Análisis de Final Vendetta. Un cruce entre Final Fight y Streets of Rage tan difícil como los clásicos arcade

Análisis de Final Vendetta. Un cruce entre Final Fight y Streets of Rage tan difícil como los clásicos arcade
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Los amantes del beat'em up están de enhorabuena. Tras una sequía que parecía haber sepultado todo un género, desarrolladores de todo el mundo se animan a hacer realidad nuevas producciones que garantizan la supervivencia del yo contra el barrio. ¿Qué aporta el último título del género? Te lo contamos en el análisis de Final Vendetta.

Claire coge el teléfono y una voz le da una sorprendente noticia: su hermana ha sido secuestrada por Syndic8, el grupo de maleantes más facineroso de toda Londres. ¿Llamarán a la Scotland Yard y dejarán a las autoridades que se encarguen del caso? En absoluto: Claire, una experta en artes marciales, y sus amigos Duke y Miller, un boxeador y un exluchador de wrestling, se tomarán la justicia por su mano a lo largo de seis niveles que recorren los suburbios de la capital británica más quinqui en Final Vendetta. ¿Estás listo para el desafío?

Parece que me he puesto clásico con la sinopsis del análisis, pero no más clásico que el propio juego en sí. Sin querer ponerme redundante, ya sabéis que si algo sepultó al género del beat'em up fue el salto inevitable del género de las recreativas a las consolas, sin encontrar un lugar en el que prosperar y en el que llevar las bondades del yo contra el barrio a los sistemas domésticos. Final Vendetta se ha puesto torero y ha desafiado a los fans del género: ¿Queréis que el juego sea largo? ¿Qué tal un desafío sin continuaciones? Es algo que, de hecho, muchos fans pedíamos a los desarrolladores, pero una vez coincidido el deseo, ¿es lo que verdaderamente queríamos? Por una parte, (y particularmente, en mi caso) sin duda, sí. Por la otra, ciertamente, hay elementos que podrían haber estado a mejor altura de lo que han estado. Pero no hay duda que Final Vendetta es un desafío mayúsculo para los gallitos del mamporro y una opción interesante que no deberías dejar pasar aunque no todo reluzca en su puesta en escena.

A golpes en el Tower Bridge

No tengo muchas quejas en lo jugable de Final Vendetta. A lo largo de sus seis niveles y tres protagonistas, el jugador puede amaestrar solo o acompañado tres luchadores muy distintos entre sí que ofrecen el clásico esquema de fuerza, velocidad y equilibrio. De lo que no hay duda es que sus desarrolladores no han querido inspirarse en los éxitos más contemporáneos de otros juegos con los que comparte ideas, por lo que su visión es mucho más tradicional. Se suele decir de muchos títulos beat'em up, pero no siempre es cierto: podría estar en una recreativa de la primera mitad de los 90. Final Vendetta sí podría estar en esas recreativas para bien y para mal.

Siendo en sus mecánicas muy pasables, el software tiene un problema de identidad imponente

Para bien porque se ha creado un sistema de juego muy interesante que, sin estar amparado por los cánones modernos del beat'em up, es muy funcional y disfrutable. La capacidad de los protagonistas de elevar a los rivales para ejecutar combos mientras caen aporta una ventana de tortas muy interesante a las que combinar movimientos en carrera y golpes más duros que bajarán de forma asombrosa la vida rival. Hay movimientos defensivos como esquivas o bloqueos, siendo los primeros de mayor utilidad que los segundos. Aunque hay tres o cuatro secciones en las que el escenario puede matarte y son bastante molestas porque no ofrecen una alerta suficientemente clara de lo que se viene, son anecdóticas. Todo parece bastante bien, ¿no? ¿Qué tiene de malo?

