Análisis de Rocksmith Plus. Llevo años tocando la guitarra y Rocksmith+ convence, pero debe madurar

Análisis de Rocksmith Plus. Llevo años tocando la guitarra y Rocksmith+ convence, pero debe madurar
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Llevo un mes usando Rocksmith+, el nuevo servicio de aprendizaje para guitarras y bajos de Ubisoft, y nunca había tocado música tan variada: rancheras, bachatas, bossanovas, folk, blues, r&b... Esto ya no es un juego, es una herramienta para aprender a tocar de cero o a volver a enamorarte de tu guitarra o bajo, pero ¿está lista para atacar este nuevo segmento del mercado?

Tendría 7 años la primera vez que hice sonar una guitarra. Era la española que tenía mi tía abuela en su casa. Mi hermana y yo íbamos allí para que nos cuidara cuando nuestros padres trabajaban los sábados por la mañana, y entre capítulos de Dragon Ball, Punky Brewster y El príncipe de Bel-Air iba a buscarla para rasguear las cuerdas al aire, pero no más, porque entonces me hacía daño al pisarlas con los dedos. 10 años después, mi amigo Fer y yo pasamos un verano jugando a Guitar Hero. Estábamos obsesionados con el juego, y esos meses no hicimos más que jugar… y por las noches rondar los garitos de los Bajos de Argüelles —no soltábamos el mini de kalimotxo, efectivamente. Pero yo, además de acostumbrarme a llevar el ritmo con una mano y las posiciones en un mando con forma de guitarra en la otra, toqué de nuevo el instrumento real. Fer, que tocaba en una banda, me enseñó los conceptos más básicos, pero me faltaba el dinero para tener mis propias 6 cuerdas, y la cosa se quedó ahí.

Me había picado el gusanillo, pero todavía tenía que llegar el verano de 2008 para que un amigo de mi hermana, José "Truji", me animara a aprender a tocar por mi cuenta. Me prestó un par de libritos de escalas, algunas revistas con tablaturas y, efectivamente, su Squier Stratocaster de color crema. Aprendí acordes, escalas, alguna canción… hice callo, vaya, pero me faltaba una última cosa: mi propia guitarra. Lo solucioné fácilmente, porque aparte de tocar de prestado, esa temporada de verano trabajé mucho para sacar dinero, y para septiembre tenía mi propia Ibanez S470.

A partir de aquí mi relación con las seis cuerdas fue inconstante, sinceramente. Pasaba épocas largas en las que apenas tocaba, otras en las que volvía a sellar a fuego mis dedos… Pero en 2012 ya trabajaba para Mundogamers, y un día me mandaron a probar un juego que se llamaba Rocksmith. Recuerdo cuando vi el primer tráiler. Pensé: "¿Un Guitar Hero con guitarra de verdad? Dios, esto es un sueño hecho realidad". Me encantó, y de hecho se convirtió en el "juego" que más he "jugado" a lo largo de los años.

Rocksmith (y Rocksmith 2014, sobre todo) es un compañero de viaje que no solo me ha animado a ser constante, sino que me ha dado a conocer música que jamás se me habría ocurrido tocar, nuevas técnicas, a ganar en precisión y en velocidad sin que todo suene a ruido, a chapurrear las líneas de bajo aunque no tuviera uno, incluso a componer (aunque en este sentido los agradecimientos irían para Guitar Pro, el eterno editor de tablaturas). Por otra parte, lo mejor es que en estos años he visto cómo varios amigos aprendían desde cero gracias al bendito "juego".

Paralelamente, surgió una comunidad dedicada y apasionada que empezó a trabajar en canciones por su cuenta. Donde no llegaba Rocksmith, lo hacía la escena custom, y gracias a ello, el título fue aprendiendo e incorporando canciones con los años, paquetes temáticos o por artista que mantenían el interés por parte de los músicos/as al otro lado de la pantalla. A Ubisoft le gustaba el plan, porque la comunidad respetaba los lanzamientos de DLC. Cuando una canción llegaba por la vía oficial, Customsforge (la página de la comunidad) borraba su equivalente gratuito.

Un "servicio de aprendizaje musical interactivo"

Llevo años tocando la guitarra y Rocksmith+ convence, pero debe madurar

Ahora, Ubisoft nos trae Rocksmith+, algo que ya deja atrás los componentes de gamificación más evidentes, deja el arcade, deja las interfaces y detalles visuales más exagerados, y entra abiertamente en el campo de las herramientas de aprendizaje. En palabras de Anthony Martínez, Director de contenido musical del servicio, el original no dejaba de ser un "producto único, que no encajaba exactamente en la definición de juego", pero ahora la compañía pasa directamente a llamarlo "servicio".

