Análisis de Ninja Blade

Análisis de Ninja Blade
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La gran apuesta de Microsoft para el género de acción-aventuras en este primer trimestre de 2009 se llama Ninja Blade. Los fecundos From Software se enfrentan al más ambicioso de sus proyectos, y lo hacen con la garantía-incertidumbre de un currículum repleto de producciones, aunque en su mayoría menores. ¿Será Ninja Blade el videojuego que los aúpe al olimpo de los grandes estudios? Descúbrelo con 3DJuegos.

Microsoft ha dejado meridianamente claro que busca un sustitutivo de Ninja Gaiden a corto plazo, al distribuir el videojuego que nos ocupa como exclusivo de Xbox 360 y apostar por un marketing que lo sitúa como uno de los grandes esperados de estos primeros compases del 2009.

El género de acción y aventuras no disfruta de demasiados representantes en la consola norteamericana, y los de Redmond quieren contrarrestar la brillantez de, por ejemplo, PlayStation 3 en este campo; que disfruta de videojuegos de la valía de Ratchet & Clank, Uncharted o God of War entre otros.

Así pues Ninja Blade empieza con buen pie como nueva Propiedad Intelectual de Microsoft, aunque su resultado final queda algo lejos de ofrecer los brillantes resultados que de éste se esperaba. El videojuego de From Software mezcla sin complejos una intensidad salvaje, ritmo inapelable, abundantes QuickTime Events, y argumento extravagante que combina ninjas con infecciones masivas, monstruos de pesadilla y entornos futuristas.

Ninjas del Siglo XXI
Que lo menos importante de Ninja Blade es el argumento queda clarísimo a los pocos instantes de comenzar el videojuego. El título da el pistoletazo de salida con una cinemática en la que contemplamos las calles de Tokio en el futurista año 2015, y en la que empezamos a hacernos una idea de la clase de amenaza a la que nos vamos a enfrentar.

Un parásito de origen desconocido se expande a velocidad vertiginosa por el cuerpo de los seres humanos a los que infecta, y no contento con atacar sus órganos y sistemas, comienza en el ser humano del sujeto una mutación salvaje y brutal que lo convierte en una bestia inhumana de devastador poder y resistencia.

En Ninja Blade seremos Ken Ogawa, un neo-ninja encargado de acabar con una misteriosa plaga que amenaza con destruir a la humanidad.
En Ninja Blade seremos Ken Ogawa, un neo-ninja encargado de acabar con una misteriosa plaga que amenaza con destruir a la humanidad.

Este Virus Alpha se extiende con una velocidad preocupante, y ha conseguido causar la friolera de 2.000 víctimas mortales en la ciudad japonesa en sólo 24 horas. Las autoridades han establecido un perímetro de seguridad entorno a las zonas infectadas tratando de mantener a los civiles alejados de ellas, y se han puesto en contacto con un experimentado y veterano equipo de Ninjas para acabar con la plaga…

Aquí entraremos en contacto de forma más directa con el videojuego, y encarnando a Ken, uno de los ninjas, como principal esperanza para erradicar el mal que se cierne sobre la ciudad nipona.

Ya desde el primer instante de videojuego From Software no es en absoluto sutil y no esconde ni una sola de sus cartas a pesar de algunas sorpresas hacia la mitad del videojuego. Ninja Blade mezclará infinidad de cinemáticas con las escenas de acción, y además salpicará toda su fórmula de una abundancia totalmente excesiva e incontenible de QuickTime Events.

A nivel argumental Ninja Blade es un desastre, pero un desastre deliciosamente anárquico y desordenado. En la más auténtica tradición de la serie B, este título mezcla con divertida habilidad ninjas, monstruos y ciudades futuristas en un argumento que perfectamente podría haber firmado el John Carpenter de sus mejores tiempos… o peores según se mire.

Acción a 200 Kilómetros por Hora
La sensación jugable que transmite Ninja Blade es la de una fantástica habilidad para dotar de velocidad y ritmo a su propuesta. La campaña individual, única oferta del videojuego, es un fenomenal espectáculo de fuegos artificiales en el que se suceden escenas de acción sin freno y en el que se transmite un acertado, pero irreal sentido de la variedad.

Las situaciones que se suceden en Ninja Blade son tan espectaculares que a menudo rozan lo absurdo. El usuario no debe esperar un tratamiento realista del guión. El videojuego es fantasía en estado puro.
Las situaciones que se suceden en Ninja Blade son tan espectaculares que a menudo rozan lo absurdo. El usuario no debe esperar un tratamiento realista del guión. El videojuego es fantasía en estado puro.

