Quizá no sea uno de esos juegos con una barrera de entrada accesible para todos los usuarios debido a su enfoque claro hacia la simulación, pero una vez que interiorices el manejo de las motos descubrirás que MotoGP 21 es, sin duda, una delicia para todos los seguidores del deporte de las dos ruedas. Analizamos la última iteración de la saga de Milestone.
Se suele decir de muchos juegos que son fáciles de manejar pero difíciles de dominar y, sin duda, MotoGP 21 puede ser claramente encuadrado dentro de esta definición. Si eres aficionado al deporte de las dos ruedas, seguramente lo primero que querrás hacer es enfundarte tu mono virtual, encajar el casco y lanzarte al asfalto. Pero pronto te darás cuenta de que, al igual que pasa en la vida real, dominar una moto no es algo innato y que no solo vale con acelerar al máximo sino que, en este caso, hay que conocer bien la máquina sobre la que estamos montados y el ]efecto que nosotros causamos sobre ella y su conducción.
Porque sí, una característica innegable de este MotoGP 21 es que representa de manera fidedigna el comportamiento del deportista sobre la moto gracias a un sistema de físicas que hará que tengamos que poner todos nuestros sentidos en mantener el equilibrio encima de las dos ruedas, sobre todo cuando tomamos o salimos de una curva. Es cierto que el título ofrece distintos niveles de asistencia en este sentido, pero ninguno de ellos se aproxima en modo alguno a lo que sería una experiencia más puramente arcade.
Respecto a lo visto en entregas anteriores, este año se le ha querido dar más énfasis a todo lo relacionado con las gomas y las frenadas. Me explico: ya no solo tendremos que escoger sabiamente cuál usar en la carrera, sino que habrá que estar pendiente también de su desgaste (en el caso de los neumáticos) o del nivel de calentamiento. Además, se ha realizado un esfuerzo adicional en representar mejor la suspensión de las motos sobre el asfalto, lo cual se nota sobre todo cuando nuestro devenir en la carrera nos aleja del camino que deberíamos seguir.
En MotoGP 21 entrenar es la clave para prosperar
Como podéis ver, hay muchos aspectos a considerar para llegar a dominar la moto y, por ello, no podemos recomendaros lo suficiente que, antes que nada, paséis por el extenso tutorial donde se nos enseñará no solo cómo manejarla, cosa que en sí no es excesivamente difícil dado que se basa en el uso adecuado de los gatillos y los sticks analógicos sino a considerar aspectos que quizá descoloquen a más de uno como la selección de un sistema de frenado automático u otros factores que ya debutaron en entregas pasadas como el control del combustible que llevamos en nuestra moto. Porque sí, de nuevo podemos quedarnos tirados a milímetros de la victoria si no fuimos previsores a la hora de llenar nuestro depósito.
No obstante, no quiero asustar aquí a nadie: MotoGP 21 es un título que sabe recompensar el esfuerzo del usuario por intentar dominarlo y, a base de paciencia y de no dejarnos llevar por ese impulso innato de alcanzar la máxima velocidad, iremos entrando en vereda y empezaremos a ganar puestos en la tabla clasificatoria final de cada carrera. Como hemos comentado anteriormente, el juego se esfuerza en darte mecanismos de ayuda para que la experiencia sea algo más liviana (que, afortunadamente, se pueden desconectar si se buscan unas sensaciones más puras). Antes de empezar cada carrera (o sesión de entrenamiento) podremos ajustar detalles de nuestra moto como el sistema de frenado o, como hemos mencionado anteriormente, la cantidad de combustible que llevaremos. Si no tenemos muy claro qué opción escoger, MotoGP 21 nos pregunta si hemos notado algún tipo de problema (por ejemplo, que no tomamos bien las curvas) y nos sugiere ciertas modificaciones para solventarlo.
Una vez ya en el asfalto, el juego nos indica mediante una serie de flechas sobreimpresionadas sobre la carretera la trayectoria idónea que deberíamos de seguir para dejar atrás a nuestros rivales. Un código de colores nos da pistas sobre la velocidad que deberíamos llevar en cada momento: azul indica que aceleremos, naranja que empecemos a frenar; el rojo es claro indicativo de que, o bajamos la velocidad, o veremos el suelo más cerca de lo que querríamos. Dicho lo cual, incluso en este caso no estaría todo perdido ya que MotoGP 21 vuelve a hacer uso de la opción de rebobinar mediante la cual podremos dar marcha atrás en el tiempo y volver a ese instante en que las cosas todavía nos iban bien. Sí, no voy a negar que esto quita realismo a lo que es la carrera en sí pero, al ser su uso algo completamente opcional y limitado a la experiencia de un jugador no está de más. Y, a título personal, quizá alivie la frustración de algunos en esas primeras carreras donde todavía no dominan el título, dándoles una segunda oportunidad para continuar teniendo opciones de victoria.