Tiene sentido. Posiblemente, un 99% de la gente que se acercó a la franquicia a probar suerte a las seis o cuatro cuerdas, lo hizo atraída por el aspecto amable de la experiencia. Vale que la única parte explícitamente "jugable" era el Modo arcade, pero en Rocksmith había mucho gamificado (el propio LinkedIn está gamificado y no nos damos cuenta, así que imagina), y la interfaz era muy de "juego".

Llevo años tocando la guitarra y Rocksmith+ convence, pero debe madurar

No obstante, el equipo era consciente de que su título contaba con una tecnología puntera, y "con el tiempo vio que el 95% de los jugadores mejoraban y aprendían a tocar". Rocksmith podía ser mucho más, y aunque aprender jugando está bien, Ubisoft quería abrir el abanico de posibilidades para la experiencia, dar un paso al frente "sin dejar atrás los mejores elementos del puro diseño de juego ni la tecnología clave para la educación musical".

Como "servicio de aprendizaje musical interactivo, […] no hay ni jefes, ni créditos", pero Rocksmith+ (o Plus) mantiene claramente ese elemento de progresión que tanto nos pica cuando tocamos. Las canciones que podemos tocar siguen teniendo un porcentaje que nos indica si hemos tocado todo bien, claro, y si no es el caso nos asiste para repetir aquello que se nos atore hasta que lo aprendamos bien. Pero no adelantemos y entremos en harina.

Un profesor con toda la paciencia del mundo

Llevo años tocando la guitarra y Rocksmith+ convence, pero debe madurar

El servicio promete ofrecernos una biblioteca gigantesca formada por "más de 5000 canciones en continua expansión con todo tipo de arreglos", vídeos educativos, ejercicios para practicar las diferentes técnicas, una herramienta de creación de canciones (gran parte responsable de que la biblioteca crezca) y, lo más importante, ese sistema de aprendizaje al vuelo.

Creo que la mejor forma de aprender a tocar un instrumento es… tocando, no practicando. Es innegable la importancia de la práctica para empezar: comprender los fundamentos técnicos, acostumbrarse a seguir el metrónomo, a respetar la definición de cada sonido, etc. Ahora, si no llevamos esas nociones a una composición musical real, lo que practiquemos quedará yermo. Quizá por eso el nuevo Rocksmith+ ha descartado modos arcade o las jam para enseñar y ha preferido trabajar de la manera más profunda posible su sistema de práctica y repetición. Siempre fue útil, pero en esta ocasión el proceso es mucho más guiado. Lo digo en el sentido de que si antes teníamos que pararnos a delimitar manualmente las secciones que queríamos repetir o la velocidad de reproducción, en esta ocasión es la propia máquina la que se ocupa.

Llevo años tocando la guitarra y Rocksmith+ convence, pero debe madurar

A medida que tocamos, en la línea superior se van quedando registrados unos puntos que representan aquellos lugares o secciones donde fallamos. De esta forma, el propio sistema es el que, cuando pasamos a practicar, nos propone diferentes tipos de revisiones. La primera es la de refuerzo, que nos anima repetir las partes que más se nos traban, con la posibilidad de tocar nota a nota, muy lentamente, para que no se nos escape nada.

El núcleo más duro de Rocksmith, el aprendizaje, ha reforzado su mejor herramienta, volviéndose más cómoda y úti

La segunda es para "elevar" aquellas partes que ya empezamos a controlar, pero en las que se nos escapa alguna nota o algún matiz. La idea en este caso es dominar y pulir. Luego tenemos una tercera propuesta, que es la de "seguir así", en la que se nos anima a practicar técnicas específicas que destacan en el tema en cuestión. Pueden ser secciones de sordinas, hammer-ons/pull-offs, vibratos, tremolos… Estas no dejan de ser recomendaciones que no se inventan. Me explico: al seleccionar alguna de estas recomendaciones, no hacemos más que entrar en el repetidor de riffs, pero con las configuraciones ya realizadas para adaptarse a cada necesidad: dificultad, velocidad, adaptación de nivel, subida de velocidad e índice de aumento, número de repeticiones, tolerancia a fallos…

Es decir, que el núcleo más duro de Rocksmith, el aprendizaje, ha reforzado su mejor herramienta, volviéndose más cómoda y útil. Personalmente, he recibido muy positivamente este cambio, porque solo ya con esas tres recomendaciones por secciones, se hace de verdad mucho más cómodo y orgánico el proceso de mejorar y pulir los fallos. Hace un par de días logré perfeccionar Poison, de Alice Cooper, y eso es algo que el anterior Rocksmith no consiguió jamás.