Lo primero que nos encontramos en el videojuego es un fastuoso QuickTime Event, y esto nos deja muy claramente definido el tono que va a marcar al título durante todo el Modo Historia. En esta secuencia, que no deja de ser una cinemática con limitada interactividad, deberemos pulsar en sincronía una serie de botones para que el protagonista lleve a cabo espectaculares movimientos. Esto que sobre el papel suena impresionante no deja de serlo en su faceta gráfica, visual y sonora, puesto que a lo largo del título todas están representadas con una calidad apabullante. Sin embargo a nivel jugable su presencia es muy discutible, puesto que se alternan con excesiva frecuencia y su dificultad no sólo es escasa sino que además la penalización por muerte es nula al contar con checkpoints muy poco espaciados dentro de estos lapsos.

Por otro lado la parte más puramente relacionada con el combate es más satisfactoria en todos los campos, aunque le persigue cierta sensación de degenerar en el reiterativo machacabotones a pesar de los meritorios intentos de From Software por dotar de variedad al conjunto.

Gracias a la gestión del inventario podremos acceder rápidamente a nuestras armas, a las posibilidades para mejorarlas y a los botiquines y elementos de curación.
Gracias a la gestión del inventario podremos acceder rápidamente a nuestras armas, a las posibilidades para mejorarlas y a los botiquines y elementos de curación.

La mayor parte del juego se desarrolla en tiempo real y con la clásica perspectiva en tercera persona tradicional del género, que nos permite seguir con destreza y precisión los movimientos de nuestro protagonista. Todas las acciones de éste se realizan también dentro de los patrones tradicionales del género, aunque cuenta con algunas incorporaciones interesantes dentro del campo de las plataformas, directamente deudoras de otros videojuegos recientes como Assassin’s Creed o Prince of Persia.

Las maniobras acrobáticas se llevan a cabo con el gatillo derecho del pad de Xbox 360, y liberan acciones como las de correr en horizontal o vertical por las paredes, el sprint en velocidad o las estrategias evasivas para esquivar ataques enemigos. Todos estos movimientos se realizan de una forma muy sencilla primando, al igual que en los recientes juegos de plataformas de Ubisoft, un control ajustado, sencillo e intuitivo sobre un posible jugador abrumado por un exceso de parámetros, botones y combinaciones.

Esto, sin embargo, se hace extensible a todas las facetas del título, y es que From Software no es Ubisoft Montreal, y si bien el estudio japonés pone buenas ideas sobre la mesa, peca a medio plazo de una ligera simplificación de conceptos al proponer la ejecución por parte del usuario.

Directo y Sin Rodeos
Ninja Blade es tan directo como una película de Steven Seagal. No se toma ni un segundo a la hora de presentar la acción, ni nos hace perder el tiempo miserablemente presenciando una historia que, dado el absurdo contexto del videojuego, probablemente iba a acabar aburriendo a los pocos minutos de juego.

No obstante sí es verdad que a menudo el juego peca de cierta sobreexposición. Algunas cinemáticas son demasiado largas para lo que en realidad cuentan, y el juego no se libra de ese efectista y excesivo gusto japonés por plantar a los personajes estáticos a la espera de unas reacciones faciales o emotivas que nunca llegan. Esto a algunos enerva y a otros fascina, es una cuestión totalmente subjetiva que no pesa en la calificación final del videojuego pero que no es gratuito reseñar.

Ya en los primeros minutos de partida nos toparemos con un Portador de Nivel 5. Desde ahí todo irá a peor…
Ya en los primeros minutos de partida nos toparemos con un Portador de Nivel 5. Desde ahí todo irá a peor…

Lo que sí es totalmente objetivo es que Ninja Blade es un machacabotones de la vieja escuela. Botón de salto, botón de ataque ligero y botón de ataque especial, ese será el pan nuestro de cada día en el lanzamiento que nos ocupa; y esa será la limitación a la que en principio estará sometido el jugador que sólo podrá expandirla mediante los combos. El botón derecho del pad, por su parte, queda relegado al empleo del Shuriken, una estrella voladora con la que controlar el poder del viento, del fuego y de la electricidad en función de cuál llevemos equipado.

¿En qué se traduce esto? Básicamente se trata de nuevos métodos con los que expandir las posibilidades del combate, puesto que aportan la necesaria vertiente de la lucha a distancia. No obstante no sólo se utilizarán para abatir a los oponentes, sino que también tendrán usos en forma de ligerísimos rompecabezas, por ejemplo, para apagar un fuego podemos lanzar el Shuriken de viento hasta extinguirlo.