MotoGP 21 es un título que sabe recompensar el esfuerzo del usuario por intentar dominarlo
Eso sí, incluso si logramos dominar, con tiempo y maña, la moto, no creáis que ganar las carreras va a ser en absoluto un paseo por el campo. No estamos solos en la pista (podremos tener hasta 22 rivales) y nuestros adversarios vuelven a estar gobernados por ese sistema de inteligencia artificial basado en redes neurales llamado ANNA. Y en este punto quiero confesar que los rivales me han parecido bastante competitivos, para qué negarlo. No rehúyen el contacto y alguna vez hemos acabado ambos en el suelo por intentar buscar ese milímetro en la curva que nos permitiera ponernos por delante. No se rinden y, como nosotros, tomarán riesgos que, a veces, les llevarán fuera de la pista y a dar con el casco en la tierra. Y aquí es donde viene otra de las novedades de este MotoGP 21: se acabaron esas reapariciones mágicas cual respawn en un FPS al uso. Aquí tendremos que levantarnos, coger la moto y reincorporarnos a la pista por nuestros propios medios (y, por supuesto, habiendo perdido un precioso tiempo).
MotoGp 21: Una vida dentro y fuera del asfalto
Siguiendo el cariz de las últimas entregas de la saga y de otros títulos deportivos de otras especialidades, MotoGP 21 incorpora un modo carrera (aquí llamado trayectoria) que sin duda será la que protagonice las sesiones de juego más intensas y longevas. Similar a la del año pasado, no es simplemente una sucesión de carreras, sino que nos ofrece la posibilidad de gestionar todos los aspectos de nuestro equipo y del motociclista al que encarnamos. Nada más empezar nuestra primera partida se nos pide crear a nuestro personaje al que podremos configurar de una manera similar a la que hacemos en un RPG por medio de un escueto editor.
Lo primero que tendremos que hacer es escoger mánager y equipo y empezaremos a darnos cuenta de que, como en la vida, nada viene de gratis. Tener mejores sueldos y, por tanto, más recursos sólo será posible consiguiendo determinados resultados en la pista. En este punto quiero hacer énfasis en que no solo tendremos que preocuparnos por el sueldo de nuestro personaje sino que MotoGP 21 nos pone al cargo de nuestra escudería y que, por tanto, tendremos todo un equipo de profesionales a nuestra disposición (Analista de Datos, Ingeniero Jefe o Director de Escudería) a los que, por supuesto, habrá que alimentar con el fruto de nuestros esfuerzos. El título ofrece como novedad el poder contar con equipo Junior desde el cual formaremos a aquellas promesas que en el futuro copen las portadas y los podios. Lamentablemente, el modo Trayectoria no cuenta con ningún tipo de narrativa lo cual, sin duda, hubiera sido interesante para ilustrar mejor la progresión de nuestro motorista.
Realmente me sorprende para bien la sinergia entre diferentes géneros de juego y ver cómo un título deportivo puede integrar de manera acertada y transparente mecánicas de RPG. En este punto sí que es cierto que el título requiere que tengamos algo de conocimiento previo de mecánica ya que, aunque explica de manera más o menos breve el impacto de cada uno de los cambios que proponemos, quizá los más legos en este aspecto puedan ir a ciegas y tomar decisiones erróneas.
Es el modo carrera el que ha ocupado la mayoría de las horas que he dedicado a este MotoGP 21 y, sinceramente, me veo incapaz de estimar su duración. A modo de estimación, completar la primera categoría (la que se supone más sencilla) me ha llevado unas cinco horas; sí, al principio he sufrido bastante pero poco a poco he ido haciéndome con el título y realmente he notado una progresión en cuanto a mis habilidades, lo que habla muy bien de cómo ha planteado Milestone la jugabilidad de su obra. Además del mencionado modo carrera y la posibilidad de correr un campeonato, el título ofrece la opción de realizar carreras contrarreloj. Salvo en el primero, en el resto de las modalidades podemos escoger también alguno de los pilotos clásicos como Mick Doohan, Valentino Rossi o Álex Crivillé aunque la posibilidad de llevar a cabo determinados eventos bajo su piel ha desaparecido.
Hablando de campeonatos, MotoGP 21 cuenta, por supuesto, con la licencia oficial de Dorna y tendremos acceso a todos los pilotos oficiales y correremos en los circuitos del campeonato, contando con la novedad de Portimao pero con la ausencia del de Brno. En este punto, y debido a las circunstancias sanitarias que estamos viviendo, se ha optado por ofrecer al usuario la posibilidad de competir tanto en el campeonato original planificado de este año, en el cual se tendrían que disputar las carreras de Austin y Termas del Río (estando la que se celebraría en Finlandia aún pendiente de la homologación del circuito), como en el que se está llevando a la práctica y que ha contado con dos competiciones celebradas ya en Catar.
El multijugador de MotoGP 21
El videojuego cuenta también con un multijugador online que nos deja escoger entre tres opciones: crear una sala, unirnos a una ya existente o entrar en el modo director de carrera donde podemos establecer determinadas opciones (clima, número de vueltas, circuito) para las carreras que correremos. La gran novedad de este año viene en que se ha aumentado el número de motociclistas en la pista hasta 22 y que se nos deja completar la lista de participantes con rivales manejados por la IA.
