Total War: Rome es uno de los juegos más queridos por los fans de la estrategia. Controlar las distintas facciones que estuvieron en liza en el antiguo mar Mediterráneo es un atractivo difícil de ignorar. Y 17 años después nos llega su remasterización. Os contamos todo lo que necesitáis saber de este remaster en nuestro análisis.
Tras quince entregas repartidas a lo largo de más de veinte años, Total War es una de las series de estrategia bélica y gestión de imperios más reconocidas en todo el mundo. Gracias a sus distintos títulos hemos visitado desde el Japón feudal hasta la guerra de Troya pasando por el camino por las guerras napoleónicas o hasta los universos imaginarios de Warhammer. En este periplo no podía faltar una de las ambientaciones más recurrentes y atractivas para todos los amantes de la historia y la estrategia: la antigua Roma. Fe de ello dan el primer Total War: Rome que hoy nos ocupa y su continuación Total War: Rome II, algunas de las más queridas por todos los seguidores de la franquicia.
Sin perder de vista nuevas ambientaciones en la que sumergirnos gracias a su depurado sistema de gestión, diplomacia, comercio y estrategia, el equipo de Feral Interactive nos sorprendía con el anuncio del primer remaster de la saga. Este Total War: Rome Remastered supone un hito dentro de la extendida franquicia y conviene ver muy de cerca cómo ha salido para aventurarnos, en un futuro probable, a averiguar qué esperar de trabajos similares que pudieran aparecer debido a lo extenso de su catálogo.
Las mecánicas de juego de la saga Total War tienen la ventaja de contar con la atemporalidad como aliada. Desde su perspectiva isométrica la gestión de sus facciones a través de su mapa y abundantes menús sigue siendo completamente accesible a día de hoy en cualquiera de sus entregas. Sin embargo, el tiempo pasa, y con él han ido llegando mejoras en la calidad de vida para el usuario, nuevas cámaras que hacen las batallas aún más épicas y, sobre todo, la calidad del apartado gráfico han hecho que algunas de sus primeras entregas puedan no ser tan apetecibles para el público como lo fueron en el momento de su lanzamiento.
Un apartado gráfico mejorado
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El principal valedor de esta remasterización es sin duda su apartado gráfico. Feral Interactive han calificado la tarea de adaptar el apartado visual del título original a los nuevos tiempos como “complicada”. Con esta remasterización Total War: Rome es ahora mucho más atractivo; buena fe de ello da la posibilidad de ejecutar el título en resolución 4K con una tasa de 60 imágenes por segundo estables en casi todo momento sin requerir de un equipo demasiado avanzado con unos requisitos mínimos y recomendados muy accesibles.
Un buen trabajo de optimización que se ve acompañado por la compatibilidad con definición ultra alta, el uso de nuevos entornos y campos de batalla y mejoras en los modelados de los personajes. No obstante, estas mejoras no me han terminado de convencer todo lo que hubiera querido, y es que, las animaciones en combate siguen estando por detrás de las que vemos en títulos de la saga más actuales como Three Kingdoms o Troy. Cosa parecida a lo que pasa con los efectos de iluminación y el nivel de detalle de los escenarios, los cuales hubieran requerido más de un remake que un remaster. Esto puede desilusionar en cierta forma a aquellos que busquen en este trabajo una equiparación total a los estándares de calidad de la franquicia en este momento. La actualización de Total War: Rome no se queda únicamente en el apartado técnico. Las incorporaciones al manejo y control del título tanto durante las batallas como en el mapa son añadidos a tener en cuenta. Se ha agregado el mapa táctico durante las batallas, algo que da una referencia rápida de la situación en combate con una vista completamente cenital. Además, se ha renovado el sistema de diplomacia, ahora todo es mucho más sencillo y claro, es muy asequible y de manera muy intuitiva podremos ir navegando por las distintas propuesta, negociaciones y contraofertas de las demás facciones sin perder el hilo y a la vez siendo mucho más concreto.
Precisamente en el mapa del Mediterráneo se han hecho un par de mejoras que pueden no parecer demasiado, pero que a la hora de jugar dan mucha más flexibilidad en el control. De esta forma podemos rotar la cámara y se han añadido mayores niveles de zoom que me han ayudado a centrarme más adecuadamente en el punto concreto donde se desarrolla la acción, algo útil, teniendo en cuenta la gran cantidad de elementos que llegan a poblar el mapeado una vez vamos deshaciendo la niebla de guerra.
