Lavar platos requiere los reflejos de un ninja, la fuerza de un samurai y la voluntad de un guerrero. O al menos eso dice el protagonista de The Dishwasher: Dead Samurai. A este juego no le va a hacer falta tanto para convertirse en una de las grandes sorpresas del año. Una pequeña joya a modo de Hack & Slash y plataformas que sólo puedes disfrutar en tu Xbox 360.
The Dishwasher: Dead Samurai es un videojuego creado por James Silva y su estudio independiente Ska Studios a través de la plataforma XNA Game Studio ofrecida por Microsoft para desarrollar videojuegos para Xbox 360. La historia que dio pie al desarrollo del juego es, por decirlo de alguna forma, atípica. James Silva se basó en su propia experiencia trabajando como lavaplatos y en el hecho de que el propio Bruce Lee también trabajó como tal, para crear un videojuego donde un lavaplatos experto en artes marciales se enfrentaría y acabaría sin piedad alguna con un ejército de demonios.
Trabajó en el juego durante cuatro meses antes de presentarse a la primera edición del concurso Dream-Build-Play para el desarrollo de videojuegos promocionado por Microsoft hace un par de años, y ganó. James Silva recibió un cheque por valor de diez mil dólares y un contrato para publicar el juego en Xbox Live Arcade.
El pasado año, durante la Games Developer Conference, Microsoft permitió a los jugadores probar algunos de los títulos que habían sido desarrollados con dicha plataforma, y entre ellos se encontraba y destacaba este The Dishwasher: Dead Samurai, que sorprendió a todo el mundo por su enorme y original calidad gráfica y jugabilidad.
Ahora, Microsoft por fin se ha decidido a traer el juego a este servicio, enmarcado en la promoción “Días de Arcade” a un precio de 800 Microsoft Points, que a nuestro parecer, es un precio más que apropiado para un juego tan excepcional como este.
Una pequeña obra maestra gótico-oriental
The Dishwasher: Dead Samurai presenta un apartado gráfico soberbio que hace gala de un grafismo muy peculiar patente ya desde el menú principal del juego, donde se combinan tonos pálidos con el rojo intenso de la sangre, sin duda, protagonista absoluto del videojuego.
El diseño del protagonista, los escenarios, los enemigos más comunes y sobre todo los “jefes finales” de cada nivel, es espectacular, y realmente uno tiene la sensación de encontrarse delante de una pequeña obra de arte de la misma calidad que Braid – aunque el concepto y la estética es completamente diferente –, que también sorprendió a propios y extraños el año pasado.
Las animaciones de los personajes son excelentes, y el juego cuenta con algunos efectos gráficos muy destacables para tratarse de un juego de este tipo orientado al servicio Xbox Live – el juego ocupa sólo 120Mb –. Nos referimos concretamente a sus efectos de luz y sombras, fuego o agua, todos muy realistas y conseguidos. La paleta de colores utilizada en el juego está basada generalmente en colores pálidos para los escenarios, y prácticamente en el blanco y negro para los personajes, con algún detalle de color en algunos enemigos, una combinación que consigue un contraste muy llamativo al plasmar con un rojo intenso la sangre que brota de los enemigos y que salpicará, literalmente, tu pantalla. Un efecto muy potente que ofrece un resultado muy parecido al de las películas de Frank Miller como Sin City o The Spirit.
Los efectos de sonido son correctos y la banda sonora cumple perfectamente con la función de acompañar a la acción, ambientando el juego con melodías orientales en los momentos más tranquilos y música “rockera” durante las peleas. Por último, remarcar que el juego ha sido traducido a nuestro idioma.
El alma de un samurai… lavaplatos
The Dishwasher: Dead Samurai presenta la historia de un peculiar lavaplatos con alma de samurai – Dishwasher –, que lo ha perdido todo en la vida; a su hermana e incluso su corazón… convirtiéndose en un no-muerto. En su búsqueda de venganza contra los responsables de esta pérdida y la desaparición de su hermana Yuki se enfrentará a un ejército de robots y otros seres de ultratumba, todo enmarcado en un título de claro género hack and slash y plataformas.
El juego incluye un modo Historia que cuenta con catorce niveles; un modo Arcade donde acabar con todos los enemigos que van apareciendo equipados únicamente con dos armas y una magia, a lo largo de una cincuentena de pantallas; el denominado Reto del plato en el que hay que sobrevivir a oleadas de enemigos y conseguir la mayor puntuación; y una Sala de Entrenamiento donde aprender, a modo de tutorial, todas las técnicas del protagonista. Además, el juego incluye cooperativo para dos jugadores, tanto en modo local como a través de Xbox Live.
El desarrollo del juego es simple; avanzar por unos niveles de plataformas mientras eliminamos a todos los enemigos que van apareciendo, recogemos ítems y alcanzamos el final del nivel donde nos espera el jefe final de turno. El protagonista empieza el juego equipado con unos cuchillos de carnicero, pero durante el juego podemos hacer uso de una más que decente variedad de armas como una katana, una guadaña, una ametralladora-escopeta u, ojo, ¡una motosierra!
Existe la posibilidad de hacer ataques rápidos con el botón X, fuertes con el botón Y, o combos con ambos, además de agarrar al enemigo e incluso hacer golpes finales realmente espectaculares y muy, muy, gore. Además, también podemos lanzar potentes ataques de magia. A parte de estas opciones en lo referente a movimientos para la parte del juego más orientada a la acción, también existe una serie de habilidades para la otra cara del juego, la de “plataformas”; como por ejemplo saltar con el botón A, correr por las paredes o la habilidad de teleportarse para alcanzar zonas no accesibles.
A medida que derrotamos enemigos recuperamos puntos de vida y obtenemos unas esferas y otros objetos que podemos cambiar por ítems especiales o mejoras – para la barra de vida, armas, o magia –, a través de una especie de robot vendedor. Además, en algunas pantallas, si conseguimos derrotar a todos los enemigos en un determinado tiempo, obtendremos algunos objetos especiales, del mismo modo que si acabamos con los enemigos con los golpes especiales conseguiremos más esferas y puntos de vida.
Hack & Slash, plataformas, ¿y también un Guitar Hero?
Hasta aquí, nada nuevo en un juego de este género ¿verdad? Bien, una de las principales sorpresas que encontramos en The Dishwasher: Dead Samurai es que en algunas pantallas, hay unos minijuegos denominados Killer Solos, en los que con una guitarra hay que tocar un solo de rock como si de Slash de Guns N’ Roses se tratase. Al más puro estilo Guitar Hero o Rock Band presionaremos el botón correcto cuando la nota pasa por un cuadrado, y si logramos una buena puntuación conseguiremos Objetos Psíquicos para mejorar nuestras armas. Para tocar las canciones podemos utilizar el mando de la consola, o bien enchufar nuestra guitarra de Guitar Hero o Rock Band. ¿Qué os parece?
También podremos utilizar nuestra guitarra en unos desafíos Time Attack en los que hay que derrotar a un determinado número de enemigos en un corto periodo de tiempo, o bien, pedirle a un amigo que asuma el papel de la Guitarra Fantasma – hay que encontrar el amuleto de rock fantasma en el juego –, y nos ayude a machacar enemigos tocando distintos acordes que lanzarán unos feroces rayos contra los enemigos.
The Dishwasher: Dead Samurai es un imprescindible en tu colección de juegos para Xbox 360. Una pequeña obra maestra en forma de hack & slash y plataformas. Un título original, violento, con una dirección artística y una estética excelente y una jugabilidad realmente adictiva. El precio a pagar, 800 Microsoft Points, no debería hacerte perder un juego como éste.
