Uno de los mejores action RPG de la historia regresa con un espectacular cambio gráfico y pequeños ajustes que permiten disfrutar de la experiencia Diablo más pura. En el análisis de Diablo II: Resurrected valoramos las novedades de este remake del clásico de Blizzard, y te contamos qué tal le ha sentado el paso del tiempo.
Aunque la propia Blizzard nos confirmó que Diablo 2: Resurrected era real, aportando datos pero ni una sola imagen, me habría encantado que vierais mi reacción cuando se presentó el primer tráiler del remake de Diablo 2. Literalmente perdí el control. Empecé a gritar de alegría, a teclear como un loco, a insultar -con amor- a mi compañero Mario Gómez por Dios sabe qué motivo. Pero no lo podía evitar. Ni puedo remediar que incluso hoy, más de 20 años después de su estreno original, siga recordando con cariño las sangrientas batallas que libré contra los demonios en este clásico de la acción RPG. "Diablo 2 no es solo historia del videojuego; Diablo 2 es también un pedazo de la infancia de muchos jugadores". Escuché estas palabras del director de diseño de Resurrected, Robert Gallerani, y volví a emocionarme pues es imposible no hacerlo cuando hablas de uno de tus videojuegos favoritos. Así que aquí me tenéis escribiendo el análisis del remake de Diablo 2, que presenta un acabado gráfico espectacular a la vez que mantiene intacta la esencia más pura del clásico de Blizzard North.
El respeto por la obra original es máximo, lo que me parece increíble, pero esto a su vez provoca también que algunos aspectos de Diablo 2: Resurrected se sientan anticuados o incluso frustrantes. "No tratamos de arreglar Diablo 2 ni nada por el estilo. Si lo hiciéramos, estaríamos creando Diablo III y ya existe ese juego". Con esta filosofía el equipo de Vicarious Visions ha reconstruido el videojuego original para que luzca como un juego actual sin alterar apenas todo lo demás, así que desde el punto de vista nostálgico es perfecto. Si lo jugaste en su día, te sentirás como en casa. El problema es que los action RPG han evolucionado mucho en estas dos últimas décadas por lo que hay detalles que incluso a mi, como fan del original, se me han hecho cuesta arriba. Especialmente la gestión del inventario, que he sufrido durante todo mi viaje a los Infiernos Abrasadores.
El respeto por la obra original es máximo
Es tedioso escuchar una y otra vez el "no puedes llevar nada más" porque tu inventario está a tope, más durante una batalla contra decenas de enemigos en la que lo más probable es que por error hagas clic sobre un objeto cualquiera, y vuelva a sonar esa endemoniada frase. Al final te acostumbras, claro, porque dejas de lado ese síndrome de Diógenes que parece apoderarse de todos nosotros en esta clase de juegos. Coges solo lo que sabes que es bueno y deja el resto tirado en el suelo. Pero aún así, sobre todo si nunca antes jugaste a Diablo 2 y los juegos de su generación, aquí puedes toparte con uno de los grandes enemigos de este remake. No es algo negativo per se; es más, tras escuchar al director del juego entiendo que se haya querido mantener el inventario original de Diablo 2, pero creo que es importante hablar de ello para enfrentarse a este remake sabiendo ya lo que puedes esperar. Y ya te aviso que aún después de 20 años la acción de Diablo 2 continúa siendo gloriosamente divertida… y ahora también, más espectacular que nunca.
El rey de los action RPG
Volver a enfrentarme a Diablo tras todos estos años ha sido una experiencia maravillosa. Un golpe de nostalgia directo al corazón que me ha servido para valorar más si cabe el excelso trabajo de Blizzard North. Es tan divertido, tan emocionante, que una vez empiezas a masacrar monstruos y demonios no dejas de jugar hasta alcanzar el mismísimo final de la aventura. Y cuando lo haces, vuelves a empezar afrontando retos más difíciles, porque es ahí donde empieza la diversión de verdad. Pero también puedes crear otro personaje y probar fortuna usando un estilo de combate totalmente distinto, o darle caña al multijugador cooperativo, que sirve para ver con mayor claridad la grandeza de este action RPG.
