El esfuerzo de llegar un poco más allá es algo que siempre deberíamos aplaudir, y esto lo intenta Chernobylite por todos los medios. Su ambición es tremenda. Tanto, que no llega a todo, pero aun así nos da una aventura narrativa muy interesante y que deberías plantearte probar si te gustan este tipo de aproximaciones.
Estás ante uno de esos juegos que son únicos en su especie, y eso es algo que me gusta. Chernobylite ha nacido además con una tremenda ambición, la de crear un shooter muy inmersivo con toques de supervivencia, sigilo, terror, looteo, crafting, elementos RPG y gestión de base. Meterlo todo en el mismo saco y que no se rompa es lo más complicado. De hecho, hay veces que parece rasgarse un poco. Pero aun así aplaudo la valentía, porque no puedo decir que lo haya pasado mal jugándolo, sino todo lo contrario.
El título desarrollado por la empresa polaca The Farm 51 logró financiarse con éxito a través de una campaña de Kickstarter en que recaudaron cerca de 200.000 dólares. Son cifras que están lejos de la producción de los triples A de las grandes corporaciones, pero esa era la intención en todo momento. Al menos, eso me deja entrever el diseño de juego, que concentra un montón de mecánicas en muy poco espacio. En total, algo más de 20 horas de campaña centrada en una experiencia individual que me parece increíble todo lo que te ofrece, puesto que aparte de una inmersión absoluta, posee una historia que te atrapa de principio a fin.
Todo esto me parece muy meritorio, y creo que encantará a un determinado perfil en particular: el que disfrute con este tipo de shooters en primera persona que están en la línea de videojuegos como S.T.A.L.K.E.R. o Metro 2033. Si perteneces a ese grupo de jugadores a los que les gusta apretar el gatillo mientras disfrutan de una genial trama y ambientación, con personajes bien construidos y un entorno tan singular como Chernóbil, creo sin duda que deberías tener muy en cuenta este lanzamiento. Tiene sus "peros", principalmente definidos por un acabado mejorable y una cierta repetición de mecánicas. Sin embargo, personalmente me ha gustado tanto y valoro tanto el trabajo que hay detrás que no puedo dejar de recomendarlo.
Una historia personal
Para mí, Chernobylite no sería absolutamente nada sin la historia que nos cuenta y la forma en que lo hace. En particular, me gusta cómo juega con el misterio, con ocultarte información para que poco a poco vayas armando el puzle narrativo. Somos Igor, un físico y antiguo empleado de la funesta central de Chernóbil, que emprende una aventura para obtener una muestra de chernobilita, un elemento especial que surgió a partir de la explosión nuclear. ¿Qué secretos esconde este material? ¿Por qué tanto empeño en encontrarlo? Tiene un increíble poder, no solo para generar portales que nuestro protagonista usará para viajar entre lugares y dimensiones, sino también para descubrirlo todo sobre su amada.
Tatyana desapareció en el accidente de Chernóbil y gran parte de la aventura consiste en resolver el misterio que esconde su figura. Tanto es así, que en más de una misión podrás decidir si seguir a rajatabla tu papel como investigador, o desviarte haciendo caso -por así decirlo- a tu corazón para saber un poco más sobre ella. El sistema de decisiones, a este respecto, es importante, porque supone conseguir algún documento adicional, o bien que un personaje nuevo se una a tu grupo. Incluso tienes la oportunidad de rehacer algunas decisiones, dado que el protagonista posee el peculiar poder de volver a sus recuerdos y modificarlos.
¿Perdido? No te preocupes, lo entenderás mejor cuando lo juegues. Chernobylite no propone una historia convencional de planteamiento, nudo y conclusión, sino que se permite el privilegio de alterar el orden en determinadas ocasiones para que sientas que estás tomando parte importante en el desarrollo de los acontecimientos. Quitando esto, la estructura de juego está muy bien definida, y se basa en avanzar día tras día hasta que te veas con ganas de realizar el asalto final a la central nuclear. Todo el juego se basa principalmente en prepararte para dicho momento, y ya te digo que tardarás bastante en hacerlo. Te enfrentarás a enemigos muy poderosos que requieren que mejores tu equipamiento, habilidades y que, sobre todo, vayas bien acompañado.
