Análisis de Voyage. Es difícil ser un juego más bonito y además recuerda a Journey

Análisis de Voyage. Es difícil ser un juego más bonito y además recuerda a Journey
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Si te gustan las aventuras minimalistas, con personalidad y un apartado artístico único, estoy convencido de que lo que plantea Voyage te puede interesar. Es un indie muy interesante, aunque con algunos aspectos que debes considerar. Te lo cuento todo en este análisis.

Me gustan los juegos con personalidad, y de lo que estoy seguro es que Voyage es uno de ellos. Ha aparecido por sorpresa, sin promoción, pero con una propuesta de lo más genuina y atractiva, heredera de experiencias al estilo de Journey, y por eso precisamente llamará la atención de los amantes de este tipo de aventuras más contemplativas que repletas de mecánicas jugables. Y no me parece nada mal que existan este tipo de juegos. Después de todo, a veces lo que apetece es sentarse y relajarse durante 2 ó 3 horas, que es lo que dura exactamente el primer juego de la desarrolladora indie Ventorous.

No puedo decir, a este respecto, que se note la falta de experiencia, pero sí que la aventura se ha quedado un poco a medias en cuanto a sus intenciones. Trata de contar una historia sin palabras, pero su mensaje y significado queda demasiado diluido. También se vanagloria de no contener violencia, pero en la práctica la falta de dinámicas jugables desemboca en un título monótono y escaso de alicientes. Por ello, y aunque las intenciones son loables, me temo que es un viaje que se ha quedado a medias, que a pesar de su belleza artística no consigue lo que otros referentes del género… y eso es una auténtica pena. Pero déjame que te lo cuente todo de una forma más pormenorizada en este análisis, porque puede que encuentres razones para jugarlo si es que conectas con este tipo de propuestas.

Un viaje de vuelta

Hay poco margen para que te atasques. Es un juego fácil

La propuesta narrativa de Voyage es sencilla: encontrar el camino de vuelta a casa. Adquirimos el rol de dos protagonistas que se pueden controlar en cooperativo (también se puede jugar en solitario), en un viaje a través de una variedad de parajes que van desde las ruinas hasta una estación espacial. Todo rodeado de mucho misterio, porque no hay explicaciones ni líneas de diálogo… solamente escenarios dibujados a mano en que atravesamos un número limitado de enclaves, pero dotados de una ambientación única, además de una más que sugerente combinación de colores.

El juego, en este sentido, es una belleza audiovisual. Contemplar los paisajes forma parte de la diversión, y es que el grueso de la jugabilidad descansa en la exploración, en recorridos lineales que habitualmente no plantean problemas. Además, hay muy pocos puzles y estos habitualmente se limitan a desplazar algún objeto o activar algún interruptor… poco más. Incluso existe un botón para resaltar con qué debes interactuar, así que hay poco margen para que te atasques. Es un juego fácil.

Es difícil ser un juego más bonito y además recuerda a Journey

Que el videojuego carezca de dificultad no es necesariamente negativo, pero sí algo que deberás valorar antes de ponerte con él. Personalmente, he echado en falta algún desafío que me sorprendiera, algo lo suficientemente estimulante como para evitar el aburrimiento. Para mí, fue un paseo de principio a fin, y no uno que me dejara con la sensación de haber jugado a algo sorprendente. Más bien, noté algo de indiferencia. No digo que el juego no sea bonito y que tenga una banda sonora de lo más inmersiva, pero más allá de eso me hubiese gustado tener mecánicas divertidas, porque más de la mitad del juego te la pasas inclinando el stick para caminar.

Todo está planteado desde un punto de vista minimalista, incluyendo la jugabilidad

Por eso, quiero que te quede muy claro que realizarás alguna acción como escalar, empujar… pero poco más. Y es que todo está planteado desde un punto de vista minimalista, incluyendo la jugabilidad, aunque he de reconocer que es consecuente con su duración: un par de horas. No tiene rejugabilidad ni coleccionables. Es una aventura que se vive una vez, muy pequeña, de bajo presupuesto, pero con mucha personalidad. Y eso al final también importa. No tanto como para recomendártelo a ciegas, pero sí como para aconsejarte que tengas a Voyage en cuenta. Puede que si conectas con su propuesta, te alegres de haberlo descubierto.

Una aventura minimalista

Sin sello
Es difícil ser un juego más bonito y además recuerda a Journey

Voyage

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Voyage es una aventura minimalista en todos los sentidos, desde su narrativa, pasando por su estética, hasta alcanzar sus mecánicas jugables. Su duración también lo es: dos o tres horas para un recorrido que se limita a caminar por bellos escenarios y realizar alguna acción, sin apenas dificultad. No es tan estimulante como otras aventuras similares, y se me hace difícil recomendarlo, pero su maravillosa realización artística, unida a su personalidad tan única, te diría que no lo pierdas de vista, porque podría alegrarte el haberlo descubierto.

5 Cosas que debes saber:
  • Una aventura muy minimalista con una narrativa bastante críptica.
  • La base es la exploración contemplativa de entornos diseñados a mano.
  • No hay combates: las pocas acciones consistentes se basan en resolver pequeños puzles.
  • El apartado artístico es lo mejor del juego, tanto en lo visual como en lo musical.
  • Su duración es muy corta (menos de tres horas) y apenas tiene dificultad. Escasa rejugabilidad.
Jugadores: 1-2
Idioma: Textos en español y voces en no tiene
Duración: 2-3 horas
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