Más vale que el usuario que juegue a Ninja Blade sea adorador de los QuickTime Events, porque en el juego encontrará una auténtica barbaridad de ellos. Prácticamente a cada paso que demos habrá una espectacular escena en la que poner a prueba nuestros reflejos.
Más vale que el usuario que juegue a Ninja Blade sea adorador de los QuickTime Events, porque en el juego encontrará una auténtica barbaridad de ellos. Prácticamente a cada paso que demos habrá una espectacular escena en la que poner a prueba nuestros reflejos.

El otro elemento directamente relacionado con el combate, pero también con aplicaciones que se escapan a su uso es el de la visión Ninja. Gracias a este elemento, que se acciona con uno de los botones superiores del mando, ralentizaremos la acción y además tendremos la oportunidad de ver los secretos que esconden enemigos y escenarios gracias a esta visión similar a los rayos infrarrojos. Su barra se agota con el uso y para volver a emplearla hay que rellenarla, pero empleándola podremos ver cómo escalar zonas del escenario o descubriremos los puntos débiles de los rivales.

En última instancia nos acercaremos al sistema de mejora y adquisición de armas de Ninja Blade, una meritoria intención por parte de From Software a la hora de otorgar algo de personalización en el estilo de combate del jugador. Empleando los cristales que obtendremos al abatir enemigos podremos mejorar nuestras armas hasta diferentes niveles para aumentar su daño, incrementar su resistencia o acrecentar el número de ataques.

De Cine
Gráficamente Ninja Blade es un título muy interesante. Quizá no esté finalmente a la ambiciosa altura que se le presuponía, pero en última instancia resulta ser un videojuego potente, con detalles geniales y con una fluidez extraordinaria.

En lo más puramente visual el título ofrece lo que esperábamos ver, sin grandes aspavientos. Buen modelado de personajes y escenarios, aunque con un reciclaje excesivo en las figuras de los oponentes. Las texturas son discretas aunque hacen su trabajo con solvencia, y los efectos visuales cumplen sobremanera con un buen trabajo en fuego, humo y explosiones.

En el campo técnico el título se mueve con tremenda fluidez, y no hemos observado ninguna ralentización en la tasa de imágenes por segundo. El videojuego, no obstante, si bien resulta espectacular en lo gráfico, es algo limitado la faceta más puramente tecnológica, y destacaremos dos campos fundamentales para afirmarlo.

Los jefes finales, como en cualquier tipo de juego de estas características, son una de las principales virtudes del título. Gigantescos y con retos muy diferentes entre sí.
Los jefes finales, como en cualquier tipo de juego de estas características, son una de las principales virtudes del título. Gigantescos y con retos muy diferentes entre sí.

El primero es que el escenario es tremendamente estático. Apenas hay elementos con los que interactuar salvo algunos pequeños objetos dispuestos específicamente para romperlos y recoger ítems, por ejemplo. Por otra parte la inteligencia artificial de los enemigos es muy limitada, lo que no sólo acaba penalizando la faceta jugable, sino que también afecta a la impresión técnica que se transmite. Igualmente hay algunos fallos terribles en este campo, con incluso algunos oponentes que se quedan inmóviles esperando que les ajusticiemos. Afortunadamente sólo lo hemos experimentado un par de veces, pero se une a la sensación general de que al videojuego le falta cierto camino por recorrer en términos de pulido, puesto que también hay algunos bugs que hacen referencia al personaje de relativa gravedad, como determinados enganches o bloqueos en algunas partes del escenario.

A nivel tecnológico la última de las pegas es la más anticlimática, y es la pausa de un segundo que hay en prácticamente cada cambio de escena. Al saltar de una secuencia de acción a una cinemática o de un QuickTime Event al tiempo real la imagen se congela durante unos instantes en lo que es una limitación técnica pequeña, pero ligeramente desagradable a nivel de ambientación y aspecto visual.

En la faceta sonora el título llega sin traducir a nuestro idioma a excepción de los textos, y con la opción de escoger las voces en inglés, japonés o la mezcla de ambos que es lo que los chicos de From Software tenían en mente en un principio. Los efectos sonoros resultan espectaculares, aunque la banda sonora es moderada y reiterativa.

Ninja Gaiden/Ninja Blade –Conclusiones-
Jugando a Ninja Blade es imposible no ver en éste una nueva replica de Microsoft a la saga Ninja Gaiden que ha triunfado en sus propias máquinas. No sólo la temática es similar, sino también el género, el estilo narrativo, los combates… Prácticamente todos y cada uno de los aspectos del videojuego parecen una mera reformulación de lo que nos ha deparado la saga de Tecmo.