No estás ante un juego de acción instantánea
Por eso, debo avisarte de que no estás ante un juego de acción instantánea, y en el que la muerte no tiene el mismo significado que en la mayoría de shooters. Por supuesto, la muerte a veces te penalizará con la pérdida de inventario, pero también te dará la oportunidad de entrar en un limbo de recuerdos en que alterar algunos de ellos. ¿Para qué? Podría ser simplemente porque te apetece, o porque determinada decisión no sentó bien a un miembro del equipo y quieres redimirte para que la relación mejore. Es muy interesante el planteamiento.
Pero lo dicho, no estamos ante un shooter de avanzar y disparar sin más. Si eso es lo que buscas, dudo que Chernobylite te vaya a gustar. Aquí hay muchísima gestión de personal e inventario. Tenemos una base, y es importante construir camas, disponer de las suficientes fuentes de energía, además de acomodar el refugio para que nuestros compañeros se encuentren siempre a gusto. Al final del día, tocará repartir las raciones de comida, y a menos que estés bien surtido de recursos, tus aliados podrán llegar a enfermar y no rendir lo suficiente en las misiones.
Porque esa es otra… Cada día hay disponible distintas misiones. Por así decirlo, tú irás a por las de historia, y podrás asignar a los demás el resto, normalmente relacionadas con obtención de munición, medicamentos y provisiones. Al principio solo contarás con un compañero, pero más pronto que tarde podrás reclutar a nuevos personajes que contarán con su propia personalidad y líneas de diálogo. El juego se basa en conseguir el máximo de apoyos y crecer con cada jornada, aprendiendo además nuevas habilidades, como podría ser afinar la puntería o ganar destreza a la hora de recolectar materiales en el escenario.
Entrando de lleno en las exploraciones sobre el terreno, lo cierto es que no hay mucha variedad de escenarios, aunque un punto a favor del videojuego (que seguro te llama la atención) es que se ha recreado en tres dimensiones la zona de exclusión de Chernóbil, de más de 2.500 kilómetros cuadrados. Es decir, esta falta de decorados se explica por el hecho de que se ha perseguido el realismo, aunque también os digo que es algo que se mitiga en parte por el viaje entre dimensiones y la aparición de sucesos sobrenaturales. Porque no tendremos enemigos únicamente humanos… sino algo más.
Esto es lo que da ese toque de terror a nuestras exploraciones. Aparecerán seres desconocidos, tendremos visiones y hasta oiremos cosas extrañas en nuestra cabeza. Se ha querido dar un toque muy psicológico al asunto, y aparte de la típica barra de salud, tenemos un indicador de estado mental. Si no cuidamos bien de Igor, este empezará a tener alucinaciones. El enfoque me ha gustado mucho, y aunque creo que podría haber ido incluso a más, no puedo dejar de aplaudir este tipo de aproximación.
Otra parte crucial del juego es la exploración de los entornos. Es una oportunidad única de meterte en Chernóbil dentro de un videojuego e introducirte en sus edificios abandonados. Esto se ha aprovechado de manera muy inteligente para proponernos una tarea de looting muy presente y reconfortante. El detector de radiactividad que llevamos encima no solo sirve para vigilar bien por donde pisamos, sino que también es un radar de plantas y materiales muy útil para ampliar nuestro inventario y mejorar la base.
Chernobylite no es otro shooter más
Por eso, me parecería algo injusto centrarse en que Chernobylite tiene un apartado shooter modesto, con poca variedad de armas y situaciones jugables. No es solo un juego de disparos, y es de hecho tanto o más importante acercarte a los enemigos con sigilo y abatirlos. Cierto es que la inteligencia artificial tampoco es para tirar cohetes, pero salvo algún error puntual, a mí su funcionamiento me ha resultado convincente. Antes comentaba que perder la vida no es el final, y de hecho cuando te abaten las fuerzas del NAR (la fuerza militar que ocupa Chernóbil), aparecerás en una fortaleza de la que podrás escapar haciendo uso -sobre todo- de este sigilo que comento. No hay pocas situaciones preparadas para poner en práctica la infiltración.