Una apariencia más simple y seria

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Hablando de fallos… Necesito mencionar ya mismo uno de los detalles que me crispan de Rocksmith+. El diseño de la pista de notas, es decir, de lo que nos indica qué tenemos que tocar y, sobre todo, los indicadores de acierto, no son suficientemente claros. Entiendo que hayan optado por reducir la saturación de las "notas" y los efectos visuales, que hayan preferido un aspecto más minimalista; pero todo esto cae en detrimento de la claridad de la información recibida.

Te pongo un par de ejemplos: cuando tocamos un acorde, el efecto de "acierto" no es más que un ligero destello; acertar una nota mantenida genera casi el mismo resultado que fallarla, porque la "columna" que le corresponde apenas cambia. Sí que me ha parecido un acierto el nuevo formato para mostrar los arpegios, que dentro de la forma del acorde, colocando los dedos de la forma adecuada, nos indica simplemente qué cuerdas debemos tocar.

Mención aparte tiene el que ahora se puede habilitar un panel inferior para mostrar la tablatura tradicional en todo momento, con una barra móvil que nos indica el avance de la canción. Esta inclusión es uno de los detalles que más evidencian el salto hacia una visión más seria que el que podía considerar Rocksmith o Rocksmith 2014, y para cualquiera que sepa leerlas o que quiera acostumbrarse a ellas, es una opción necesaria.

Siguiendo un poco la reflexión sobre la interfaz, creo que el nuevo diseño de los menús y los paneles es suficientemente claro y definido. Ya al abrir la aplicación, podemos ver una pantalla de bienvenida en la que aparecen carteles destacados, canciones guardadas o recientemente tocadas, lecciones pendientes, estiramientos para evitar lesiones, etc. Ese tipo de contenidos a los que querremos acceder rápidamente, o que no teníamos tan presentes, pero que descubrimos con mucho agrado.

Llevo años tocando la guitarra y Rocksmith+ convence, pero debe madurar

A la izquierda, están el panel de lecciones y el de personalizaciones. En el de lecciones están todos los vídeos y las prácticas necesarios para aprender desde lo más elemental, y por experiencia sé que jamás se deja de aprender, así que nunca está de más pasarse por ahí para oír y ver a alguien nuevo hablar de las técnicas que creemos machacadísimas.

Sé por mis amigos que las anteriores entregas les ayudaron a aprender de cero, y viendo la profundidad y variedad de las lecciones ahora, esto no hace más que ahondar en ese aspecto del servicio, sobre todo con vídeos actualizados que hablan sobre detalles que van más allá de las técnicas, y hablan de problemas que pueden surgir al tocar, o conceptos como las pastillas y su sonoridad.

El apartado de personalización hace lo que esperas: permitirte cambiar los efectos visuales que reaccionan a tu guitarra o bajo, cómo quieres diseñar tu instrumento virtual (cuerpo, mástil, pala, etc.) su sonido… Sí, aquí es donde puedes elegir los efectos que se le aplican cuando no estás dentro de un tema, y debo decir que ahora el sonido en general tiene algo que brilla especialmente.

Los efectos que definen el tono de nuestras guitarras o bajos son más claros y corpóreos que antes. Dentro de que son efectos virtualizados, comparándolos con los de las versiones anteriores, suenan más fieles al original, vaya. Además, parece que se ha reducido al máximo la latencia de detección, y eso nos permite sentir que lo que tocamos y lo que suena es 1:1.

Rocksmith+ se abre a cualquier músico/a

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Rocksmith+ tiene tres formas de detectar lo que tocamos. La primera no es más que el Real Tone Cable: ese cable que si no tenías ya puedes comprar por unos 30 euros. La segunda se lleva a cabo a través de una tarjeta de sonido, sea externa, integrada o por PCIe. En estos dos primeros casos, la integración y la latencia son casi perfectas, y personalmente incluso me he encontrado más cómodo conectando mi guitarra a la tarjeta que uso para grabar. Será un modo beta, pero la guitarra presenta incluso menos latencia que con el cable por USB.

La tercera forma vuelve a recordarnos el nivel de "apertura demográfica" que anhela el servicio, porque se realiza a través de una aplicación de móvil que se llama R+ Connect. Funciona usando el micrófono del teléfono, y conectándose al ordenador o consola a través de la misma red Wi-Fi. De esta forma, ojo, no solo puedes tocar con tu guitarra eléctrica conectada a tu ampli, sino que también puedes usar esa guitarra acústica o española que no está electrificada. Encima, aunque tenga un poco de latencia, funciona de forma muy estable.

Llevo años tocando la guitarra y Rocksmith+ convence, pero debe madurar

Ahora bien, ¿qué hay de las canciones? Volviendo a lo que decía más arriba, no hay mejor forma para motivarse y ser constante con un instrumento que tratar de tocar esos temas que te encantan. 5000 canciones deberían dar para muchas oportunidades de lograrlo, ¿no? Bueno, todavía no, porque no todas están disponibles, para empezar, pero eso lo explico más adelante.