Una vez en el asfalto, y quizá debido a que todavía no haya jugadores realmente expertos en este MotoGP 21, he tenido la sensación de estar inmerso en una suerte de Battle Royale. Me explico: para conseguir buenos puestos en las carreras en línea es casi más importante sobrevivir que ir muy rápido. Los rivales humanos son más agresivos aún si cabe que la inteligencia artificial y durante las primeras curvas veremos diversas montoneras que tendremos que esquivar si queremos prosperar. En este punto sí que es cierto que, debido a la penalización asociada a dar con los huesos en el asfalto, he comprobado cómo muchos de los competidores abandonaban la partida al verse sin opciones de victoria. Algo que ensombrece el gusto por la competición que me hace no pensar en el on line como una opción a futuro si esto no mejora.
No es que sea el multijugador online la panacea en cuanto a opciones, pero me ha parecido bastante directo y sencillo encontrar una sala en la que batirnos el cobre contra otros competidores; con los que, por cierto, podremos conversar mediante el chat de voz.
MotoGP 21 está a camino entre dos generaciones
Donde no he notado la progresión que quizá esperaba es en lo que se refiere a su apartado técnico. No me entendáis mal, MotoGP 21 cumple con lo que promete y he podido disfrutarlo en PlayStation 5 a unos flamantes 4K (dinámicos, eso sí) y a 60 fps robustos pero no he notado gran mejora respecto a lo visto en la anterior generación más allá de estas cifras. Y no es porque no se haya hecho un buen trabajo, es que quizá no es el título en el que la nueva generación pueda sacar músculo dado lo limitado del contenido de las escenas que se nos muestran.
Sí, los motociclistas se ven realistas y se mueven de manera completamente fluida. Durante la carrera seremos testigos de buenos efectos de iluminación; de hecho me gustaría destacar lo bien que se ha representado el efecto de la lluvia en el asfalto. Pero la verdad es que una vez a los mandos de nuestra moto no he notado gran diferencia respecto a otros títulos anteriores salvo en lo que se refiere al manejo en sí. Porque, este es uno de los títulos que empiezan a sacar provecho de las características exclusivas que incorporan los mandos de las nuevas consolas. Además de un buen uso de la vibración háptica, MotoGP 21 destaca sobremanera en el empleo de los gatillos adaptativos en el caso del DualSense que serán buenos compañeros a la hora de tomar la decisión crítica de seguir acelerando o no y, por tanto, evitar el tan temido asfalto. Donde también se nota el músculo de la nueva generación es en los tiempos de carga que son prácticamente instantáneos, evitando que se rompa el ritmo de juego.
Donde no he notado la progresión que quizá esperaba es en lo que se refiere a su apartado técnico
Uno de los puntos negativos del título, que se repite respecto a la entrega del curso anterior, viene relacionado con lo que envuelve la competición en sí. Es cierto que las escenas previas y posteriores a cada carrera representan correctamente toda la parafernalia de la competición oficial pero no he dejado de tener la sensación de que todo lo que rodeaba a la carrera estaba bastante vacío. Sí, he visto una grada por aquí y un monumento por allá, pero nada que me haga sentir que estoy dentro de una competición de alto nivel donde me estoy jugando algo. Los escasos aficionados están situados en zonas muy concretas del circuito y, la verdad, si pestañeas te los pierdes. La ambientación artística viene complementada por un aspecto sonoro cumplidor: durante las carreras solo escucharemos los rugidos de nuestro motor mientras que los instantes previos vendrán aderezados por comentarios en castellano bastante genéricos que nos informan sobre el circuito o acerca de las siguientes etapas del campeonato. El resto del tiempo lo pasaremos navegando entre menús donde nos acompaña una melodía tan agradable como olvidable.
MotoGP 21 es, sin duda, el simulador del deporte de las dos ruedas por excelencia. Cuenta con la licencia oficial que le da acceso a todos los motoristas y circuitos oficiales pero, sobre todo, con un gran trabajo detrás que le permite ofrecer una experiencia de simulación pura y exigente pero que sabe recompensar el esfuerzo del jugador. El paquete se ve envuelto por un apartado técnico que da tibios progresos de cara a la nueva generación y, sobre todo, por la presencia de ese modo carrera que se puede convertir en un auténtico sumidero de horas. Si eres seguidor del género y, sobre todo, si hace años que no te acercabas a la saga, es un título a tener en cuenta.
Comprar MotoGP 21- Cuenta con la licencia oficial del campeonato mundial de motociclismo con 20 circuitos y más de 40 motoristas disponibles.
- Modo carrera expandido con la posibilidad de crear un equipo junior y configurar la moto a tu gusto
- Rendimiento en next gen adecuado, alcanzando sin problemas los 4K y los 60 fps
- Buen uso del DualSense sobre todo en cuanto a los gatillos adaptativos
- Todo lo que rodea a la carrera sigue estando a un nivel muy precario.