Relativo a la dificultad, no me ha resultado un juego complicado. Puede que al principio sientas que hay una barrera, pero es -más que nada- un pequeño golpe que te da el juego para que aprendas que aquí vas a tener que mejorar si quieres llegar hasta el final. Una vez superadas algunas misiones y mejorado equipamiento, tomarás el control. Además, tienes la posibilidad de ajustar la dificultad del combate, de la supervivencia y de la gestión, lo cual está muy bien pensado (por si se te atraganta más una parte del juego que otra).
Por lo demás, hay un modo libre en que puedes revisitar los escenarios del juego, una buena oportunidad para comprobar uno de sus mejores apartados: la ambientación. Ha sido el objetivo de los desarrolladores dar una visión sobre el desastre de Chernóbil, y todo lo que hay en el juego se carga de una sensación de tristeza y pesar. Esto se refleja sobre todo en la música, con temas que tienden a ser pausados, con mucho uso de piano e instrumento de cuerda. El sonido de la naturaleza también es predominante, como uno de los pocos protagonistas que sobreviven en un paraje bello a su manera, que refleja los ecos de un pasado terrible y, en este caso, misterioso.
Siento que al juego le falta un punto adicional de pulido en definición y texturas
El ejercicio de ambientación de Chernobylite tiene fuerza por los efectos sonoros de la respiración de nuestro protagonista, o los chasquidos que nos avisan de un incremento de radiación en la zona que exploramos. También por las voces en ruso, que son las escogí y las que personalmente más me metieron en situación (puedes escoger voces en inglés si no te convencen). Todo con subtítulos en español. Desgraciadamente, lo técnico no acompaña tanto. No quiero que se malinterprete, porque hay escenas muy bellas, especialmente al atardecer, pero siento que al juego le falta un punto adicional de pulido en definición y texturas. Lo he probado con un equipo cercano al recomendado por el fabricante (i7-3770 con Radeon RX 470), y los resultados han sido decentes, con una tasa media de 40-45 frames por segundo.
Existen muchas opciones de personalización gráfica, así que en ese sentido creo que no es un juego exigente. Puedes controlar la calidad de la geometría, del follaje, la distancia de dibujado, las sombras, las texturas, los efectos, el suavizado, los destellos, la eclosión, la profundidad de campo… Yo no tuve que tocar mucho a este respecto, porque el juego leyó bien mis características, así que pude jugar en "Muy Alto", que es el máximo valor disponible.
Así que quitando que técnicamente le falta saltar un escalón para convencer y que en cuestión de repetición de situaciones es mejorable, me parece que Chernobylite es una producción muy a tener en cuenta. Ojo, si sabes a lo que vienes. Esto no es un shooter de pegar tiros sin parar, sino algo mucho más pausado, que se toma su tiempo para cocerse. Debería interesarte seguir su atractiva trama y entablar conversación con sus personajes, además de explorar, recolectar materiales y prestar atención a su importantísima parte de gestión. Si todo esto te convence y te interesa lo que ocurrió en Chernóbil, la recomendación es clarísima: pruébalo.
Chernobylite es tan ambicioso que tal vez peca de proponer demasiadas cosas y no hacerlas todas del todo bien, pero al final la conclusión que obtienes es clara: es un juego único. Su trama es absorbente, la ambientación es maravillosa y la reconstrucción de Chernóbil todo un logro. Si a esto le sumamos una jugabilidad que combina acción, sigilo, terror, looteo, crafteo, gestión de base y de compañeros, tenemos una aventura multifacética que aunque en lo técnico no brille, y adolezca de cierta repetición, creo que encantará a aquellos que busquen un videojuego narrativo y, sobre todo, fuera de los convencionalismos shooter.
- Una trama interesantísima que te atrapa y te hace querer conocer el final.
- La ambientación y la posibilidad de recorrer una recreación de Chernóbil.
- Mucha variedad jugable, con acción, sigilo, exploración, looteo y hasta gestión de recursos.
- Puede dar algo de sensación de repetición a la larga.
- Técnicamente podría haber brillado más.
