La competición olímpica invernal por excelencia recibe la visita de Sonic, Mario y compañía en una aventura deportiva destinada a recuperar el paisaje blanquecino que sus enemigos han querido arrebatar a Vancouver.
Tras el reciente gran éxito con los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, SEGA y Nintendo, bajo el diseño y la producción controlada por Shigeru Miyamoto, han vuelto a unir esfuerzos e imagen para realizar un videojuego basado en la próxima competición olímpica de invierno que se celebrará durante el mes de febrero en la ciudad de Vancouver, Canadá.
En los Juegos Olímpicos de Invierno es bien sabido que la nieve y el frío son los elementos principales del deporte, y eso lo han tenido muy en cuenta los archienemigos del fontanero de Nintendo y del puercoespín de SEGA. En febrero del 2010, Bowser y Eggman abordan la ciudad de Vancouver, boicotean la celebración derritiendo todo el hielo y raptan a los espíritus de la nieve, con el único fin de crear una competición amañada para sí mismos.
Cuando Mario, Sonic y compañía llegan a la ciudad canadiense, se topan con la desoladora imagen y con uno de estos espíritus, el cual les intenta explicar lo sucedido. Los Juegos Olímpicos de Invierno y, lo que es mucho peor, el mundo, están en un grave peligro, razón por la cual los héroes más conocidos de la industria comenzarán su misión por recuperar el elemento fundamental de la estación más fría del año: la nieve.
La historia de Vancouver 2010
Bajo este contexto, se ha diseñado un modo historia para encaminarnos a través de cinco ciudades ficticias creadas alrededor de Vancouver, donde nuestro cometido será hacer brillar de nuevo el terreno tan blanquecino como siempre lo había hecho en invierno. Pero no lo haremos solos, pues contaremos con la grata ayuda de personajes de ambas franquicias (alguno de ellos con habilidades únicas), uniéndose éstos a nuestro grupo según nos adentremos en la aventura.
El fundamento de este modo de juego no es otro que la realización de misiones con el único fin de conseguir cristales esenciales para rescatar los espíritus de la nieve. Normalmente, estarán basadas en superar un cierto tiempo, puntuación o a un rival en las diferentes pruebas olímpicas, pudiendo ganar más intentos al conseguir un resultado satisfactorio. Obviamente, si acabamos con todas nuestros intentos disponibles, terminaremos la partida, teniendo que empezar desde el último punto guardado.
El aspecto más favorable de la mecánica propuesta por esta modalidad es controlar algunos de los 20 personajes incluidos en el juego, manejando sus habilidades y movimientos al mismo tiempo que completamos las tareas dispuestas en el mapa de la pantalla superior, donde también podemos hallar los elementos cercanos más importantes. Asimismo, al hablar con cualquier personaje, los diálogos serán distintos y personalizados dependiendo de quién sea el protagonista.
Los deportes más fríos del año
Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos de Invierno ofrece una forma más casual de jugar, dándonos la posibilidad de elegir entre practicar una partida rápida en los ocho deportes disponibles, disputar una partida completa más larga y competitiva, así como participar en varios minijuegos, una forma de encapsular -al azar- las modalidades disponibles.
Además de los ocho deportes primarios (esquí, patinaje, snowboard, bobsleigh, hockey sobre hielo, curling, biatlón y luge) y todas sus modalidades, se nos presenta una nueva forma de diversión: los eventos fantasía. Constan básicamente de los mismos deportes, aunque llevados a un nivel extremo con toques personales de las franquicias originales, como puede ser una carrera de esquís con goombas como obstáculos.
Una buena forma de poner en práctica nuestras habilidades con los personajes seleccionables (Bowsy, Donkey Kong, Silver y Metal Sonic son las cuatro nuevas caras en estas olimpiadas) es el modo multijugador. Podemos competir con nuestros amigos, independientemente de si tienen o no el cartucho del título, en las distintas modalidades de cada deporte, haciéndolo mucho más ameno gracias a su sencillo y completo control con el stylus.
La voz de Mario y Sonic
Precisamente la jugabilidad es su característica fundamental, alternando controles con el pad y con el stylus, y variando dinámicamente según la modalidad en la que compitamos, pero siempre manteniendo la esencia de un estilo sencillo y directo. Está equilibrado con el fin de contentar tanto a los jugadores esporádicos como a los habituales. Otra adición y acierto es la de incluir videotutoriales opcionales sobre los controles antes de cada una de las pruebas.
Retomando el modo historia, el control es muy sencillo, pudiendo desplazar al personaje como nos plazca utilizando la cruceta o la pantalla táctil con una gran fluidez, gracias también a su gran modelado. Los modelos de los personajes contemplables durante todo el título gozan de un diseño detallado, sobre todo en el caso de los que se pueden controlar, con una animación cuidada y fiel a la fuente original.
El gran apartado gráfico se complementa con la incorporación de voces (del acento italiano de Mario al inglés pasota de Sonic) y efectos sonoros reciclados de ambas franquicias. La banda sonora cuenta con una variedad limitada de melodías ambientadas invernalmente, pero las incluidas están lo suficientemente trabajadas como para no dar monotonía al título.
SEGA y Nintendo nos proponen una forma divertida de comprender los valores de los Juegos Olímpicos de Invierno publicitando al mismo tiempo la próxima edición de Vancouver 2010. El título no va a suponernos un problema en cuanto al tiempo total de juego (unas 20 horas), pero sí es probable que acabemos contagiándonos del control “machacabotones”, algo que nuestra Nintendo DS sufrirá con el tiempo.
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