en lo que es un editor bastante básico.
La faz del protagonista, como decimos, es algo más profunda en parámetros, y tenemos diferentes elementos para personalizar el tamaño, color y forma de ojos, cejas, nariz, mandíbula, boca y mentón. Los dos últimos pasos en cuanto a la caracterización del protagonista se refiere tienen que ver con la ropa, donde podremos escoger entre una interesante gama de vestimentas para las diferentes partes del cuerpo; y, por último, en lo que el propio videojuego denomina como “la edición del Skater”, decidiremos gradando con una barra lo duro o blando de los ejes y ruedas de la tabla. Fundamentales para definir si nuestro estilo estará marcado por la velocidad, el agarre, etcétera.
Así pues ya hemos realizado todos los pasos previos al comienzo de nuestra andadura, y nada más empezar llevaremos a cabo nuestros primeros pasos –sobre ruedas- de la mano de Slappy, que viene a recogernos a la puerta de prisión. Los minutos iniciales serán, por lo tanto, muy limitados en términos de libertad, y caminaremos de la mano en todo momento durante las pruebas preliminares. Sin embargo el mundo de Skate 2 no tardará demasiado en abrirse, y será de este modo como conseguiremos profundizar en sus calles para buscar retos, sesiones y desafíos de todo tipo en un planteamiento muy acertado y más orientado al libre albedrío que en el original.
Esta libertad, sin embargo, no van tan orientada hacia el hecho de realizar las pruebas en el orden que deseemos, que también, sino más bien en cuanto al tema de lograr puntuaciones altas y maniobras espectaculares tal y como lo deseemos. Así, por ejemplo, un fotógrafo puede que nos pida una instantánea en un lugar determinado; la maniobra que realicemos es cosa nuestra y sólo deberemos cumplir los requisitos de que ésta esté dotada de una cierta espectacularidad y que se produzca en un lugar concreto. Un nuevo punto a favor de Skate 2.
Goofys y Regulars
Una vez sobre la tabla comprobamos una vez más el buen hacer de EA Black Box en términos de control, en una línea para títulos deportivos en Electronic Arts que apuesta por la palanca derecha como uno de los elementos primordiales del control. Obviando las insulsas combinaciones de botones, y apostando por realizar todas las maniobras con este stick, Skate vuelve a asemejarse de este modo a la gestión de puñetazos de Fight Night o a la de los regates de FIFA 09; en una exposición de intenciones que trata de sacar el máximo partido posible a los pads de Xbox 360 y PlayStation 3.
Por lo tanto el planteamiento es muy parecido al del original, aunque en esta ocasión se han realizado algunos ajustes y mejoras. Los botones inferior y derecho del frente del pad quedan para impulsarnos con las piernas derecha e izquierda respectivamente, mientras que el superior queda como novedad para subirnos y bajarnos de la tabla. Con esta arriesgada decisión se logra con éxito el acabar con las torpes maniobras que se nos obligaba a hacer en la primera entrega siempre a lomos de nuestro skate, y se nos permite ágilmente pasar a usar rápidamente las piernas para subir escaleras, por ejemplo. Por otra parte si perdemos el monopatín podemos pulsar el gatillo y éste, como si de un objeto imantado se tratara, volará rápidamente hasta nuestras manos.
Otro elemento decisivo para la navegación va a ser el del uso del botón superior derecho, que servirá para agarrar y desplazar multitud de objetos que encontremos en el escenario. Con este factor se obtiene una vuelta de tuerca muy interesante a la jugabilidad, incorporando a la clásica fórmula deportiva y de agilidad un ligerísimo componente de rompecabezas muy enriquecedor. No es que se planteen grandes desafíos para la inteligencia, pero en algunos momentos determinados deberemos mover rampas, bancos u otros elementos para poder realizar nuestras espectaculares maniobras de la mejor forma posible. Lo mejor de este aspecto es que al marcharnos y volver al cabo de unas horas los elementos no han vuelto a su lugar original sino que siguen exactamente donde los dejamos.