Las misiones son bastante simples; tampoco hay retos que rompan ese bucle de golpear, matar y obtener un mejor botín. Pero algo tiene Diablo 2 que te atrapa sin remedio. Su acción es brutal y frenética, y eso siempre es divertido, pero también es un juego que te da toda la libertad del mundo para que crees al personaje que desees. "Creo que una de las cosas que más me gustan de él es que no hay una única respuesta correcta [al crear a tu héroe]", me decía el director de arte de Diablo II Resurrected, Dustin King. "El juego te permite actuar como quieras, hasta el punto que hay pocas piezas de equipo específicas para una clase concreta. Por ejemplo, puedes incrementar la fuerza de una Hechicera para que use una armadura de placas al completo, y el juego no te dirá 'no, no puedes hacerlo, que está mal'. Puedes jugar como quieras. Y esa libertad es rara de ver incluso hoy en día".
Durantes estos meses previos y ahora por supuesto con la versión final del remake he tomado el control de personajes como la Amazona, el Druida, el Bárbaro o mi adorado Paladín, con el que me he reencontrado más de 20 años después para revivir esa épica lucha contra el mal que tanto me cautivó en su día. Lo genial de Diablo 2 es que cada personaje es un mundo pero, además, como destacaba líneas atrás, incluso un mismo héroe puede luchar de formas radicalmente opuestas dependiendo de tus elecciones. De nuevo, si esta es tu primera vez puede resultar una experiencia algo dura y áspera porque, honestamente, es posible que acabes dando forma a un héroe incapaz de sobrevivir en el máximo nivel de dificultad. Por eso te recomiendo echar un vistazo a nuestra guía de personajes de Diablo II Resurrected, pues encontrarás consejos útiles para moldear a tu héroe, y estas cinco claves para empezar a jugar a Diablo 2 sin sufrir más de la cuenta. Pero al final lo pasarás mal, porque este es un juego difícil.
Si esta es tu primera vez puede resultar una experiencia algo dura y áspera
Acostumbrados a jugar con toda clase de facilidades para que la acción no decaiga en ningún momento, en Diablo II: Resurrected ocurre justo lo contrario. Los enemigos son implacables, en ocasiones no necesitan más que un par de golpes para mandarte al oscuro abismo; lo que aquí significa recorrer un largo -y agotador- camino hasta alcanzar tu cadáver donde te espera tu oro y pertenencias. A veces solo para morir un segundo después —¡cómo te odio, Duriel!—. "Tratamos de evitar cambiar cualquier cosa que afectara al flujo normal del juego", me comentaba su director. "Modificar el equilibrio de poder, la tasa de aparición de objetos y monstruos, cualquier resistencia o cosas así estaba más o menos fuera de los límites del cambio", explica Robert Gallerani. Lo que no significa que no se hayan modificado cosas. Sin duda la más llamativa es la recolección automática del oro porque, en su momento, los jugadores crearon mods para ello, así que el equipo tras Resurrected entendió que era un cambio que no molestaría a nadie. Y aún así, dan la opción de ir a por el estilo clásico y dejar fuera esta novedad. El jugador decide.
Meritorio es también el trabajo de adaptación al mando en consolas. Diablo II: Resurrected funciona a las mil maravillas facilitando el acceso a todas las habilidades de combate y el variado surtido de pociones. El único aspecto en el que flojea, y era algo de esperar, es en la propia gestión del inventario. Hay acceso rápidos para vender, reparar u organizar los objetos, pero cuando entras al detalle no es tan rápido y efectivo como el teclado y ratón.
Recrear Diablo 2 con gráficos actuales
Teniendo claro que la esencia del juego es prácticamente la misma que la del original en su última versión 1.14, obviamente lo que más llama la atención de este remake es su brutal cambio gráfico. Es simplemente espectacular. Cada uno de los cinco actos que componen la aventura han sido recreados con un cuidado especial para que, siendo fieles al clásico, luzcan increíbles. Y cuesta no quedar boquiabierto con el trabajo de Vicarious Visions cuando realizas ese sencillo ejercicio de cambiar al vuelo entre gráficos originales y los del remake. Lo que hace 20 años era una cueva sin más en Resurrected se transforma en un campamento de las arpías con cadáveres por doquier; lo que en el original era un desierto con rocas y poco más, en el remake se transforma en ruinas, estatus derruidas, restos de criaturas legendarias o bellos oasis en los que puedes verte reflejado con todo lujo de detalles. Y a medida que avanzas más disfrutas del enorme trabajo que han realizado los artistas tras Diablo 2: Resurrected, que incluso han rehecho las memorables escenas de vídeo del original para que sean aún más espectaculares, conservando el diseño de sus protagonistas. A mi me han encantado pero es verdad que he visto a algún que otro fan descontento con el resultado final.