Total War: Rome Remastered sigue siendo único
Estas mejoras en cuanto a la accesibilidad y el apartado técnico vienen acompañadas de otras en el apartado jugable. En Total War: Rome existen diferencias con lo que vemos en juegos más actuales de la saga. Por ejemplo, para asediar una ciudad amurallada tendrás que construir máquinas de asedio que te acompañen durante la batalla. Los combates son aún más descarnados ya que, en la plaza central de los asentamientos las unidades enemigas o aliadas no huirán, por lo que los enfrentamientos van a ser hasta el final: muerte o victoria. Tras esto podrás elegir qué hacer con la ciudad conquistada; ocuparla, exterminarla o esclavizarla. Cada una de estas opciones van a tener sus consecuencias más adelante en el juego, por lo que habrá que decidir con cautela.
Las mecánicas de juego de esta saga tienen la ventaja de contar con la atemporalidad como aliada
Hay que tener en cuenta también que las unidades no se restablecen automáticamente, por lo que tendrás que reclutar nuevas tropas en tus asentamientos para asegurar tus fuerzas tras la batalla, todo ello con el consecuente gasto de tiempo y dinero. Por supuesto, la gestión de estos asentamientos sigue siendo un apartado vital. Cada una de las ciudades se puede desarrollar en el sentido que queramos y, además, se ha incorporado un mapa de calor que indica la seguridad de nuestras fuerzas, diplomáticos o espías en función del territorio que pisan. Jugar a cualquier título de Total War es una tarea compleja, no lo voy a negar. El número de factores que hay que hay que tener en cuenta es enorme. Conscientes de esto, The Creative Assembly y Feral Interactive han incorporado una serie de mejoras en el sistema de ayudas que hacen que el aterrizaje de los más novatos en la saga no sea tan turbulento.
Esto se nota en su tutorial completamente rediseñado que no se queda en tan solo una serie de pautas en un inicio, mostrando constantemente (siempre que quieras) consejos e indicaciones con los que orientarse, porque ¿qué pasa si monopolizo un recurso? Seguro que te has hecho alguna pregunta parecida alguna vez si conoces la saga. Además, desde el mismo juego se puede acceder al manual de juego, repleto de consejos y descripciones. A todo ello hay que sumarle que esta entrega llega con opciones de accesibilidad para personas con daltonismo; sin duda una forma más de hacer llegar el videojuego a cuanto más público mejor.
La edición completa de Total War: Rome
Total War: Rome vio aumentadas sus horas de juego gracias al lanzamiento de dos expansiones: Barbarian Invasion y Alexander. Estas se encuentran incluidas dentro de la remasterización con nuevos detalles, siendo completamente accesibles desde el principio. Esto conlleva además que el número de facciones disponibles crece, con 16 opciones extra a las 22 ya presentes en el juego original. Sin duda, este añadido es una excusa perfecta para decantarse por esta edición por encima de otras, sobre todo, si tenemos en cuenta que el juego original Rome: Total War Collection estará disponible para los usuarios de Windows en el momento del lanzamiento del título. Esta exclusividad es un tanto criticable, mayormente porque por primera vez en un Total War, su modo multijugador será multiplataforma cruzando a usuarios de Windows, macOS y Linux. Hubiera estado bien redondear esta iniciativa pionera dentro de la franquicia dando el mismo contenido a los usuarios de todas las plataformas. En lo sonoro Total War: Rome Remastered llega con voces y textos completamente en español, si bien no tengo constancia de que sus melodías hayan sufrido ningún tipo de retoque, estas siguen estando vigentes a día de hoy aportando toda la epicidad e intensidad que se espera de sus bien planteados combates.
Total War: Rome Remastered es una interesante puesta al día del clásico de 2004. Si bien, las mejoras en lo gráfico pueden acabar sabiendo a poco en algunas facetas como animaciones y efectos de iluminación en el campo de batalla. El agregado de las dos expansiones y sus facciones, así como las mejoras de calidad de vida, la cámara y zoom mejorados y sus opciones de accesibilidad lo convierten en un producto a tener en cuenta, pero sin el suficiente atractivo como para ponerse al nivel de los juegos contemporáneos de Total War.
- Gracias a su remasterización el juego alcanza resoluciones de 4K y gráficos ultra definidos, se han mejorado los modelados y añadido nuevos entornos.
- Se han añadido 16 facciones a la 22 de base que ya traía el juego.
- Cuenta con todo el contenido completo, incluidas sus dos expansiones.
- Mucho más accesible gracias a un tutorial mejorado y acceso a un extenso manual sin salir del juego.
- Se hubiera agradecido algo más de trabajo en algunos entornos y animaciones durante el combate.
