Sube a tu deportivo, tunéalo y gánate el respeto de las bandas en Angel City. Así es el mundo del tuning, divertido y muy caro.
Después de un aparatoso comienzo con cambio de distribuidora incluido, por fin podemos disfrutar de esta explosiva mezcla de tuning y simulación de carreras urbanas.
Aparentemente Juiced no resulta muy diferente del resto de títulos basados en el tuning como modelo de juego. Un enorme número de vehículos, posibilidades de modificación por un tubo, carreras en circuitos urbanos y un sistema juego basado en dinero obtenido por victorias y apuestas. La novedad la presenta la manera de gestionar todo ello mediante un sistema de menú basado en un calendario de eventos, la existencia de bandas de corredores distribuidos por barrios, y una gran variedad de tipos de pruebas y desafíos en los que exprimir los vehículos que vayas adquiriendo.
Vehículos tuneados toman las calles
Juiced cuenta con varios modos de juego, pero destaca inmediatamente su modo estrella “Carrera”, que nos traslada a las calles de Angel City, una enorme ciudad dividida en ocho barrios dominados por diferentes bandas de corredores, a los que lógicamente tendrás que derrotar en el asfalto para convertirte en un auténtico “number one”. Así que toca empezar de cero con un coche bastante normalito al que podrás hacerle un par de modificaciones y llevar al límite para conseguir victorias, reputación y sobre todo dinero para mejorarlo.
Según aumente tu respeto entre los participantes te irán invitando a nuevas competiciones que, a su vez, te permitirán conseguir coches más potentes y piezas especiales.
Respeto entre bandas
Ganarse el respeto de otras bandas no es tarea fácil. Una buena posición en las carreras y pruebas siempre aporta mucho, pero no siempre es suficiente. Para ganarte el respeto de ciertas bandas deberás cumplir ciertos requisitos adicionales como por ejemplo disponer de un buen garaje de vehículos, algún coche muy tuneado, o conducir con gran habilidad y pocos daños. Recuerda que tan pronto como sube el respeto puede bajar, y no colisionar en Juiced es muy difícil si vas a por todas.
Carreras, desafíos y un modelo económico frustrante
Entre las pruebas disponibles hay desde carreras hasta torneos, exhibición de derrapes, vueltas en contrarreloj, competiciones de sprint en las que cambiar las marchas en el punto exacto, exhibiciones de maniobras como trompos, boomerangs, giros de 360º… una excelente variedad en definitiva. El problema es que estos desafíos no son precisamente fáciles, dificultando en exceso profundizar en el juego gracias a su modelo económico. Casi todas las pruebas requieren un precio de entrada, casi todas las pruebas requieren una reparación posterior del vehículo, también necesitarás invertir en la ampliación de tu garaje para poder ascender de categoría y participar en ciertas pruebas, y además puedes apostar directamente contra rivales. Vamos que si arriesgas y tienes una pequeña mala racha ya te puedes dar con un canto en los dientes, pues tendrás que esperar a que se abra algún evento gratuito y que por cierto no abunda mucho que digamos. Esto conforma un círculo vicioso que por supuesto no ocurre constantemente, pero que es sumamente frustrante.
Pasión por el Tuning
Las opciones de personalización del coche son casi infinitas. Juiced cuenta con piezas de los principales fabricantes del mundo, como HKS o Bilstein, para que personalicemos nuestros vehículos con total libertad. Según los propios desarrolladores se pueden obtener un total de 7,5 billones de combinaciones diferentes, modificando eso sí, tanto las partes internas del vehículo como las externas. Ruedas, transmisiones, retrovisores, spoilers, piezas de fibra, faldones, luces de neón, y hasta 3 tipos de pintura diferente son algunas de las modificaciones disponibles además de poder practicar todo tipo de mejoras mecánicas para aumentar el rendimiento de nuestro motor.
Pero si la cosa del tuneo llega a cansarte, Juiced te propone una opción automática de tuning programado que hará el trabajo por ti.
Coches y óxido nitroso
En Juiced se incluyen más de 50 vehículos reales pertenecientes a distintos fabricantes. Honda, Opel, Fiat, Wolkswagen, Ford o Toyota entre otros y repartidos en ocho categorías diferentes basados en potencia. Dependiendo de las mejoras y modificaciones introducidas en el motor podrás superar categorías y participar en nuevos campeonatos. Al principio estos vehículos son modelos básicos que cualquier amante de las cuatro ruedas podrá distinguir a simple vista, pero las inmensas modificaciones estéticas a que podrás someterles en el taller harán que más de uno tenga que pensárselo dos veces antes de atreverse a decir de que coche se trata.
Conducción
El estilo de conducción de Juiced resulta en una mezcla entre un simulador y un planteamiento arcade. Aunque en principio parece sencillo hacerse con el control base de los vehículos, enseguida notarás que se requiere un proceso básico de aprendizaje de cada modelo para sacarle el máximo partido y no comerte cada curva. Un aprendizaje para poder apurar en las frenadas, en las curvas, para adelantar e introducir el óxido nitroso en el momento idóneo. El factor de simulación es evidente en muchos aspectos de los citados, incluido la sensibilidad del vehículo al tipo de superficie. No es un simulador puro, pero tampoco un juego completamente arcade. De hecho, para ayudar a los jugadores meramente arcade, Juiced ofrece también una ayuda en pantalla que les indicará cuándo reducir o frenar antes de una curva.
Aparte del modo carrera, el juego cuenta con carrera rápida y un modo online para tan solo seis jugadores en las que podemos apostar y jugarnos el coche como en las carreras ilegales. El juego se complementa con unos buenos gráficos y una buena banda sonora.
Sin duda nos encontramos ante un título que destaca por su enorme variedad de opciones de modificación, un competente motor de física, buen nivel gráfico y un gran y divertido número de pruebas sobre cuatro ruedas apoyadas en un original concepto. Sin embargo, la exigencia de su modelo económico para progresar y la escasez y similitud de los circuitos le restan algunos puntos sobre sus rivales.