La variedad de armas no es demasiado alta, pero aún así disponemos de algunas opciones. En pantalla las Cuchillas Gemelas del Halcón, una forma extraordinaria de acabar rápidamente con los enemigos.
La variedad de armas no es demasiado alta, pero aún así disponemos de algunas opciones. En pantalla las Cuchillas Gemelas del Halcón, una forma extraordinaria de acabar rápidamente con los enemigos.

¿Por qué entonces ha habido una diferencia tan abismal entre la nota de uno y la de otro? El videojuego que nos ocupa es, sin duda, un buen juego; con más fortalezas que defectos, pero al que le falta la chispa necesaria para trascender. Como machacabotones funciona francamente bien, y su propuesta veloz y vertiginosa es una extraordinaria forma de vaciar adrenalina. Sin embargo a estas alturas hay que exigir muchísimo más a un título de estas características.

Falta variedad en la fórmula, puesto que los combates acaban deviniendo en espectáculos muy similares unos de otros, a pesar de la interesante inclusión de la mejora y adquisición de armas. La dificultad tampoco es un reto, y esto se debe fundamentalmente a una dudosa IA. Se grada el desafío de acción y QuickTime Events con dos modalidades desde el inicio de la campaña, pero ésta queda muy lejos de la provocadora e incluso a veces frustrante bravata que es la franquicia Ninja Gaiden.

Como experiencia cinematográfica y de velocidad asfixiante Ninja Blade no tiene precio. Su ritmo es su mejor virtud, y en todo momento da la sensación de que From Software juega con el tempo del título para sacar lo mejor del jugador y engancharle hasta hacerle terminar el Modo Historia. Sin embargo en ocasiones esta cadencia también flaquea, y esto se debe fundamentalmente a la saturación de QuickTime Events y a la presencia de unas cinemáticas que en su mayoría no aportan absolutamente nada.

Las acrobacias son una agradable manera de variar la fórmula machacabotones de Ninja Blade. Sin embargo para alcanzar la excelencia les ha faltado una mayor precisión y profundidad en su manejo.
Las acrobacias son una agradable manera de variar la fórmula machacabotones de Ninja Blade. Sin embargo para alcanzar la excelencia les ha faltado una mayor precisión y profundidad en su manejo.

Por otra parte el combate cumple con solvencia su función de trasladar nuestros deseos a la pantalla por mediación del pad, y ofrece un estilo suficientemente profundo y adecuado como para proporcionar una experiencia agradable y divertida. No obstante se echa en falta algo más de variedad también en este campo, puesto que muchos de los combates se acaban resolviendo de formas muy similares. Falta también interacción con el entorno, en una relación con éste que hubiera deparado más posibilidades en conjunción con el componente acrobático –muy pobre-, pero quizá estemos pidiendo demasiado y son aspectos que tendrán cabida en una hipotética segunda parte.

Así pues la única oferta a nivel jugable de Ninja Blade es la de la campaña individual, obviando por completo cualquier posibilidad multijugador que no pase por la mera comparación de récords y estadísticas en los tableros on-line. Esto, con un modo historia de unas 9 horas, se nos antoja algo escaso… No drásticamente negativo, pero sí muy ajustado.

Gráficamente si hay una palabra para definir a Ninja Blade esa debe ser espectáculo. El título tiene luces y sombras en este campo, pero brilla especialmente en los efectos y en la creación de grandes criaturas.
Gráficamente si hay una palabra para definir a Ninja Blade esa debe ser espectáculo. El título tiene luces y sombras en este campo, pero brilla especialmente en los efectos y en la creación de grandes criaturas.

Una importante pega a nivel jugable es la del particularísimo sistema de salvado que emplea Ninja Blade, un procedimiento clásico. Los nueve niveles del videojuego rondan la hora de duración a excepción del octavo, sensiblemente más corto, y en ninguno de ellos es posible grabar partida en mitad del capítulo. Esto significa que si morimos el checkpoint nos retrotraerá el último punto guardado dentro del nivel, pero si apagamos la consola tendremos que empezar la fase desde su comienzo. Un proceso grave y evitable, puesto que un cuelgue, una emergencia o una cita imprevista nos obligan a perder los progresos.

Bueno

Sin sello

Ninja Blade

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Ninja Blade es un buen videojuego de acción y aventuras que, sin embargo, no alcanza la condición de abanderado de la plataforma que se le presuponía dentro de este género. From Software ha creado un título al que le han fallado algunas decisiones de concepto, control y diseño para alcanzar la excelencia, pero también un juego donde destaca su apabullante ritmo y endiablada velocidad.

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Jugadores: 1
Idioma: Manual en español, textos en español y voces en inglés - japonés
Duración:
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