Siendo en sus mecánicas muy pasables, el software tiene un problema de identidad imponente. Ni sus protagonistas, enemigos, jefes finales o escenarios tienen una pizca de carisma que los haga memorables para un jugador que no deja de jugar a propuestas estupendas en los últimos tiempos. De hecho, el abuso de los cambios de paleta de color entre los enemigos llega a momentos inquietantes cuando los desarrolladores deciden colocar en una misma habitación a cuatro luchadores a los que solo les cambia el color de sus ropas y pelos. Demasiado reiterativo, poco trabajada su puesta en escena y se aprovecha poco su estupenda localización: sabrás que estás en Londres por una pantalla en el Tower Bridge, nada más.

A tortas contra Syndic8

Un cruce entre Final Fight y Streets of Rage tan difícil como los clásicos arcade

Pero hay veces a los mandos del tour de forcé que es Final Vendetta que me pregunto si esos problemas que destaco en la reseña no son parte de una decisión estética y artística por asemejarse a los beat'em ups de media tabla que coparon los arcades de los 90. Sin embargo, que exista la duda entre la parodia y la decisión estética me hace pensar que Bitmap Bureau, sus creadores, han preferido lo segundo a lo primero para ahorrar algo de tiempo. ¿Se carga la experiencia? Para nada, porque en lo jugable acaba siendo una experiencia resultona, divertida y lo suficientemente desafiante como para que quieras echarle horas hasta acabar sus seis desafíos.

Musicalmente peca lo mismo que en el diseño general, músicas que por donde pasan no manchan pero tampoco limpian, no apagarás la consola en la que juegues a Final Vendetta tarareando ninguno de sus temas. Tampoco va sobrado de modos extra: un boss rush en el que nos enfrentaremos a todos los enemigos de una sentada y un modo entrenamiento son las únicas opciones alternativas a las que acceder una vez acabemos el juego. No es que la historia sea importante en un beat'em up, pero sí que podría haber lucido un poquito más en su desenlace y su presentación, con imágenes estáticas que no suponen una gran recompensa una vez terminada la aventura.

Un cruce entre Final Fight y Streets of Rage tan difícil como los clásicos arcade

Su apuesta por ser demasiado tradicional ha podido ser algo más ineficiente

Explicado todo así, no parece que Final Vendetta sea un gran videojuego, ¿no? En realidad no estoy diciendo eso: que sus desarrolladores, a pesar de los problemas evidentes que tiene, se las hayan ingeniado para que los jugadores quieran acabar el juego con un solo crédito confirma que la producción no está ni cerca de ser calificado como un mal título. Eso sí, su apuesta por ser demasiado tradicional ha podido ser algo más ineficiente de lo que seguramente esperaban sus desarrolladores, circunstancia que podría echar atrás a algunos jugadores que en 2022 tienen derecho a esperar algo más en un género que ha demostrado estar muy vivo en los últimos tiempos.

Desafío tradicional

Sin sello
Un cruce entre Final Fight y Streets of Rage tan difícil como los clásicos arcade

Final Vendetta

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Final Vendetta es tradicional hasta el punto de ser contraproducente para sí mismo. Plantea un brillante desafío en el que no hay continuaciones con una jugabilidad muy interesante que le ayuda a convertirse en una experiencia muy disfrutable si disfrutas del género. Desgraciadamente, todo lo interesante que plantea en lo jugable no lo plantea en lo visual, en lo sonoro y su pobre puesta en escena, falto total de carisma y sin grandes elementos a destacar entre los protagonistas, jefes finales, enemigos o escenarios. Café para muy cafeteros, pero no es mal café.

Comprar Final Vendetta
5 Cosas que debes saber:
  • Su desafiante reto de acabar el juego con un crédito es una virtud para los amantes del género
  • Visualmente torpe: diseños poco inspirados de enemigos que se repiten constantemente
  • Haría falta algo más de mimo en su puesta en escena: protagonistas, jefes finales y escenarios brillan por su falta de carisma
  • Jugablemente interesante en el ataque, se podría haber potenciado algo más la defensa
  • Una obra orgullosa de pertenecer a la vieja escuela, para lo bueno y para lo malo
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español
Duración: 2 - 4 horas
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