No esperes una setlist tan memorable como la de los juegos anteriores

He disfrutado de algunos temazos de los de toda la vida, sí, pero son tan escasos… No esperes una setlist tan memorable como la de los juegos anteriores; al menos no todavía. Lo que sí que hay es una variedad de géneros y de canciones menos conocidas que te harán cambiar tu punto de vista. Veamos, nunca en mi vida había tocado ni rancheras, ni bossanova, ni bachatas, ni a Enrique Iglesias… y ahora creo que suponen un reto tan grande que a su lado ni el shred más veloz me parece complicado.

Va, estoy siendo un poquito irónico, y no quiero despreciar los nuevos géneros que estoy descubriendo, porque resultan fascinantes, tanto en cuestión de armonías y escalas como en el apartado rítmico, pero echo muy en falta géneros más duros o progresivos, y sobre todo, "melocotonazos" de los de toda la vida.

¿Más de 5000 canciones? ¿Seguro?

Llevo años tocando la guitarra y Rocksmith+ convence, pero debe madurar

Es un poco desalentador que la mayoría de la biblioteca se componga de discos enteros de grupos o cantantes menos conocidos, covers literales de canciones populares o temas potentes con lo que se llama "Tabla de acordes". Este nuevo tipo de arreglo nos propone acompañar la música con acordes muy simplicados, sin enseñarnos realmente a tocar la canción original… Mientras escribo estas líneas, el número total de entradas en la biblioteca es de 7659 temas, pero filtrando por "Solista" la cosa se queda en 882, y arreglos rítmicos hay 146. La realidad es flagrantemente diferente.

En definitiva, echo en falta más música y más conocida (y aquí creo que no es culpa mía, porque escucho de todo). El servicio está todavía muy crudo en este tema. Quiero pensar que es porque Rocksmith+ acaba de nacer, y aunque en estas semanas la lista de canciones apenas ha cambiado, lo que sí que auguro para él es un futuro más fructífero, porque aunque el equipo de desarrollo todavía no ha metido temas nuevos, sí que he empezado a ver canciones creadas por la comunidad gracias a la herramienta Rocksmith Workshop.

Llevo años tocando la guitarra y Rocksmith+ convence, pero debe madurar

El servicio de Ubisoft ha querido acoger esa escena custom de la que hablaba antes a través del Rocksmith Workshop, que "no es más" que la potente herramienta del equipo de desarrollo para transponer cualquier canción disponible en la biblioteca y hacerla "jugable". No voy a entrar a hablar en detalle del Workshop, porque no tiene más secreto que ser tremendamente profundo, preciso y muy intuitivo. Si lo tuyo es echar horas para montar tus propios arreglos, adelante.

Lo que sí que te interesará es saber que Rocksmith+ ya no acepta temas externos, solo para los que Ubisoft ha conseguido licencia. Ahí es exactamente donde entra esa biblioteca de más de 5000 canciones. Existen, aunque todavía no estén convertidas al formato de pista de notas, por lo que entre el trabajo oficial del equipo de desarrollo y el de la propia comunidad, el servicio irá nutriendo más y más su biblioteca de canciones disponibles.

Un brillante futuro

Sin sello
Llevo años tocando la guitarra y Rocksmith+ convence, pero debe madurar

Rocksmith Plus

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Rocksmith+ es el comienzo de un nuevo camino para la franquicia más abierto musicalmente, y más profundo en lo educativo... Tiene decisiones de diseño que pueden no ser las más adecuadas o cómodas, y todavía tiene huecos grandes en su biblioteca, pero su asistente de práctica lo convierte en una herramienta de aprendizaje para instrumentos de cuerda muy sólido, más claro que otras alternativas del mercado. Ahora bien, ¿lo recomendaría a día de hoy? Todavía no, especialmente si vienes de los títulos anteriores, porque la barrera psicológica que supone pasar de un modelo de pago único a una suscripción de largo recorrido solo podrá superarse cuando esa biblioteca de canciones haya madurado, y la herramienta haya recibido algún que otro ajuste a través de actualizaciones.

5 Cosas que debes saber:
  • El "método Rocksmith" para aprender a tocar es mejor que nunca.
  • Ahora hay tres opciones para conectar tu instrumento, ¡y dos son gratis!.
  • La herramienta de creación de canciones va de serie con el Workshop.
  • Hay más de 7000 canciones, pero menos de 1000 están "terminadas".
  • Se echan en falta temas potentes: la biblioteca tiene mucho que madurar.
Jugadores: 1
Idioma: Textos en castellano y voces en inglés
Duración: Interminable
Ver requisitos del sistema
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