Las series Katamari se preparan para su debut en PlayStation 3 con Forever, su nueva entrega. Tras brillar especialmente en PlayStation 2, el estreno en su “hermana menor” era muy esperado y ha conseguido su objetivo con un razonablemente interesante tributo a los fans de la franquicia del que, sin embargo, esperábamos más novedades.
Calificar de inclasificable a las series Katamari siempre ha sido un recurso habitual de la prensa, y es que su jugabilidad, sus simpáticos personajes y su imposible dirección artística conforman una de las alternativas más originales, innovadoras y genuinas que se pueden contemplar en el mundo de los videojuegos de la actualidad.
Con el debut en PlayStation 3 entre ceja y ceja desde hace ya muchos meses, los chicos de Namco nos brindan la oportunidad de sumergirnos de nuevo en su maravilloso mundo de Katamari. Un aglomerado de retales de entregas anteriores con algún que otro elemento nuevo pero que, sobre todo, conservan intacto el encanto de las series.
Luces, Cámara… ¡Rodando!]
Katamari Forever da comienzo con el Rey sufriendo un pequeño percance en una de sus misiones, y siendo alcanzado en plena cabeza por una estrella oscura. El Príncipe, consciente de la importancia de su padre, decide en conjunción con sus primos construir un robot que haga sus tareas durante su convalecencia.
Así pues tenemos dos tareas: Por un lado echar una mano al gigantesco robot de aspecto muy parecido al del propio rey y, por otro, ayudar a nuestro padre a recuperar sus recuerdos perdidos.
El título que nos ocupa vuelve a emplear una vez más el delicioso sistema de niveles que siempre ha caracterizado a las series, y que nos permite avanzar, en esta ocasión en más de una línea argumental, desbloqueando nuevos capítulos mientras completamos las diferentes estancias. Para los que no estén al tanto de lo que la saga ha ofrecido hasta ahora, dejaremos claro que sería interesante que consulten los análisis anteriores, aunque sí comentaremos que se trata de un videojuego esencialmente sobre rompecabezas en el que tenemos que crear amasijos de objetos que haremos rodar para absorber elementos cada vez más grandes.
Katamari Forever incorpora algunas novedades que son en las que vamos a focalizar el análisis, puesto que por lo demás podría pasar por un remake del original con algunos pequeños retales de incorporaciones. Misma música, niveles casi idénticos en su mayoría, aunque todo ello enlazado por una nueva historia, y por un sistema que ya no nos permite navegar por el espacio para visitar los diferentes planetas.
Entre las novedades se incluye un curioso movimiento de salto que agitando el Sixaxis nos permitirá superar, por ejemplo, escalones con sólo un rítmico movimiento de muñecas. Resulta especialmente útil para evitar los clásicos atascos. Por otra parte el juego se beneficia notablemente de una importante mejora en la integración de los rankings, quizá algo lento en su ejecución, pero que nos permite hacernos una idea mucho más rápida de en qué posición nos encontramos con respecto a jugadores de todo el mundo, enfatizando el interés del usuario por superarse a sí mismo y a sus rivales.
Por lo demás el título incorpora un cooperativo que supera con creces al ya visto en la edición de Xbox 360 y que acompaña a uno competitivo. Por otra parte, también mejora ostensiblemente el apartado gráfico: Resolución a 1080p con un look y estética de coloreado a mano francamente agradable. La música vuelve a ser una de las principales virtudes artísticas del videojuego, aunque suponga el reciclaje de partituras de anteriores entregas.
Katamari Forever es algo así como comprar un disco de grandes éxitos de una banda alternativa. Posee los singles de la saga, pero no ofrece mucho más material nuevo que un puñado de caras B, rarezas y un embalaje nuevo para el álbum. Sólo para coleccionistas o para usuarios que nunca se han acercado al universo Katamari.
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