Por otra parte, y continuamos incidiendo en las novedades, la presencia del teléfono móvil es otra de ellas, en un estilo que recuerda de alguna manera a GTA IV. Aquí el procedimiento es mucho más sencillo que en el título de Rockstar, y cuenta con menos interés pero aún así es un aditivo que merece ser comentado. Sólo estará disponible en el Modo Historia y se acciona con el botón superior izquierdo del pad. Tan pronto podremos emplearlo para pedir servicios a nuestros colegas como para retar a otros profesionales que hayamos conocido a lo largo de nuestra aventura.
En resumen, y como decimos, todo funciona a la perfección en el modo campaña, aunque cuando acabemos con ella la vida de Skate 2 no termina ahí, y es que también podremos acceder al competente Multijugador y a la modalidad del Skate Libre. Esta última es tan sencilla como plantarnos en San Vanelona y escoger en qué zona deseamos practicar con nuestro monopatín. Escogeremos algunos detalles como la densidad del tráfico de vehículos y de peatones o la presencia de guardias de seguridad, y nos lanzaremos a rodar por las calles.
El Multijugador, como decimos, es una opción muy interesante, y permite realizar actividades de Skate libre o de competiciones y desafíos on-line para obtener dinero y experiencia. En este apartado, además, podremos subir nuestros propios videos con nuestros movimientos maestros o caídas más aparatosas, aparte de echar un vistazo a las del resto de los usuarios o consultar las clasificaciones on-line con las mejores puntuaciones.
Velocidad Sobre dos Ejes
Gráficamente Skate 2 continúa presentando similares virtudes a su título precedente, aunque todo ello revestido de la lógica evolución que la secuela ha experimentado en estos dos años de desarrollo.
El modelado de los personajes ya era una de las notas dominantes del primer Skate, aunque en esta segunda parte ha habido un cierto avance en términos de carga poligonal y físicas. Basta sentarse unos minutos a los mandos de Skate 2 para apreciar el cambio, especialmente en lo que se refiere a físicas donde el videojuego ha dado un importante salto. Si bien todavía se siguen observando algunos “extraños” en el comportamiento de determinadas circunstancias del motor de colisiones, lo cierto es que el conjunto es muy poderoso deparando momentos tan dolorosos como divertidos en las caídas.
La ciudad de San Vanelona, por otra parte, también ha experimentado profundos cambios como escenario, ofertando en esta ocasión unos decorados más recargados en cuanto a elementos y con un tratamiento de la luz realmente sensacional. Hay algunas partes que están directamente traídas del primer episodio, pero otras han sido remodeladas por completo además de añadirse algunos barrios nuevos como, por ejemplo, el de la montaña, verdaderamente espectacular.
Ya dentro de lo más puramente tecnológico hay que destacar también que no sólo las físicas han mejorado, sino que también lo ha hecho y mucho la tasa de imágenes por segundo. No es que la primera parte estuviera exenta de un buen trabajo en este campo, pero en esta segunda ocasión el resultado es todavía más redondo y las cifras rondan el doble de frames por segundo, en un conjunto mucho más estable.
El factor sonoro tampoco desentona, y lo hace para ofrecer un acertadísimo conjunto de efectos sonoros muy cuidados y una enorme banda sonora. En el aspecto más puramente relacionado con los golpes o el girar de las ruedas de nuestro monopatín el resultado es asombroso, con colisiones dolorosas ya sólo en el audio, y con el perfecto y previsible tratamiento de nuestro skate rodando sobre las diferentes superficies.
La banda sonora, por último, es una brillante síntesis de un gran abanico de estilos musicales. El rap de Public Enemy o Wu-Tang Clan se entremezcla con el heavy de Judas Priest o Dragon Force, el pop de Luois XIV o el histérico y metálico “rapcore” de Suicidal Tendencies o Rage Against the Machine. Un mixtura de estilos y tendencias con el clásico sello de calidad de Electronic Arts.
Skate 2 no sólo brinda un espectáculo deportivo a la altura del original, sino que en muchos aspectos incluso lo supera. Excelentes gráficos, un gran modo campaña y un rico multijugador son sólo algunos de los titulares que nos deja el videojuego. Teníamos curiosidad por ver cómo evolucionaría la saga tras el impacto inicial de su aparición, y el resultado no nos ha decepcionado en absoluto.
Comprar Skate 2