Pero volviendo a los gráficos, también los héroes y monstruos lucen francamente bien, con animaciones muy cuidadas y una mayor presencia de la sangre para que cada muerte se sienta más brutal. Además Diablo 2 es un juego con una variedad de enemigos bestial, algunos con formas de luchar de lo más peligrosas, que se suman a los propios efectos mágicos que le rodean como el veneno, la congelación o la maldita electricidad, que puede llenar el campo de batalla de rayos por aquí y por allá. Lo que me lleva a hablaros de los efectos de iluminación, que también están cuidados al máximo. Me parece alucinante lo bien que se ve el juego y cómo se ha respetado incluso la oscuridad absoluta de muchos escenarios, en los que el radio de luz del propio héroe se vuelve esencial para vislumbrar con cierta antelación los peligros que se ocultan en las sombras.
Cuesta no quedar boquiabierto con el trabajo de Vicarious Visiosn
He disfrutado del juego en Xbox Series X y PC, donde tienes opciones para configurar los gráficos y obtener un vistazo más cercano al juego original, con la resolución de 640x480p incluida. En consolas next gen puedes optar por los ya habituales modos rendimiento y calidad, con el primero apostando por los 60FPS, y el segundo por la resolución 4K y 30FPS. En cualquier caso, a falta de probar Diablo 2 en Nintendo Switch, el remake funciona bastante bien a excepción de algunos tirones en los momentos de mayor ajetreo. En alguna ocasión también me he topado con elementos visuales que tardaban en cargar unos segundos, además de algunos problemas de latencia que en determinados momentos han estado al borde de acabar con la vida de mi héroe. La verdadera prueba de fuego comienza ahora, con el juego ya en la calle, pues es momento de juntarse con amigos para revivir viejas aventuras o descubrir otras nuevas; llegó la hora de competir en las temporadas y mostrar vuestra destreza en las arenas competitivas.
Vivo este momento con emoción porque para mí supone la vuelta de uno de mis juegos predilectos. Diablo 2 es parte de mi historia como aficionado a los videojuegos así que aquí no puedo evitar hablaros dominado por la nostalgia. Hay mecánicas de juego que hoy en día se sienten anticuadas como el inventario o la energía para correr, y por supuesto, no hay misiones especialmente elaboradas ni nada que te saque de esa rutina de exterminar demonios como si tu vida te fuera en ello. Pero es Diablo 2, y es un clásico que más de 20 años después aún conserva ese encanto especial que te atrapa como pocos juegos logran. Si en su día disfrutaste de él, creo que alucinarás con este remake pero si no es tu caso, y esta es la primera vez que te adentras en el mundo de Santuario, también creo que vas a pasarlo en grande por la historia, personajes y su emocionante acción.
Hablando exclusivamente del trabajo de remasterización es difícil hacerlo mejor
Ya hablando exclusivamente del trabajo de remasterización (o remake), creo que es difícil hacerlo mejor que Vicarious Visions. No han alterado lo más mínimo el clásico y, sin embargo, se siente ligeramente mejorado. Detallazado contar además con las voces originales en español. Lástima que como extra, no se haya incluido algún documental con el proceso de desarrollo o bocetos y curiosidades sobre el nacimiento del clásico. Tras charlar con el equipo a cargo de Resurrected, hay montones de anécdotas que habrían hecho las delicias de cualquier fan del universo Diablo.
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Jugar a Diablo 2 con unos gráficos tan espectaculares como los de Resurrected es el sueño de cualquier fan de este mítico action RPG, que encontrará aquí un remake tremendamente fiel al clásico de Blizzard North. No altera en lo más mínimo su esencia de juego, centrando prácticamente toda la atención en lo visual. Esto provoca que en algunos aspectos Diablo II Resurrected se sienta anticuado y algo tedioso, pero hablamos de un juego legendario, y lo es por una razón que descubrirás nada más iniciar la cacería de demonios. Es tan divertido que las horas se te pasarán volando. Y si juegas con amigos, aún mejor. Reencontrarse así con una pieza fundamental de la historia del videojuego es la mejor noticia posible.
- Incluye los contenidos del juego original y la expansión Lord of Destruction, que añadía un acto adicional y los héroes Druida y Asesina.
- Salvo detalles puntuales, el juego es exactamente igual que el clásico de Blizzard North a excepción de los gráficos.
- Hay siete héroes entre los que elegir que puedes personalizar libremente, logrando que un mismo personaje sea muy distinto entre sí.
- Algunos aspectos del juego se sienten hoy en día anticuados, aunque puedes seguir disfrutando de él.
- Como otras remasterizaciones, puedes cambiar al vuelo los gráficos del original y los del remake tanto en PC como en consolas.
